¿Te salen pelotillas al ponerte la crema? Así puedes evitar el ‘pilling’

Te acabas de aplicar tu hidratante facial, empiezas a masajear y de repente… aparecen esas incómodas pelotillas (un fenómeno conocido como pilling) que arruinan tu rutina de cuidado. ¿Te suena? Esta situación es más común de lo que parece, y suele generar frustración, sobre todo cuando ocurre con productos que en teoría son buenos para tu piel. Pero no te preocupes: saber por qué salen es el primer paso para evitarlas y conseguir que tu piel absorba todos los beneficios de tu tratamiento.

Estas pequeñas bolitas que se forman sobre la piel no tienen que ver con una reacción alérgica ni con la calidad de tu crema (al menos no siempre). Lo más habitual es que estén causadas por una combinación de factores que van desde el exceso de producto a una mala combinación de ingredientes. Veamos en detalle qué puede estar pasando… y cómo solucionarlo.

Qué es exactamente el ‘pilling’ o “pelotillas” y por qué aparecen

Las pelotillas —también conocidas como pilling— no son más que restos de producto que no se han absorbido bien por la piel y se acumulan formando bolitas. Suelen aparecer cuando hay fricción al extender la crema o cuando los ingredientes de distintos cosméticos se repelen entre sí.

El exceso de silicona, polvos o ciertos polímeros en algunos cosméticos (como primers, sérums o protectores solares) también puede favorecer este efecto, especialmente si no has dejado suficiente tiempo entre capa y capa de producto.

Repasamos los errores más habituales…

Aplicar demasiada cantidad: uno de los errores más frecuentes

Una de las causas más habituales del pilling es usar más crema de la necesaria. Aunque parezca que aplicar más es mejor, lo cierto es que tu piel solo puede absorber una determinada cantidad de activos en cada momento. El resto se queda en la superficie… y acaba formando bolitas.

Para evitarlo, aplica siempre una pequeña cantidad (el equivalente a un guisante para todo el rostro) y extiéndela con movimientos suaves, sin frotar. Menos es más.

Combinar mal los productos: incompatibilidades invisibles

A veces, el problema no está en la crema hidratante, sino en lo que aplicaste antes o después. Algunos ingredientes no combinan bien entre sí y pueden provocar que los productos “se repelen” y se deshagan.

Por ejemplo, combinar una base de maquillaje con siliconas y una hidratante muy densa o rica en aceites puede favorecer la aparición de pelotillas. Lo mismo puede ocurrir si usas demasiados pasos seguidos sin dejar que cada uno se absorba correctamente.

Texturas demasiado pesadas o mal formuladas

Las pieles grasas o mixtas pueden sufrir más este problema si usan hidratantes con una textura demasiado oclusiva o densa. Estas fórmulas tienden a quedarse en la superficie y se mezclan mal con otros productos, provocando acumulación y pilling.

Elige una textura adecuada a tu tipo de piel: fluida o en gel si tienes la piel grasa, emulsión ligera si es normal o mixta, y crema más rica si es seca.

La exfoliación también influye (y mucho)

Una piel con exceso de células muertas no solo se ve apagada: también absorbe peor los productos. Esto favorece que la crema se acumule en la superficie y genere bolitas al masajear.

La solución: una exfoliación suave, una o dos veces por semana, ayudará a renovar la superficie cutánea y facilitará la absorción de tus tratamientos.

Cómo evitar que te pase (paso a paso)

  1. Limpia bien tu piel antes de aplicar cualquier tratamiento.

  2. Aplica los productos en capas finas y espera unos segundos entre uno y otro.

  3. Evita frotar: masajea con movimientos suaves y ascendentes.

  4. Elige productos compatibles y con texturas que se adapten entre sí.

  5. Exfolia tu piel regularmente para facilitar la absorción.

Con estos simples gestos, notarás cómo tus cremas se integran mejor y dejan la piel lisa, cómoda y sin residuos molestos.

¿El ‘pilling’ es culpa de mi crema hidratante?

No necesariamente. Como hemos visto, el problema suele estar en cómo, cuánto y con qué la aplicas. Sin embargo, si tu hidratante lleva muchos ingredientes filmógenos o siliconas, puede tener más tendencia a formar pelotillas, sobre todo si la usas junto a maquillaje o sérums con una composición similar.

La clave está en conocer tu piel, simplificar tu rutina y respetar los tiempos de absorción. Si lo haces, puedes seguir usando tus productos favoritos sin miedo al temido pilling.

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