Como cada año sobre esta época, cuando dejamos de ver las vacaciones de verano como un sueño lejano que nos distrae del día a día, la famosa Operación Bikini llama a nuestra puerta. Pero, como bien sabes, ponerse a dieta y ser constante con ella no es sencillo. Por eso, toda preparación posible es indispensable para garantizar el éxito de este nuevo reto que emprendemos.
La importancia de la mente en tu Operación Bikini
El psicólogo Carlos Antonio Rodríguez Méndez, responsable del área de Psicología y Mindfulness de Slow Life House, señala la estrecha relación que existe entre la psicología y la nutrición. Y es que los pensamientos que se crean en tu mente tienen un efecto directo sobre la forma de verte y de afrontar, en este caso, una dieta estrica de adelgazamiento. No se trata solo de tener fuerza de voluntad; para que tu mente sea tu «amiga» y no un obstáculo más, toma nota de estos consejos:
- Sé consciente de los cambios que están por llegar. Mientras dure la dieta habrá cambios en los ingredientes de tu recetario, tus horarios y rutinas, las cantidas que sirvas en la mesa… Que nada te pille por sorpresa y haga flaquear tu fuerza de voluntad.
- Ten mucha paciencia con los tiempos que marca tu cuerpo. Nada puede modificarse de la noche a la mañana y, mucho menos, desacostumbrarse a unos hábitos para acostumbrarse a otros al instante. Ya sabes lo que dicen: mejor despacio y con buena letra.
- Márcate objetivos realistas, con datos y cifras claras que muestren tu evolución. Ver avances, aunque sean lentos, te ayudará a mantener una actitud positiva y a resistir las tentaciones hasta alcanzar tu recompensa final.
- Cuidado con las restricciones absolutas. Los cambios muy estrictos de nuestros hábitos alimentarios pueden provocarnos alteraciones físicas y psíquicas tales como irritabilidad, cansancio, tristeza, apatía, dolores de cabeza y dificultades en el sueño. Demasiados motivos para el abandono…
Errores habituales que te impedirán cumplir con tu objetivo
José Luís Sambeat, médico experto en diagnóstico y tratamiento de la obesidad y autor del Método San Pablo, señala algunos errores comunes que boicotean nuestros esfuerzos por perder peso. Los encontrarás en su libro Coaching Nutricional, pero aquí vamos a compartir algunos contigo:
- Seguir una dieta que le ha ido bien a un amigo, familiar o conocido, sin consultar a un profesional cualificado. Su cuerpo no es el tuyo, no compartís metabolismo y lo que a él o ella le funciona no necesariamente va a irte bien a ti, sino que puede perjudicarte.
- Las dietas hipocalóricas. Pasar hambre conduce al fracaso en la dieta y al temido efecto yo-yó. De hecho, un plan nutricional debe contener la mayor parte de los alimentos
- Pesarte todos los días. La pérdida de peso no es un proceso lineal: se pierde peso y se estabiliza durante un periodo, y así sucesivamente. La creencia errónea de que no vas bien podría hacerte tirar la toalla.
- Tirar todo por la borda si caes en la tentación. No pasa nada, somos humanos. Saltarte el plan un día no implica que ya no seas capaz de retomar tu esfuerzo. Solo es una piedra en el camino, pero puedes seguir adelante.
- Compararte con otras personas a dieta. Sobre todo si has decidido ponerte a régimen a la vez que tu pareja masculina. El índice metabólico y la masa muscular de varón son superiores. A la hora de perder peso, ellos lo hacen más rápido. De cualquier forma, ni en este ni en ningún caso se trata de una competición.
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