Luce cuerpazo en la playa y mantén los kilos a raya

Lucir cuerpazo durante todo el verano y no llegar al final de la estación con un par de kilos de más es posible. Ya sabemos que el verano invita a los excesos. Pero también es una época perfecta para cuidarse y bajar de peso o, como mínimo, mantenerlo.

Las claves las conocemos todos: alimentación sana y equilibrada, un buen aporte de líquido, un poco de ejercicio y compensar los inevitables excesos de un día con fruta, verdura o productos light (bajos en calorías).

No sólo lo notarás en la báscula. También tu piel estará más sana y bronceada.

Te contamos como lograrlo.

El calor propicia la desgana, aunque los adolescentes y los niños suban de la playa y la piscina con un hambre atroz. Pero los adultos a menudo comemos de más porque acostumbramos a llenar los platos y no dejar nada en ellos, o nos damos durante las vacaciones todo tipo de caprichos que «nos merecemos». Seguro que nos los merecemos, pero también merecemos cuidarnos «de verdad». Así que aprovecha el calor y la sed para tomar gazpachos, ensaladas, sopas frías y todo tipo de zumos naturales. Pero no te prives de un buen filete o un pescado al horno o a la plancha, necesitas proteínas.

Es también un buen momento para optar por los crudos: desde un carpaccio, una ‘esqueixada’ o un plato de jamón ibérico hasta ‘crudités’ de verduras, que están repletas de vitaminas y minerales, antioxidantes absolutamente necesarios para luchar contra el paso del tiempo. Intenta evitar la bollería y los fritos, así como las bebidas gaseosas y los alcoholes. Opta por los refrescos light y no te prives de recurrir a los alimentos bajos en calorías.

Atención a los niños

Ensalada de frutas de temporada

Precisamente sobre este tema el Doctor Adam Drewnowski, Director del Centro de Investigación de la Obesidad de la Universidad de Washington (Estados Unidos),  en una entrevista concedida a ES NOTICIA, afirmaba recientemente que los productos que mejor pueden ayudar a solucionar el sobrepeso y la obesidad son aquellos que forman parte de la dieta mediterránea. Drewnowski se mostraba especialmente preocupado por el sobrepeso y la obesidad en los niños y recomendaba como primera medida mantener una dieta equilibrada basada en la variedad de alimentos. Grasas y dulces no son malos, señalaba, pero su consumo debe estar compensado con el de otros alimentos como las verduras, las frutas, los lácteos o las legumbres, junto con un poco de ejercicio diario.

Respecto al desequilibrio energético producido por la diferencia entre las calorías consumidas y las gastadas, recomendaba el consumo de productos “light”, ya que “tienen el mismo sabor, aportan sensación de satisfacción y saciedad parecidas y contienen muchas menos calorías”, señalaba. Ya conocemos todos el lema: más sabor, menos calorías.

Para aquellos que fruncen el ceño ante este tipo de alimentos, hay que señalar que consumir productos bajos en calorías es seguro y eficaz. Muchos de ellos contienen aspartamo, un edulcorante completamente seguro según la Autoridad Europea para la Seguridad Alimentaria. Además, la legislación obliga a poner sus ingredientes y calorías, por lo que podemos compararlos con los alimentos «normales» y comprobar si son realmente light y qué tipos de edulcorantes llevan.

Bueno para la piel

Una dieta sana también es el mejor seguro para mantener una buena piel. Para que funcione correctamente, sea flexible, resistente y brillante, la piel necesita que esté sana la barrera hidrolipídica (literalmente, de agua y grasa). Una dieta rica y variada es la base de esta salud. Proteínas, vitaminas y minerales son absolutamente necesarias, pero también la grasa (lípidos). De la buena, claro. Aliña las ensaladas y los platos de verdura con aceite de oliva y conseguirás vitaminas, minerales, grasa y agua, todo a la vez y de la mejor forma para que llegue a la piel.

Los lípidos se consideran el ‘cemento’ de las células córneas y dentro de la barrera hidrolipídica tienen funciones antibacterianas y antifúngicas, entre otras. Se sintetizan en las células y proceden del interior del organismo, suministrados a través de la dieta.

La piel también se puede alimentar desde fuera, pero ten en cuenta que una crema por si sola nunca conseguirá los mismos buenos resultados que una dieta sana. Los cosméticos son siempre una ayuda, eficaz y muy valiosa, pero no un sustituto ni una pócima milagrosa.

Eso no quiere decir que te libres de ponerte la crema, ni mucho menos. En estos momentos, y a lo largo de todo el año, conviene nutrir y proteger la piel desde el exterior. Actualmente las agresiones externas que recibe la piel son tan grandes que la dieta por si sola no es suficiente para mantenerla a salvo y es necesario un plus de cuidados. Escoge cosméticos que además de hidratación aporten nutrientes y tratamiento a tu piel según sus necesidades. Y no te olvides de la protección solar

Y bebe agua. Además de ‘por fuera’ el agua también es un tratamiento fantástico ‘por dentro’. El 60% del peso de un adulto es agua, un elemento imprescindible para la vida y para el funcionamiento de todos los órganos.

 

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