«Mirarnos por fuera y observarnos por dentro». Este era el reto que nos proponía mi artículo de hace un año. Y lo mantenemos. Cuidarnos físicamente, aceptándonos, nos dará fuerzas para enfrentar los obstáculos que nos presenta la vida. En este sentido la cosmética oncológica es una buena herramienta para que el paciente recupere la autoestima, que se puede haber visto dañada por la enfermedad. Para mañana 19 de octubre del 2019, Día Mundial contra el Cáncer de Mama, hemos querido reconocer cuáles son las necesidades de las pieles ante tratamientos oncológicos y proponer algún producto que puede ser de interés.
El poder de sentirse bien
Como hemos avanzado, los efectos de los tratamientos oncológicos pueden afectar en la autoestima de las personas que padecen cáncer y perder el sentimiento de satisfacción con uno mismo es mucho más importante de lo que puede parecer. Sentirse atractivo por/para uno mismo es fundamental para tener una buena salud mental y tener las fuerzas suficientes para enfrentar batallas. En este sentido, está comprobado que el maquillaje es una buena herramienta terapéutica para las pacientes del cáncer de mama.
En este sentido trabaja el programa Ponte guapa, te sentirás mejor de la Fundación Stanpa, que desde hace 25 años proporciona a las pacientes talleres centrados en el cuidado de la piel y el uso del maquillaje para abordar los efectos secundarios oncológicos. Más de 21.000 voluntarios han colaborado en esta iniciativa que ha atendido a 1,4 millones de mujeres que padecen cáncer.
Los efectos cutáneos de los tratamientos oncológicos
Las terapias oncológicas como la quimioterapia, la radioterapia o la cirugía impactan sobre la piel, que requiere un ayuda en el proceso de restauración. Para ello, son recomendables cosméticos que nutran, alivien e hidraten la superficie cutánea, a la vez que la protegen. Además la queratinización provoca un adelgazamiento de la barrera protectora de la piel, de forma que la piel se hace más sensible a los agentes externos.
Por ello, son recomendables los cosméticos con principios activos reconocidos por la Farmacopea, mientras que se evitan los parabenos, colorantes sintéticos o parabenos.
En el caso de la quimioterapia, en concreto, es fundamental utilizar una correcta protección solar siempre para tratar la fotosensibilidad y la hiperpigmentación, a la vez que se emplean cosméticos corporales que garanticen una buena hidratación y nutrición cutánea. Además, se recomienda tratar el enrojecimiento y la irritación cutánea.