Perfume

Concurso de relatos breves: explícanos tu primer beso, puedes ganar un frasco de Amor Amor, de Cacharel

Comments (103)
  1. Emily Castañeda dice:

    Hola soy Emily de Ecuador voy a cumplir 13 en unos Meses y aunque aun no eh dado mi primer beso
    Me ha encantado leer todos estos relatos de amor son las 23 :43 hace frío y en la oscuridad de mi habitación leo estas poesías de amor que llenan el alma

    Con cariño Emily Castañeda

    1. Bel M. Dolla dice:

      ¡Qué mensaje tan precioso, Emily! Seguro que todxs los autores estarán encantados. Un abrazo enorme y lleno de amor ❤️

  2. Anonimo dice:

    Mi primer beso fue el día 14 de abril del 2014, con 13 años.
    Quede con mi novio y con un amigo suyo a montar en bici.
    El quería besarme desde hace tiempo y fuimos hacía las vías de por allí.
    Entonces mi novio le pidió a su amigo que se alejara un poco.
    Entre hiervajos y en un rincón donde nadie podía vernos.
    Tardamos bastante pero el se abalanzó sobre mí y nos besamos.
    El llamó a su amigo y les acompañé a un lugar para despedirnos.
    El le volvió a decir a su amigo que se alejara otra vez.
    Entonces intentamos darnos otro beso pero tardamos tanto que su amigo ya se iba y en el ultimo momento me acerqué a el y le besé y así nos despedimos.

    1. Elisabet dice:

      Hola, muchas gracias por tu relato, pero nos apena comentarte que este concurso se cerró el año pasado. De todas formas muchas gracias por compartir tu historia con nosotras.

  3. Yesica dice:

    Hola soy yesica. Tengo 15años. Siempre fui una chica no tan hermosa pero siempre fui yo y muy femenina. Recuerdo que hace dos años vi a un chico, me agradaba su estilo en fin todo, un dia me llego a gustar mucho, el no me conocia, pues me atrevi a hablarle pero se puso peor él no hablaba mas, lo heche a perder. Un dia soñe con e él, que me hablo y le dije lo que sentia (paresia tan real) pues el dijo lo mismo y me dio un beso (mi primer beso). Desperte mas solo fue un sueño, fui al cole y aun sigo con esa ilucion de que él me dijera lo que siente por mi. PUES NADA MAS PUEDO HACER MAS QUE TENERLO SOLO EN SUEÑOS :'(

    1. Elisabet dice:

      Hola Yesica, muchísimas gracias por tu relato, sin embargo éste es un concurso que ya finalizó… es del año pasado! 🙁

  4. Sugarcube (SilviaM) dice:

    Mi primer beso fue al principio del verano de 2013, con 16 años…
    Estaba de viaje de fin de curso con todos mis compañeros, de crucero por el Mediterráneo.
    Yo siempre he sido una chica muy tímida con la gente, y con los chicos sobre todo…
    Por las noches había fiestas: la primera y la última fueron en la discoteca, y las demás, en cubierta.
    En la primera noche de discoteca, me fijé en un chico rubio, alto, con vaqueros y un polo rosa.
    Desde esa noche, siempre nos buscábamos con la mirada, nos observábamos mutuamente.
    La última noche la pasé despierta, con la esperanza de poder verle más… Me quedé viendo el amanecer, al igual que muchos jóvenes de mi edad, pero él no estaba.
    Por la mañana, su grupo y el mío estábamos en la misma sala esperando a que fueran llamando para desembarcar… y a nosotros nos llamaron primero.
    Cuando estaba saliendo por la puerta, me volví, fui hasta él y salí corriendo, muerta de vergüenza. Le había dejado en el regazo un papel doblado: una nota que le había escrito mientras esperábamos (llevaba un cuadernito y un bolígrafo en el bolso), en la que le confesaba cómo me había sentido con respecto a él durante esos días, contándole que había soñado que él me daba el primer beso, y dejándole mi nombre por si me quería agregar a Tuenti o a Facebook…
    Cuando ya estábamos saliendo del barco, oí que alguien me llamaba. No conocía esa voz, pero me sonaba al canto de los ángeles. Yo soy de Madrid, pero reconocí el acento andaluz, ya que el sur de España es la tierra de mi familia.
    Me giré y se me paró el corazón al ver que el chico se acercaba a mí, con una sonrisa. Acercó su cara a la mía, y me susurró que los sueños de una chica como yo siempre deberían cumplirse… y juntó sus labios con los míos.
    Me pilló por sorpresa. Pero tenía unos labios suaves… El corazón me volvió a latir, pero esta vez con mucha rapidez. Podía sentir lo cerca que estábamos, no sólo físicamente, sino en el corazón.
    Nos despedimos con un abrazo. No le he vuelto a ver, pero seguimos en contacto.
    Nos llevamos genial y esperamos poder volver a vernos algún día… aunque creo que, quien más lo espera, es mi corazón.

  5. Selin dice:

    Hace muchos años y aún lo recuerdo.
    Fue un beso de despedida, surgido de improviso, provocado por el momento, justo antes de entrar en el autocar, que se retrasó un poco en la salida.
    El beso me acompañó durante todo el viaje, en un intenso contacto que impregnó mi ser de calor y de emoción. Y del deseo de volver lo antes posible.
    La vuelta, días más tarde, pareció un viaje lentísimo, interminable, pero a la llegada allí estaba de nuevo, esperándome para retomar nuestra interrumpida historia.

  6. Sara dice:

    Mi “primer beso”, no fue el primero que me dieron, pero si el primero que yo di.
    Fue el de verdad.
    Ahora hago memoria y me doy cuenta de que no recuerdo el día exacto.
    Podría buscarlo en un viejo calendario… ¡Ha pasado tanto tiempo! Millones de años me separan de aquel, ninguno tan mágico.
    No recuerdo el día, pero si las sensaciones.
    Recuerdo aquellos bichitos, moviéndose nerviosamente en mi estómago, sin permiso.
    Recuerdo la ligereza con que mis pies, me transportaron a lo largo del pasillo de aquel viejo autobús.
    Recuerdo como las comisuras de mis labios formaron aquella sonrisa, amplia e imposible de borrar.
    Recuerdo la sensación de embriaguez de todos mis sentidos.
    Tanto con, ¿tan poco?
    Ninguno se puede igualar.
    Hubo otros, antes y después, casi tan especiales.
    Pero ese beso, medio robado, con ese chico, que con los años se convertiría en el hombre de mi vida, en el padre de mis hijos…
    Ese primer beso, no lo cambiaría por nada, por NADA.

    1. Elisabet dice:

      Gracias por explicarnos tu experiencia!!

  7. Victoria dice:

    Sus ojos negros brillaban en la oscuridad
    Para los enamorados el tiempo es eternidad
    El acercó sus labios cálidos e impacientes
    Como nunca antes atrevidos y ardientes
    Estaba temblando como una hoja al viento
    Los instantes pasaban muy lento
    Solo nuestros labios y los latidos del corazón
    Las mariposas del amor nos nublaban la visión
    Recordar mi primer beso me hace sonreír
    Espero que mi historia no os haya llegado a aburrir :)!

    1. Àngels dice:

      Muchas gracias Victoria! 😉

  8. REYES PINTADO VILLA dice:

    Un beso tuyo

    Cuando te beso, todo un arco iris de colores estalla fragmentándose en una desbordante colección de luces y sonidos. A su vez cientos de gotitas que colapsan al mismo tiempo, forman una especie de niebla en la mente que salpica los labios y la punta de la nariz, provocando una hilera de burbujas verticales que me hacen sentir inigualable, irrepetible y sin duda el más feliz del Universo.

    1. Àngels dice:

      Gracias Reyes!

