Somnolencia, falta de concentración, ansiedad, irritabilidad… Estos son algunos de los síntomas que nos puede dejar la astenia primaveral. Como dice el refrán, la primavera la sangre altera. Pero en este delicioso camino hacia el verano, con los días más largos y las temperaturas más altas, nos sentimos que estamos cansados y que nos falta energía. Vamos a descubrir las causas de la astenia primaveral y cómo podemos frenarla.
¿Qué es la astenia primaveral?
El trastorno y sus síntomas
La astenia primaveral es un trastorno adaptativo que experimenta una de cada cuatro personas y que puede prolongarse entre dos y tres semanas. La falta de vitalidad y el cansancio son los síntomas más representativos de la astenia primaveral, pero no los únicos. La tristeza y un tono vital bajo también se dan cita entre toda la sintomatología que va asociada a la astenia primaveral y que puede sobrevivir durante semanas, llenando de hastío y cansancio las pequeñas y sencillas acciones del día a día.
A estas alturas del año, puede que también sintamos la huella del estrés y la frustración por no haber cumplido con las expectativas indicadas. Y si sufres alguna alergia, te costará ver lo bonito que es la primavera, porque pasarnos todo el día con un pañuelo en el puño y los ojos irritados tampoco se entiende como la estampa de la felicidad.
¿Por qué ocurre?
A mí me gusta la primavera y siento que es una inclinación bastante compartida, porque llega el buen tiempo y eso nos invita a disfrutar del aire libre (aunque gracias al cambio climático hemos tenido primavera en enero), aumentan las horas de sol (y nos nutrimos de más vitamina D) y la naturaleza está en un momento muy especial. Pero… ¿Cómo puede ser que, entre tanta felicidad, aterrice la apatía?
Porque se altera la regulación de los ritmos circadianos mediante un cambio en la secreción de determinadas hormonas (endorfinas, cortisol, melatonina, etc.). Y, a su vez, las alteraciones hormonales tienen un impacto en los ritmos biológicos, que regulan nuestro apetito, la temperatura corporal, la segregación de hormonas, serotonina o betaendorfinas, de regular el sueño…
En este caso, como explica Gema Cabañero: “las horas de más luz hacen que disminuya la producción de melatonina y que aumente la serotonina, provocando que nos sintamos más despiertos, lo cual repercute en el reloj biológico. Esto sumado a una subida de las temperaturas influye directamente en la dificultad a la hora de poder conciliar el sueño”.
Con los cambios de luz, de temperatura y de presión atmosférica, nuestro cuerpo se siente desestabilizado y necesita un tiempo para readaptarse a las nuevas circunstancias y volver a sentirse alineado.
Claves para combatir la astenia primaveral
Si los síntomas se alargan durante más de 15 o 20 días, lo mejor es que visitemos a un profesional. De momento, lo que podemos hacer cuidar tres pilares de nuestra salud, como nos recuerda acudir a un profesional. De momento, el Dr. Miguel Martín Almendros, médico de atención primaria, nos recuerda las claves para sentirnos bien: un buen descanso, una alimentación sana y equilibrada y realizar actividades físicas que nos motives y nos llenen de energía.
Cuida tu descanso
Si no tienes un sueño de calidad, no te vas a sentir con energía y del todo bien, así que es fundamental garantizar una buena rutina de descanso. Mientras dormimos, nuestras células se regeneran y las funciones se restauran. Si no dormimos entre 7 y 9 horas de forma habitual podemos sufrir problemas en el sistema nervioso, endrocrino e inmunológico. Y, por ende, experimentar cambios de humor, ansiedad o mayor tendencia a la depresión. Si los trastornos de sueño se sostienen en el tiempo, se pueden derivar importantes problemas para nuestra salud. Es importante acudir a un profesional para obtener el mejor diagnóstico.
Una dieta sana y equilibrada
Bienvenidos sean los cereales, las verduras y las frutas a nuestra alimentación. Ya sabes que tenemos que despachar las grasas y los azúcares refinados, porque no son unos buenos compañeros.
Ejercicio habitual
Ya sabemos que es muy importante realizar deporte de forma frecuente para sentirnos activos y liberar energía de una forma sana. Tenemos a nuestro alcance un gran abanico de modalidades deportivas que nos permiten activar nuestro organismo y fortalecer la musculatura, así que no vale decir que no nos gusta el deporte. Con la llegada de la primavera, se presentan grandes temazos, con mucha vitalidad y que nos advierten que el verano está a muy pocos metros… y ante ellos parece que el esqueleto se mueve solo.