Perfume

Concurso de relatos breves: recuerda tu amor de verano y gana una fragancia Amor Amor in the Flash

Comments (94)
  1. Maria Garcia Vidal dice:

    Se sabe ya el ganador??

    1. Elisabet dice:

      Los resultados están en la home del blog!!

  2. maria luisa dice:

    Qué mejor que conocer a tu novio con tan solo 20 años realizando las clases prácticas del carnet de conducir… Nuestro profesor de la autoescuela nos llamaba la atención por no prestar atención y por hablar demasiado.¡Y ambos nos reíamos de ello! Mi mensaje para ti es este, cariño: ¡sí hiciese falta me sacaría de nuevo el carnet de conducir hasta 100 veces por tan solo coincidir contigo!».

    1. Àngels dice:

      Jajaja! Suerte Maria Luisa!

  3. Esther dice:

    La historia que quiero contar no es la mía, es una historia que empieza hace unos sesenta y cinco años, en esa España de posguerra donde nadie tenía nada, muchas familias estaban rotas por la pérdida de sus hombres en la contienda y donde con las cosas más simples se podía ser feliz.
    Los protagonistas de esta historia se conocieron un día de verano. Aquel día se casaban América y Pedro, y Pedro quiso invitar a su mejor amigo, un chico que cuando él había llegado a la ciudad desde el pueblo y no tenía nada lo había acogido en la habitación donde vivía de alquiler sin pedirle nada a cambio, y que siempre le ayudaba desinteresadamente.
    Era aquella una pequeña y sencilla boda que celebraban en una finca de unos conocidos, y donde la novia había preparado toda la comida con ayuda de sus futuras cuñadas, y por ser un día tan especial quiso Pedro sentar a su amigo junto a su hermana, una de las que había ayudado a prepararlo todo. Era ella una chica de pueblo que estaba sirviendo en una casa grande y señorial, de la que apenas salía.
    Nada más verse surgió entre ellos algo tan especial, tan intangible y tan lleno de magia que nunca más se fue, ese sentimiento no pudo evaporarse jamás, ni la lluvia, ni los años ni el dolor del paso del tiempo puieron borrarlo.
    Poco después de la boda en la que se habían conocido, un 25 de septiembre, se casaron. Ella llevaba un traje de chaqueta negro y una mantilla, porque la iglesia del pueblo se había quemado durante la guerra y con ella los documentos de bautismo. Y al parecer, quien no tenía documentación se casaba “de pobre”, es decir, de negro. Pero nada podía empañar la felicidad y la ilusión que les embargaba, así que fue novia feliz en una boda sin vestido blanco ni casi banquete, pero llena de esperanza.
    Cuando empezaron a compartir su vida no tenían nada, como decía ella, ni un tarro para guardar legumbres ni legumbres para meter en el tarro. Pero tenían toneladas de ilusión, y poco a poco fueron saliendo arriba.
    Algún tiempo después de la boda y tras perder un hijo a los pocos meses de nacer tuvieron a su primera hija, y poquitos años después llegó al mundo un niño para colmarles de felicidad.
    En esos años tan duros en los que apenas había nada supieron ellos buscar lo bueno de la vida, mirar siempre la cara amable de las cosas, y supieron y enseñaron a los suyos a saborear intensamente las cosas buenas que nos pasan.
    Con el correr de los años los niños crecieron, se casaron y llegaron las nietas, las que les hicieron que la vida volviera a llenarse de risas y de luz.
    Y cuando las nietas crecieron y llegaron los bisnietos estaban ellos en un momento complicado, los años habían ido minando su salud, pero siempre siguieron juntos, intentando compartir todo el tiempo posible, saboreando como siempre hicieron cada segundo. Y hace unos años, una tarde de enero nos dejaba él, y solo cuatro meses después iba ella a reunirse con el amor de su vida.
    Como habréis adivinado se trata de la historia de mis padres, el ejemplo de toda mi familia, el nexo de unión de todos nosotros y un ejemplo de amor verdadero, y está claro que no podían vivir el uno sin el otro. Y siete años después de su partida recordamos lo que nos enseñaron, saboreamos lo bueno e intentamos pintar nuestra vida de buenos recuerdos. Y siete años después de su partida aún les echamos de menos.

    1. Elisabet dice:

      Esther, se me ha erizado la piel y se me ha hecho un nudo en la garganta. Me encanta la historia de tus padres. Mil gracias por compartirla con tod@s!

  4. Alberto F. dice:

    Tenía trece años, y hasta aquel verano había pasado las vacaciones en la casa del pueblo. Pero aquel curso conocí a Elena y me enamoré de ella. Su hermano y yo éramos de carácter retraído; y, aunque me había invitado a su chalé en la playa, al final nunca coincidimos. Aquel año me ocupé de despejar todos los obstáculos.
    Su padre nos llevó a la playa. Cuando llegamos, me quedé boquiabierto. “¿Qué es eso?”, pregunté al ver en el jardín un globo de verdad. “Es mi dirigible Montgolfier. Lo he inventado yo, o, mejor, lo he ‘reinventado’”. “¡Guau!”, exclamé sobrecogido. “Claro que ese chisme no volará”. Herido en su orgullo, el anfitrión me cogió por las axilas y me subió al globo. Hizo lo mismo con Elena, y pidió a Romualdo que lo ayudara con el lastre, para montarse los dos a la carrera. Pero algo debió de fallar, pues el resto de los tripulantes se quedó en tierra. “Ojalá las gaviotas no me paren y me pidan el carné de vuelo”, pensé.
    A trancas y barrancas el globo se fue elevando. Elena y yo nos sentíamos como gigantes derribando los muros invisibles de un reino de espuma y niebla. Los pájaros pegaban con saliva la luna al cielo. Y si arriba era el azul, abajo también lo era, un azul como el iris de un niño. Fue la primera vez que vi el mar. Los ojos tienen la edad de lo que ven, como el corazón la edad de lo que siente, y lo que yo sentí fue que entre el mar y el cielo había un mundo de misterios.
    El globo empezó a balancearse y, como una pluma o una hoja, fue cayendo. Pese al vaivén, no solté la mano de Elena, y ella, asustada, me dio un beso. Nos rescataron. El Montgolfier quedó en el agua, exhausto el tafetán sobre la barquilla. Cada vez que miro al mar, lo encuentro todavía y, cada vez que cierro los ojos, hallo su recuerdo, y eso me basta para sonreír y para que Elena, mi mujer, sonría conmigo.

    1. Elisabet dice:

      Preciosa historia, Alberto, y bonito y emocionante recuerdo conjunto!! Mil gracias por compartirlo!!!

  5. Koblasrome dice:

    Del inicio de esta historia han pasado tres años y un ligero puñado de días.
    Nos cruzamos atravesando el Paseo de la Concha, en San Sebastián, siguiendo las flechas amarillas que debían acercarnos al albergue de la ciudad. De espaldas, con la mochila acuestas y acompañado por otros dos peregrinos que prácticamente le doblaban la edad, pasó totalmente desapercibido para mí.
    Con la oportunidad de compartir kilómetros, tendinitis, cansancio,…empezó a despertarse en mí una curiosidad-interés-ilusión que me hacía buscarle en cada paso, por todos los rincones del Camino.
    Convencida de que sus deseos apuntaban en otra dirección, agachaba la visera de la gorra cuando nos cruzábamos, desviando la atención hacia cualquier otro lugar. Prefería no tener que rendirme a la evidencia de que esas cosas a mí no me pueden pasar y de que aquella risueña madrileña le había deslumbrado.
    Cada día, cada etapa, se hacía más grande ese querer saber de él. Para cuando llegamos a Gernika ya estaba dispuesta a arrancarle como fuera un teléfono, una dirección, cualquier manera de poderle encontrar después de volver cada uno a su mundo. Aquella misma jornada nos tocaba mal dormir en el suelo de una pista descubierta de frontón; algo de la magia del Camino ocurrió para que, en lugar de hacerlo, la noche transcurriera charlando en el jardín hasta bien entrada la madrugada. Como surgido de la nada, selló aquel momento con un abrazo del que aún conservo el calor. El suelo me pareció un mullido colchón de nubes y primavera.
    Un poco por casualidad otro poco porque hice parte de lo imposible para que así fuera, el viaje de vuelta lo hicimos en asientos contiguos de tren. Desde el instante en el que llegamos a la estación una parte de nosotros no volvería a separase más.
    Bastó una semana en la que robamos oportunidades al tiempo, a la distancia y a la vida de cada uno para que emprendiéramos un nuevo camino juntos. Algo grande se estaba formando y todo estaba dispuesto para que se cumpliera. Era 27 de agosto de 2010 y él el hombre que me hacía feliz.
    Quisiera haber podido compartir la inmensa alegría que supuso construir un hogar junto a él, pero por motivos que aún no entiendo partió en la búsqueda de otros proyectos. Fueron unos meses de convivencia maravillosos, aunque ahora escriba desde el dolor.
    Añadid a estas palabras una ilusión infinita, el calor de sus manos en mi espalda, mariposas en el estómago durante más de mil días, los millones de veces que reímos juntos y los problemas compartidos, la entrega, magia y los momentos maravillosos que no cuento para que se queden muy dentro de mí…
    Aunque este verano no lo hemos pasado juntos le sigo llevando conmigo.
    Te sigo queriendo tanto…

    1. Àngels dice:

      Gracias por compartirlo Koblasrome. Suerte!