  9. MarMi dice:

    Mi primer beso fue absolutamente inolvidable y me dejó, literalmente, conmocionada.
    Me tengo que remontar a la época del instituto: 17 años ¡está claro que no fui una chica precoz!
    No he sido nunca especialmente guapa ni resuelta, así que cuando a mayor parte de mis amigas ya había tenido la experiencia de besar a chicos yo aún no lo había hecho y, para qué negarlo, empezaba a pensar que ya tocaba…
    La situación fue la siguiente: clase de educación física, calentamiento corriendo por el perímetro exterior del instituto, un chico de clase al que yo sabía que hacía tiempo le interesaba y que a mi también me gustaba un poco me alcanzó en la primera vuelta y nos fuimos rezagando hasta quedar los últimos. Yo me paré a propósito para hacer que me ataba bien los cordones y él se paró conmigo. Me agaché, él también lo hizo, y cuando levanté la cabeza me estaba mirando y nos besamos de una manera muy natural, y con bastante torpeza por mi parte, para qué negarlo.
    Yo me quedé tan sorprendida de lo que había pasado que al iniciar de nuevo la carrera iba tan aturullada que no vi el poste que tenía delante, volví la cabeza hacia la derecha y el golpe fue tan tremendo que terminé en la casa de socorro con una pequeña brecha y un chichón de campeonato.
    Por supuesto que tuve todos los «síntomas» de lo que se dice que debe suceder después de un beso de amor: me temblaron las piernas, vi estrellitas, me sentía mareada… solo que en mi caso fue producto de la fuerza con la que mi parietal chocó contra el poste y no solo de la emoción. Para colmo aquello le sirvió a mi compañero para difundir una batallita en la que yo quedaba como una boba…
    En fin, pronto vinieron otros besos menos «memorables» pero mucho más agradables y el primero quedó como una pura anécdota. Aunque, ahora que lo pienso ¿habré sido yo la que besó al sapo? Por cierto, del batracio he olvidado hasta el nombre pero sigo teniendo la cicatriz de la brecha así que, finalmente, resultó ser un beso inolvidable (y un poco resentido en el más amplio sentido de la palabra).

    1. Àngels dice:

      Gracias MarMi! Es una divertida historia!

  10. leticia dice:

    Nostalgia!, nostalgia!!

    Esa palabra mística la llevo incrustada. Alguien, tal vez yo, en mis días más tristes me adhiero a ella, o ella se adhiere a mí y juntas nos hundimos en un hoyo negro que nos traga.

    Hace varios años atrás, tendría yo unos 14 o 15, y vivíamos, mis hermanos y yo, con mis padres, por el rumbo de Miguel Alemán. Recuerdo que tenía un vecino, se llamaba Chucho, tenía unos hermosos ojos negros, y unas pestañas largas, tan largas y negras que lo apodaban «Pixi», por aquello de las pestañas postizas. Era alto, bien alto y de labios delgados y carnosos.

    Con mis 14 o 15 años de edad, sentía que estaba enamorada de él, muy enamorada. Por las noches nos sentábamos en la banqueta de mi casa a platicar, no sé de qué, seguro nada trascendente porque no recuerdo el sentido de nuestras conversaciones. Una noche, no tan noche, quizá serían las siete, mi madre me había mandado a la tienda, cuando salí de la casa él estaba parado bajo el marco de la puerta de su casa, me preguntó a dónde iba.

    -A la tienda -le dije.

    -Te acompaño -dijo.

    -Bueno – respondí.

    Nuestra calle estaba de bajada y las casas con sus banquetas a desnivel. Cuando regresábamos subí a la banqueta, él se quedó de pie en la banqueta anterior y quedamos al mismo nivel. Me dio un beso, mi primer beso, el cual me quitó el aliento y me arrancó varias noches de sueño. Nostalgia, nostalgia!!…quédate un rato más.

    Creí que un beso era un compromiso y que a partir de aquel momento éramos novios. Pero no, no volvió a repetirse, él siguió tratándome como a una vecina y yo me quedé muchos meses sin entender.

    Para fin de año, cuando ya había cerrado el tema del beso, mis hermanos organizaron una posada a la que asistieron muchos de nuestros vecinos, entre ellos estaba Chucho. En la cochera de la casa rompimos las piñatas, tomamos ponche y bailaron, yo no bailé, mi gusto por el baile se desarrolló mucho tiempo después. A un costado de la casa habíamos colocado banquitas de madera para aquellos que no quisieran bailar, o para descansar después de tanto hacerlo.

    Yo me senté a ver bailar a la gente, luego, Chucho se acercó a mí para darme una rosa roja, bien recuerdo que era roja, cuando la tomé me pinché el índice y una gota de sangre brotó. Chucho, mi vecino, tomó mi mano y chupó la sangre de mi dedo, sentir su boca en mi dedo me excitó tanto que las semanas subsecuentes volví a perder el sueño, sentí que al succionármelo me había arrancado la virginidad. Pasé varios días con sus respectivas noches recreando la escena en mi imaginación, sin mirar a mi madre a los ojos porque me daba vergüenza.
    Después de aquello no volvimos a hablar, si salía a la calle y lo veía volvía a meterme a mi casa y volvía a salir hasta que consideraba que ya no estaba.

    Varios meses después supe que se casaba con una chica de Rinconada que llevó a vivir a casa de sus padres, con ella tuvo 3 hijos, dos varones y una niña. Mis hermanos mayores se casaron, yo seguí viviendo con mis padres. Una mañana, al llegar de la calle lo encontré lavando su VW blanco afuera de su casa, apenas si lo saludé con una leve sonrisa y seguí de frente rumbo a mi casa. Cerca de las cuatro de la tarde, llegó uno de mis hermanos -yo estaba en la cocina lavando los platos -, y me dijo:

    -¿Ya supiste que se mató Chucho?

    -Cómo crees, si lo acabo de ver esta mañana, estaba lavando su coche.

    -Sí, estaba lavando su coche porque iba a salir, -dijo mi hermano.

    Había ido a Misantla, un pueblo como a 3o y pico kilómetros de Xalapa, según dijeron tenía una amante allá y había ido por ella, de regreso a Xalapa había agarrado mal una curva y se fue a un voladero cayendo aproximadamente 200 metros abajo. Dicen que su cuerpo quedó desmembrado entre los árboles y que tuvieron que rescatarlo en helicóptero para darle sepultura.

    1. Elisabet dice:

      Gracias, Leticia, por compartir tu relato! Un saludo!!

  11. Maria del Carmen dice:

    Yo no guardo un buen recuerdo de mi primer beso. ¿Aquello se podía llamar beso? Sin duda lo era si me ciño al significado literal de la palabra. Pero nada mas.
    Y digo que no guardo un buen recuerdo porque fue un beso obligado, un beso que vino por perder una apuesta, un beso que me costó mucho dar. Al fin y al cabo, era mi primer beso.
    Entonces tenía 15 años, estaba en el instituto y mis compañeras y yo apostamos por una tontería. Quien perdiera tenía que sorprender a uno de los chicos de la clase con un beso. Y me tocó perder.
    Ahora que el………..encantado de la vida, no se lo esperaba y vaya que si reaccionó bien. Yo no.
    Fue un beso ansioso, pero no por placer, sino por urgencia de que acabara.
    Fue un beso mas largo de lo que debiera porque el lo estaba disfrutando. Yo no.
    Fue un beso, al fin y al cabo, estúpido y pueril. Todavía, mas de 30 años después, sigo arrepintiéndome de el. Y por supuesto, ya no volví a apostar.
    Lo curioso es que muchos años después le he visto, nos cruzamos por la calle y nos sonreímos, sin decir nada. Sobraban las palabras.

    1. Elisabet dice:

      Esas estúpidas apuestas… sin embargo ¿fue realmente un beso de amor? Fue simplemente un beso. Intenta borrar ese de tu memoria y recuperar el que ciertamente fue un beso de amor… 😉 Un beso… de amiga!!!!

  12. De pronto nos encontramos solos,las 6:00 de la madrugada, todo el mundo desapareció de repente aunque quizás algunos observaban escondidos muriendose de envidia.
    Tú y yo sentados en aquel viejo sofa en aquella terraza disfrutando de una hermosa noche de verano, frente a la enorme piscina en la que horas antes ahogabamos el alcohol.
    Tú y yo, en silencio, aquella noche se hizo eterna…

    Yo te conté un sueño lleno de ron con miel, de tarta de merengue, de sidra…
    tú tan solo me besaste, recuerdo que sonaba Eric Clapton y su «tears in heaven» y mi cabeza daba vueltas.

