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¿Lo habré encontrado? me pregunté a mi misma… Esta fue la cuestión que me plantee tras probar la leche corporal de la «botellita azul» de Biotherm (Eau Pure Leche Corporal). ¿A qué me refiero con esta pregunta? Pues a que llevaba mucho tiempo dando tumbos, probando una crema corporal tras otra y no encontraba ninguna que verdaderamente me provocara esta sensación.
Tengo la piel muy seca, a veces incluso con eccema en algunas zonas y usar ropa ajustada, principalmente, me provocaba unos picores horribles. El caso es que nunca había reparado en las hidratantes de Biotherm, pero después de un sabio consejo (de mi madre) decidí probarlas. En el stand al que fui me aconsejaron la «botellita azul» porque aporta mucha frescura a la piel y eso es lo que yo precisamente necesitaba.
A día de hoy (después de más de un año usándola) no cambio mi crema corporal por nada del mundo y se la aconsejo a todo el mundo que me pregunta qué perfume uso, pues ya no es sólo su eficacia nutritiva sino que huele super bien. En resumen, la calidad merece la pena pagarla.
Una noche más, queridos oyentes, comienza nuestro programa “El amor está ahí fuera”. Me indican que tenemos la primera llamada de la noche:
– Buenas noches
– Buenas noches
-¿Quién se encuentra buscando el amor esta noche, al otro lado de la línea?
– Biotherm Skin Vivo Uniformity
– Hola amiga, ¿en qué puedo ayudarte?
– Me he enamorado. Estoy desesperadamente enamorada.
– ¿Has hablado alguna vez con tu amada?
– No, la he visto más de quince veces, pero no puedo acercarme
– ¿Qué te lo impide?
– Los celos
– ¿Los celos?, ¿pero si todavía no la conoces personalmente, no?
– No, el problema es que ha salido con varias de mis conocidas, incluso ha repetido varias citas con alguna de ellas, todo, porque la dependienta de cosmética, una amiga en la que confía, no hace más que recomendarle una y otra, que mira ésta que agradable, que si mira la otra que estilo…, ella se deja llevar como un cervatillo que la dependienta deja sola al amparo de las fauces del león hambriento de la fatalidad, que no le deja construir un futuro de vitalidad.
– Pero, Bio, perdona que te tutee, tu nombre es muy largo
– Si, claro, ¡faltaría más!
– Bio, ¿por qué no te acercas tú?
– Tengo miedo, se que podría darle todo aquello que las otras no pueden darle: luz a su vida, quitar las manchas de la tristeza, reavivar su juventud y en fin, intentaría darle una vida de princesa. Sé que mi corazón se derrite a su paso sin rozarme, se que llenaría de vitalidad su cuerpo con sólo tocarnos y que nuestros pensamientos se unificarían en uno, nada más besarnos.
– Bio, escucha, tienes que dar el primer paso, ¿cómo se llama?
– Pielseca Tirante
– Con ese nombre, Bio, está claro, necesita amor.
– Lo se.
– Bio, perdona, me indican que tenemos otra llamada, no cuelgues, por favor.
– De acuerdo.
– ¿Quién se encuentra buscando amor al otro lado de la línea?
– Hola, soy Pielseca Tirante, estoy harta de buscar el amor ahí fuera, harta de quedar con una y otra, harta de someter mi cuerpo a roces innecesarios que nunca me darán, lo que mi corazón necesita, harta de confiar en la dependienta que creía, era mi amiga y tengo muchísimas ganas de dar una real oportunidad a mi corazón que por poco se funde al oír el testimonio de Bio, de la que siempre me llamó su belleza exterior, pero que no sabía que podía tener un contenido tan profundo, ni los sentimientos que describe hacia una persona tan fea.
– Pielseca, ¿nos dejas por favor tu teléfono para que Bio, que espero siga de pie y no tumbada, se ponga por fin en contacto contigo?
– Por supuesto.
– Queridos oyentes, finalizamos el programa de hoy. El amor está ahí fuera, amar y ser amados y buscad un Bio para revitalizar vuestras vidas.
Buenos días.
¿ se puede participar en el concurso con dos relatos?
Gracias
Adelante!!!
Cuando te fuiste, cuando cruzaste el umbral de nuestras sabanas, tan solo pude ocultarme tras el embozo de los días pasados y dejar escurrir mi desazón. Desterré al olvido, para no encontrarme, los espejos de nuestro hogar. Incluso aquel calido como el azúcar, que siempre durmió frente a nuestra cama, cobijado con el reflejo cadencioso de nuestros cuerpos al amarnos.
Te llevaste el brillo lustroso de mi melena que acariciaba cada tarde con alheña caliente aguardando tu regreso, la fragancia de los sentires rotos y las palabras que aún tenía colgadas de los labios para ti.
Tantos instantes durmiendo al amparo de tu regazo y ahora robándome el tiempo que desprecian los suicidas te alejaste de mí, sin siquiera un adiós que me hiciera más corta la espera.
Los días se tornaron noches y el envés de mi piel comenzó a llorar el abandono. Los surcos de la boca, las líneas que guardaban los ojos, se hicieron grietas, sendas resecas y hondas que me labraron crudas, el rostro y la razón.