  6. Merce dice:

    Pasó hace ya dos veranos, él era el primo de una amiga, pasamos medio verano juntos en casa de sus tíos tonteando y sonriendo como bobos, todos los días eran divertidos y felices, cuando llegaron las fiestas del pueblo, una noche él bebió de más y perdió la timidez, decidí que, si no podía ser de otro modo, aprovecharía esa noche.
    Mi amiga me estaba molestando para que le dijera algo, que me dejaba a solas con él, entonces, alguien pasó por detrás de mi, me empujó y caí en sus brazos cual princesa de cuento de hadas, cuando levanté el rostro, él me miraba divertido, en un impulso me puse de puntillas y le besé. Pasamos una noche maravillosa y, como me temía, cuando despertamos al día siguiente, él ni siquiera podía mirarme a la cara sin sonrojarse, pero aún así, fue la mejor noche de fiesta de mi vida.

    1. Àngels dice:

      ¿Por qué nos gustarán los tímidos? Suerte Merce!

  7. Alice dice:

    Dicen que cuando piensas en algo y sonríes es porque te llego al corazón. Mi historia , el amor de mi vida …sucedió no hace mucho escasamente hace unos dos años …Fue un amor de verano y siguió hasta el otoño, invierno ect ect..
    No conocía lo que era enamorarse de verdad, o eso es lo que se suele decir después de tener rupturas…pero esto era diferente…
    Cuando conocí a mi chico , todo fue muy de quinceañeros,aún teniendo cerca de los 30..jeje
    Algo precioso en este Mundo tan rápido, donde se tiene prisas por todo nosotros no la tuvimos
    pero no por nada , sino porque surgió así.
    Nos conocimos en un partido de fútbol ,cosa que no es que a mí me fascine,jeje pero aunque es muy guapo, me dí cuenta que estaba enamorada de él a la hora de conocerle…por su sonrisa!!
    Fue mirarme y sonreírme ..y en ese instante supe que (aunque nunca creí en el matrimonio) quería estar con él para siempre.
    Nuestras citas eran : jugar a la wii y comer pizzas !! jejejeje de quinceañeros vamos.
    Pero poco a poco, nos hicimos inseparables..y de un verano nació un amor.

    Te quiero siempre en mi vida! 🙂

    1. Elisabet dice:

      Muchísimas gracias, Alice, por compartirlo!! Un beso.

  8. silvia dice:

    fué muy bonito pero muy breve, fui con mi abuela de vacaciones a Benidor, en el hotel empecé con unas miradas con el camarero que nos servía el agua y el vino, luego fuimos cada día entablando conversaciones hasta que me pidió salir cuando él terminara de salir del trabajo, yo le dije que sí, fué muy bonito, romántico, éramos muy jovencitos con 18 años cada uno,dábamos paseos, y cada día era mejor, con más complicidad y mucha química entre los dos… lo malo que solo duró pues los 15 días que estuvimos de vacación allí, aunque nos dimos los telefonos, ya no nos volvimos a ver por la distancia y por mis padres, que me lo quitaron de la cabeza, porque me dijeron que era un amor imposible. Pero lo tengo en mi recuerdo, y fue muy pero que muy bonito, inolvidable, el amor se puede encontrar en cualquier sitio y cuando menos te lo esperas.

    1. Elisabet dice:

      Muchísimas gracias, Silvia, por participar!!!!

  9. Pili dice:

    Fui con mis amigas a la playa y conocimos unos chicos italianos… No sé como pero me enamoré de uno de ellos que era el típico moreno guapo y nos dimos nuestras direcciones de correo… nos escribimos y me confesó que era más joven que yo y que estaba estudiando para presentarse en los exámenes de carrera de septiembre…cuando me había dicho que era de mi edad y había aprobado todo… quizá para no sentirme culpable.. En fin, incluso le presenté a mi hermano y se cayeron bien. La verdad es que lo recuerdo con mucha ternura…

    1. Elisabet dice:

      Muchas gracias por explicárnoslo!! Un beso, Pili!!

  10. vanessa dice:

    Tiempos difíciles, una soñadora, un golpe de timidez, una enamorada de la vida, del amor, de los sentimientos, de las emociones besadas por el paso del reloj en mi interior.

    Las brillantes mañanas de los lunes eran de otro color con su sonrisa en mi camino, no era mío, y el paraíso me sabía a lo perenne de un escalofrío que jamás se iba de mi piel y mi alma. Una mirada suya era la estabilidad de mis sentidos, el banco de mis suspiros y el telescopio que me hacía ver la vida de otro color diferente.

    Nada me importaba más que poder mirarlo una sola vez más, tal vez rozarle la mano, acariciar sus mejillas, besar su aire ya que a él era imposible hacerlo, yo intentaba huir, huir de todo aquél caos que había en mis entrañas cuando lo tenía enfrente, pero ¿quién puede escapar del amor cuando éste es el naipe que le falta a la baraja incompleta de tu existencia?

    Sus ojos color miel eran el cielo perturbado de mis taquicardias inconclusas, y esa risa traviesa, infantil, llena de puestas de sol que jamás morían, de serenidad, de patios de recreo donde los niños jugaban sin miedo al sonido del timbre, era….es….lo que perturbarba mi sangre, mi ser, mi vida, y lo que daba un poco más de sentido a ésta.

    ¿Una historia de amor? Apenas en mis sueños cobardes fue mío, apenas, con mis cincuenta mil kilómetros de timidez le confirmé lo que sentía pero él no podía ofrecerme lo mismo, solamente su amistad, y yo quería morirme entre el café helado que jamás nos tomamos juntos o en los muerdos que les dimos al regaliz que alguna vez fuimos a comprar juntos. Tenía 16 años y aún con 32 lo recuerdo…Hace días lo volví a ver…no ha perdido esa costumbre de hacerme sentir viva, de detener el mundo, de hacerme perder el rumbo….¿Historia de amor? Jamás, jamás la tuve, tan solo en mis sueños apurados de inconcebible cordura.

    Siempre fue del viento, de su rumbo descortés, no dejó a mis labios ni sentir ese primer beso que a mi edad, y sin nadie saberlo, aún no he sentido, siempre la vida tuvo la virtud de dejarme apartada, de retirar sus ojos de mí, de él, de nosotros….

    Él jamás podrá ser, pero quién sabe, quizás el destino me haga sobrevivir entre los encuentros con otro él…que esta vez sí pueda querer a esta herida con piernas y corazón…quizás, un corazón demasiado rasgado y herido….

    1. Elisabet dice:

      Hola Vanessa, muchísimas gracias por tu relato!!! Un gran beso!!!

  11. Irene dice:

    Amor frustrado
    Nuca creí,que fuera posible, que solo las palabras que les en un ordenador hicieran brotar un sentimiento, que estar en tú compañía a través de una pantalla me haría sentir esto por tí… ya pensaba que el amor solo era una fe como la religión un producto comercial, pero apareciste tú. Sin quererlo empezamos a hablar, empezamos a sentirnos como en un espejo, llenos de afinidad por el otro, sentir como si habláramos con nosotros mismos… es normal al principio pero fueron pasando los meses y seguía siendo igual o más tal sensación, no había día que no habláramos.
    Pero ahora nuestros miedos se apoderaron de nosotros y la distancia que nos separa acabo pisoteando esta ilusión de estar uno con el otro, la frustración de sentir esto latir en el corazón y no poder darle rienda suelta…
    Igual que nos encontramos antes de acabar el verano pasado, creí que nos conoceríamos este…
    ¿Se quedará en un sentimiento frustrado? ¿Hemos escrito el final definitivamente o solo es un punto y a parte?? ¿Nos encararemos a la distancia y miedos? ¿O nos hemos rendido?
    Esta es la historia de amor que comparto y que nunca pensé que ocurriera en realidad. 🙂

    1. Elisabet dice:

      Muchiísimas gracias por compartirlo también con nosotros!!!! Un beso enorme!!!