    Recuerdo que fué un beso dulce, cariñoso, nada que ver con la noche que nos esperaba, sedienta,ansiosa, salvaje…

    -Me preguntaste:- ¿Quieres más? yo asentí.
    -Entonces ya sabes lo que tienes que hacer, dijiste.

    Pero yo no hice nada, tan solo agarré tu mano, entramos en la casa, entramos a la habitación y ya no hizo falta decir nada…la noche,el alcohol, la furia nos comía por dentro, la pasión fluía sola, eramos dos fieras, dos leones, dos fuegos ardiendo con su mejor llama.

    Fuí tu «salomé»,
    fuí tu «Layla»,

    Y tú fuiste el único ser capáz de sacudirme el alma.

    LaNiñaMariposa.

    1. Àngels dice:

      Hola NiñaMariposa
      Aunque este relato se publicó hace varios años (2008), lo aceptamos porque creemos que eres su autora y, en principio, no tiene que ser inédito.
      Un saludo

      1. Es mío, soy su autora, está publicado en mi Blog: http://solitaxlacalle.blogspot.com
        y es real.
        Yo soy LaNiñaMariposa 🙂

        1. Àngels dice:

          Era lo que nos parecía!
          Gracias por participar!

  13. Gabriela L Amat dice:

    Solía asegurar que era muy madura para mi edad y que a veces por eso parecía que estuviera triste. “La niña de los pensamientos profundos”, decía y se reía.
    Le conocí con doce años y lo recuerdo perfectamente, quizás porque no han pasado muchos desde entonces. No sé cómo llegamos a hablar por teléfono por las tardes, a darnos la mano, a irnos juntos en los recreos, a buscarnos por los pasillos… Sé que un día, hablando por teléfono, por miedo a que perdiese el interés, le prometí un beso. Le entusiasmaba la idea; a mí no tanto. No había besado nunca a nadie, pero había escuchado lo de y tenía miedo a que saliera mal, de hecho, estaba segura de que saldría mal. Sentía que estábamos jugando a ser mayores. Pero supongo que de eso se trata crecer.
    El lunes le vi, intenté que no me encontrase en el recreo, pero me buscó. Inventé cualquier excusa y conseguí que me dejase en paz.
    El martes llegué a la conclusión de que no era tan madura como él creía porque quería seguir escondiéndome. Volvió a buscarme. Bajamos al patio y nos sentamos en un banco. Hablamos. Me sonrojé porque siempre me sonrojo cuando menos falta me hace. No quería que se imaginase que iba a ser mi primer beso. Estaba intentando evitarlo a toda costa, así que me entretuve mirando hacia otro lado hasta que me preguntó en qué pensaba. Mis pensamientos profundos ya eran suyos. No respondí; le miré y volví a esquivar su mirada. Bajó la cabeza. Le miré, me miró y un segundo después me besó. No quería. Aunque me gustase, no quería… Tenía miedo pero cuando me di cuenta ya estaba pasando. Sonó el timbre. Los días siguientes intenté no verle. Dejamos de irnos juntos en los recreos y de llamarnos, pero no de buscarnos por los pasillos.
    Alguien me dijo que había dicho que no le había gustado besarme. Luego me lo dijeron más personas. Estoy segura de que eso dijo. A mí tampoco me gustó besarle, aunque estaba tan nerviosa que no recuerdo nada más que estar nerviosa.
    Pasaron más de dos años hasta que volví a besar a alguien. Salí con otros chicos, pero al llegar el momento del beso me bloqueaba y dejaban de gustarme. Puede que haya sido así porque ninguno se atrevió a tomar la iniciativa o porque él me seguía gustando.
    Pasados dos años un amigo suyo habló conmigo… Ocho meses después de que me regalase ramas de árboles (decía que rosas regalaba todo el mundo), me prometiese que me quería, lo gritase, me buscase, escribiese notas en todos mis cuadernos donde me ponía que “aunque no le hiciese caso me quería”, apareciese en los recreos, se hiciese amigo de mis amigas y, en resumen, me obligase a perdonarle; le besé. Convencida de que eso era lo que quería y de que quería, sin duda, que fuese con él. Volví a ser “la niña de los pensamientos profundos” y aunque ya sea una mujer y no estemos juntos por una cosa o por otra, lo quiero sin dudas, y con la misma certeza le besaría otra vez.

    1. Àngels dice:

      Gracias por participar Gabriela L Amat.

      1. Gabriela L Amat dice:

        Hay errores, lo reenvío corregido 🙂

        Solía asegurar que era muy madura para mi edad y que a veces por eso parecía que estuviera triste. “La niña de los pensamientos profundos”, decía y se reía.
        Le conocí con doce años y lo recuerdo perfectamente, quizás porque no han pasado muchos desde entonces. No sé cómo llegamos a hablar por teléfono por las tardes, a darnos la mano, a irnos juntos en los recreos, a buscarnos por los pasillos… Sé que un día, hablando por teléfono, por miedo a que perdiese el interés, le prometí un beso. Le entusiasmaba la idea; a mí no tanto. No había besado nunca a nadie y tenía miedo a que saliera mal; de hecho, estaba segura de que saldría mal. Sentía que estábamos jugando a ser mayores. Supongo que de eso se trata crecer.
        El lunes le vi, intenté que no me encontrase en el recreo, pero me buscó. Inventé cualquier excusa y conseguí que me dejase en paz.
        El martes llegué a la conclusión de que no era tan madura como él creía porque quería seguir escondiéndome. Volvió a buscarme. Bajamos al patio y nos sentamos en un banco. Hablamos. Me sonrojé porque siempre me sonrojo cuando menos falta me hace. No quería que se imaginase que iba a ser mi primer beso. Estaba intentando evitarlo a toda costa, así que me entretuve mirando hacia otro lado hasta que me preguntó en qué pensaba. Mis pensamientos profundos ya eran suyos. No respondí; le miré y volví a esquivar su mirada. Bajó la cabeza. Le miré, me miró y un segundo después me besó. No quería. Aunque me gustase, no quería… Tenía miedo pero cuando me di cuenta ya estaba pasando. Sonó el timbre. Los días siguientes intenté no verle. Dejamos de irnos juntos en los recreos y de llamarnos, pero no de buscarnos por los pasillos.
        Alguien me dijo que había dicho que no le había gustado besarme. Luego me lo dijeron más personas. Estoy segura de que eso dijo. A mí tampoco me gustó besarle, aunque estaba tan nerviosa que no recuerdo nada más que estar nerviosa.
        Pasaron más de dos años hasta que volví a besar a alguien. Salí con otros chicos, pero al llegar el momento del beso me bloqueaba y dejaban de gustarme. Puede que allá sido así porque ninguno se atrevió a tomar la iniciativa o porque él me seguía gustando.
        Pasados dos años un amigo suyo habló conmigo… Ocho meses después de que me regalase ramas de árboles (decía que rosas regalaba todo el mundo), me prometiese que me quería, lo gritase, me buscase, escribiese notas en todos mis cuadernos donde me ponía que “aunque no le hiciese caso me quería”, apareciese en los recreos, se hiciese amigo de mis amigas y, en resumen, me obligase a perdonarle; le besé. Convencida de que eso era lo que quería y de que quería, sin duda, que fuese con él. Volví a ser “la niña de los pensamientos profundos” y aunque ya sea una mujer y no estemos juntos por una cosa o por otra, lo quiero sin dudas, y con la misma certeza, le besaría otra vez.

        1. Àngels dice:

          Ok Gabriela!

  14. Daniel Centeno dice:

    Este es mi relato:

    Amor bajo la lluvia.

