Si eres de las que a estas alturas ya luce la piel bronceada o aspira a tener un moreno intenso en el mínimo tiempo, esta entrada es para ti. Y es que, a veces, nos pierden las ganas y las prisas ,y obtenemos a cambio quemaduras, arrugas, y manchas, sobre todo porque la exposición es excesiva y peligrosa. No te aceleres, que ya sabes que lo bueno se hace esperar y que las prisas no son buenas, no te pierdas esta entrada sobre cómo prepararse para un bronceado saludable.
Prepárate por fuera
Antes de broncear la piel, tenemos que acondicionarla. ¿Cómo? Es fundamental liberarla de las impurezas para lograr un moreno homogéneo. La exfoliación nos dejará la piel completamente limpia, un paso que es imprescindible para que no haya zonas más expuestas que otras. Puedes realizar una exfoliación en profundidad en casa con exfoliantes cosméticos, o bien un tratamiento de limpieza profunda en manos de un profesional, que siempre nos garantiza un mejor resultado.
Una vez liberadas de las impurezas, es fundamental aportar a la piel la hidratación que necesita. Y es que el cuerpo siempre nos reclama agua, para lucir completamente sana y elástica. La radiación solar provoca una gran sequedad cutánea, que debemos paliar con una hidratación constante (ya sabes que nunca es demasiado). Así evitaremos que la piel sufra un aspecto apagado, se cuartee y nos deje un moreno a manchas.
Y el otro gran pilar, y quizás el más fundamental para tener un bronceado saludable, es el uso de fotoprotectores solares tópicos. No hay otra forma para defendernos de la agresión que supone la radiación solar para nuestra piel, y no puede caber el miedo de no ponernos morenos. ¡Claro que sí! Pero de una forma saludable, evitando quemaduras que siempre son peligrosas, y la aparición de manchas y de posibles melanomas. Existen un sinfin de fotoprotectores en el mercado, adaptados a todas nuestras necesidades y preferencias. ¡Además recuerda que siempre tenemos que emplear protector solar, en todas las estaciones y por la calle!
Prepárate por dentro
La alimentación
Como sabes también a través de la alimentación podemos lograr un mayor bronceado. Aunque el alimento más archiconocido para este reto es la zanahoria, no es el único. La famosa hortaliza naranja tiene este poder bronceador por sus dosis de betacarotenos, también presentes en verduras como la papaya y los pimientos. ¿Qué otros alimentos se pueden convertir en nuestros aliados? Los que contienen nutrientes como el Q10, contenido en el marisco, las nueces, las espinacas o el pescado, y los ricos en vitamina C, como los cítricos, coliflor, espinacas, que también sirven para garantizar el escudo entre la radiación solar y la piel.
La nutricosmética
Para lucir un bronceado saludable, la nutricosmética solar será un gran aliado en este reto. Las cápsulas orales son complementos de los fotoprotectores tópicos, pero en ningún caso los sustituyen. Y es que el uso de los protectores solares no está en juego, y continúan siendo imprescindibles para crear un escudo entre la radiación solar y nuestra piel.
¿Cómo nos puede ayudar la nutricosmética solar? Sus beneficios son múltiples. Gracias a su alto poder hidratante, regenerador y antioxidante, logra reforzar las defensas naturales, a la vez que proporciona hidratación a la dermis, fomenta la regeneración celular cutánea y previene el fotoenvejecimiento. Además, la nutricosmética solar garantiza protección en los ojos, las mucosas y el cabello frente al impacto de la radiación solar.
¿Cuándo tenemos que empezar a tomar cápsulas? El período más idóneo para empezar es entre 15 días y un mes antes de la exposición solar, la ingesta se extiende durante el verano y se puede alargar entre 15 días y un mes para ampliar el bronceado en la piel.
Aliados para el reto de broncearse
Arkosol Intensivo, de Arkopharma. Este complejo de carotenoides 100% de origen vegetal prepara la piel para un bronceado saludable y uniforme, de la mano de nueve activos, como el selenio y el cobre. El complemento alimenticio, con vitaminas y minerales, promueve la pigmentación normal de la dermis a la vez que protege las células frente a la oxidación de la radiación solar.
DSP- Antiox Capsules, de Martiderm. Estos fotoprotectores orales combinan activos para fortalecer la capacidad natural de la piel de prevenir el fotoenvejecimiento y la aparición de manchas. La fórmula fusiona el poder del silenio (que neutraliza los radicales libres) y la acción reparadora y regeneradora del zinc, con el complejo antioxidante Nutroxsunm a base de extractos de romero y pomelo, entre otros ingredientes. Su precio: 27,90€/60 cápsulas.
Heliocare Cápsulas Oral, de Cantabria Labs. Esta fórmula, con Fernblock®, favorece la resistencia de la piel al daño solar desde la primera toma y es ideal para aquellos que se exponen de forma continuada al sol, pero también para aquellas pieles sensibles y las que ya muestran los signos del fotoenvejecimiento. La cápsula aporta una protección homogénea y uniforme en todo nuestro cuerpo, llegando a zonas donde no podemos aplicar crema (cuero cabelludo, ojos, orejas, etc). Además, los comprimidos aceleran el bronceado, gracias a su contenido en betacarotenos.
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