La edad se peleó con mi ánimo roto, reclamándole a cada instante los cuidados, el mimo y las caricias a las que ayer, los tenía acostumbrados.
Supongo que de haberme visto, no te abrías apiadado de mi apariencia teñida de gris, entretenido como estabas en otros brazos que te hablaban desvestidos de pudor.
Por las mañanas, cuando la calle refrescaba el asfalto bajo los pasos primeros, los ojos de mi hermana Ana abrían la puerta y cruzando el umbral de mi tristeza escarbaban en busca del remedio, del ungüento para cicatrizarme por dentro y por fuera.
Cada día intentaba un hechizo nuevo. Uno me recordaba las meriendas de pan y juegos de nuestra niñez, otro me devolvía los pedazos de juventud sin usar, que guardé entre las paginas de mis libros.
Aquella tarde, con una expresión cómplice, puso entre mis manos un paquetito preñado de vida, que se parió a si mismo al retirar el envoltorio. Skin Vivo Uniformity Crema y Skim Vivo concentrado Localizado Anti-manchas, se me ofrecieron con la ternura del más entregado de los amantes. Las letras de oro empezaron a saltar a mi alrededor, invitándome a hundir mis dedos en las entrañas húmedas de las cremas que me llamaban como ángeles, cantando “a capella” por detrás de mi desazón.
Fue al pronto como si un agua inmensa de vida, me sosegase el escozor de la traición. Extendí por el mapa eterno de mi piel aquella gelatina, brillante como la seda, cuajada con la cadencia de quien quiere resucitar lo perdido. Y me dejé acariciar.
Cómplices de las noches que vinieron a verme, los pliegues embusteros de mi rostro aprendieron a desdibujarse, los borrones que fingían ser tinta oscura se me marcharon del cutis, que a bocanadas alegres recobró su respirar.
Ana regresó justo cuando el rebrotar de mi espíritu se daba la mano con el gesto jugoso y alegre de mi piel.
-Sabía que Biotherm no me iba a fallar.
Sus palabras me sorprendieron, devolviéndole la luz a los espejos de mi casa y de mi alma.
Y los desperdicios de aquel amor mentiroso que distraídos aún vivían por entre las rendijas de mi cuarto, se exiliaron al otro lado de la cama.
Este es un relato sobre los sueños, sobre el camino que elegimos para llegar a ellos, sobre los obstáculos que nos desalientan y las pequeñas señales que nos llevan a lograr nuestros deseos.
Mary Ann se miraba cada noche al espejo y soñaba con recuperar la belleza que había ido desapareciendo en su lucha diaria contra tres poderosos enemigos: las prisas, la falta de sueño y el paso del tiempo.
En busca de respuestas, acudió al oráculo de la perfumería de su barrio, donde le vendieron varios ungüentos, famosos por sus implacables campañas en televisión.
Mary Ann siguió ciegamente las instrucciones, se los aplicó día a día, pero el contenido del tarro llegó a su fin y ella seguía observando en el espejo aquello contra lo que hacía tiempo había entablado una batalla.
Viajó hasta un poblado cercano donde vendían los productos de un reconocido alquimista, un lugar con todo tipo de remedios, lo llamaban parafarmacia. Rebuscó en sus bolsillos y le dio al alquimista la mitad de sus monedas, a cambio de lo que el alquimista aseguró que era oro puro para su piel. La historia se repitió, se sintió más abatida que nunca y, sobre todo, engañada.
Mary Ann, antes de llegar a casa, pasaba cada día por un lugar de encuentro donde dos mujeres daban consejos gratuitos sobre belleza, cuidados, costumbres y trucos sobre cómo llegar a donde uno pretende. En aquel lugar, llamado Blog Belleza Activa, le regalaron un consejo: los sueños se alcanzan con determinación.
La muchacha tomó buena nota y a la mañana siguiente se embarcó en la aventura de encontrar su propio tesoro, aquel que le llevaría a sonreír cada mañana. En su viaje fue atacada por buitres que portaban ofertas tentadoras en el pico, esquivó salteadores de caminos expertos en marketing, tuvo que dar varios rodeos para no tropezar con productos “dos por uno”… Sintió el desaliento, pero sabía que cuando tuviera ese tesoro frente a ella lo reconocería.
Un buen día avistó un jardín a lo lejos. Su olor le era familiar: manzana, semillas, té…un pequeño huerto de brócoli avivó sus recuerdos: era el jardín de Biotherm, donde antaño había obtenido un pequeño premio para su piel llamado Skin Ergetic. Y pensó: “Estoy muy cerca”.
Siguiendo el camino del jardín llegó al templo Biotherm. Y lo vio: un pequeño frasco plateado, con la robustez del metal, con la delicadeza de un producto que te ofrece cada día una gota de felicidad. A los pies de aquella pequeña joya rezaba un nombre: Skin Vivo. Extendió su mano, lo tocó y sintió lo que tanto había estado esperando: había encontrado su tesoro.
