Llegó el mes de septiembre y después de un mes de playa y pocas horas de sueño, no nos vamos a engañar, mi rostro necesitaba de unos mimos extras (y yo tamibén). La respuesta la encontré en el tratamiento Vitalidad de los Glaciares, con Velo de Colágeno, de Valmont. Te explico mi experiencia…
Llego a Spa by Valmont (Passeig de la Bonanova, 112. Barcelona. Teléfono 935 526 626) donde Marie-Ange Fernández, Spa Manager y Responsable de Formación del sur de Europa, me estaba esperando. Me recibe con una amplia sonrisa y con la invitación a comenzar el tratamiento con un hammam, una sauna húmeda absolutamente fantástica. Naturalmente lo acepto sin pensármelo dos veces.
A la hora pactada Marie-Ange me viene a buscar al hammam y me acompaña a la cabina donde me anuncia que ella misma me hará el tratamiento. ¡Placer y lujo asiático!
Reduce la intensidad de la luz y la cabina entra en penumbra. De fondo una sugerente y relajante música hindú que me transporta al otro lado del mundo.
Marie-Ange comienza a extender la crema limpiadora con unos maravillosos movimientos de mariposa, la retira con tallas calientes al estilo japonés, son las oshiboris. Esa técnica para retirar el producto la utilizará durante todo el tratamiento. Una curiosidad: para esas maniobras de mariposa, que repetirá para tonificar la piel, para exfoliarla y también para aplicar las cremas, Marie-Ange se pone junto a mi y no a mi cabeza como en la mayoría de tratamientos.
La parte más activa (pero no por ello menos placentera) del tratamiento consiste en un masaje con una crema de la línea Dermo a base de un compuesto altamente rejuvenecedor que ayudará a mi piel a recobrar sus funciones vitales y a hidratar las capas superficiales. El ritual es absolutamente relajante y muy placentero.
A continuación me aplica el Velo de Colágeno, una mascarilla mascarilla de colágeno puro empapado con una solución de ADN Triple y ARN. Con gran precisión la adapta sobre mi rostro como si fuese una segunda piel. El proceso es cuidadoso y el mimo con el que cuida todos los detalles es extraordinario.
Con el velo de colágeno sobre mi rostro, me dejo llevar por la música y me relajo tanto que entro en una especie de estado de duerme-vela sumamente reconfortante…
… de nuevo en la vida real, Maire-Ange me retira el velo de colágeno y finaliza el tratamiento aplicando una crema adecuada a mis necesidades con un masaje muy especial sobre todo el rostro pero en especial en el contorno de los ojos y los labios.
Me marcho, con el rostro resplandeciente y un estado de relax total, y la promesa de volver pronto. ¡Muchas gracies Marie-Ange y Line Lainé, la responsable de prensa, por vuestra invitación.