  12. Maria Garcia Vidal dice:

    Pasión de verano…

    Mi historia sucedió hace 8 años, fue en el verano del 2005, yo tenia 16 años, ese verano pintaba horroroso habia cateado la mayoria de las asignaturas, y como era de esperar mis padres me castigaron sin vacaciones,con clases particulares y para mas inri en casa de mi abuela…todo iba a ser horroroso….o no, el destino hila fino y sucesos que nos parecen malos acaban siendo los mejores de nuestra vida, y asi fue como conoci a mi primer amor,para mi el mas apasionado.
    Eramos amigos desde hace unos años y aunque a nunca me habia gustado, ese verano lo vi con otros ojos, supongo que seria por que iba a recogerme a clase en moto, por que me escapaba a urtadillas de casa de mi abuela para verlo en la esquina, me hacia reir y sentir especial.Cabe decir que yo a mi abuela le hacia un poquito de chantaje sumado a mi cara de corderillo degollado, hacian un coctel de pena perfeccto para que me dejase salir.
    Bueno centremonos en lo que pasó. El no era el tipico guaperas ni nada de eso, pero tenia algo, y a los 16 años con las hormonas en plena ebullicion ese algo se convierte en un todo! Cada roce o cada mirada que cruzabamos hacia que algo por debajo de mi ombligo se estremeciese de placer, era una sensacion deliciosa,acompañada por una subida de temperatura que se debia reflejar en mi cara (por que me ponia como una bombilla colorada) El primer beso….fue algo patoso, pero solo hacia acrecentar mas ese coquilleo que tanto me gustaba,yo queria…pero no me sentia preparada.
    Una tarde habiamos quedado con todos los amigos para la piscina, pero se retrasaron, y nos bañamos nosotros, conla tonteria acabamos besandonos de nuevo, el calor, la minima ropa que llevabamos, la piscina, nuestrtos cuerpos humedos…nuestras hormonas hicieron el resto,yo estaba borracha de emociones no queria que aquello acabara, sus besos en el cuello me subia al cielo al punto de poder tocarlo, y sentir que a el tambien le hacian efecto las hormonas,me puso a mil. Nos salimos de la piscina, eramos solo boca, y manos, y alli con una mezcla de miedo, deseo,calor,amor,y ganas, fue nuestra primera vez, no recuerde que me doliese solo recuerdo sus ojos verdes sobre los mios, sus besos enrredados a mis besos. A esa 1 le siguieron mas veces algunas mas certadas que otras. Pero al llegar la caida de las hojas y el frio, nuestro amor tambien se enfrió. Pero a mis 24 años puedo decir que fue la mejor primera vez y no el mejor primer amor, pero si mi primer amor de verano.

    1. Elisabet dice:

      Preciosa primera vez y primer amor de verano. Un beso fuerte y gracias por compartirlo, María!!! Un beso y feliz verano.

  13. Isabel Fortea dice:

    considero que después podrian hacer un librito con nuestras historias; a los románticos/as les va a encantar.
    Es una sugerencia.
    Buenos días.

    1. Àngels dice:

      Lo habíamos pensado Isabel! Pero nos gusta saber que a vosotr@s también os gusta la idea! Gracias!

  14. Isabel Fortea dice:

    Fue dulce, emotiva, llena de nuevas sensaciones .

    Yo hacia de monitora de un grupo de niñas que estaban de colonias, y al cabo de dos días llegó un grupo joven de madrileños (yo soy catalana); uno de ellos , tímido él, me ayudó con una de las niñas que hacia trastadas en la playa, a partir de este día él y sus amigos venían a la playa con nosotros y me ayudaban a vigilar a mi pequeña tribu., jugaban con ellas y enseñaban a nadar a las que no sabian..

    Después de acostar a las niñas y dejando siempre a dos vigilando, nos ibamos a pasear, bailar, hablar. Hicimos cosas de chiquillos, bajar el tobogán, columpiarse, ver si verdaderamente somos tan diferentes por el lugar de nacimiento.
    Se acabaron las colonias y él vino a mi ciudad y se la enseñé, le gustó, y nos despedimos en el anden con promesas, pasó el tiempo y seguimos escribiéendonos hasta que la lejania y el tiempo se encargó de distraernos, ya que cada uno tenía su vida en su ciudad y además eramos muy jovenes.
    De todas formas recuerdo nuestras andanzas con añoranza, cariño y ternura.

    1. Àngels dice:

      Son tan dulces estos recuerdos que siempre es un gusto rememorarlos! Gracias Isabel!

  15. alexandra dice:

    Fue hace ya unos 10 años mas o menos…yo estaba en benidorm con una amiga en la playa disfrutando un poco del veranito y de las vacaciones. Estábamos sentadas en la toalla y vimos un grupo de chicos jugando al volley dentro del agua que no paraban de tirar la pelota fuera donde estábamos nosotras. Decidimos meternos en el agua porque al final nos iban a dar con la pelotita y pasamos cerca de ellos a ver que hacían…Cómo de repente se concentraron en el juego pues empezamos a andar por el agua para otro lado y cuando ya estábamos a unos 20 metros, vino uno corriendo por el agua a presentarse y a saludarnos! Era guapísimo y tenía cuerpo 10! Me quedé un poco en la hinopia porque no me acordaba (o no presté atención al nombre que me dijo), el caso es que me pidió el telefono y se lo dije rápido 2 veces y le advertí que si lo memorizaba tendría mi numero y sino…otra vez sería pero yo me iba a dar un baño.
    Me quedé atónita frente a la situación que estaba viviendo porque me parecía de película y sabía que no se haría con mi número de teléfono….Pues por la noche me escriben un mensaje al móvil diciendo que es el chico de la playa y que le había encantado y conseguía lo que quería y por eso habia memorizado el telefono perfectamente. Intentamos quedar esa noche pero no coincidimos en los bares porque él iba con un grupo de amigos y yo tambien. Al irse me escribio para desearme buen viaje y que tenia que quedar conmigo como fuera y yo estaba encantadisima pero no sabia ni como se llamaba! Pues me llamo para quedar dos fines de semana despues y nos encantamos! le pregunte por fin que como se llamaba y me dijo que sentia haberme dicho que se llamaba de otra manera pero que nunca daba su nombre se primeras y yo sonriendo le dije que no pasaba nada (jaja no me acordaba!). Estuvimos saliendo un tiempo y luego decidimos separarnos porque llevábamos vidas diferentes pero hemos quedado alguna vez para recordar viejos tiempo….Aun hablamos de vez en cuando aunque él ya se ha casado pero como me dijo él una vez: dónde hubo fuego, quedan cenizas!

    1. Àngels dice:

      Y qué cierto es Alexandra! Gracias por compartirlo! Feliz verano y suerte!

  16. Liliana Savoia dice:

    Lunas de Jonia

    Llegué a Italia en busca de tranquilidad.
    Era un verano frío, pero me sentí a gusto en la inmensidad del paisaje. Era como una hombre desnudo deseoso de fuego.
    Estaba agotada, había conducido cuatro horas. Al salir de la ducha me acosté y comí bocaditos de queso y varias copas de vino hasta quedar dormida.
    Al despertar recordé el sueño que había experimentado. Aquel hombre desconocido jugaba con mi cuerpo a su antojo. Parecía conocer exactamente mis fantasías. .
    Me dirigí al bar por un trago, al lado opuesto de la barra lo vi. Era él, estaba segura. Era el hombre del sueño.
    El hombre se levantó de la silla. Era evidente que se alojaba allí, pude percibir que él estaba detrás de mí.
    ¿Y si él fuese mi alma gemela
    —Signorina, —me dijo Julián
    Lo demás llegó casi por inercia, me dejé llevar hasta su habitación
    El sueño se estaba haciendo realidad para los dos.
    Por la mañana él pidió el desayuno en el cuarto, se acercó a la ventana, desnudo,
    Casi podía escucharse el latido de nuestros corazones mientras una luna de Jonia se recortaba blanca en la oscuridad de la noche de verano.