Desde aquel día, Mary Ann sonríe cada noche al ver en el espejo el resultado de ese pequeño milagro. La espera había valido la pena.
Con cariño para Biotherm.
Era una mañana cualquiera. Nada especia rompía la monotonía de aquel día, hasta que un fuerte timbre resonó por toda la casa. Un amable repartidor dejó un bonito paquete en mis manos y mi rostro resplandeció de alegría.
Mis ojos se iluminaron al descubrir su contenido: un precioso envase plateado de Skin Vivo Uniformity para pieles normales y mixtas y el concentrado Anti-manchas de la misma colección, todo de Biotherm.
Sin esperar ni un segundo abrí el bote plateado y apliqué un poquito de crema sobre mi rostro limpio. Y mi piel pareció hablarme, dándome las gracias por apagar su sed. Día a día los rasgos de fatiga iban desapareciendo, la tensión se fue relajando y nuestra relación fue mejorando. Cuando yo sonreía, mi piel también lo hacia, devolviéndome una mirada llena de luz y juventud casi olvidada.
El espejo, mi cutis y yo hemos recuperado una relación de amistat y complicidad perdida bajo una capa de deshidratación, manchas, arrugas y rojeces que Skin Vivo me ha ayudado a apartar de mi camino.
Gracias Biotherm.
Era una tarde oscura, negra, tan negra que hasta las nubes no dejaban de sollozar lágrimas de tristeza que chocaban incesantemente contra el pavimento teñido de gris oscuro. Un corazón que se deshoja cual milhojas al calor de un horno que ha dejado ya de hornear y que espera activo volver a ser reconquistado se encuentra con su piel marchita, seca, sin luz, habitando ambos un cuerpo que sostienen el esqueleto de aquella que suplica vida al otro lado del muro empedrado de una existencia atípica.
El corazón y su piel comienzan a sollozar palabras de ahogo sentimental, tras verse reflejados en un espejo, que su amiga vista, les deja apreciar. Su instinto vital se desvive por buscar una solución que avive su interior haciendo renacer su vitalidad, pero necesitan la ayuda de aquellos que por ellos pueden conseguir el elixir de la felicidad. Tacto, se acaricia, erizando el vello de estupor, mientras envía orden de desalojo hacia su cerebro, que lucha, pelea, resucita porque en la vida de una mujer todo no es el desamor y siempre habrá puertas, ventanas y corazones que se abran al paso de una mujer luchadora, de gran corazón. La primera premisa para resucitar se basa en quererse a una misma y cuidar aquello que necesitamos para que la rosa marchita de nuestro corazón florezca de nuevo, ahí, conocí a Biotherm, que apaciguó la sed de mi piel que desértica añoraba el cariño de su tacto recorrer.
No sabría precisar la fecha exacta pero sí se que mi primer contacto con Biotherm fue gracias a un gran Rey Mago que mirad por donde es mi marido.
El espejo delata a cada cual el paso del tiempo y sin darnos cuenta comienzan las primeras arruguitas, flacidez, falta de luminosidad y en ese momento comprendes que necesitas empezar a cuidar a tu piel. Esto implica dos «peros» uno el económico y otra la constancia. Y os puedo asegurar que soy bastante disciplinada respecto a cualquier obligación o tarea, luego el obstáculo siempre es el mismo: mejor compro una cremita sencilla, cumplo el expediente y hago las paces con mi conciencia, por aquello de no haberme gastado una fortuna en ese o aquel producto.
Las referencias de esta marca siempre fueron muy positivas, aunque equivocadamente pensaba que era un poquito cara y digo equivocadamente porque cuando compruebas resultados, calidad-precio… ¡compensa!.
Por suerte, como dije al comienzo de mi relato, fue mi marido quién me regaló en Reyes la primera y fantástica crema Biotherm «Skin Vivo», de esto hace varios años y os puedo asegurar que aunque me gusta probar nuevos cosméticos, los uso unos días o a lo sumo un par de semanas y vuelvo a mi crema de confianza. ¿Por qué?, pues unas porque me obstruyen los poros, otras porque su textura no se absorbe fácilmente, algunas me provocan pequeñas reacciones alérgicas….en fin, que o mi piel es como el vidrio o Biotherm es fantástica.
Y mirad por donde, hoy, porque las casualidades sí existen, he visto este concurso y he comenzado a soñar, imaginándome con Biotherm Skin Vivo Uniformity sobre mi piel. ¡Ay, qué puedo decir!!, que soñar es bonito y desear lo mejor para tod@s los que participamos también. ¡Suerte y Feliz Año Nuevo 2012!
Lo reconozco, las vicisitudes de la vida y las constantes decepciones han hecho de mí una mujer infiel. Me cuesta mucho serle fiel a un bote de crema en particular. Me da miedo entregarme, poner mi piel en sus manos y que me traicione. Y veo a todas esas mujeres felices con lo que tienen, conformadas, contentas con su bote de crema…, y me gustaría ser una de ellas…, porque mi vida es un auténtico caos, un ir y venir de siluetas en la repisa del baño, un alud de emociones al enamorarme y una caída más grande al ver que lo que me prometían eran falacias. No había menos arrugas ni tono más uniforme, mi piel no estaba más hidratada… Otra vez me habían engañado. Me habían cautivado con sus sensuales palabras, con sus péptidos y su resveratrol, con su Q10 y sus células madre de origen vegetal… y todo para meterse en mi piel y una vez allí olvidar todo lo prometido.
