Cambiar el color de los ojos con cirugía o láser: una moda peligrosa para tu salud visual

cambiar el color de los ojos

Durante los últimos años, las redes sociales han contribuido a popularizar una tendencia tan llamativa como arriesgada: cambiar el color de los ojos mediante cirugía o láser. Sin embargo, los expertos lo tienen claro: este tipo de intervenciones no son inocuas. Según múltiples entidades médicas y oftalmólogos de prestigio, los riesgos superan con creces cualquier beneficio estético.

Las operaciones para cambiar el color de los ojos, conocidas como queratopigmentación cosmética o implante de iris artificial, pueden causar daños irreversibles, infecciones graves e incluso pérdida de visión. Los especialistas insisten en que la alteración de la estructura del ojo, sobre todo del iris y la córnea, puede tener consecuencias severas a medio y largo plazo.

Riesgos médicos y advertencias de especialistas

La Sociedad Española de Oftalmología (SEO) advierte que “estas técnicas, habitualmente invasivas, alteran la estructura natural del ojo para modificar el iris y pueden provocar complicaciones oculares a largo plazo, como glaucoma, cataratas, infecciones o cicatrices corneales”.

Además, esta entidad subraya que no existe suficiente evidencia científica que avale la seguridad ni la eficacia de este procedimiento. “Ya se han visto pacientes con descompensaciones corneales que han perdido la transparencia del ojo y han necesitado un trasplante de córnea”, añaden desde la SEO.

El doctor Ricardo Romero, director médico de la Clínica Oftalmológica Castilla, coincide en la gravedad de los riesgos: “Puede quedar la córnea adelgazada y deformarse, lo que se conoce como ectasia corneal. No sabemos qué ocurrirá a largo plazo con el pigmento inyectado: podría terminar afectando la córnea”.

Desde la clínica Visióon, los oftalmólogos recalcan con contundencia que “el cambio del color de ojos es una cirugía sin evidencia científica que puede derivar en complicaciones muy graves, desde un trasplante de córnea hasta un glaucoma que cause ceguera. No la aconsejamos en absoluto”.

Por su parte, otros equipos profesionales de cirugía ocular destacan que la queratopigmentación puede generar rechazo, alergia o intolerancia al pigmento, además de sequedad ocular. “Las complicaciones pueden aparecer incluso años después y terminar requiriendo un trasplante de córnea”, alertan.

Recomendaciones y alternativas seguras

Los especialistas coinciden en que la queratopigmentación solo está indicada en casos médicos muy concretos, como pacientes con opacidad corneal o córneas blancas por alguna patología. En ojos sanos, los posibles efectos adversos son demasiado graves en comparación con la simple mejora estética que se busca.

Por eso, la opción más recomendable para quienes desean cambiar el tono de sus ojos de forma segura es usar lentillas de colores homologadas. Este tipo de lentes de contacto, disponibles en ópticas y bajo control profesional, permiten modificar temporalmente el color del iris sin alterar la estructura del ojo. Eso sí: deben comprarse siempre en establecimientos autorizados y siguiendo las pautas de higiene y mantenimiento indicadas por el óptico-optometrista.

La salud ocular, siempre en primer lugar

Todos los especialistas consultados son unánimes: antes de someterse a cualquier procedimiento ocular con fines estéticos, es imprescindible consultar con un oftalmólogo. También es importante desconfiar de tratamientos ofrecidos en redes sociales o en clínicas no acreditadas, ya que la falta de control sanitario puede poner en riesgo la visión de forma irreversible.

Modificar el color de los ojos puede parecer una curiosidad estética o una tendencia viral, pero las consecuencias pueden ser permanentes. La mirada es única, y cuidarla debe ser siempre la prioridad.

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