    1. Elisabet dice:

      Muchas gracias, Liliana, por tu relato! Te deseo que todos tus sueños maravillosos se hagan realidad!!

  17. María dice:

    Mi historia de amor de verano se remonta a la década de los noventa.
    Terminé el curso en el instituto y ante mí se extendían largos días de sol y mar, noches al aire libre, tardes de chicas y todo lo bueno que el verano me podía traer.
    Aquel año empezamos a ir a una playa que estaba un poquito lejos, íbamos en autobús, pero merecía la pena porque era preciosa, pequeña y tranquila, y en una zona en vez de arena tenía cristales de colores que el tiempo había ido desgastando hasta dejarlos redondos. Estar allí era como estar en una playa paradisíaca y mágica.
    A mis amigas y a mí nos encantaba sentarnos sobre los cristalitos y buscar alguno de un color en particular, a veces azules, a veces verdes y a veces buscábamos como locas el cristal transparente. Y así pasábamos el tiempo, buscando cristales, leyendo el horóscopo de nuestra revista Superpop y comiendo el bocadillo que nos habían hecho nuestras madres.
    Una de aquellas tardes vi en el autobús a un chico guapísimo, el más guapo que había visto nunca, y tengo que confesar que aquello fue un flechazo, de estos que te dejan sin respiración.
    Cuando se lo dije a mis amigas se rieron diciendo que ya lo sabían porque lo ponía el horóscopo, y mientras cuchicheábamos el chico se bajó del autobús.
    Ese día en la playa me juré que tenía que volver a verlo.
    Al día siguiente cogimos el autobús a la misma hora y estaba allí, silencioso y taciturno, mirando al frente.
    Yo quería conocerle, pero suponía que al verme con mis amigas no se atrevería ni a mirarme, así que después de varios días coincidiendo decidimos que cogería el autobús yo sola y ellas irían en el siguiente.
    El día no me atreví a hacer nada pero algunos días más tarde le pregunté la hora, tapando mi muñeca para que no viese el reloj y sintiéndome tonta por usar semejante excusa.
    La verdad es que resultó, porque empezamos a hablar y supe que cada día cogía el autobús porque trabajaba unas horas y era el transporte que lo llevaba de vuelta a casa.
    Los días transcurrían y poco a poco empezamos a vernos fuera el autobús, en la playa, y cada vez pasábamos más tiempo juntos, hasta que una tarde, rodeados del susurro de las olas del mar y el olor a salitre, sentados sobre miles de cristales desgastados por el tiempo, nos dimos el primer beso, y ese fue el primer beso de mi vida, el que hizo que todo a mi alrededor desapareciera, que apenas tuviera constancia de la realidad y que empezara a sentirme en una nube. Y en aquel preciso instante supe que le quería y que no podía vivir sin él.
    A partir el aquel momento el verano pasó muy rápido, un verano lleno de palabras bonitas, dibujando corazones en la arena, escuchando canciones inolvidables y saboreando besos de amor verdadero .Un verano que olía a chicles de fresa ácida y mi colonia preferida, Lou Lou, que siempre llevaba conmigo a todas partes y que me hacía sentir mayor.
    Cuando llegó septiembre él se fue a estudiar fuera, y yo me quedé en el instituto. Con el final del verano llegó el final de lo nuestro. Él no quería irse dejando a nadie, así que dimos, o mejor dicho dio, por terminado aquel amor de verano y yo quedé hecha polvo, con el corazón roto y una enorme sensación de vacío. Nunca nos llamamos ni nos escribimos, y aunque durante muchos años yo seguí viviendo en la misma casa nunca volvió a buscarme.
    En este tiempo no volvimos a vernos. Algunas veces me iba a la playa de los cristalitos por si él también iba a buscar viejos recuerdos, pero nunca lo vi por allí. Durante mucho tiempo lo busqué entre los rostros desconocidos que me cruzaba, pasaba por delante de su antigua casa por si seguía allí, pero no nos encontramos. Años después intenté buscarle por facebook y por Internet, pero no lo encontré.
    Ahora que ha pasado tanto tiempo, cuando veo todas las poesías que le escribí me pregunto si seré capaz de reconocerlo si alguna vez volvemos a cruzarnos, me asaltan las dudas por saber si reconoceré aquellos ojos penetrantes y aquella cara que poco a poco se ha ido diluyendo en mi memoria. Y durante estos años no he dejado de preguntarme si él alguna vez pensará en mí, si me recordará y lamentará haberme dejado escapar, aunque creo que no, porque podía haberme encontrado.
    Bueno, lamento contar una historia tan larga, pero no he sido capaz de resumirla más. Este es ese amor de verano que aún no he olvidado, un amor que me marcó y que influyó en mi vida. Un amor de los que dejan huella. Y por cierto, aún guardo el frasco vacío de Lou lou, y a veces acaricio esa superficie azul turquesa, le quito la tapa y el olor que aún desprende me transporta a aquel verano.

    1. Àngels dice:

      Gracias por compartirlo María! Besos y suerte!

  18. mari cruz dice:

    Amor de verano, quien te a encontrado, tan frágil, tan usado, te has perdido en el valle de los recuerdos, esos que desamos, esos que no volvieron esos que amamos, amor de verano quién te conoce se a enamorado ,quien te conoce se a sustentado de tus olores, de tus agravios , de tus manos…. amor de verano ,sólo en el campo, atormentado, soñando en mundos ya olvidados, pero a pesar de todo, como te extraño, como te añoro , sus labios, sus ojos cansados, sus suspiros mudos me dieron de lado, sus gritos ferozes aún resuenan en la caravana de mi pasado.Así te siento amor de verano, fugaz, eternamente pegado, a las ansias que dejaron en mi tus dulces versos de amor mojado.

    1. Àngels dice:

      Gracias Mari Cruz! Suerte!

  19. Gabriel dice:

    Me pregunto que será de aquellas manos que supieron regalarme el cielo y el mar.
    Que será de aquellos labios que besé una y otra vez entre la arena y la los árboles.
    Que será de aquella mirada llena de tristeza y soledad,
    Dibujada en las tardes de verano.
    El tiempo no ha borrado sus abrazos que todo lo borraban.
    Que será de aquellos pies que supieron andar y desandar los caminos de aquellas montañas de arena y piedra.
    Estarán quizás perdidos en cualquier lugar,
    Buscándose,
    Sin saber que del otro lado del tiempo y el recuerdo,
    Mi alma la recuerda.
    Aquellas manos dibujaron las mas hermosas melodías entre las cenizas del fuego intermitente que nos iluminaba en la noche mas oscura.
    Y hoy me pregunto que será de aquella muchacha llena de vida,
    Que me enseñó a besar,
    A amar,
    A dar los abrazos que nunca más en mi vida di.
    Pero no me enseño a olvidarla.
    Esa es mi condena.

    ******

    1. Àngels dice:

      Gracias por participar Gabriel!
      Besos!

  20. mireia cañamas dice:

    Tus ojos alumbran mi noche

    Bajo la tenue luz de las velas tus ojos hablaban, era un lenguaje insólito, silencioso, solo inteligible para nosotros dos. Enmarcados por dos cejas perfectamente depiladas, tu mirada limpia, destellando colores vivos, desafiaba a la cálida noche…
    El lugar era exquisito y la música de fondo despertaba emociones, quizás dormidas durante demasiado tiempo. Una cena perfecta con un menú refinado y lujoso, digno de los paladares más sibaritas, daban el broche de oro a una velada inolvidable.
    Aquella noche reímos al compás de las olas que rompían los sueños, compartimos confidencias de enamorados y lloramos pensando en el tiempo perdido, en los abrazos olvidados, en los besos que nunca llegaron a su destino y en las palabras que enmudecieron por el camino.
    Fue entonces cuando decidimos hacer un pacto, un pacto de amor.
    El escenario, aquel hotel encantador. Los testigos silenciosos, la noche, la luna, las estrellas…
    Aquel pacto se convertiría en eterno, a partir de esa noche renacieron nuestros sentimientos dormidos, enterramos los malos tiempos vividos y decidimos borrar el pasado mirando siempre hacia el futuro.
    Esa noche nos encontramos de nuevo, la conversación empezó con pinceladas tensas de reproches mutuos, pero el romántico ambiente creado hizo que se suavizara adquiriendo tonalidades bellas, dulces, tremendamente amorosas.
    Nos dejamos llevar, era imposible resistirse, nuestros cuerpos volvieron a hablar el mismo idioma. Tu mirada volvió a embelesarme como antaño, no recuerdo haber visto nunca unos ojos que expresaran tanto…
    Me sentí un ser terriblemente mezquino por haberte olvidado, por haber dejado de amarte, por no reparar en tu presencia, por permitir que empezaras a odiarme…
    Pero basta ya de lamentaciones, me expresan tus ojos llenos de amor, nuestra nueva vida comienza aquí y ahora, somos afortunados, tenemos una nueva oportunidad, aprovechémosla.
    Tus deseos son órdenes, te responde mi mirada enamorada, tu sola presencia llena todos mis espacios, siempre ha sido así, aunque yo no lo sabía.