Pero odio la soledad. Cada noche me prometo no usarlos nunca más, no perdonarles sus mentiras…, sin embargo cada día, ante el espejo, mi piel me pide una última caricia de esos traidores y yo… vuelvo a caer. Mis amigas me dicen que me comprometa de una vez, que los botes de crema que tengo no están tan mal y que no le puedo pedir peras al olmo. Ellos son así y no puedo hacer nada por cambiarlos… y que con la edad que tengo tampoco tengo tantas opciones, que si el reloj biológico marca las primeras arrugas en mi tez, que si las primeras manchitas ya han aparecido…, y yo jugando como una colegiala y picando de flor en flor…, pero ellas no entiende que yo sigo buscando a mi príncipe azul, a mi bote perfecto, ese que contenga una crema que se funda con mi piel en una perfecta simbiosis de hidratación, nutrición, antiarrugas, antimanchas….
Por eso de vez en cuando me pongo mis mejores galas y dibujo mi mejor sonrisa para ir a los grandes almacenes en busca de mi crema soñada. Y paseo por los stands y pido muestras en un desesperado intento de encontrar entre las estanterías y los botes desnudos de su embalaje al bote de mi vida.
Pues bien. Hace unas semanas estaba haciendo mi ya rutinaria y desesperada recogida de muestras y entre la minimal figura de Biotherm descubrí algo que me atrajo poderosamente. Entre la blancura inmaculada destacaba un descarado bote verde que me guiñaba un ojo. Me acerqué para observarlo de cerca y una amable consejera se acercó. Le pregunté por ese bote que tanto me había gustado y lo que me propuso me erizó la piel…
Aquella amable señorita me propuso hacer un trío con Skin-Energetic, tres botes para cubrir todas las necesidades de mi piel, para reparar, hidratar, nutrir, detoxificar… De su boca salían palabras como aceites esenciales, frutas, te, 99% de origen natural… Al principio me resistí a creerlo, y pensé que ella no era sino otra pobre víctima de la lengua viperina de los botes de crema, pero tan convencida se mostraba que por un segundo pensé ¿y si he estado toda mi vida buscando a mi bote ideal y esto es lo que me depara el destino?
Me llevé a los tres a casa y los puse en primera fila en mi repisa del baño. He de reconocer, no sin ruborizarme, que cuando los abrí mi piel se estremeció como si fuera la primera vez que una crema la acariciaba. Pero estos botes no sólo hacían feliz a mi maltratada piel, sino que suponían un cóctel que inundaba mis sentidos y mi olfato y mi vista terminaron por sucumbir a estos tres hermanos que tan feliz me hacían. Mis amaneceres se hicieron menos duros y mis noches menos solitarias. Por fin mi piel tenía lo que necesitaba. Nunca me prometieron nada que no pudieran cumplir, más bien al contrario, han curado heridas que otras emulsiones dejaron en mi tez y hoy puedo decir que vuelvo a creer. Que gracias a Skin-Energetic me he reconciliado con los botes de crema y he comprendido que quizá no es que ellos fueran malos o quisieran hacerme daño, sino que mi piel estaba reservada para algo más elevado.
yo aun no he probado estos productos,pero llevo mucho tiempo usando el gel anticelulitico y la crema de dia y son productos estupendos.
No he probado esta nueva línea, pero sí que tengo una experiencia que recuerdo con especial cariño de la marca.
Cuando tenía 15-16 años podía disfrutar de unas piernas maravillosas, estilizadas y bronceadas, pero empezaron a salirme unas estrías en la zona del muslo que me afeaba mucho la pierna.
Rogué encarecidamente a mi madre que pusiese solución a tan trágica experiencia que estaba viviendo (ya se sabe lo malo que es estar en la «edad del pavo»), y allá que mi pobre madre se dispuso a ir a ECI a que la aconsejaran.
Pues bien, el resultado de todo ésto es mi madre llegando a casa con un bote de Biotherm Biovergetures y fue recibido como si se tratase del anillo de Frodo…
Empecé a usarlo como me aconsejaron, masajeándome y 2-3 veces en la semana y tengo que decir que hizo un efecto milagroso, me gustó muchísimo y se la recomiendo a todo el mundo.
Hoy día la crema ya no haría milagros y esta grasita que va sobrando creo que exige moverse un poquito y ponerse en forma jajaja.
Por eso creo que si me tocase esta crema, como todos los productos que he podido probar en talla muestra, me quedaría con una impresión muy buena.
Es una marca en la que confío y no dudo para recomendarla a cualquiera.
Felices fiestas!