    La mimé bajo el fragor de un torrencial aguacero, una tarde de febrero, mes de los enamorados. Sonrientes y empapados, titiritando de frío, navegamos en el río del amor correspondido. Sus ojos, humedecidos por las lágrimas del cielo, me miraron con anhelo dando calor a mi alma. Después de tormentas, calma. El sol brilló con ternura. Contemplé sin ataduras la perfección de su cuerpo, perdí la noción del tiempo detallando su silueta y ascendí, como cometa, hacia espacio infinito. Besé sus labios dulcitos, dulcitos como el melao; divinos, como el cacao que origina el chocolate; tostados, cual cacahuate y suaves, como algodón. Degusté con devoción la codiciada ambrosía, el néctar que se escondía en su noble corazón. Soy el colibrí ladrón, que al escribir sus memorias, va dejándole a la historia, otro relato de amor.

    1. Elisabet dice:

      Muchas gracias, Daniel!!!

  15. Isabel Ramirez dice:

    Si tuviese q hablar d mi primer beso posiblemente seria con 14/15 años, un beso con algun chico q me gustaba en ese momento.Pero no, he decidido q os voy a hablar de mi primer beso de amor. El escenario tal vez no sea de lo mas romantico, un aeropuerto. Imaginaos, una chica y un chico se conocen en un chat, esto hoy en dia no es nada nuevo pero hace12 años si q lo era. Estos chicos estan hablando durante un año, sin verse fisicamente, solamente se conocen por un par de fotos. Con el tiempo se han enamorado y ya eso de hablar se les queda muy corto, asi que el chico decide dar el paso y coge un avion y se va para las palmas a conocer a la chica.
    Habiamos hablado muchisimo de como seria ese primer encuentro, de si nos besariamos, nos abrazariamos,… Pero decidimos que pasara lo q tenia q pasar. Si os soy sincera no apostaba mucho por esa relacion, pense q en el momento en el q nos viesemos todo ese hechizo se romperia y con ese miedo me fui hacia el aeropuerto un 21 de noviembre de 2001.
    Los nervios que pase cuando vi que el avion acababa de aterrizar no se los puede imaginar nadie. Al rato la gente empezo a salir y fue justo en ese momento cuando lo vi, el resto de la gente desapareció, alli solo estabamos el y yo. El se acerco hasta donde yo estaba y ambos sin pensarlo nos fundimos en un abrazo. Las lagrimas asomaban en mis ojos, el chico con el que me habia estado pasando un año hablando era real. En ese momento todos nuestros sentimientos salieron a flote. El me toco la cara, me dijo q mis fotos no tenian nada q ver con como era realmente, q era igual de guapa exteriormente q interiormente y que ya podia decirme directamente a los ojos que me queria, que estaba enamorado de mi y que queria pasar el resto de su vida junto a mi. Y en ese momento sus labios se acercaron a los mios y me dio el beso de amor mas verdadero que me han dado en la vida.
    A partir de ese momento han pasado muchisimas cosas,pero mi chico siempre me dice que el siempre recuerda mas que las cosas que pasaron y las palabras q nos dijimos mi olor en ese momento, dice q asi es como debe oler el cielo <3

    1. Elisabet dice:

      Qué bonito, Isabel. Tu chico tiene razón, los olores quedan en la memoria y no se olvidan!!!

  16. Sara dice:

    El primer beso no se olvida. El mío fue un beso fugaz y robado pero de los que dejan huella en el corazón una fría noche de invierno. El hechizo todavía dura, ya 10 años y todavía lo siento como único, irrepetible e inolvidable.

    1. Elisabet dice:

      Muchas gracias, Sara!!!

  17. ines d g dice:

    Estaba en Pachá con mis amigas…Habíamos llegado Lorena y yo en su vespino, arregladas para triunfar…Lacoste con hombreras, Levi´s 501, unas hombreras enormes, y el pelo con unos lazos de Don Algodón…Y cómo no, las famosas RayBan, no me digas para qué, pero que no se movían del pelo. Había que presumir de gafas también. Maquilladas con tierra de Egipto, un moreno de impresión en pleno diciembre. Corría el año 1988, e íbamos divinas. En Pachá nos reunimos con el resto. Cuando entramos, fue premonitorio, Sabor de Amor de Danza Invisible flotaba en el ambiente…»Labios de fresa, sabor de amor, pulpa de la fruta de la pasión…».Cómo me gustaba aquella canción…Fuimos hasta la barra y pedí mi cacaolat con licor 43, y allí estaba él, en la barra con unos amigos, guapísimo,¡ éramos tan jóvenes! Y ocurrió lo que tenía que suceder. Yo sabía que le gustaba pero no me había dicho nada.Me lo habían contado sus amigos en clase. Y se acercó a hablar conmigo. A mí me temblaban las piernas mientras a lo lejos, como si estuviera en una nube, oía mi canción «…Todo me sabe a tí, comerte sería un placer porque nada me gusta más que tú…».No sé ni de qué hablamos, estaba muy nerviosa…Y entonces me besó y el mundo desapareció a mi alrededor, era como si estuviéramos los dos solos escuchando Danza Invisible.El tiempo se detuvo para mí y me sentía flotar, fue maravilloso para mí.
    Aún hoy le recuerdo con mucho cariño cuando escucho esta maravillosa canción, y me pregunto dónde estará y qué habrá sido de su vida.

    1. Elisabet dice:

      Hola Inés, me has transportado hasta los ochenta de golpe en esta gris mañana de enero de 2013!! Existe la máquina del tiempo, sólo es necesario mencionar looks, músicas… Muchas gracias!!

      1. ines d g dice:

        Yo recuerdo aquella época con mucho cariño,me encantaba todo,fueron unos años preciosos….Qué recuerdos!!Me alegro de os hayáis transportado conmigo.Aún me sigue encantando todo,la música,los looks….Un saludo!

  18. teresa espinós dice:

    mi primer y útimo beso de amor fué al mismo hombre, al amor de mi vida, irrepetible e irremplazable. Nos conocimos en la universidad en primero de carrera, yo había vivido siempre en un pueblo muy pequeñito, y salir de allí, volar a una ciudad grande, empezar a vivir y volar yo sóla era algo que me daba un miedo.
    Entonces apareció él y de su mano crecí, me hice mujer, madre y compartimos juntos un camino algunas veces duro pero que caminaría mil y una vez a su lado.
    Nuestro primer beso fué en el cine viendo una película que se llamaba La hija de Ryan y que a media película dejé de enterarme de lo que iba y vinieron tanttos despues y a cual mejor.
    Nunca nos separamos y cuando se marchó, no es para siempre sus besos siguen en mi, su olor, su presencia, nuestra historia no se ha terminado, porque los amores de verdad son eternos .

    1. Elisabet dice:

      Teresa, me ha emocionado tu historia. Muchas gracias por compartirla! Un gran beso!!

  19. Jennie dice:

    Cuando sentí tus labios sobre los míos, me sentí morir. La vida debe sentirse así. Su suavidad desquició cada rincón de mi ser, haciéndolo vibrar. Sin notarlo siquiera gravité hacia ti,…entonces, tus labios se fundieron con los míos y tu lengua se enroscó en torno a mi garganta. Hiervo. Mi cabeza gira en medio de un desmayo y me pierdo en la inmensidad de tus ojos negros… Tiemblo. Me debato entre el vértigo y el delirio… No puedo más… Gimo y me aferro a tu cuerpo. No puedo evitarlo. Solo tengo quince años y acabo de recibir mi primer beso.

    1. Elisabet dice:

      Hola Jennie, muchas gracias por compartir tus sensaciones con tod@s.

