Ni somos perfectas ni lo queremos ser. Sin embargo, hay imperfecciones que me gusta disimular. Pequeños granitos, marcas y unas ojeras que le recuerdan al mundo (y sobre todo a mí) que a mi tez no le gusta madrugar. Por…
Ni somos perfectas ni lo queremos ser. Sin embargo, hay imperfecciones que me gusta disimular. Pequeños granitos, marcas y unas ojeras que le recuerdan al mundo (y sobre todo a mí) que a mi tez no le gusta madrugar. Por…