Si quieres conseguir un maquillaje preciso y bien realizado, es decir, que parezca realizado por un profesional, debes utilizar una serie de utensilios específicos. Cada uno de estos utensilios tiene una función propia y ha sido ideado para una zona concreta de la cara, no pueden ser usados en otras zonas o para otras funciones. No seria lógico usar un difuminador de sombras, para maquillar unos labios o un pincel de labios para aplicar el colorete.
Morfología de un pincel
Los pinceles están formados por tres partes: el mango, la zona intermedia y el pelo. El mango, que es la parte por donde sujetamos el pincel, puede variar tanto de longitud. Buscaremos los de mango largo, si queremos guardar en un bote o recipiente, pero si los llevamos al neceser o bolsa serán más cómodos los de mango corto. El material del que está fabricado diverso, ya que encontramos desde los de plástico, carey, metacrilato, madera … La zona intermedia es siempre de metal, sirve para sujetar el pelo al mango, la zona más cercana al pelo puede ser redondeada o ligeramente aplanada . Por último tenemos el pelo, la parte más importante y la que más debemos observar en el momento de la compra.
El pelo de los pinceles que usamos para maquillarnos están fabricados de diferentes materiales desde los sintéticos hasta los realizados con pelo natural de tejón, armiño, pony o marta. Los mejores son los de pelo de marta por su gran calidad, suavidad y excelente textura. Los sintéticos son más bastos, rígidos, duros y los trazos con ellos son menos precisos, son más económicos que los de pelo natural, pero duran menos tiempo.
Un buen pincel debe tener una serie de características comunes:
- debe tener la cantidad de pelo y la forma adecuada a la función que debe ejercer
- debe estar compacto, apretado y con un corte limpio
- debe estar bien sujeto y no debe perderlo con el uso.
- Suelen ir numerados para distinguirlos, normalmente las numeraciones más bajas corresponden a los pinceles más finos.
Diferentes formas, diferentes funciones
- El pincel para barridos: su uso principal es la aplicación del fondo de maquillaje. Es plano y ligeramente redondeado para seguir perfectamente las formas del rostro y cubrir todo desde los orificios de la nariz hasta la raíz del pelo. El uso de este pincel, de pelo natural, crea un efecto de «segunda piel».
- Brocha para polvos: es la de mayor tamaño y espesor. Se utiliza para aplicar los polvos compactos y difuminar las polvo libres por la cara.
- Brocha de colorete: con forma alargada y punta redondeada, es la adecuada para colorete, los polvos bronceadoras y para dar toques con los polvos iluminadoras.
- Brocha en abanico: sirve para eliminar los restos de sombras que ha caído sobre los pómulos sin arrastrar el maquillaje y el corrector (es como el que luce Àngels en la fotografía de la cabecera del blog)
- Brocha polvos bronceadores:con la punta del pelo muy fino para absorber la cantidad correcta de maquillaje y para un acabado siempre luminoso y natural.
- Pincel de ojos 1: redondo, degradado, compacto y con pelo corto, para aplicar y matizar sombras. Dependiendo del fabricante, de este pincel suele haber varias medidas en cuanto a la grosor, dando lugar a diferentes modelos, aunque su finalidad sea la misma.
- Pincel de ojos 2: diferente del anterior, es plano, corto, ancho y con el pelo muy tupido, sirve para dar toques puntuales con las sombras, no difumina.
- Pincel eye-liner: muy fino con poco pelo, largo y apretado, se usa sólo para realizar la fina raya sobre el borde del ojo, pegado a las pestañas. Debe permitir realizar esta línea con mucha precisión.
- Pincel biselado: pincel anguloso diseñado incluso para crear líneas precisas y crear el efecto de ojos ahumados con sombras de ojos intensas y oscuras.
- Pincel para sombras en crema: plano y estrecho con el pelo natural o sintético. Su uso habitual es para la aplicación de sombras en cremas.
- Pincel de cejas:es corto y rígido. Se utiliza para sombrear y redibujar cejas pobres de pelo.
- Peine-cepillo: en una sola pieza dos servicios diferentes, por un lado peina las cejas, ayudando a dominar los pelos más rebeldes y por el otro lado separa las pestañas permitiendo un posterior maquillado más natural.
- Separador de pestañas: cepillo redondo, con las púas separadas y semi-rígidas, tiene doble función separar y elevar las pestañas.
- Rizadores de pestañas: instrumento que, al sujetar y pinzar las pestañas, consigue rizar laspuntas mediante presión. En la actualidad hay de diferentes formas, incluso automáticos, pero los más habituales suelen ser metálicos o de plásticos, su forma oval-que esta protegida por una goma-se acopla perfectamente al ojo sin dañarlo.
- Pincel de labios: plano, corto y duro, extiende fácilmente el labial. Existe una modalidad muy cómoda para llevar en el bolso y es el retráctil, aquí el pincel queda escondido dentro de la tapa, evita que se manchen los otros pinceles. Debido a la cremosidad de las barras de labios, cuesta mucho que este pincel sea limpio del todo.
Cuida así tus pinceles
Los pinceles y demás utensilios que utilizamos para maquillarnos deben estar siempre limpios.
Los pinceles se lavan cada cierto tiempo con jabón neutro, hay que poner especial cuidado con el secado. Algunas personas lo secan con el secador, pero su estructura se puede dañar y acabaría abierto completamente, con el que no realizaría bien la su función.
Para secarlos correctamente hay que eliminar el exceso de agua envolviéndolos con una toalla y presionando el pelo suavemente y, a continuación, dejarlo dejar secar al aire. Una vez secos se deben guardar todos juntos en un bote y apoyados sobre el mango, no deben estar apretados en un neceser ni con el pelo doblado ya que cogen mala forma y luego es muy difícil volver a su posición inicial. Si eres de las que llevan los artículos de maquillaje encima, deberías guardar las fundas de los pinceles ya que de esta manera se conservan mejor y están más protegidos.
Los pinceles no deben recortar, no intentes cambiarle la forma, ni hacer de un gran otro más pequeño, cada pincel tiene una forma y ésta es adecuada para la función que debe ejercer.