  20. migue dice:

    mi primer beso fue en el colegio jugando al conejo de la suerte,por cierto que verguenza la primera vez!! ya despues nos encantaba salir al recreo por algo seria jjjjj,un saludo

    1. Elisabet dice:

      Por algo sería, Migue!!! 😉

  21. Mireia G. dice:

    Hará unos tres años de mi primer beso de verdad, no de esos tontos, si no de los que sacuden tu mundo de arriba abajo, de los que te hacen sentir poderosa, fuerte, bella, amada, de esos que te dan fuerzas para cambiar el mundo.
    Fue un uno de mayo.
    Desde hacía tiempo que mis instintos me decían que yo le gustaba, incluso más que eso, pero para una persona un tanto insegura lleva un poco de tiempo decidir dar el paso.
    Ese día lo recuerdo aún ahora como si hubiera sido ayer.
    Eran cerca de las doce de la noche, mis padres estaban de cena y yo me había quedado con mi hermana pequeña en casa.
    El vino a cenar con nosotras y nos pusimos a ver una película, para ser exactos, Avatar.
    Yo estaba recostada sobre su hombro y el tenía deslizada su mano derecha en mi cintura.
    Todo fue muy instintivo, muy natural. No se cómo, pero empezamos a acariciarnos dulcemente, el me hacia «cosquillitas» en la cintura y yo tenía mi mano posada sobre su pecho, dibujando pequeños circulitos. Poco a poco mi mano se deslizó hacia su cuello, luego su oreja, luego su rostro y sus labios.
    Le miré a los ojos, estaban brillantes, expectantes, ¡anhelantes!, deseaba besarme.
    Juro que pude ver en sus ojos algo más que un simple deseo, su mirada era tan intensa que podría haber deshecho hasta el corazón mas helado.
    Al contemplar sus preciosos ojos grisáceos con pequeñas tonalidades verdes supe que era el momento.
    Poco a poco nuestros cuerpos se habían ido acercando, y de repente, pasó.
    Posé mis labios sobre los suyos, y ese momento, fue mágico.
    Debo reconocerlo, el mundo desapareció a nuestro alrededor, sólo estábamos nosotros dos, nuestros labios y nuestro amor.
    Nos besamos y amamos durante un año y medio a partir de ese día, y, aunque hoy ya no haya absolutamente nada entre él y yo, siempre recordaré con calidez, ternura y cariño, ese primer momento, tan íntimo, tan puro, tan bello.

    1. Elisabet dice:

      Muchas gracias por compartirlo, Mireia!! Un beso.

  22. Mode dice:

    En 1966 tener novio era una proeza y por supuesto era raro si no terminaba en matrimonio. Paco y yo no nos podíamos mover sin carabinas: mis hermanas, las suyas… En la feria de San Juan, solía tocar una orquesta y todas las parejas nos animábamos a bailar. Yo llevaba ese día un vestido de piqué azul cielo con un largo hasta la rodilla, y un cinturón blanco que marcaba mi cintura. Estaba preciosa, no es por nada, y Paco me decía una y otra vez lo guapa que estaba ese día. Me llevaba de la mano con orgullo, como presumiendo, y me sacó a bailar. No parecía cansarse de bailar una y otra canción, y a mí me tenía rendidita de dar vueltas alrededor de la pista de baile. Rendidita de dar vueltas y de empujarle hacia atrás para que mantuviese una distancia prudencial. ¡Qué dolor de brazo, y él erré que erré!. Así que antes de bailar de nuevo «Con un sorbito de champagne!, se me ocurrió decirle que me apetecía un poco de algodón de azúcar. A mis hermanas que nos observaban con sigilo, la idea no les pareció extraña y nos dejaron ir solos. Cuando Paco me dío el palillo con el algodón de azúcar me miró a los ojos con una gran ternura. Yo cogí un poco de algodón, y antes de que pudiera darme cuenta y con un sabor dulce en mi boca, Paco me dió un beso en los labios. Yo no sé qué me entró en el cuerpo. El estómago se me encogío, las piernas me temblaban, y el dichoso algodón de azúcar se nos cayó al suelo. Yo pensaba que todo el mundo nos miraba, no sabía dónde meterme. Pero no, la gente iba a lo suyo y nadie pareció darse cuenta de que Paco acababa de besarme por primera vez. Cuando regresamos junto a mis hermanas, ellas me notaron algo paliducha y yo lo achaqué a una bajada de azúcar como consecuencia de tanto…baile.

    1. Elisabet dice:

      Qué bonita historia!!!!!!! Hoy día parece mentira que hace sólo cincuenta años las cosas funcionasen así, con carabinas!!!! Seguro que nuestros jóvenes alucinarían!!!

  23. Rafael dice:

    Aún recuerdo nuestro primer encuentro, aquella imagen grabada en mi memoria, caminando ambos cogidos de la mano. La primera declaración de amor, con su rostro vivaracho y lleno de júbilo…
    Después, turno para el primer beso, aquellos intercambios cómplices llenos de ternura y pasión al cincuenta por ciento.
    Me sentía dichoso por lograr el botín más preciado, el tesoro que todo hombre quisiera tener: la mujer a la que uno ama. Se lamaba Lucía , como esa canción que hoy varios generaciones tarareamos. Tras disfrutar de aquellos labios caramelizados, de aquel néctar afrutado al que sabía su piel, de ese pórtico de gloria que tenía por rostro, de esos dos zafiros que tenía por ojos y de esa sonrisa capaz de iluminar un estadio de fútbol lleno hasta la bandera… Nos besamos.

    1. Elisabet dice:

      Muchas gracias por tu relato, Rafael!!

  24. César dice:

    Recuerdo mi primer beso como si lo hubiese dado ayer mismo, tenía 8 años y una niña del colegio me tenía totalmente obnubilado, ella tenía 1 año más que yo, pero eso no me importaba, creo que es lo que más me gustaba, ver que ella era de las mayores. Yo me pasaba el día tirándole de las trenzas y ella sólo con verme se ponía histérica y me sacaba la lengua 🙂 Un día, cuando estábamos jugando al escondite todos los chicos del pueblo (cuando digo chicos me refiero a chicos y chicas) acabamos los dos escondidos detrás del mismo arbusto ¿el destino? jejeje, ahora que no se va a enterar confieso que yo la seguí a propósito. Cuando me vió aparecer detrás de ella en aquel arbusto quiso echar a correr, entonces yo le agarré del brazo y le di un beso en los labios, se puso roja como un tomate, me dió un tortazo y salió corriendo 🙂 No volví a conseguir robarle otro beso, pero en el fondo creo que a ella le gustó también 😉

    1. Elisabet dice:

      Divertido y travieso!!!

  25. Karold dice:

    Mi mejor amigo y yo, habíamos pasado muchas cosas buenas, bonitas, alegres y tristes, pero nos habíamos distanciado y si no fuera por su llamada del 13 de febrero para saludarme por el día de a amistad e invitarme a salir el 14, no lo habría vuelto a ver. Es que una de las razones para el distanciamiento de mi parte, fue que me había enamorado de el, y yo no quería aceptar eso por miedo, era mi primer amor y no sabia como reaccionar.

    Yo tenía el carácter fuerte pero un alma de niña. Ese 14 de febrero caminamos, jugamos, paseamos, y nos sentamos en una banca en la alameda, mientras eso sucedía, las parejas de esposos, novios y enamorados paseaban con sus globos y flores celebrando el día de San Valentín.

    Ya sentados mientras reíamos y conversábamos, él tomo mis manos y me pidió muy dulcemente que sea su enamorada, el estaba muy nervioso, y yo sentía mi corazón palpitar muy rápidamente, al mismo tiempo que sentía las mariposas dentro de mi, su pregunta tan dulce me dejo muda pero es que creo que las palabras en estos momentos no eran necesarias, porque nuestras miradas lo decían todo, estábamos enamorados hacia un par de años el uno del otro pero ninguno dijo nada en todo este tiempo, yo por orgullo y el por miedo a que yo le diga que no; nuestras miradas eran tiernas, nuestros rostros se iban acercando, nuestros ojos se fueron cerrando, para finalmente sellar este mágico momento con un dulce y tierno beso, y es que no podía creerlo, para mi era como un sueño hecho realidad, no era para menos era mi primer beso y con mi primer amor.
    Definitivamente es algo que nunca olvidaré.

    1. Elisabet dice:

      Muchas graciasor tu relato, Karold!!