A mi me «presento la marca» mi madre…como a ella le iba bien y la genetica es muy importante, supuso que a mi tambien me funcionaría…y dio en el clavo! Es mi marca de cremas…a ver si esta navidad cae alguna, toda mi familia sabe que siempre estoy dispuesta a recibir alguna crema de la marca…
Carta para Biotherm
soy una madre de 35 años tuve a mi hija a muy temprana edad fui madre soltera y como comprenderan otras madres lo que mas nos importa es que a nuestros hijos o hijas no les falte de nada durante mas o menos 15 años los primeros años de mi hija fueron dificiles pero lo supere pero no se si sera por que en aquellos tiempos las cosas eran asi o por que simplemente yo no lo veia claro despues de tener ami hija me encontraba muy bien tenia una buena figura era joven entonces no me preocupe ni tuve los cuidados que una debe tener pasaron años cada vez tenia mas cambios pero no le di mucha importancia por que tenia otras preocupaciones me cambie dos veces de ciudad que tenian distintos climas mi piel se resintio tendio a ponerse mas roja de lo habitual tenia como venitas en la cara saben no era la tipica persona que le gusta cuidarse simplemente compraba cualquier crema corporal grande y barata y me la echaba todos los dias pero saben eso en cuanto a lo general para todo era asi no le di los cuidados ni a mi piel ni a mi cuerpo por ultimo me cambie de pais que fue España aqui ya llevo 7 años muy feliz trabajando hace 4 años me traje ami hija que me tiene muy orgullosa que dentro de unos añitos se ira a la universidad como dije estoy trabajando me va muy bien economicamente ya que eh estado ahorrando le doy a mi hija todo lo que ella quiera eso si ella esta muy metida con eso de la moda los cuidados con la piel etc.Hace poco me mire al espejo pero me mire de verdad y me heche por lo menos 10 años mas conozco y veo gente a mi edad y no esta tan acabado como yo tenia escrita en mi cara mi historia de verdad no podia creer que los años habian pasado y que mis descuidos me habian cobrado factura me deprimi monto fue un tiempo donde realmente o me levantava o caia mi autoestima estaba por los suelos ahora considero que todas las mujeres deben tener el lujo de tener una piel joven que represente su felicidad gracias a mi hija que fue mi principal apoyo en este proceso pues baje de peso puse mi piel mas tersa con Celluli Laser Intensive Night de Biotherm fue magnifico ademas de usar otros productos para estrias por supuesto de biotherm vi resultados que realmente no esperaba por que pense que 15 años seria demasiado para un cambio.Pero algo mas que me tenia por los suelos era que hace unos años me habian aparecido unas manchas por debajo de los ojos seguido de las mejillas en un princio muy claras pero se fueron escureciendo ufff fue muy duro para mi es que no eran unas simples manchinas eran grandes y se notaban demasiado fui al dermatologo me recomendo un tratamiento intensivo de BIOTHERM yo como ya lo habia probado con el cuerpo no lo dude mucho entonces me puse en ello pasaron 2 meses y ya habia un cambio visible de verdad fue una gran alegria ademas de un gran respiro para mi me puse a continuar con todo en un año estaba inreconocible me arregle el pelo la cara la tenia preciosa y mi cuerpo tenia el peso ideal fue magnifico ya no estoy con el tratamiento intensivo pero sigo usando cremas de BIOTHERM para seguir conservando mi belleza que pense que no la podria recuperar.
Por eso si no gano este concurso que me encantaria por lo menos tendre el privilegio de agradecer a BIOTHERM lo que hizo por mi y que se seguro hace para millones de mujeres me cambio la vida.
GRACIAS
Había una vez una mancha….
Cada mañana “V” miraba su cara en el espejo, frunciendo el ceño cada vez que descubría una mancha o una pequeña arruga nueva y cada mañana se prometía así misma que de esta vez no pasaba, iba a recorrer toda la sección de cosmética de los grandes almacenes e iba a bucear en Internet cuales eran los mejores productos posibles, para intentar detener ese goteo incesante de” pequeñas cosas “ que iban afectando a su rostro.
Pero según se retiraba del espejo a “V” se le olvidaba el problema, los niños, el trabajo , el coche, la compra…..los ciento y un mil quehaceres cotidianos que hacían que aquella mancha o aquella nueva arruga camparan a sus anchas y atrajeran a más “amigas”.
Hasta que un día recorriendo la sección de cosmética de unos grandes almacenes buscando el regalo de cumpleaños para una de sus mejores amigas, adicta a cremas, serums y correctores varios, y por cierto con una piel estupenda ; se vio atraída como un imán hacía el stand de una marca – que ella había utilizado por sus espléndidas cremas para el cuerpo- pero de la que desconocía la existencia de ese nuevo producto plateado y brillante, que parecía la estaba hechizando y diciéndola : “pruébame no te arrepentirás, tu cara me necesita”, mírate aquí al espejo y “charla” conmigo.
Eso hizo “V” se miró en esos espejos alargados y con luz poco agradecida que suelen encontrarse en los probadores de algunas plantas y ahí se dio cuenta de que no podía dejarlo más, tenía que volver a lucir ese cutis luminoso y ese tono uniforme que había caracterizado su piel hace no tanto tiempo.