    1. Elisabet dice:

      Mireia, mil gracias por tu relato. Precioso. Un beso!!

  21. INMA COVES LOPEZ dice:

    TESTIGOS DE AMOR

    La primera vez no se olvida, o al menos eso le contaron.
    El lugar era lo de menos, tampoco importaron mucho los preliminares…
    La carne hablaba sola, en su propio lenguaje, solo inteligible para ellos dos, la efervescencia de las hormonas haría el resto. Dos cuerpos ansiosos de besos, caricias, de piel contra piel…
    Sueños de jóvenes inexpertos , jugando a ser mayor.
    Los gestos torpes y ávidos se entremezclaban sin fin, el clímax llegó demasiado rápido y con él la calma.
    Y así quedaron, dormidos, desnudos, parcialmente insatisfechos, la sed y la curiosidad no remitían fácilmente. Sed de sexo, que ahora calmarían con más asiduidad.
    De momento tenían el recuerdo de aquel día de verano, una oscura carretera y un viejo coche serían sus testigos…
    testigos de su primera vez.

    1. Elisabet dice:

      Muchísimas gracias por tu relato,Inma. Un gran beso!!

  22. Encarni Sanchez Alanis dice:

    Pues la verdad que hace mucho de esto tendria yo unos 18 años,cuando nos fuimos la familia de vacaciones a una urbanizacion en la cual estaba tambien alli un chico de vacaciones del cual se me clavo la mirada solo al verlo,moreno de piel oscura y ojos azules,madre!!! todavia me hace suspirar al recordarlo en total empezamos en coincidir en la escalera,luego en la piscina y poco a poco empezamos a salir,ibamos al cine y al paseo pero lo que mas me gustaba era las noches que pasabamos juntos en la playa en la orilla del mar hablando de nuestras vidas y de si en un futuro…,pero el destino no quiso que fuera asin pero bueno me quedo con los besos apasionados que nos dabamos al dejarme cerca de donde pasabas aquel año las vacaciones,que me hacian estremecer entera,ainssss que buenos recuerdos y gracias por volver hacermelos recordad,un saludo

    1. Elisabet dice:

      Gracias a ti por compartirlos, Encarni. Gracias a vuestros comentarios estamos viviendo muchas historias de amor!!!

  23. alejandra loyola dice:

    como volver a suspirar de esa forma?
    como besar con esas ganas?
    como olvidar ese día que la tragedia celo nuestros destinos,
    es esa mirada, es ese aroma a tierra húmeda, es… nuestra juventud vivida como una epopeya.

    nos mostramos cruelmente desnudos,
    nos sentimos como un soplo,
    elogiamos nuestra risa que santifica.

    tu te mostrabas con tus colores en vuelo,
    yo… yo tan solo te amaba…

    pero entonces el cielo junto todas sus penas y exploto en llanto,
    esta sollozando,
    junto al viento se escuchan sus tristezas.

    y era el presagio de nuestra distancia,
    fue mi martirio en mi pequeña vida,
    sentí que la muerte se paseaba por mis lagrimas, hasta creí verte en mi soledad.

    años después te reconocí armonizado con otra chiquilla,
    te reconocí en otro verano, te mostraste otra vez cruelmente,
    yo… yo solamente te amaba.

    hoy me rió de ese momento donde deje a mi niñez hundida en su inocencia,
    y nosotros llenos de arena, llenos de sol, llenos de vida…llenos de ese amor de verano.

    1. Elisabet dice:

      Muchísimas gracias por tu texto, Alejandra. Un beso enorme!!

  24. Pepi dice:

    Eran las primeras vacaciones que pasaba con mis amigas, ¡libertad total! Nos fuimos a un camping de Noja y allí nos lo pasamos pipa. Íbamos todos los días a la playa y por las noches a tomar algo a los bares del pueblo, todo lleno de gente de nuestar misma edad. Uno de los chicos que trabajaba en el campig siempre nos saludaba al entrar y al salir y a mí me tenía loquita, con ese toque surfero y esa sonrisa, que ahora recapacitando no creo que fuese de «qué bonita eres, me encantas», sino más bien de «qué graciosas estas niñas, se nota que son sus primeras vacaciones sólas». Evidentemente no pasó anda de nada, todo quedó en un bonito amor platónico, y a día de hoy seguro que tengo en alguna parte el mapa que nos dió garabateado el primer día para enseñarnos como llegar al centro desde el camping 😀 Qué tiempos aquellos que no volverán 🙂

    1. Elisabet dice:

      Cada momento tiene sus cosas, Pepi!!!! Muchas gracias por compartir tu historia.

  25. Sandra dice:

    Esta no es mi propia historia pero es real y sucedió hace ya muchos veranos, allá por los gloriosos años 80.
    Sebastián y Carmen se conocieron en un campamento de verano. Tenían 17 años y nunca se habian enamorado, Poco tiempo habían tenido para ello, pues vivían en una sociedad que los segregaba por su condición: ambos padecían de trisomía de par veintiuno, o sea Síndrome de Down. Iban a escuelas especiales, que si bien tenía maestros y pedagogos especialmente preparados, no tomaban en cuenta el tema del amor y muchísimo menos el de la sexualidad. Eran cosas que les estaban prácticamente vedadas.
    Durante el transcurso de una caminata de exploración de un bosque, ambos se «perdieron juntos», un poco porque se desorientaron, reconocieron después y otro poco porque no podian dejar de mirarse y prestaban muy poca atención al profesor guía. Al verse solos, gritaron pidiendo ayuda y asustados, se sentaron al pie de un árbol abrazándose fuertemente para darse ánimos y por que su alma se lo pedía. La naturaleza hizo el resto, como seguramente les habrá pasado a Adán y Eva y vivieron una apasionada tarde de amor, hasta que los encontraron dos horas mas tarde, sudorosos, desaliñados e inmensamente felices. El resto de las vacaciones fueron inseparables y se despidieron entre lágrimas y promesas de volver a verse.
    Carmen quedó embarazada a consecuencia del escarceo y los padres desesperados recurrieron a las autoridades médicas, alegando que no querian un nieto con el mismo mal que su hija. Para sorpresa de todos, la chica que habia cumplido recientemente los 18, soltó la «bomba»: quiero a Sebastián y voy a tener a su hijo y no hay mas que hablar, soy mayor de edad. Acostumbrados a tomar todas las decisiones por ella, los padres quedaron atónitos. Su hija podía tener un problema congénito, pero también tenía dignidad y estaba luchando por sus derechos.
    Se pusieron en contacto con los padres de Sebastián que sin que ellos tuvieran noticias, languidecía de amor por Carmen. Había perdido varios kilos y se negaba a participar en las actividades que normalmente le encantaban, si no le dejaban ver a su Carmencita. Ante tal panorama, se les permitió casarse y se fueron a vivir a una casita anexa la de los abuelos paternos. La espera del nacimiento del pequeño fue angustiosa, pero cuando llegó fue una bendición. Era un niño sanísimo, sin ningun tipo de problemas y que resultó ser un brillante alumno, precoz y extremadamente inteligente.
    Carmen y Sebastián estan juntos hasta el día de hoy y son una pareja normal, con sus pro y sus contras. Trabajan en una organización que lucha por la dignidad de los afectados por el Síndrome de Down y ya son abuelos. Jorge, su hijo, fue compañero de clase de mi hermano en la escuela y el Instituto. Es una persona maravillosa que jamás se avergonzó de sus padres, sino al contrario, aún se vangloria de ser el producto de un amor de verano no comprendido, pero defendido con uñas y dientes.

    1. Elisabet dice:

      Sandra, tu relato me ha emocionado y me ha puesto el vello de punta. Qué bonita historia de amor y de lucha por los propios derechos. Un beso muy fuerte y feliz verano!!