  26. Carmen P dice:

    Es cierto, el primer beso no se olvida…
    A él, a Fabián, le conocía desde siempre. Sus padres eran andaluces y vinieron a vivir a mi pueblo, a mediados de los años 60. Él ya nació allí ,el día de Reyes, y yo nací 14 días más tarde y por eso crecimos casi juntos. Recuerdo que SIEMPRE estaba con él: yo merendaba en su casa (¡ahí me aficioné al pan con aceite!), él venía a ver la tele a la mía (Los Chiripitifláuticos, ¿alguien más lo recuerda?), salíamos a ver el rebaño que cuidaba su padre y a dar biberones a los corderos recién nacidos o nos colábamos en las cuadras para ver a mi padre, el veterinario del pueblo, atender a los animales, íbamos juntos a la escuela… En fin, que compartíamos todo nuestro tiempo hasta que me enteré de que a mi padre le había dado otro destino y nos íbamos. Cuando me lo dijeron yo les planteé muy seria que me quedaba a vivir con Fabi y que ya iría a visitarles en verano pero, evidentemente, unos meses más tarde toco despedirse.
    No se me olvida la escena.
    En la era que estaba frente a mi casa había un camión de ganado en el que iban todas nuestras cosas y mi padre metía unas maletas en nuestra furgoneta Dyane 6 ¡alta tecnología!. Fabi y yo estábamos sentados en el poyo de la puerta sin hablarnos y cuando ya nos íbamos a marchar me cogió de la mano, me llevó al portal y me dio un beso: un besín más bien, en los labios. Luego sacó del bolsillo la carta que a mi más me gustaba de una de aquellas barajas de familias con las que jugábamos en la época, la niña esquimal, y me la ofreció. Yo la cogí, él se dio la vuelta y se marchó. Me quedé conmocionada: por un lado me daba mucha pena, pero por otro estaba encantada con el beso y el regalo. El resto del viaje lo hice llorando, durmiendo y vomitando.
    Evidentemente no fue el mejor beso de mi vida pero no estuvo nada mal teniendo en cuenta que era el verano del 72 y teníamos 6 años.

    1. Àngels dice:

      Precioso Carmen! Besos así son los que se recuerdan con más amor. Gracias por contarnos tu historia!

  27. Mimi dice:

    Fue un 26 de Septiempre, y fue un beso robado. Pero no me lo robó él a mí sino yo a él. Yo tenía quince años y él diecisiete, y es que desde siempre he tenido las cosas muy claras.

    Cuando yo terminaba las clases en el instituto, mi madre me había encargado la tarea de recoger el pan. Un día me encontré a alguien nuevo despachando en la tienda, Gonzalo. Al principio no me percaté de su nerviosismo a la hora de atenderme, de que se tropezaba con todo en cuanto yo atravesaba la puerta del establecimiento, y de que se confundía con el cambio que le daba a otros clientes si yo estaba delante.

    Pronto la tarea de recoger el pan de la tienda se convirtió en la ilusión de cada día para mí, y también para él pues si algún día me retrasaba, me lo encontraba en la puerta con cara de desencajado.
    Un día de esos en que yo me retrasé más de lo debido, después de comprarle la barra de pan y aprovechando que no había nadie más en la tienda, me invitó a salir. ¡No me lo podía creer.! Por supuesto dije que sí y volví a casa dando más saltos que Heidi porque llevábamos más de seis meses con un flirteo que parecía interminable aunque no por ello dejaba de tener su encanto.
    Quedamos para el sábado. Fuimos al cine y después nos tomamos un refresco en un bar cerca de casa. Y llegó el momento de acompañarme al portál. Yo no quería que aquella tarde se terminara, no quería abrir la puerta y despedirme de él pero mis padres eran muy estrictos con la hora de recogida y yo ya llevaba de retraso quince minutos. Estaba introduciendo la llave en la cerradura, y nos envolvía ese silencio embarazoso que precede a algo importante: una frase, una mirada, un roce,…Entonces, Gonzalo me preguntó: «¿Te veré mañana?. Y yo, con más nervios que un flan de gelatina, me volví hacia a él y le solté un sonoro beso en los labios, y añadí: «Sí». Su cara fue un poema, no sabía dónde meterse y a la vez no dejaba de sonreir. A mí me riñeron en casa por llegar tarde, pero podía haberse acabado el mundo en ese momento, y yo no me hubiese inmutado porque estaba más feliz que una perdíz.
    Después, con el paso del tiempo recuerdo que él me dijo que lo que más le gustó de todo y de mí, fue ese primer beso. «¡Sí que le eché valor!-, le respondía yo.» De hecho, nuestro aniversario lo celebrábamos no el día en que nos conocimos si no el día en que nos dimos ese beso. Ese beso que le dejó desconcertado y le pillo desprevenido y que le animó a invitarme al sábado siguiente a volver a salir. Nuestra relación duró sólo cuatro años pero mantenemos la amistad. Gonzalo siempre será muy especial para mí y sobre todo, será el titular de mi primer beso.

    1. Àngels dice:

      Muy bonito Mimi! Que atrevida es la adolescencia y como nos marca, ¿verdad? Creo que nunca se deja de amar a quien hemos querido en esta etapa de nuestra vida, a no ser que la experiencia terminase fatal. Pero aún así, nunca se olvida ni el primer beso ni el primer amor.
      Besos!

      1. Mimi dice:

        Es que como tengamos que estar esperando a que ellos nos den una señal, vamos listasss!!! Pero en cualquier caso, no me equivoqué. Bxs, Bellezones Activos.

  28. ALVARO dice:

    Fue tan inocente y puro que jamás se me olvidará. Jugábamos a los policias y ladrones con los demás amigos. En un lugar apartado, Vanessa me sorprendió otra vez ella como policía y yo como un ladrón de los malos jeje; yo estaba de pié con la espalda contra un muro y ella me acorraló con sus dos brazos apoyados en la pared para no dejarme escapar aquella noche. Acercó rápidamente sus labios a los míos y me besó sin darme tiempo a reaccionar.Cuanto me alegré de haber perdido el juego. Aquello era como en las películas, se veían estrellitas, el calor subía por el estómago hacia la garganta, mi cara ardía. La inocencia pura y casi imposible de la infancia nos envolvió.

    1. Àngels dice:

      Es precioso Alvaro! Besos (castos)!

      1. ALVARO dice:

        jajaja, me alegro que os haya gustado, pero más me gustó a mi jajajaja. Un abrazo para las dos desde Cádiz.

        1. Àngels dice:

          jajaja 😉

  29. angeles sánchez sicilia dice:

    Mi historia del primer beso es super romántica, al menos para mi lo fué, era una adolescente, 15 años recién cumplidos y mi madre me llevó a conocer la maravillosa Isla de La Palma, un entorno ideal para conocer al que, sin ninguna duda, sería mi primer amor. Una tarde de verano mi primo hermano me llevó al Teatro del pueblo, donde las parejas se conocían, bailaban, hablaban, se conocían y, bueno, entre algunas de esas parejas surgía el amor como en aquella ocasión me sucedió a mi. Me llevó hasta el centro del escenario donde se conocían los amigos y me presentó a unos cuantos, en seguida me fijé en uno de ellos, me saludó con un beso en la mejilla y, me invitó a bailar, era muy guapo y bastante atractivo, con un parecido excepcional a un cantante de la época, el italiano Sandro Giacobbe, y, además, el tenía unos labios tan sensuales como los de ese intérprete musical, bien, empezamos a bailar y, no os lo podéis creer, sonó de fondo el tema «El jardín prohibido» que justo cantaba ese italiano y, una cosa llevó a la otra, empezamos a bailar lento, empezó a rozar sus labios con mi cuello hasta que, inevitablemente, sus labios llegaron a rozarse con los míos y, ahí si, me dió ese primer beso que nadie hasta el momento me había dado y, claro, me puse a temblar, además de la atracción física me había enamorado, lo sé porque luego nos sentamos a charlar animadamente y, si, quería que me volviera a besar pero, además, me encantaba su compañía, luego cada uno siguió su vida y, al cabo del tiempo nos volvimos a encontrar y, si, cada vez que se me acerca y, esta vez, ya sus besos son en mis mejillas, no puedo evitar estremecerme.

