Dietas y tiroides o el caso de Tamara Falcó

 

Belleza activa no es una revista digital del corazón ni somos dadas a explicar cuestiones personales de nadie. Por ello, queremos dejar claro que tanto el nombre como la fotografía de Tamara Falcó son sólo un ejemplo de actualidad de un problema grave que afecta a muchas mujeres y algunos hombres y del que alertan algunos buenos médicos: los peligros que pueden desencadenar las dietas restrictivas si se prolongan en el tiempo o se realizan sin supervisión de un especialista en endocrinología. En este caso, el doctor Joaquín Figueroa, endocrino y experto en nutrición, nos explica por qué se produce este repentino aumento de peso causado por un problema de tiroides en personas que, aparentemente, están sanas y con un peso adecuado o, incluso, delgadas.

La hija de Isabel Preysler, Tamara Falcó, aparecía esta semana en diversos medios de comunicación con un aumento de peso importante. Según ha explicado la joven, se trata de un problema de tiroides del que está en tratamiento.

«La tiroides -explica el doctor Figueroa- es una glándula endocrina localizada en la cara interior del cuello que produce hormonas tiroideas (principalmente T3 y T4) encargadas de activar el metabolismo. Cuando se sigue a largo plazo una dieta baja en calorías (hipocalórica) y deficitaria en ciertos nutrientes (por ejemplo yodo, selenio…) la glándula tiroides disminuye su actividad, produciendo hormonas tiroideas «menos potentes» que disminuyen a su vez el ritmo metabólico del paciente. En esta situación, se reduce la velocidad de la pérdida de peso, pudiendo llegar a producirse manifestaciones clínicas de hipotiroidismo tales como el ánimo depresivo, insomnio, estreñimiento, piel seca, pelo quebradizo, uñas frágiles, menor producción de calor corporal, dificultad para perder peso o retención de líquidos».

El doctor Joaquín Figueroa describe esta patología como «Síndrome del eutiroideo enfermo» y añade que «es un perfil muy habitual en mi consulta, sobre todo entre mujeres entre los 35 y 55 que muchas veces, sin tener hipotiroidismo propiamente dicho, aparentan un cuadro clínico similar y que, de mantenerse en el tiempo, puede acabar desembocando en un hipotiroidismo real». Según explica el endocrino, este síndrome se puede prevenir y para ello apunta el doctor «es importante seguir una dieta equilibrada en cuanto a la cantidad de calorías y la combinación de alimentos a consumir».

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