En el Día Internacional de la Sonrisa te ayudamos a presumir de ella

Día Internacional de la Sonrisa, Matrix

Matrix

Cada día del año es el día Internacional de alguna cosa, pero el de hoy nos hace especial ilusión porque es el Día Internacional de la Sonrisa. Con una sonrisa puedes conseguir, casi casi, cualquier cosa. Por eso nuestro objetivo es que la tuya sea tan arrebatadora, que nadie pueda negarte nada… ¡Toma buena nota!

Si tu sonrisa te acompleja, si te tapas la boca antes de dar rienda a una gran carcajada, ésta es tu entrada. Desde Iván Malagón Clínic y las Clínicas Lola Sopeña nos ofrecen diferentes opciones para sonreír, sin complejos, a mandíbula batiente.

Sonrisas imperfectas con solución

Sonrisa “de caballo”: es debida a dientes muy adelantados “como si sobraran dientes”, lo que hace que no se puedan cerrar los labios adecuadamente y produce arrugas en mentón por la tensión muscular de éstos. Eso es debido a una musculatura peri-labial poco tensa, respirar por la boca o la falta de espacio para todos los dientes.

––> Solución: la ortodoncia o colocación de los dientes es la solución adecuada

Sonrisa “de anciana”: en la que los labios son muy finos y con arrugas tipo “código de barras” en el labio superior. Además, la piel es poco tersa. Ese tipo de sonrisa es debida a que los dientes de arriba cubren excesivamente los de abajo y otros factores. Como consecuencia, provocar una disminución de la dimensión vertical y, consecuentemente, una altura facial inferior disminuida que hace que se arruguen los labios.

––> Solución: aportar la inclinación y la nivelación correcta a los dientes mediante un tratamiento de ortodoncia.

Sonrisa “gingival”, en la que se muestra mucha encía al sonreír y hace que los dientes parezcan pequeños. Este tipo de sonrisa es debida a la falta de desgaste normal de los dientes y de un engrosamiento por inflamación de las encías

––> Solución: el alineamiento de los dientes es la principal solución, aunque a veces se acompaña de un recontorneado gingival o “gingivoplastia” o, incluso, alargamiento coronario, recortando la encía con láser o bisturí eléctrico.

Sonrisa “de conejo”, en la que solo se ven los dientes de delante (incisivos), que suelen asomar por encima del labio inferior, sobre el que se apoyan. En ese caso, los dientes no “rellenan” la boca, provocando unos pasillos oscuros a ambos lados, dando la sensación de no tener molares y premolares. Habitualmente este tipo de sonrisa puede ser debida a haberse chupado el dedo en la niñez.

––> Solución: aportar la expansión que necesitan maxilar y mandíbula con ortodoncia para crear el espacio necesario para alinear los dientes.

Sonrisa “asimétrica”,provoca que las líneas medias dentarias no estén centradas. Además, produce una mala mordida y dolor en la mandíbula. Este tipo de desorden en la posición de los dientessuele tener una relación directa con haberse chupado el dedo o, incluso, con alteraciones posturales.

––> Solución: en edades tempranas, la prevención es lo adecuado. Un equipo multidisciplinar compuesto por ortodoncista, otorrino y logopeda, conseguirán que no se desarrollen anomalías óseas importantes.

Dientes a punto con carillas

Generalmente las carillas dentales suelen tener un fin estético, aunque también pueden solucionar algunos problemas de funcionalidad. Son láminas, que pueden estar construidas de distintos materiales, que se colocan sobre la cara externa del diente para cubrir problemas estéticos, como roturas, cambios de coloración o malposiciones.

Las hay de porcelana, que son láminas muy finas hechas de porcelana en laboratorio. Se diseñan de manera personalizada según las necesidades del paciente y después se colocan sobre cada diente. Suelen ser más caras que las carillas de composite, ya que sus resultados tienen mayor durabilidad y no se necesitan grandes esfuerzos en cuanto al mantenimiento. También las hay de composite. Éstas se crean directamente sobre el diente. Se aplica un tipo de resina (similar a la empleada en empastes) a la que posteriormente se le va dando la forma deseada. Este material es más barato, pero requiere mucha destreza del profesional que lo aplica. Las carillas de composite suponen un poco más de mantenimiento (con más visitas al dentista).

 

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