Bajó de nuevo al stand y casi tímida le preguntó a la persona que lo atendía que beneficios podría obtener su rostro con aquel producto brillante que tanto la “llamaba”. Ella le hablo de suavizar esas manchas oscuras, de acabar con las rojeces que ahora mismo tenía, de conseguir iluminar su rostro y de evitar la rugosidad y esa pérdida de elasticidad que estaba comenzando a aparecer, la hizo probar la textura de Skin Vivo Uniformity y la sensación de absorción e hidratación que dejaba en su piel
La sensación de que ese producto iba a funcionar hizo que “V” se sintiera un poco mejor consigo misma por llevárselo a casa, algo de lo que nunca se arrepintió pues su piel va agradeciéndolo día a día , mostrándole sobre todo un rostro más luminoso, con el que esa sonrisa que trata de poner cada día cuando se levanta a todos los que la rodean se ilumine mucho más. Y además el escuchar de vez en cuando en la oficina, ¡estás más guapa!, ¿qué maquillaje estás utilizando?, hace que se sienta más contenta , mejor consigo misma y agradecida a ese producto con envase plateado de Biotherm, que la hacía sentir una piel más viva y renovada.
La relación entre Biotherm y yo comenzó casi por casualidad,como suele ocurrir.Yo era una clienta necesitada de un «algo para la piel de mis labios sensibles al frío invierno»y…sucedió,mi asesora de belleza me recomendó la primera crema de labios que lanzó Biotherm hará 20 años…y me enamoré.Me enamoré de su aroma,su textura,suavidad y resultados.Nunca,digo nunca jamás,se me han vuelto a deshidratar,además cuando intentaban hacer aparición las»calenturas»me ponía una maascarilla de crema en los labios y ¡magia! desaparecían.Realmente esta crema es un sueño,bueno y las posteriores que han seguido saliendo,ahora utilizo Aquasource non stop levres (su digna heredera)…y podría seguir hablando de Skin Vivo(mi línea habitual desde que salió)me encanta…o de sus fragancias de aromaterapia que me tienen «aromaterapizada»…mmm Eau Pure… 😉
El cuento de Santa Canora
Era feliz. Era cantante y famosa. Los contratos le llovían por doquier y su agenda rebosaba de citas y reuniones. Un dia desapareció y la gente nunca jamás supo de ella. Desapareció de las páginas de los periódicos y sus discos quedaron como testigos de un pasado musical floreciente. Y así pasaron los años…
¿Qué había pasado con la artista?
Como quiera que de ella nunca más se supo, la gente habló y habló hasta la saciedad. Se dijo de ella que , de tanta cantantina, se le mudó la voz, cual si de adolescente se tratase. La voz se le había tornado diferente. Como en un tono más agudo, casi celestial. Ya nadie la reconoció cantante, sino que la elevó a los altares. La llamaron » Santa Canora» y así se quedó. Ella, amante sólo del cante y no de los altares, no se arredró por ello , oye. Se puso fuerte en su nueva voz y se lanzó a cantar por pueblos y plazas, intentando recobrar su antiguo esplendor cantoril. Mas nadie la reconocía cantante y sí santa.
Ella esperaba aplausos y recibía alabanzas al santísimo sacramento. La gente le pedía favores y milagros al final de los conciertos, cuando ella lo que añoraba eran los autógrafos.Después de cada canción la gente no aplaudía,gritaba : ¡ Así sea!, como si lo que acabara de oir no fuera una canción sino un sermón. La gente le besaba lo pies al bajar del escenario y, más de una vez, estuvo a punto de salir de bruces y acabar con los dientes en el suelo por uno de aquellos besapiés.
Un dia dejó abierto el estuche del cuatro durante un concierto y , al acabar el mismo y disponerse a guardar el instrumento y bajar del escenario-altar que le habían obligado y puesto en la Plaza Bolivar de Upata, se encontró el estuche lleno de figuras de cera piernas , manos, labios y dedos… y un lote de productos Biotherm , que la gente en promesa,cual si de Pancha Duarte se tratase, allí le había dejado. Ay,Señor. ¡ Qué mala época era aquella! – pensó. Al llegar a casa , en medio de su depresión habitual post actuación, sus ojos recayeron en el lote de productos que en el fondo del estuche de su instrumento musical alguien había dejado. Abrió la crema hidratante y comenzó, aún con lágrimas en los ojos, a extenderla por toda su cara. Al momento sintió un alivio, un frescor en toda la extensión de su piel. Siguió por sus manos y éstas también notaron el efecto de la crema milagrosa.¡ Por Dios ! – pensó ¡ Qué maravilla!. A partir de entonces se acabaron los malos momentos, las depresiones y las horas de angustia previas a las actuaciones. Ya no sólo utilizaba Biotherm después de cada concierto ,sino que también le encontraba un uso casi milagroso en la jornada previa a salir al escenario. Su cara lucía más fresca y brillante y hasta su voz parecía haber sentido los efectos del producto que alguien había dejado en el estuche.
Santa Canora, como la llamaba el público, pasó desde ese instante a ser una diosa, un fenómeno de masas, una cantante hasta entonces desconocida. Nadie sabía qué era lo que emanaba de aquella sonrisa que a todo el mundo atraía. Ella sí lo sabía y era feliz.
