Juntas vamos a aprender a cuidar el suelo pélvico para sentirnos mejor con estos ejercicios

Suelo pélvico

Lo prometimos el Día Internacional de la Mujer y vamos a cumplirlo. Ir desmontando los tabús en torno a nuestra sexualidad es urgente para ganar en salud y sentirnos en mejor sintonía con nuestro cuerpo. Así aterriza esta entrada sobre el suelo pélvico, un dúo de palabras de necesidades desconocidas para mí hace años y que gracias a su conocimiento he ganado en calidad de vida. Y no, con 29 años, no me he adelantado a su cuidado.

¿Por qué es importante conocer qué es el suelo pélvico?

Comenzamos tirando abajo el muro del tabú. El suelo pélvico es un gran olvidado: el 35% de las mujeres españolas, según Intimina, no saben ni cómo está ni cómo ejercitarlo. El suelo pélvico es el conjunto de estructuras y músculos situados en la zona inferior de la cavidad abdominal y se encarga de sostener los órganos pélvicos (útero, vejiga, vagina, uretra y recto). Una vez ubicado, ¿qué signos nos puede obligar a poner atención a esta zona? Pérdidas de orina, infecciones genitourinarias, dolor en las relaciones sexuales o complicaciones en el postparto son algunos de los toques de alerta del suelo pélvico.

¿Cuándo lo ejercitamos?

¿Cómo lo ejercitamos?

A través el deporte

Como señala Alex García, director del gimnasio boutique FitClub Madrid. el primer paso es identificar el músculo perineal para lograr todos los beneficios que nos puede dar el deporte, sin apostar por movimiento de fuerza y de alto impacto. Entre los beneficios del deporte, destacan la mejora del funcionamiento de los órganos y de la vida sexual, la prevención de infecciones genito-urinarias y de pérdidas de orina y el refuerzo de la zona pélvica para el parto y de recuperación del postparto.

¿Qué prácticas? Pues los ejercicios de Kegel – contracción lenta y rápida del suelo pélvico para fortalecer las fibras musculares. Si eres fan del yoga, García recomienda posturas com las Tedasana, el Utkata Konasana y Sarvangasana; en pilates, son muy interesantes el cien, la tijera, el Roll up, o las abdominales con piernas elevadas.

Si preguntas si estos ejercicios los puede realizar una persona embarazada, la respuesta es que sí, al menos que no esté contraindicado concretamente. Incluso, incorporar estos movimientos favorece la recuperación tras el parto de la zona del suelo pélvico.

A través del sexo

Uno de los grandes beneficios de estos ejercicios es la afectación positiva en nuestras relaciones sexuales. Como señala Intimina, se aumenta la lubricación vaginal y la percepción de nuestro cuerpo y la sensibilidad (y así el placer y la excitación). Pero no solo eso, la vagina mejora en flexibilidad: al estar más abierta, siente menos dolores durante el sexo. ¿Qué posturas nos benefician? Tres ejemplos.

 

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