En los últimos meses, el término menopausia ha ganado mucho protagonismo en Belleza activa. Hemos asumido el reto de poner luz sobre esta etapa vital y desmontar los tabúes que existen en torno a ella. Tradicionalmente se ha hablado muy poco de la menopausia, incluso con verguenza y culpabilidad por parte de muchas de nosotras, por haberse entendido como sinónimo de vejez y de pérdida de feminidad. ¿Por qué? Porque durante muchos siglos se ha insistido en el papel de la mujer en la familia por su capacidad reproductora y como un ser bello cuando es joven. Así que hoy queremos aportar nuestro granito de arena y acercarnos con una mirada comprensiva y cercana a esa etapa vital, reflexionando sobre la sexualidad durante la menopausia.
La sexualidad durante la menopausia
En términos generales, podemos decir que hemos llegado a la menopausia tras doce meses de la última regla y sus síntomas se pueden alargar durante una década o más. Sin embargo, cada persona es un mundo: hay quienes experimentan muchos síntomas y otras que los sufren leves y de corta duración. Un 15% de las mujeres no sufre ninguna molestia durante la menopausia. Esta etapa, suele aparecer entre los 45 y los 55 años, aunque también hay mujeres que experimentan una menopausia precoz o tardía, como explica Dexeus.
Esta transición del estado fértil al no reproductor se llama climaterio y se distingue en tres fases: perimenopausia (previa al cese de las reglas, con alteraciones del ciclo y algunos síntomas), la menopausia y la postmenopausia.
Pero.. ¿qué ocurre con el apetito sexual? Irene Aterido, sexóloga y experta en ciclo menstrual de Intimina aborda el tema en su Guía para la menopausia. Aparte de los sofocos, los dolores musculares o los problemas para dormir, la sequedad vaginal o el descenso en la libido son algunos de los síntomas más frecuentes durante la menopausia.
Con el descenso de los estrógenos, el cuerpo cambia y puede tener lugar una atrofia vaginal, por la cual las paredes vaginales se adelgazan, se resecan e incluso se inflaman. Como señala Sanitas, el descenso de estrógenos puede conllevar una menor lubricación vaginal, menos intensidad en la excitación y en el orgasmo, e incluso dolor durante el coito.
Propuestas interesantes:
Como Belleza activa no es un espacio de divulgación médica, os dejamos una serie de enlaces para que puedas conocer más sobre el tema desde fuentes autorizadas:
Mejorar la vida sexual
¿Cómo podemos mejorar la sexualidad durante la menopausia? Como ya hemos comentado, la caída de la generación de estrógenos afecta a nuestra estructura vaginal, que puede perder fuerza muscular, un síntoma natural del envejecimiento. Además, podemos experimentar cambios en la función urinaria, y como señala Intimina, tener la sensación de un peso en la vagina.
Pero ahora vamos a centrarnos en la solución: la clave está en ejercitar los músculos del suelo pélvico, que son «tremendamente importantes durante el sexo», como nos advierte Irene Aterido. ¿Qué podemos conseguir con este entrenamiento? Pues incrementar el tono muscular y la llegada de sangre a la vulva, de forma consecuente, se aumenta el placer durante las relaciones sexuales y el orgasmo puede llegar a ser más intenso. Pero no solo eso: puede desiminuir el dolor que sentimos en esta zona al tener relaciones sexuales.
Rachel Gelman, fisioterapeuta de suelo pélvico, recuerda lo importante que es el ejercicio para garantizar nuestra salud en general y que la regularidad de nuestras evacuaciones intestinales es muy importante para cuidar el suelo pélvico.
Una oportunidad
Más allá de lo físico y en sintonía con nuestra naturaleza, no hay nada más interesante y beneficioso para nuestro bienestar que abrazar y comprender cada etapa que nos viene. En este sentido, no queremos dejar esta entrada sobre sexualidad durante la menopausia sin hablar de la reexploración que supone esta época en nuestras relaciones. Como nos señala Aterido, la menopausia es ideal que se presente como una oportunidad para «reinventar el erotismo» y reformular nuestra relación, debido a los cambios surgidos. No podemos vivir desde la renuncia a la etapa (no nos traerá nada bueno para conciliarnos con nosotras mismas) ni en la comparativa con una versión más joven de nosostras. Siempre es el momento ideal para comunicar a nuestra pareja nuestros deseos sexuales, si han cambiado y disfrutar de la sexualidad en su nueva etapa.
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