Entré despacito en el cuarto de baño y cerré la puerta con el máximo cuidado, no quería despertar a nadie. Tras los pequeños ventanucos que se dibujaban en la pared cubierta de azulejos con florecitas, lentamente se iba escondiendo la luna, perezosa, en esa gélida madrugada del mes de diciembre, para ir dejando paso a las primeras luces del alba, con sus tonalidades malvas y rosas. Encendí la las lucecitas del espejo encima del lavabo y observé mi cara pálida y todavía con atisbos del sueño reparador que había tenido esa noche. Mientras observaba mi reflejo, instintivamente me llevé las manos a las mejillas, acariciándomelas. «Ya no soy una niña», pensé. «Ni siquiera una adolescente tímida y huidiza». Por un momento, mi reflejo me llevó años atrás, con mi carita con granitos rojos y esos poritos que suscitaban la risa y la burla medio en broma, medio seria de mis amiguitos y mis compañeras. Cuando tomé conciencia de que una persona tiene que estar bella por fuera, aunque la belleza por dentro muchas veces no se refleje, un ángel que me dio la vida hace ya 31 años, me regaló unas Navidades un pack Acnopur de Biotherm. Lavarse la carita con esa cremita que se convertía en fresca espuma al contacto con el agua, refrescar la cara con ese tónico que tenía en el fondo…como…como…¿arena?Sí, una especie de arenilla fina que bien podía haber salido de un lejano desierto…Y luego hidratar la piel con aquella cremita blanca con olor a hierbas y flores silvestres…Sí, definitivamente, si yo estaba guapa por fuera, me sentía bien conmigo misma. Creo que fue una conjunción de factores: el uso de mis tesoros de belleza más el paso de los años convirtieron a esa jovencita inquieta con sus granitos en toda una mujer de piel jugosa, lisa e hidratada que ahora me sonreía en forma de mi reflejo. «El paso del tiempo y mis cuidados de belleza me han hecho mejorar con los años, como el buen vino», pensé mientras me dedicaba a mi misma otra sonrisa cómplice frente al espejo. A pesar de mi síndrome innegable de Peter Pan volví a pensar que todo este transcurrir de los años había merecido la pena. La vida es un camino lleno de sorpresas, a veces tristes, a veces felices. Lo importante es estar en ella para verlas pasar, como yo vi aquella invernal mañana de forma innegable mi paso hacia la madurez más bella que nunca.
“Los griegos llamaban Tetis (nodriza) a la diosa del mar, esposa de Océano de la que nacieron los ríos y las fuentes”. Homero.
El sueño se había hecho de hierro después del día transcurrido. Las palabras iban y venían por entre las rendijas de su mente acalorada: Biología molecular, queratinocitos, microflora, dermobiotico, plancton termal… era como si el aire del salón de conferencias le azotase el rostro una y otra vez.
Lucía se removió, se abrazó al embozo tierno de la almohada y cruzó los dedos arañando el agua caliente que se abatía mansa por el lado derecho de la cama.
Intuía el frío de la montaña más allá de la cristalera del balneario donde se celebraba el congreso. Los parches de nieve en la cumbre se erguían desafiándola, pero no aceptó el reto, porque su mano entera se había hundido ya por completo, en la senda tibia del manantial. Que sin saber como ni porque corría ya a las dos orillas del lecho.
Recordó la leyenda del sapo y la paloma, y se sintió ave bañada por el agua de la vida eterna, que le regalaba la juventud prometida.
Alzó las manos húmedas que le cayeron como llovizna generosa sobre el rostro, que al pronto se vio reconfortado, con una energía calida que se le quedó allí colgada para siempre. Cada una de las células de la piel de Lucía saltaron regocijadas, se estaban pariendo a si mismas. Algo vivo les hacía resucitar, burlarse del sol que un día las pintó de gris.
Sintió una gelatina dulce, seda enamorada abanicándole la cara. Su piel renacía, resucitaba de los surcos, de las manchas terrosas, del caerse sin recato.
Los ojos se abrieron al fin. Era un sueño, solo había sido un sueño. Pero al instante los propios poros gritándole verdades, la empujaron hacia la carpeta que descansaba sobre el escritorio.
Los folios volaron enojados, hasta que en el fondo encontró los pequeños sobres cargados de partículas de vida: SKIN VIVO UNIFORMITY, SKIN VIVO NOCHE. Mil pedazos de plancton termal puro (jamás se le olvidaría semejante regalo del agua) para acariciarle la piel igual que en su sueño.
Si, sabía que allí estaba la razón de su quimera, tanto tiempo soñando con la panacea, con el “milagro” que alimentase el revés de su piel, para entibiar el paso del tiempo.
Lucía disfrutó con la untuosidad que albergaba el fondo del saquito. Estaba caliente, notaba saltar las entrañas de las fuentes termales cicatrizando heridas, componiendo espíritus rotos. Albergando salud para quien se gozase en ellas.
