Si ya estás de vacaciones, seguramente estarás disfrutando del calor cerca del mar, la playa o la piscina… Entre las temperaturas y el agua, la humedad convive con nosotras, así que es muy importante no descuidar la salud íntima en estos meses.
Durante los meses de verano, la zona íntima femenina es más delicada de lo usual y es más probable que sufra algún tipo de molestia. Estas pueden ser irritaciones, picores, o infecciones vaginales, como la candidiasis, provocada por el hongo Candida, o la vaginosis bacteriana. Para que puedas disfrutar del verano sin preocuparte ni sufrir ningún tipo de infecciones, apúntate todos estos consejos, ¡y al agua patos!
Infecciones vaginales en verano
Como ya hemos mencionado, en verano aumenta la humedad en el ambiente, y hace que sea más fácil que los hongos puedan desarrollarse y vivir. La vagina, precisamente, es un ambiente rico en nutrientes y, juntamente con la humedad, los hongos hallan el sitio perfecto para crecer. Cabe decir que la humedad constante altera el pH natural de la zona vaginal, lo que puede generar más infecciones no solo por hongos, sino también por bacterias.
Y, ¿cómo detectar que tienes una infección vaginal? Normalmente los síntomas son picor o escozor vaginal, que puede llegar a la irritación de toda la parte íntima, una sensación muy molesta. Tienes que fijarte también en el flujo vaginal: si está alterado -aumenta su volumen y consistencia, cambia de color, hace olor- pueden estar indicando infección vaginal, ya que también son síntomas habituales. Es importante que acudas a un especialista en salud íntima si notas alguna de estas señales.
Bañadores, bikinis y ropa interior
Como apetece esto de pasar el día entero en la playa o la piscina… Pero ojo, usar de una manera prolongada el bañador o el bikini genera mucha humedad en la zona vaginal. Por esto se recomienda quitarse el bañador y usar ropa interior seca si vamos a estar un tiempo prolongado fuera del agua. Muchas veces, por pura pereza y comodidad, no realizamos los cambios suficientes de braguitas de bikini, y esto genera un medio húmedo y caluroso, lo que provoca el cambio en la flora vaginal.
Además, se aconseja evitar el uso de ropa íntima sintética y ajustada para mantener una buena salud íntima. Las fibras naturales son las más adecuadas para una correcta transpiración. En cuanto a la ropa en general, se recomienda intentar utilizar lo menos posible pantalones ajustados. Las telas gordas pueden generar irritación por el roce con las costuras, e impiden la transpiración natural de los genitales. Esto también pasa con las medias, los bodies y las fajas ajustadas. Por lo general, es mejor que optes por pantalones anchos, faldas o vestidos.
Higiene y menstruación
Mantener una buena higiene íntima es importante para prevenir infecciones. Por lo que hace a la higiene en la parte interna, debes saber que es fundamental que esta zona no sea alterada con ningún producto, se limpia sola manteniendo en nivel de acidez de pH. Las duchas vaginales no son recomendables porque pueden eliminar la microbiota vaginal, la cual se encarga de proteger frente a las infecciones. En la zona externa, vulva y vagina, si tienes que usar un limpiador, asegúrate de buscar uno adecuado para la zona que no altere el pH.
Por cierto, ve con cuidado con la depilación excesiva en la zona íntima. El cuerpo es sabio, y si hay pelo en la parte es por algo: el vello funciona como una barrera protectora.
En cuanto a la menstruación, si usas tampones y compresas acuérdate de cambiarlos frecuentemente. Estos productos deben usarse con mucho cuidado, ya que pueden provocar infecciones. Aunque los tampones puedan resultar cómodos para la piscina o la playa, se les debe dar especial atención y cambiarlo cada dos horas, aproximadamente. Estos absorben más humedad durante el verano, y más en el agua, por lo que es obligatorio cambiarlo. Y, si aún no la usas, ¿por qué no te animas con la copa menstrual? Aguanta más horas, sin riesgo de infección y es comodísima.
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