      1. Sandra dice:

        La vida de Carmen y Sebas es y será una lucha contínua y un ejemplo de que se puede, contra todo pronóstico, ser FELIZ, por que la felicidad es una elección de vida!! Me alegro que te haya gustado y buen verano para ti y tod@s l@s participantes.

        1. Elisabet dice:

          Tienes toda la razón del mundo. Suerte para ti también, Sandra!!

  26. ines d g dice:

    Mi historia pasó en una época que a muchos nos dejó huella, a los que tenemos ya, como se suele decir,una edad. Los maravillosos ochenta. Ese verano el mío fue un descanso en la ciudad, no pudo ser de otra manera. Al principio me entristecí al ver que mis compañeros y amigos iban desapareciendo para viajar a muchos sitios estupendos… Y yo en la ciudad…
    Pero siempre se queda alguien más, no suele «pringar» uno solo. Si fuera hoy, con la crisis pringariamos muchos más…
    Casi finales de los ochenta, quince años y poco más que el cuaderno Santillana como obligación… Eso es vida… Pronto me hice mi grupito para salir, a los sitios que había, que tenían todo light para nosotros, horario y todo, pero tenía magia aquello. Lo mío fue como una canción de Mecano tal cual: Nos vimos tres o cuatro veces,por toda la ciudad… Y efectivamente,a una hora de la noche que no eran las cinco de la mañana,pero era lo que había para muchos de nosotros, comenzamos a quedar… Era de otro colegio muy lejano al mío, nunca lo había visto pero me encantó, yo creo que más que un flechazo fue ya un arponazo, ja,ja…
    Y quedamos algún día en los fines de semana siguientes… A mí se me hacía eterna la semana por casa… Me tenían que notar de un raro… Bueno, no sé,tenían mucho trabajo, igual no se fijaron tanto, tampoco hacía nada raro…
    Y un viernes que recuerdo como so fuera hoy, que sé hasta que llevaba puesto… Llegó el beso que faltaba. A mí ya me tardaba… Estaba hecha un flan. Supongo que él también, aunque iba de duro por la vida… Lo malo es que me duró poco. Otra semana más y después ya se fue al pueblo de su madre, con sus abuelos. Y quedamos en llamarnos, todas esas cosas que a veces se prometen y después se les echa tierra… Y de aquella no había móvil ni Facebook ni twitter… Y la historia quedó en eso, en un pequeño cuento de hadas de verano que recuerdo siempre con mucho cariño.

    1. Elisabet dice:

      Muchísimas gracias por compartir tu pequeño cuento de hadas de verano… ¡Como ha cambiado ahora todo con los móviles y las redes sociales! Un gran beso y gracias por compartir!!

  27. Sergio F. S. Sixtos dice:

    Suspicaz

    Sus paseos al atardecer eran habituales; pasaba delante de mí con porte arrogante e imaginé una personalidad envanecida. Un día me miró, sonrió y yo ya estaba entre sus manos, hurgó dentro de mí y no resistí. Ahora soy su libro de cabecera.

    1. Elisabet dice:

      Gracias, Sergio!

  28. Alicia dice:

    Mi historia de amor comienza en… Sanjenjo, o como le gusta a los gallegos decirlo Sanxenxo. Me fui con mis padres y mi hermana allí cuando tenía unos 12 años y fue el verano de mi vida. Todo comenzó cuando a la tercera noche de llegar allí, conocí al hijo de la casera que nos dejaba la casita en la playa, tenía dos años más que yo y era… el chico más guapo que yo había visto en mi vida. Tenía los ojos azules, el pelo negro como el carbón y una sonrisa que a mi con esa edad me perdía. El mismo día que nos conocimos salimos a la playa a jugar y a pasear, y nos hicimos muy cómplices. Hablábamos de todo, nos contamos nuestros secretos durante una semana y ya al décimo día nos dimos un beso, un beso que me hizo un nudo en la tripa durante los cinco días restantes que me quedaban en aquel pueblo tan maravilloso de Galicia. Esos cinco días siguientes fueron de miradas, de ir dados de la mano y de ser absolutamente y plácidamente feliz. Cuando llegó el día de la despedida casi se me cae el mundo encima, no eché ni una sola lágrima, pero el dolor iba por dentro. No le volví a ver más ni a saber de él. Fue mi amor de verano, el más bonito y feliz de mi vida.

    1. Elisabet dice:

      Qué bonito, ese es el típico amor de verano. Tan efímero como recordado!! Un beso y gracias por compartirlo!!!

  29. Ylenia Alemán dice:

    Nada más hermoso podría pasarme. Llevo dos veranos seguidos sintiendo lo mismo, cada vez más fuerte; tan fuerte que a veces siento que mi corazón no da para más y me siento obligada a no poder demostrarle todo lo que siento.
    Todo empieza una tarde de verano de 2012, ese estupendo verano donde él y yo nos demostrábamos tanto amor. Me susurraba al oído lo que era para él, y yo le respondía con un beso, no podía hacer otra cosa mas que estar abrazada a él y sentir mi refugio en sus brazos, perderme en su preciosa mirada color cielo y recorrer su sonrisa con un dedo.
    Mi padre se había ido a Cádiz durante tres días, y yo…yo lo pasé con la mejor persona del mundo. Fueron tres días fantásticos llenos de amor adolescente, risas y mucha mucha diversión. Esperaba desde hacía dos meses que llegara ese día en que pudiera dormir junto a él sin prohibiciones, hasta que llegó…Y el relato empieza así:
    Son las 11:30 de la mañana y acompaño a mi padre hasta la parada de autobuses para que vaya al aeropuerto. Tras una despedida triste, a pesar de que se iba sólo tres días, regreso a mi casa con ganas de preparar la maleta, y acto seguido emprender el camino hacia un solo destino, su corazón. Al llegar preparo toda la ropa y luego me ducho. ¡Ya es hora de irme!
    Una hora de camino, pero no pasa nada, voy a estar con él, y por fin podré dormir a su lado sin restricciones.
    Al llegar nos saludamos con un precioso beso, de esos que te hacen sentir única. Va avanzando el día y vamos a dar una vuelta, charlamos…lo pasamos genial. Por la noche vimos una película abrazados en aquel sillón tan, tan cómodo; parecía una película. Ya era hora de irse a dormir, así que apagamos todas las luces y fuimos a la cama. Durante la noche empecé a sentirme mal, así que tuve que ir al médico, y él, como siempre me cuidaba como nadie, me preparó el desayuno, las medicinas, todo…siempre tan protector. No sabía si aquello era realidad, o era un delirio provocado por la fiebre, el caso es que era perfecto.
    Al día siguiente ya estaba perfectamente curada, no sentía ni dolor, ni cansancio, sólo sentía todo eso que él me hace sentir con tan solo acariciarme.
    Esa mañana estuvimos recogiendo, con la música bastante alta, los dos vestidos como mendigos…como casi todas las personas por las mañanas, pero me encantaba verle así.
    Los dos preparamos el almuerzo, y tras terminar limpiamos todo. Por la noche habíamos ido a pasear y fuimos a alquilar una película. Pasado el tiempo de la película decidimos ir a la cama y allí surgió todo lo que llevábamos dentro durante los dos días que estaba allí. Me empezó a besar con tanta pasión que sentía que mi corazón ya no me cabía en el pecho, sólo él sabía como acelerarlo así. Sus manos empezaron a rodar por mi cuerpo como si de una rueda se tratase a la vez que el sudor se apoderaba poco a poco de mí; entonces me agarró y me hizo el amor de una manera cariñosa, con tanto amor, con tanta pasión…qué lujuria.
    Al día siguiente ya era hora de irme, pero antes de marcharme comimos juntos, le ayudé a recoger un poco el desorden que habíamos ocasionado la noche anterior…y me fui, recordando durante todo el camino, la mágica noche que me había hecho pasar.