Despacio, como en un ritual repleto de cadencia de azúcar, deslizó la crema por sus mejillas, por las líneas de la frente, por el mentón que le sonrió enamorado…
Allí estaba la fuente de la vida, en el plancton que Biotherm, le pedía prestado a la naturaleza, para sosegar los años que cruzaban por la tez resucitada, que se acercase a él.
Ahora en verdad se sentía paloma, (nunca más sería sapo) paloma serena, porque un sueño le había contado el modo de alargar la frescura. Que puesta en alerta, se le arrebujaba consentida en torno a su cara resplandeciente.
Ya no se sintió perdida entre los términos que acababa de hacer suyos: fibroblastos, concentrado reversivo, oxidación celular…
Se sentó en el sillón que ante su alborozo acababa de despertarse y se puso a repasar uno a uno los instantes de la tarde anterior.
Estaba segura de que cuando los llevase a sus mostradores empezarían a sonreír.
Siempre había oído hablar de Biotherm como una de las marcas de perfumería de más prestigio a nivel de cuidados de la piel y, cómo no, me encántaría probar Skin Vivo Uniformity, el hecho es que aparte de esta línea he escuchado que los productos de Biotherm tienen un alto contenido en agua, importantísimo para la piel, y es que el agua posee todos los beneficios capaces de transformar un cutis apagado en una tez radiante y, qué mejor manera de empezar el año que utilizando los nuevos productos Biotherm en mi rostro verdad? sería una buenísima manera de empezar 2012 con una mejoría en el rostro, últimamente algo olvidado por tantas ocupaciones, estrés laboral, preocupaciones de cierta índole personal, en fin, que una cura para el rostro como esta siempre me vendría fenomenal.
Pues a ver si das forma a esta idea, o a otra, y la conviertes en un relato breve para optar al premio! Seguro que puedes Ángeles!
No he probado todavía Skin vivo uniformity, y me gustaría porque actúa sobre problemas que me encantaría corregir.Me gusta mucho la gama Aquasource, tengo la crema para piel mixta, y el contorno de ojos.También he usado la crema de la gama Biopur y me gusta mucho.Pero lo que realmente recuerdo y me encantaba en mis tiempos de universitaria, era un producto que tenían, y que no sé si tendrán ya, porque no lo volví a ver, y a mí me encantaba.Venía en un botecito naranja y tenía un aroma delicioso, yo creo que se llamaba Biotherm base magic, o algo así era, pero desde luego lo de «magic» era cierto porque dejaba la piel divina y el maquillaje quedaba perfecto y aguantaba horas.Me traslada a mis tiempos de estudiante universitaria…Nada más y nada menos que en una ciudad preciosa, Santiago de Compostela.¡Qué tiempos!¡Qué jovencita era, que tiempo tan feliz!
Recuerdo a finales de aquel verano que el sol,el mar y las vaciones habían dejado en mi cutis un bonito paso.Mi piel lucía libre de espinillas y su aspecto era matificado y saludable.Pero un amago de una incipiente madurez hacía su aparición en todo mi rostro.Diminutas arruguillas parecian darme la bienvenida a un mundo en el que todavía me negaba a entrar.Infinidad de palabras insonantes acudieron entonces a mi cabeza,toxina botulímica,ácido retinoico,hialuronico.El momento había llegado.
Pero mi mamá me decía que el primer paso para preservar el capital de juventud, (savias palabras de madre) era tener la piel perfectamente hidratada.
Y fué entonces,cuando una cálida tarde de principios de otoño,ojeando una revista de moda,apareció ante mi una imagen fresca,golosa,provocativa y un nombre que desde primer momento encontré muy acertado: Aquasource.Rapidamente salí en busca de aquel preciado tesoro que ya me había cautivado y ni tan solo pregunté cual era su precio,simplemente pronuncié su voluptuoso nombre; Aquasource.
Aquella noche inicié mi ritual diario con una nueva ilusión.Un cutis perfectamente desmaquillado y mi primer contacto con Aquasource de Biotherm.Sentí su tacto,su suave fregancia, como la emulsión envolvia mi piel, se fundia con ella y dejaba una sensación de frescor e hidratación absoluta. Amanecí con una nueva expresión,atrás habian quedado el peróxido,los geles antibacterianos y las mascarillas de caolín.Había dado mi primer paso a la madurez de mi piel.
Hace dos años mi chica me dejó. Yo tenia algo de sobrepeso y ultimamente la notaba algo enfadada siempre conmigo, mas tarde me enteré que el principal problema era mi imagen. Desde luego que no me quería verdaderamente supongo. Me bajó el autoestima y decidí apuntarme a un gimnasio y cuidarme.
En seis meses perdí 15 kilos y gracias a una dieta y a Biotherm abdosculpt conseguí resultados sorprendentes. Este producto tenía un buen olor y absorción rápida, no como otros que te pringas entero. Después del deporte y ducha lo usas y fenomenal. Lo he recomendado a amigos y conocidos. Estoy muy contento con Biotherm abdosculpt, sigo utilizándolo y me ayuda mucho. No tengo aún tableta de chocolate, pero estoy en ello. He ganado seguridad, y un secreto, mi ex me ha visto y ha mirado fijamente y he pasado de ella.