Hoy, 18 de octubre, es el Día Mundial de la Menopausa. Por eso, y por es hoy el día que hemos escogido para explicarte cómo puedes sentirte mejor en su piel si estás en esa etapa de la vida.
La menopausia se produce entre los 45 y los 55 años en el 65-70% de las mujeres. Un 25% antes de los 45 años, y un 5-10% después de los 55, sobre todo en las sociedades más desarrolladas. Según datos estadísticos ofrecidos durante el Congreso Mundial de Medicina Antienvejecimiento celebrado en Montecarlo, durante la menopausia el 87% de las mujeres notan que su piel está cambiando y el 54% se sienten inseguras con su aspecto.
En general, a partir de los 50 años, la piel se muestra más seca, fina, flácida y áspera, con arrugas y cambios de pigmentación, dilataciones vasculares, dificultad de cicatrización. La hidratación cutánea disminuye, por efecto fisiológico o por culpa del sol. La Dra. María José Alonso, dermatóloga del Hospital Torrecárdenas de Almería y miembro de la AEDV (Academia Española de Dermatología y Venereología), nos explica que en esa etapa de la vida “disminuye la capacidad de reparación de los tejidos, aumenta la laxitud cutánea, sobre todo en aquellas mujeres que no siguen un tratamiento hormonal sustitutivo y quienes reciben gran cantidad de radiación ultravioleta a lo largo de su vida. Al haber menos colágeno, la piel es menos elástica. Aminora la elasticidad y aparece la flacidez, sobre todo en el rostro, brazos y muslos”.
Así debes cuidar tu piel a partir de la menopausia
Según Mercedes Abarquero, Responsable Científica de Vichy, en esta etapa “lo ideal es seguir una rutina de tratamiento de mañana y de noche que nos permita y nos ayude a corregir los efectos que están teniendo en nuestra piel estos cambios hormonales. Es clave por lo tanto adaptar nuestro cuidado cosmético. Si comenzamos a notar la falta de nutrición, debemos utilizar productos enriquecidos en activos nutritivos. Por el contrario, si ya comenzamos a notar la falta de firmeza y descolgamiento, debemos utilizar productos que nos ayuden a contrarrestar esos efectos en nuestra piel”.
Como explicábamos, durante la menopausia, nuestra piel sufre múltiples cambios y por eso, nuestro producto cosmético se debe adaptar con ingredientes que sean capaces de contrarrestarlos o ayudar a compensarlos. Por ejemplo, activos como el ácido hialurónico, que es muy hidratante, nos permiten rehidratar la piel. O cuando notamos falta de nutrición, ácidos grasos incluidos dentro de aceites vegetales nos permiten compensar la falta de nutrición. Como dice Merceces, «El descolgamiento, es más complicado trabajarlo, pero moléculas de referencia a nivel cosmético como el Pro-xylane, nos permiten ayudar a que la piel mantenga mejor esa densidad cutánea que es tan importante durante esta etapa de la vida”.
Por lo que se refiere a las texturas, la responsable científica de Vichy afirma que “debemos tener en cuenta que hay diferencia entre la piel normal-mixta y la piel seca y por ello hay tratamientos que se adaptan a los 2 tipos de piel. Además, las texturas de los tratamientos enfocados a la menopausia, tienen en cuenta los fenómenos que habitualmente ocurren durante esta etapa, como los sofocos o la sudoración intensa. Por eso, se eligen fórmulas en gel-crema, que son más ligeras al tacto, se absorben más rápidamente y que nos aportan unos niveles de nutrición adecuados sin sensación grasa. Una vez que pasamos la menopausia, nuestra piel ya está más seca y las texturas deben estar más enriquecidas”.
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