    1. Elisabet dice:

      Qué historia más bonita, pero nos has dejado con la miel en la boca… ¿le verás este verano? 😉

  30. Marta dice:

    Mi historia sucedió un verano en el que yo trabajaba en una fábrica de bicicletas para pagarme la universidad. Un día estaba despistada charlando con mis compañeros y la máquina con la que estaba trabajando se me llevó el dedo pulgar de la mano derecha. Mi jefe me llevó muy asustado al hospital de mi pueblo, y allí me mandaron al hospital de Barcelona. Tuve que estar una semana ingresada por los problemas derivados de la pérdida de mi dedo (anemia, baja tensión, vómitos…). Al segundo día de estar ingresada, entró un chico que había tenido un accidente de moto y se había roto la pierna. Me pareció muy atractivo, con un aire a Mark Vanderloo en sus años mozos. Enseguida congeniamos y surgió una conexión muy especial entre nosotros. Hablábamos cada día durante largas horas sobre cualquier tema, y nos reíamos un montón; hasta el punto que yo ya no quería abandonar el hospital. Pero llegó el fatídico día, nos dimos nuestros números y me volví a mi pueblo. Nos mensajeábamos cada día, pero yo no lo pude ir a ver al hospital porque trabajaba. Cuando le dieron el alta me hizo la sorpresa de aparecer en mi fábrica con un ramo de flores, y me invitó a cenar.

    1. Elisabet dice:

      Marta!!! ¿y qué más? ¿no lo has vuelto a ver????? Por cierto, gracias por tu relato 😉

  31. Marcos Pérez dice:

    Mi amor de verano de hace unos cuantos años fue breve, intenso, sudoroso y, tal vez, amargo. Las peleas continuas por intentar comprender lo incomprensible, ocuparon gran parte de aquellos dos meses de largas tardes delante del ordenador. En ellas nos conocimos profundamente. Tal vez, demasiado. Ya que, si volviéramos a intentarlo, el nuevo contacto no funcionaria: nos conocemos demasiado. Ella se subió al coche para recorrer media España y pasar una noche conmigo. Aparte de disfrutar del día, de la playa, de las tres C, cine, cena, copa… y de nosotros mismos.

    Yo guardo un recuerdo muy hermoso de todo aquello. Corríamos el riesgo de llevarnos un varapalo y, sin embargo, no fue así. Lo pasamos muy bien. Siempre fuimos muy sinceros el uno con el otro y eso, tal vez, fue nuestra perdición. Porque, aunque yo, meses más tarde, me subí al tren de la noche para estar con ella todo un fin de semana. La cosa ya no fue igual. Similar, pero no igual.

    Luego, más tarde, lo normal, la ruptura absoluta de la amistad. Conservamos nuestros e-mails, nuestros teléfonos, nuestras direcciones… nuestras fotografías, pero aquel amor de verano ya no. Se fue, como se van la olas del mar cuando está embrutecido. De mala manera. Pero supongo que el odio que nació después fue la confirmación de que nos queríamos. Y mucho.

    Lástima, era, y es, aparte de unas opiniones políticas bastante equivocadas, una chica, muchacha muy inteligente. O, bastante inteligente.

    1. Elisabet dice:

      Gracias por tu relato, Marcos!! Un beso

  32. Gemma dice:

    Hola.os mandé mi historia hace dos o tres días y quería saber si os ha llegado.Gracias,un besito y suerte para todas.

    1. Elisabet dice:

      Gemma, yo lo hemos leído y aparvado!! Es que no damos a basto con todo el trabajo que tenemos, sobre todo en este mes de pre-vacaciones!!! Un beso y disculpa el retraso, tu historia es preciosa!!!

      1. Gemma dice:

        Gracias, ya lo he visto, la verdad es que las pre-vacaciones agotan.Un besín.

        1. Elisabet dice:

          Otro para ti!!!

  33. Olivia González Jiménez dice:

    Y todo comenzó una noche de verano
    Tu pusistes la razón,yo toda mi pasión..
    Tu mirada,tu boca y tu piel me desarmó
    Lleno de ti y de tu olor, me encontró la Luna…
    Ávido de amor, nos despertó el Sol..
    Y aunque duró sólo siete días, tu olor,
    impregnó de tal manera, mi Alma,
    que cada vez que algún aroma, me recuerda
    a ti, divago por los senderos de mi memoria,
    y cada poro de mi piel, te extrańa con amor!!!

    1. Elisabet dice:

      Muchas gracias por tu poema, Olivia! Un beso.

  34. jose antonio hermida castro dice:

    mi historia de verano comenzó una noche de agosto en la que no conseguía dormirme, me metí en un chat y ahí conocí a una chica de Barcelona, durante muchas noches estuvimos chateando y contándonos nuestras vidas, con el tiempo fuimos perdiendo el contacto hasta que, por casualidad, dos años después coincidí en el chat con una amiga suya que, sin querer me habló de ella, se había burlado de mi, me había engañado en casi todo lo que me había contado de ella pero ahora lo sabía.
    Unos días después me la encontré por el chat y le dije que lo sabía, que no era quien decía ni era cierto que viviese en Barcelona, eso le hizo sentirse culpable y me contó la verdad, eso fue hace unos 9 años y ahora llevamos ya 7 años de feliz matrimonio, para que digan que las historias de verano son sólo eso 😉

    1. Elisabet dice:

      Bueno… podríamos decir que el tuyo fue un amor de verano, otoño, invierno y primavera… 😉 Un beso y gracias por compartirlo!!

  35. Maria Francisca García Calderón dice:

    Mis mayores «emociones amorosas» han sido en parte «Amor in a Flash»…
    Una historia que nunca olvidaré..es parte de «Mi historia personal»:
    Una calurosa tarde de Mayo, en una ciudad llena de encanto: Córdoba, repleta de flores coloridas y paisajes urbanos maravillosos, me llamó por teléfono un amigo y me dijo que le era imposible asistir a un programa de radio de una emisora local, y me pidió un favor, que le sustituyera como invitada…Tendría que acudir al estudio 1 hora antes para preparar el programa y que me abriría las instalaciones el Técnico de sonido de la radio…
    Acudí al estudio y ya estaba abierto..llamé a la puerta y alguien abrió…y casi al instante un impacto visual..un Flash, se convirtió en un momento maravilloso..veía «fuegos Artificiales» por todas partes..
    Un encuentro que terminó una semana después en una cita.. y en descubrir realmente un beso de «Amor Amor»..mágico y apasionado…
    Días después de nuestro primer encuentro en la radio, me enteré que no había sido casual..Mi amigo, sí que podía asistir al programa, pero se las ingenió para planear una cita «A ciegas»..sin enterarnos ninguno de los dos..que era una cita..
    Dicen que …»El amor es ciego»..en mi caso..mi amigo fue un original Cupido y lo más sorprendente es que mi amigo es «Invidente» y..acertó a la primera.

    1. Elisabet dice:

      Es que los amigos, en ocasiones, nos conocen mejor que nosotros mismos ya sabes quién nos conviene y quién no… Muchas gracias por tu relato!!