    1. Elisabet dice:

      Recurdo a Sandro Giacobbe y también la canción! no se puede pedir demasiado más para un primer beso!!!

  30. Saioa dice:

    La hierba apagada se encontraba, dos nubes se abrazaron alocadamente provocando tanta pasión que se convirtieron en agua de lluvia que recorrió todo el cielo en sentido descendente persiguiendo su objetivo falto de luz. Tras conseguir rozar suave y levemente el cuerpo de la hierba, le dio a beber de su pasión erizando sus sentidos y haciéndola resurgir, haciéndola sentirse viva, húmeda y deseando siempre estarlo. Así se enamoró la hierba de la lluvia y así, fue mi primer beso.

    1. Elisabet dice:

      Muy poético!! Gracias

  31. Noelia dice:

    Memorable. De película. Mágico. Así fue mi primer beso… yo tenía 18 años y hasta entonces nunca había querido besar a un chico en las circunstancias que se me presentaron… discotecas, bares: impersonal, poco original. No, no quería eso, quería más. Y un día llegó.

    Yo acababa de llegar a Estados Unidos, a un pequeño pueblo de la región de Nueva Inglaterra, era el mes de diciembre, pleno invierno, y todo nevado. Era la primera vez que veía nieve. La empresa para la que trabajaría durante los próximos meses daba una fiesta de bienvenida a todos los nuevos empleados y para festejar la Navidad que se acercaba. En esa fiesta, a sólo 3 días de haber llegado a este pueblo, lo vi. Inmediatamente supe que me gustaba, y aparentemente, el sentimiento fue mutuo. Hablamos toda la noche. Él era muy guapo, exótico, brasileño de cuerpo escultural, estudiante de abogacía… encantador. Y si, las mariposas en el estómago no se hicieron esperar, y me acompañaron toda la noche, igual que él.

    Al acabar la cena y la fiesta de bienvenida, él se ofreció a llevarme a casa. Una casa de alquiler compartida con otros jóvenes estudiantes, de esas que parecen de película. Toda blanca, de madera, tres plantas con porche, en medio del bosque y rodeada de nieve. Me llevó hasta la puerta y justo en ese momento, por primera vez en mi vida, vi caer cientos de copos de nieve. Empezó suave, muy suave, a caer lentamente sobre nosotros, y a medida que la nieve caía, la distancia entre ambos se acortaba. Sus labios perfectos se acercaron a los míos, y como si yo supiera lo que hacía, le devolví el beso. Fue largo, fue exploratorio, muy dulce, y muy cálido, a pesar del frío gélido que nos envolvía. Fue un beso de película. Y valió cada segundo de espera hasta vivirlo.

    La mayoría de la gente que conozco recuerda su primer beso, con mayor o menor entusiasmo. Yo jamás olvidaré el mío y sus circunstancias, fue absolutamente perfecto.

    1. Elisabet dice:

      Muchas gracias, Noelia, por compartir con nosotr@s tu recuerdo del primer beso bajo la nieve. Precioso!

      1. Noelia dice:

        Gracias a vosotras por incitarme a revivirlo! Y felicidades por la web, los artículos son muy muy buenos! 🙂

  32. chari perez dice:

    Mi primer beso fue hace ya bastantes años, cursaba 2º de BUP y estaba enamorada de mi compañero Ramón. Un día volvíamos a casa los dos hablando de unos amigos que se habían hecho pareja, riendo…, y me confesó que yo le gustaba, yo quería hacerme un poco la dura, pero con lo que me gustaba y mirandome de esa manera….. imposible. Acabé confesándole que a mi también me gustaba. Lo siguiente que recuerdo es como me miraba tan tiernamente, fijamente a los ojos, los libros por el suelo…me acarició suavemente la cara, y me dió uno de los mejores recuerdos de mi adolescencia… el beso más tierno, y dulce que podía imaginar! Dios, como me temblaba todo….

    1. Elisabet dice:

      Gracias por recordarlo para nosotr@s!! Un beso

  33. Bettina Barboza dice:

    En realidad todas tenemos varios primeros besos, por ejemplo, yo recuerdo el de la escuela, a aquel compañerito que nos pide inocentemente que seamos su novia, y con una sonrisa enorme aceptamos y sellamos el trato con un beso en los labios……¡¡que bonito!!
    El primer beso en el instituto, ya es algo más serio; y con el cual nos hacemos preguntas existenciales como: ¿con lengua, sin lengua? y pensamientos como ¡¡que Asco, ¿en serio va a meter su lengua en mi boca? ¿con los ojos abiertos o cerrados? ¿y si su aliento huele feo? ¿y si lo hago mal y se ríe de mí?……….Aún lo recuerdo y sólo puedo pensar: ¡Que horror, por favor, Que estresssss!
    El primer beso con ÉL. Recuerdo que fue muy lento, muy suave, muy largo, muy tibio…recuerdo aquel pequeño malestar en el estómago (que muchos dirán que son «mariposas en el estomago», aunque no recuerdo ese día haber cenado ningún capullo, jejeje); fue tal cual me lo había imaginado y mucho mejor. Aún seguimos juntos, y sus besos me siguen enamorando como el primero.
    Gracias por el concurso 🙂

    1. Elisabet dice:

      Gracias a ti por tu texto y por recordarnos también el primer y tierno beso de la escuela… (lo que nos perdimos las que siempre fuimos con chicas!!!)

      1. Bettina Barboza dice:

        jajajaja, ¡viva las escuelas mixtas!

        1. Elisabet dice:

          Cierto!!!

  34. Ana M. dice:

    Hola, de vuelta de vacaciones post-navideñas (que me pasé las fiestas currando oye!)
    Ainsss… ¿y no puede ser de otro beso que no sea el primero de nuestra «carrera amorosa»? Que aquel fue con ortodoncia y más que mariposas recuerdo el amasijo de hierros que me pusieron en los piños 🙂

    1. Elisabet dice:

      Bienvenida de nuevo!! Puede ser el primer beso que tu quieras, como decía otra lectora: hay muchos primeros besos…

  35. Noe dice:

    Mi primer beso me lo dio un chico que me gustaba pero yo no sabia que le gustaba a él.
    Estábamos en una discoteca y como en la escena mas previsible de una pelicula americana, a mi se me metió algo en un ojo y él enseguida vino a darme un pequeño soplido y como si algo mágico nos envolviese nuestros ojos se miraron fijamente durante un par de segundos y su cabeza se inclino sobre la mia y me besó. Es cierto que ese momento es mágico!! Solo tengo el recuerdo de nosotros y el resto del mundo se evaporó en aquel instante. Silencio y cosquilleo en el estomago… ¿Mariposas?

    Gracias por haberme hecho esbozar una sonrisa Belleza Activa 🙂

    1. Elisabet dice:

      Gracias a ti por compartirlo con tod@s!!

