Autoexamen de las mamas para confirmar que todo sigue bien

shutterstock, autoexamen de las mamas

Cada vez que vamos a la revisión ginecológica anual la mayoría de mujeres lo hacemos con un nudo en el estómago, y es que 1 de cada 8 mujeres en todo el mundo sufren cáncer de mama al menos una vez. Además esta patología causa el 16% de todas las muertes de mujeres. Precisamente para reducir considerablemente ese terrible porcentaje es importantísimo el autoexamen de las mamas, pero como dice mi ginecólogo: «no tienes que buscar nada, solo confirmar que todo sigue bien».

Y es precisamente ese punto de vista el que queremos dar en nuestra entrada de hoy, día en el que se celebra el Día Mundial de la Lucha Contra el Cáncer de Mama.

No tenemos que ponernos siempre en lo peor, sólo estar alerta por si se produce algún cambio en nuestras mamas y, si se produjese, consultar inmediatamente con el especialista porque es posible que no sea nada, pero si fuese, mucho mejor detectarlo en los primeros estadios.

Como decíamos, uno de los pasos más sencillos es laautoexploración de las mamas. Así es como debes hacerla:

  1. Delante del espejo, con los brazos a los lados, observa los pechos y comprueba que no hay diferencias entre ellos de simetría, tamaño, contorno, color y morfología ni en la mama ni en el pezón y la aureola.
  2. Con las manos a la cintura, observa que no se han producido cambios. Tienes que hacer la misma comprobación con los brazos en alto.
  3. Observa si hay zonas rojas, bultos, depresiones, hoyuelos o cualquier irregularidad en la piel.
  4. Con la mano contraria al pecho a explora, palpa la mama. Puedes hacerlo de pie o tendida en la cama. Si loe haces así, tiéndete boca arriba para que la mama descanse sin presiones. Pon los tres dedos medios de la mano izquierda sobre la mama derecha, empezando desde la parte superior, por encima del pezón, y siguiendo el círculo de ésta hacia la axila y hacia abajo.
  5. Coge el pezón entre los dedos índice y pulgar y presionar. Comprobar si sale algún líquido y qué aspecto tiene (transparente, lechoso, sanguinolento).
  6. Palpa también la zona de la axila y comprueba que no existen bultos.
  7. Haz lo mismo con la otra mama.

El objetivo es confirmar que todo está bien, de forma que tienes que seguir este protocolo tranquila, sin prisas y siempre de la misma forma. No te asustes si se notas algún bulto. En las primeras exploraciones siempre se notan, porque la glándula mamaria tiene forma de racimo. Sin embargo, conforme se realizan las exploraciones aprenderás a reconocer cuál es su aspecto habitual. Si observas cualquier anomalía o sale líquido del pezón, es imprescindible consultar con el ginecólogo.

Mamografías y ecografías

Otro de los pasos imprescindibles, a partir de los 30 años son las mamografías, con los que –como informan desde la Clínica Planas– se detecta el 90% de los casos. Si estás embarazada o tienes las mamas muy fibrosas pueden sustituir o complementar la mamografía con una ecografía mamaria. La programación de estas pruebas está íntimamente relacionada con los antecedentes familiares y con la edad:

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