Estamos a un paso del año nuevo y eso significa que todo está por construir. Es como abrir un nuevo cuaderno y una nueva caja de lápices de colores para empezar a dibujar un mundo mejor. Pero como hay cosas que se nos escapan de las manos y no podremos cambiarlas, te proponemos hacer algo que sí puedes cambiar: puedes mejorar tu rutina de cuidado personal para así mejorar tu piel ¿qué te parece? Te ofrecemos algunas pautas que mejorarán tu piel y cabello.
Limpia tu piel correctamente, ¡a la japonesa!
Cada día debes limpiar tu rostro por la mañana y por la noche. Por la mañana es suficiente que utilices una buena agua micelar, adecuada a tu tipo de piel. Sin embargo por la noche la limpieza debe ser más exhaustiva, siguiendo el ritual de higiene facial de las japonesas, las mujeres con la piel más hermosa del mundo.
La limpieza a la japonesa consta de dos pasos. En primer lugar (y por este orden) elimina los restos oleosos del rostro (maquillaje, polución, sebo…), para ello utiliza una leche, aceite o crema limpiadora. Seguidamente retira de tu piel los rastros de impurezas y células muertas con la ayuda de una limpiadora al agua, como por ejemplo una espuma o gel.
A continuación ya puedes tonificar tu rostro y aplicar tu tratamiento de noche. Recuerda que lo mejor es realizar estos pasos justo cuando llegues a casa. Si lo dejas para última hora, antes de acostarte, seguro que te dará mucha pereza…
Una vez por semana, o cada quince días, deberías exfoliar tu piel. Recuerda que es imprescindible que utilices productos que no la dañen. Si es normal o grasa puedes utilizar un exfoliante con granos finos, sin embargo si tu piel es sensible, debes utilizar un exfoliante enzimático, para no dañar tu cutis. A continuación aplícate una buena mascarilla nutritiva, iluminadora, purificadora… Tu piel estará lista para asimilar los principios activos de tu tratamiento facial y conseguir unos resultados óptimos.
Protege la piel del sol, durante todo el año
Cada día del año, en cualquier mes y estación, debemos proteger nuestra piel de los rayos solares, y hacerlo es cada día más sencillo. Muchas cremas de tratamiento incluyen filtros solares en su formulación. También los incluyen algunas bases de maquillaje, ya sean fluidas o compactas. Existen formulaciones que se presentan en forma de pincel con polvos que te permiten reaplicar la fotoprotección en cualquier momento y lugar, incluso en la calle, como si de un producto de maquillaje se tratase… Pero si tus productos de tratamiento no poseen SPF, no te preocupes, tras su aplicación extiende un fotoprotector, sobre tu rostro, cuello y escote y ya puedes maquillarte (¡o no…!).
Recuerda que cada año deberías pasar por la consulta de tu dermatólogo para que revise tus lunares y confirmar que todo va bien!
Utiliza los productos de tratamiento adecuados y de calidad
No quieras aprovechar la crema de tu madre, ni la que te ha pasado una amiga. Tu piel es única y tiene unas necesidades muy concretas. Por eso ponte en manos de una profesional que te pueda asesorar perfectamente sobre tu tipo de piel y conversa con ella sobre tus expectativas. Tras su diagnóstico podrás escoger la crema más adecuada para conseguir tus objetivos.
También es importantísmo que no te dejes deslumbrar por precios muy económicos de cremas que, supuestamente, te van a restar 10 años. Es imposible que una marca de precio muy bajo contenga activos de calidad y en la cantidad necesaria para conseguir su objetivo. Algunas grandes marcas poseen líneas de productos de precios asequibles. Tampoco es necesario que te dejes el sueldo en cosméticos. Que un producto sea muy caro tampoco quiere decir que vaya a obrar maravillas en tu piel. En ocasiones los productos muy ricos en principios activos pueden hacer que tu piel reaccione mal. Escoge una crema de calidad, de una marca conocida y que se adapte, exactamente a tus necesidades.
Hidratación corporal los 365 días del año
En invierno la piel necesita un extra de hidratación para hacer frente al frío, el viento y la fricción de la ropa sobre la piel. Puedes utilizar cremas o leches nutritivas ricas, que suavizarán e hidratarán la reseca piel de tus piernas, brazos, etc. En verano puedes utilizar hidratantes más ligeras, en forma de bruma, leche ligera, etc. También puedes utilizar los productos del tipo after sun, que ofrecen una doble función: por un lado descongestionan y desinflaman un posible eritema (enrojecimiento de la piel provocado por una exposición solar excesiva), y por otro, hidratan la piel aún y cuando la dosis de sol haya sido la correcta, puesto que los rayos del sol producen en la piel una sequedad que debe ser repuesta.
Respeta y cuida tu cabello, te lo agradecerá
Que durante la primavera y el otoño la caída del cabello sea mínima es tarea de todo el año. A la hora de lavar tu cabello debes utilizar un champú adecuado a tus necesidades y, a continuación, un acondicionador que deje tu cabello suave, manejable y desenredado. En el caso de cabellos coloreados, obtendrás mejores resultados y mayor duración del color si utilizas productos específicos.
Si utilizas secador o plancha, recurre antes a un protector térmico. El cepillado, muy beneficioso para activar la microcirculación sanguínea del cuero cabelludo y para eliminar restos de productos de acabado y de polvo del cabello debe ser suave y realizado con cepillos de buena calidad, que no encrespen el cabello.
Si el mal ya está hecho y tienes el cabello reseco, quebradizo y con las puntas abiertas, recurre a los nuevos tratamientos de reestructuración capilar. Todas las peluquerías disponen de este tipo de tratamientos que son muy efectivos.