  36. Caterina Muriel Padilla dice:

    Y si os digo que mi primer beso fue algo tardío, ¿me creeríais? Y es yo no tenía prisa por encontrar novio, es más, para mí esas cosas no eran importantes en mi adolescencia, los estudios ocupaban el 99% de mi cocorota. Bueno, el 1% restante se pasaba las horas pensando en lo bonito que sería que ese compañero de clase que me quitaba el aliento me quitara también el primer beso. Pero mira como es la vida que nunca fue él quién me lo robó, ni otros que vinieron después. Escasa en relaciones sentimentales, empezaba a considerarme una especie de «Betty la fea», inteligente pero poco agraciada físicamente y por eso no conseguía éxito si no era a base de que me conocieran en profundidad. Pero es que yo no acababa de estar a gusto al cien por cien en este tema. Así que después de varios chascos durante años me resigné a pensar que el día menos pensado llegaría ese trovador que me cantaría bellas canciones a la luz de la luna. Al cumplir los 18 años me hice del club de fans de un cantante británico guapísimo y de mi misma edad llamado Garteh Gates. Debutó con la canción de «Unchained Melody» (la de la película de Ghost) y desde el primer momento me enamoró. Su carita angelical, sus pinchitos morenos en su pelo, su actitud tímida… Además, tuve la grandísima suerte de poder conocerlo en persona. Y os preguntaréis: ¿qué tiene que ver este cantante con el primer beso de esta chica, leñe? Pues bien, hace ya 9 años, en las fiestas de verano del barrio donde vivía anteriormente conocí al doble de mi cantante favorito, os podéis imaginar la cara que puse al verlo. Mientras él atendía clientes en el chiringuito notaba que me lanzaba miradas, esta vez la atracción era recíproca. Pero esa noche le perdí de vista, así que decidí volver al día siguiente para encontrarle de nuevo. Esta vez fui yo la lanzada y me atreví a pedirle el número de teléfono. Basta ya de perder oportunidades, era hora de pasar a la acción. A través de los ya obsoletos mensajes de texto de móvil quedemos para el miércoles. El doble de Garteh me subió en su moto y fuimos a tomar un café para conocernos mejor. Luego paseemos por un precioso parque y nos tumbamos en la hierba. Estaba super nerviosa y él lo notaba. Entre jugueteo y jugueteo rotemos por el césped y yo quedé semi-encima de él. Sin saber qué hacer me quedé sin habla al ver su cara tan pegada a la mía. De pronto, me besó. Me quedé tiesa, sin articular ningún músculo y con el corazón a punto de darme un ataque. Se me quedaron los labios abiertos como con expresión de :0 Él se apartó un poco extrañado por mi reacción, pues jamás se había imaginado que una chica de 19 años (en esa época) aún no hubiera besado a un chico. Pero me armé de valor y no se cómo le pude devolver el beso. Esta vez más cálido y tierno entre los dos, pero aún con los nervios a flor de piel.
    Recuerdo ese momento muy especial y pienso que valió la pena esperar un tiempo a encontrar ese beso tan especial pues hoy puedo estar contenta ya que la persona que me robó ese beso después de 9 años me sigue amando y yo a él muchísimo más. Fue mi primer y único amor y no lo cambio por nada en el mundo.

    1. Elisabet dice:

      Caterina, sólo puedo decir una cosa: nunca es tarde cuando llega!!!! Un beso!!!

      1. Caterina Muriel dice:

        Ni que lo digas guapa!

  37. patricia b.g. dice:

    mi primer beso fue pues… algo realmente bonito pero a la vez inocente. Los dos no teníamos ni 18 años, y los dos eramos primerizos en el tema amoroso, entonces puedo decir que fue tierno pero no muy apasionado porque no teníamos experiencia ninguna. Estuvimos besándonos durante largo rato, pero sin saber muy bien lo que hacíamos ni la postura que teníamos que tomar en cada momento, chocábamos nuestras narices continuamente hasta el punto de llegar a hacernos daño, nos golpeábamos los dientes repetidamente, pero por otra parte no dejábamos de besarnos porque ese era nuestro primer beso, nuestro primer síntoma de enamoramiento hacia alguien, nuestro primer contacto con el amor, por eso jamas olvidare ese primer beso, jamas olvidare a ese primer chico, ese momento tan único en la vida, tan inolvidable, con tanto amor. Tiempo después de ese beso volví a contrarme con ese chico y los dos sin decirnos nada con la mirada nos dijimos todos y los dos esbozamos media sonrisa tan tierna como aquel momento tan dulce

    1. Elisabet dice:

      Esa sonrisa tan tierna debe ser parecida a la que acabo de esbozar yo misma… bonito recuerdo!! Gracias

  38. María Jesús Moreno dice:

    Pues fue con 17 años cuando una tarde noche en Pachá La Pineda se me acercó un chico muy guapo en las lentas y me pidió bailar cuando sonaba «Cuando nadie me ve» de Alejandro Sanz y fue tan bonito ahí abrazados en medio de la pista con esa canción que me encanta, nos mirábamos con timidez y de repente surgió ese beso tan deseado, tierno que te crea cosquillas en el estómago que detiene el tiempo y que no quieres que ese momento se acabe nunca.

    1. Elisabet dice:

      Muchas gracias María Jesús!!

  39. isabel7 dice:

    Mi primer beso, fue dulce pero inquietante ,fue realmente un koctail de sensaciones, pero sobre todo fue magico,supongo que porque tenia solo catorce años ,era de noche y estaba frente al mar y era el chico mas guapo y,cariñoso que podias imaginar y ese beso siempre quedara en mi ,porque fue un beso de esos que no olvidas a pesar de los años.

    1. Elisabet dice:

      Normalmente el primer beso nunca se olvida, Isabel7.

  40. Carmen González dice:

    Una cena agradable con amigos, un ambiente distendido… aquella noche todo estaba saliendo muy bien y las risas no paraban de surgir de nuestras gargantas.
    Luego, en la discoteca, con la ‘alegría’ característica de quien lleva una copa de más y la relajación del cuerpo… sumadas a una gran admiración y cariño que yo sentía por aquel amigo. O algo más, quizá. Una caricia por aquí, un abrazo por allá… después, un beso en la mejilla. Correspondido, por supuesto. Cuando quise darme cuenta, sus labios se habían enredado con los míos. Con ojos cerrados, incluidos.

    1. Elisabet dice:

      Gracias por recordarlo para nosotr@s!

  41. ana maria ramos dice:

    Mi primer beso?? Fué con 13 años…uuffffff No tengo palabras…fue… fue…indescriptible!! eso si fue un beso dulce y bonito aiinnssss que recuerdos… :-))

    1. Elisabet dice:

      Gracias por compartirlo, Ana María!

  42. angeles dice:

    Mi primer beso fue ya grandecita pero me resultó inolvidable porque era con un hombre que quisé y quiero mucho.

    1. Elisabet dice:

      Gracias, Ángeles!

  43. CAROLINA dice:

    Mi primer beso , fué hace ya unos cuantos años en un bar , de las fiestas de mi ciudad
    Estaban echando una canción de Gloria Estefan ,» mi cuerpo pide salsa » , fué muy esperado , ya que llevaba 7 años esperandole , éramos muy buenos amigos y ese 12 de septiembre surgió el contacto mutuo , ahora somo marido y mujer con un niño de 5 años

    1. Elisabet dice:

      Buen final para un primer beso, Carolina!

  44. Aurora Cuesta valle dice:

    Todavia lo puedo recordar y ya pasaron 30 años, La magia de ese primer beso tan soñado, mi hizo sentir mil sensaciones desconocidas hasta ese momento, se altero el ritmo de mi corazón, recuerdo mis piernas temblando y en ese momento pense «esto es el amor», recuerdo que cuando ese primer beso acabo corri hacia casa colorada y sin decir palabra, me moria de verguenza sólo con pensar en verlo otra vez, y luego vinieron mas besos pero ya ninguno fué como aquel primer beso a mis 15 años.

    1. Elisabet dice:

      Es que sólo hay un primer beso…

  45. Encarni dice:

    pues mi primer beso me lo quito un chico en la puerta de una discoteca,me dijo me das un beso y yo tan inocente le iba a dar un beso en la mejilla cuando de repente me lo doy en la boca,eso si se llevo un guantazo que yo pienso que ya no se le ocurriria mas hacerlo

    1. Àngels dice:

      Los hay tontos! Gracias Encarni!

  46. ana maria moreno dice:

    la verdad es que han pasado ya 32 años, yo tenia 15 por entonces, y no sabia demasiado de la vida, vivia en el campo, y empece a subir al pueblo mas cercano, los domingos con mis amigas.
    el que es hoy mi marido, que me lleva 5 años, ya tenia su experiencia, empezo a estar con la pandilla domingo tras domingo, yo no me fiaba mucho de el, por la diferencia de edad, y su fama de conquistador.
    pero claro dia a dia fue ganando un lugar en mi corazon y surgio el primer beso, en la discoteca, a oscuras, pero fue bonito y hoy, despues de tantos años el conquistador, fue conquistado y compartimos vida, ya 27 años casados.

    1. Àngels dice:

      Gracias por compartirlo Ana Maria! Besos!

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