Hace solo unas semanas, Belleza activa fue invitada a conocer las tierras donde se cultiva la avena Rhealba, que los laboratorios A-Derma utilizan para la formulación de sus productos dermocosméticos. La verdad es que no nos lo pensamos ni un minuto: siempre es enriquecedor ver cuál es el circuito de un producto cosmético (desde que es un principio activo y se encuentra en forma de cosecha) hasta que sale envasado y preparado para ser distribuido en nuestras farmacias y parafarmacias. Te explicamos cómo fue nuestro viaje por las tierras de la Avena Rehalba, y lo que allí aprendimos.
En el Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas coincidimos tres periodistas: mi amiga y compañera de viajes y presentaciones, Itziar Salcedo (Vogue Belleza, El País, y otros medios de gran prestigio) y una nueva compañera de viajes: Inma Tapia (de la sección Estilo de la Agencia Efe) Nos acompañaba otra amiga de años, la también periodista Casilda Bilbao, que está desempeñando labores de comunicación en el grupo Pierre Fabre. Pero no íbamos a viajar solas… Farmacéuticos de toda España se dieron cita también en el aeropuerto madrileño, para viajar juntos a tierras francesas.
Tras dejar el equipaje en el hotel en Castres, nos dirigimos a el Carla, el lugar donde late con más fuerza el corazón de los laboratorios Pierre Fabre, y donde el mismo Sr. Fabre había dirigido la empresa. Una vez en la magnífica finca, lo primero que hicimos fue visitar el Escaparate de Pierre Fabre, el lugar en el que podemos encontrar todas las marcas y productos de la empresa. Desde los primeros hasta los más novedosos, incluso los que aún no han llegado a España. Recordamos que, además de los productos dermocosméticos, la empresa dispone de una división médica, en la que dedican grandes esfuerzos a la lucha contra el cáncer.
Cenamos –estupendamente– en el restaurante de la gran mansión del Carla y tras una agradabilísima conversación, dimos por finalizada la jornada y regresamos al hotel. Al día siguiente la agenda estaba llena de contenidos y teníamos que estar frescos para aprovecharlos todos…
Por fin en Tierras de Avena Rhealba
Nuestro segundo día de viaje estuvo dedicado a conocer la Tierra de Avena y profundizar en los beneficios de la Avena Rhealba. Según nos explicaron, todo empezó en Castres, en los años 70. El farmacéutico Pierre Fabre empezó a investigar qué variedad de avena podía cultivar para la formulación de productos dermocosméticos (término que él mismo inventó) para pieles sensibles. De todas las variedades existentes (26.000), escogió la avena blanca, y de las 80 variedades de este tipo, la Avena Rhealba, con altas dosis de principios activos muy valorados para las pieles sensibles, por sus propiedades antiinflamatorias, calmantes, reequilibrantes y reparadoras de la epidermis.
Ya tenemos un variedad ideal para la formulación de productos cosméticos para las pieles sensibles. Ahora solo hay que sembrar y cuidar que los factores medioambientales afecten la cosecha (pero si así sucediese existe un Plan B, con cultivos en zonas climáticas más benévolas). A las 12 semanas la plántula de avena contiene un máximo de moléculas activas para la formulación de los productos A-Derma, y es cuando se recolecta.
Todo el proceso de cultivo, extracción y fabricación de los productos A-Derma se realizan en un perímetro de 22 kilómetros y está perfectamente controlado para que los beneficios siempre sean los esperados.
Finalizado el recorrido por la Tierra de Avena fuimos a conocer todo el proceso de fabricación de los productos de Pierre Fabre. Unas instalaciones con todo tipo de avances tecnológicos, como el que le permite fabricar y envasar productos para asegurar la esterilidad de sus fórmulas, los envases D.E.F.I. (el acrónomo de Dispositivo Exclusivo Fórmula Intacta).
Tras descubrir dónde se planta la avena y dónde se fabrican y envasan los productos dermocosméticos, sólo nos faltaba conocer el lugar donde late el cerebro de los Laboratorios Pierre Fabre. Y ese lugar, las oficinas de Pierre Fabre en ese radio de 22 kilómetros, está en un entorno paradisíaco, en plena naturaleza. Les Cauquillous, que es como se llama el edificio, no solo está rodeado de naturaleza sino que los empleados están envueltos en ella, porque están en continuo contacto visual con árboles y plantas, incluso en el interior de las oficinas, cuyas paredes son de cristal.
Así fue nuestro viaje a Tierras de Avena, así descubrimos (y hoy compartimos) algunos de los secretos de A-Derma y de Pierre Fabre, una marca de las que nos gusta hablar en Belleza activa.
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