  36. Gemma dice:

    La verdad es que nunca he sido de amores de verano, siempre tuve miedo de algo tan efímero y era de las que apostaba por los amores de invierno, amores menos ardientes pero más duraderos…o al menos eso creía.
    Corría el año 1992, la tele retransmitía las olimpiadas de Barcelona, mis amigas se habían ido a la Expo de Sevilla y yo tenía 18 años y unas ganas locas de enamorarme.
    Esos días en que las chicas estaban de viaje empecé a ir a la playa por las mañanas, iba sola con ese aparato que ahora nos parece casi prehistórico, un walkman, y caminaba por la orilla del mar escuchando I’ll be loving you forever, del grupo que entonces me volvía loca, los New Kids on the block. Y mientras rebobinaba y escuchaba una y otra vez la canción me imaginaba que me cruzaba con un chico alto y guapo, de increíbles ojos verdes, sonrisa ancha y pelo negro y brillante. Pero mis largos paseos solo sirvieron para ponerme morena y muy guapa, con la mirada soñadora y un corazón aún solitario.
    Poco a poco los días iban pasando entre el olor a sal y los sueños amasados en la playa, y mis amigas volvieron de Sevilla.
    A pesar de no haber encontrado a mi príncipe azul estaba muy contenta por reencontrarme con las chicas, aún me quedaba mucho verano y quería saborearlo, beberlo a grandes sorbos y empaparme de buenos recuerdos. Y para empezar decidimos ir a cenar para celebrar el regreso. Una de las chicas, Paula, nos preguntó si podía traer a sus primas, así que otra de ellas quiso invitar a unos vecinos con los que tenía mucho trato, y al final la cena de seis fue una cena de veinte.
    Yo vivía enfrente de la playa y de los bares a los que íbamos a ir, así que sería la última chica a la que pasarían a buscar, habían quedado todos en un punto intermedio y se acercarían dando un paseo hasta mi casa.
    Ese día, desde primera hora de la mañana, tuve una especie de presentimiento, algo en mí decía que mi vida estaba a punto de cambiar, así que me arreglé como nunca lo había hecho, intentando estar radiante, y cuando mis amigas y el montón de desconocidos que las acompañaban llegaron a mi casa empezó el primer día de mi nueva vida.
    Nada más bajar mis amigas, después de repetirme lo guapa que me veían, me presentaron a las personas que las acompañaban, chicos y chicas muy simpáticos, y cuando pensé que no quedaba nadie y ya me iba al bar donde nos aguardaba la cena me dijeron que debía esperar un momento porque uno de los chicos había ido a comprar tabaco y todos los fumadores le habían encargado algo así que tardaría un poquito.
    El muchacho del tabaco volvió con todos los encargos, y cuando yo lo vi supe que era él, el chico que llevaba imaginándome todo el verano en la playa. Sus ojos eran verdes y transparentes, su pelo era negro y reluciente como el azabache y su sonrisa era ancha y cautivadora.
    Al cruzarse nuestras miradas fue como si el mundo se detuviese durante unos segundos, para volver luego a girar con más fuerza e intensidad. Y en ese instantes nuestro destino quedó unido para siempre, nuestros caminos se cruzaron y ya no habrían de separarse.
    Esa noche fue inolvidable, nos divertimos y disfrutamos bailando música de Tam Tam Go, Héroes del silencio, Los Manolos, OBK y la música que ponían entonces cualquier noche de verano.
    Y cuando volví a casa no pude dormir, si cerraba los ojos veía su cara, sus ojos y su sonrisa. Y si intentaba leer escuchaba su voz contándome historias de la mili, eso que hacían los chicos hace unos años y de lo que casi nadie se acuerda, recordaba como discutíamos de música, cien y de los viajes que habíamos hecho y en la quietud de la noche, tumbada en mi cama lo recordaba contestando a las mil y un preguntas que yo le hacía, mirándome fijamente con esa mirada tan perturbadora.
    Los siguientes días nos vimos siempre con otras personas, hasta que una tarde, mientras contemplábamos una puesta de sol, cuando los demás estaban un poco apartados, me confesó lo que sentía y me preguntó si quería salir con él.
    No os puedo decir lo que sentí, no hay palabras para describir la sensación que produce oír a la persona por la que lo dejarías todo decirte que te quiere. Y ese día sí que fue el principio de mi nueva vida.
    Han pasado 21 años desde aquel momento y aún lo recuerdo como si acabara de suceder, recuerdo las palabras que me dijo, el olor a sal y verano que flotaba en el ambiente, las sonrisas de mis amigas al ver que la chica soñadora por fin hacía realidad su fantasía, y por supuesto recuerdo lo feliz que me sentía, como Baby en Dirty dancing o Sandy en Grease pero elevado a mil.
    Ahora las cosas no son exactamente como aquel verano, ya no tengo 18 años, tengo 39, pero sigo sintiéndome aquella cría cada mañana cuando despierto y le veo a mi lado. Él tiene 41, y en estos 21 años han pasado muchas cosas, entre ellas que Baby y Sandy también han envejecido. En este tiempo hemos sido padres, tenemos dos hijos de 18 y 19 años que viven ahora esos amores de verano que tanto marcan, y aunque no sabemos si serán para siempre, mientras lo estás viviendo siempre crees que lo serán, así que sus vidas están llenas de magia.
    En estos años compartidos hemos pasado momentos maravillosos, nuestra boda, el crecimiento de nuestros hijos, viajes soñados y por los que luchamos duramente, sueños cumplidos con gran esfuerzo y veranos tan llenos de ilusión como aquel que nos unió. Pero también hemos pasado por momentos difíciles, pérdidas familiares, esta crisis que a todos nos está costando superar, la adolescencia de los hijos, y muchas cosas que surgen en el día a día. Pero a pesar de lo malo, a pesar de los problemas, muchas veces, cuando caminamos por la orilla del mar cogidos de la mano, envueltos en bruma con olor a sal, nos miramos y decimos que ha merecido la pena, y ambos, y sé que es así y que compartimos ese deseo, pedimos a las estrellas estar juntos mucho tiempo más, rogamos que nos regalen muchos años compartidos, aunque vengan malos momentos porque los buenos nos ayudan a seguir.
    Y esta es mi historia, la historia que empezó como un amor de verano, fresco y efímero y se convirtió en un amor verdadero, amor del bueno, del que dura a pesar de las dificultades. Un amor que aún tiene magia, sueños por cumplir y misterios por descubrir.

    1. Elisabet dice:

      Precioso relato, Gemma, muchísimas gracias por compartirlo y muchísimas felicidades por tener contigo aquel chico de ojos verdes, cabello azabache y amplia sonrisa. Un gran beso para ti y para él.

      1. Gemma dice:

        Gracias. La sonrisa y los ojos siguen igual, pero el pelo negro ya tiene alguna cana, jeje, y si os digo al verdad no me importa, le hacen mas interesante. Suerte a todos y un beso a vosotras también.

        1. Elisabet dice:

          Je, je, je… es que los hombres con unas canas bien puestas… 😉 Un gran beso!

  37. ISABEL dice:

    Yo vivo en el norte y cuando era chavalilla mis padres nos mandaban, a los hermanos, a pasar los veranos con la abuela a un pueblo de Castilla-La Mancha.
    Aquel verano yo tenía 16 añitos y salía con la cuadrilla de mi prima.
    No sé lo que vi en él, quizás, que tenía moto y 4 años más que yo.
    Tonteamos durante todo el verano y cuando mis padres vinieron a recogernos, no habíamos pasado de darnos un par de besos.
    En cuando volví a mi ciudad, me empezó a llamar por teléfono a diario, e incluso varias veces, decía que necesitaba verme, que no podía aguantar la distancia, que me quería.
    A mi el asunto me empezaba a quedar grande.
    El era hijo de unos amigos de mis tíos y por lo tanto conocidos de mis padres.
    Un viernes me llama por teléfono y me dice que está en mi ciudad, yo me quedé blanca, había hecho más de 500 km. sin avisar y se presentaba en una ciudad queriendo poner una tienda de campaña enfrente de mi casa.
    Mis padres, a los que tengo que agradecer que entendieran la situación mejor que yo, lo acogieron en mi casa durante todo el fin de semana.
    Fue el peor fin de semana de mi vida…. empezó a insistirme con qué zona del pueblo me gustaba para comprar una casa, que no hacia falta que acabara mis estudios, porque al casarnos, él iba a mantenerme, que no podía vivir sin mi…. yo cada vez iba viendo que no teníamos nada en común, que aquel tonteo en el pueblo poco tenía que ver con lo que él quería e incluso me resultaba desagradable estar con él.
    Por supuesto a mis amigas no les gustó nada de nada.
    Se marchó y durante la siguiente semana seguimos hablando por teléfono.
    Yo le dije que no tenía muy claro nuestra relación, que yo era muy joven y que no quería de momento ataduras, que estábamos muy lejos, en fin, que daba por terminado aquello que yo ni siquiera había empezado.
    El viernes se presentó de nuevo, sin avisar, en mi portal. Cuando mi madre me dijo que era él por poco me muero. Me lloró, me suplicó, me dijo que había estado mirando una casa, me echó en cara los kms. que había hecho por venir a verme y, no sé si lo entendió ó no, pero se marchó por donde había venido y… hasta hoy.
    Cuando llegó al pueblo y le contó a sus padres lo que había pasado, estos les pidieron explicaciones a mis tios, diciéndoles que qué se creía su sobrina, osea yo, y con qué derecho despreciaba a su hijo.
    Sus padres y mis tios dejaron de hablarse y por supuesto nunca más saludaron a mis padres cuando los han visto por el pueblo.
    Fue el último verano que me mandaron con la abuela al pueblo.

    1. Elisabet dice:

      Vaya historia Isabel… Qué disgusto para ti y para toda la familia. Un beso!!!

  38. odaklesam57 dice:

    Mi historia es la del veraneo que cambió mi vida, aquel de hace treinta y tantos años en el que la estudiante de español se gana la beca en la universidad de su país y viene a Madrid a hacer un curso y aprender el idioma. Trae un paquete para el hermano de un compañero y ese chico por eso la saca a ella y a sus compañeros de beca una noche por Madrid… y como no había suficientes coches para todo el grupo, van parando los coches de los estudiantes en los colegios mayores…. y en uno de esos coches estaba aquel que ahora es mi marido. Pero, aun así no era el amor a primera vista. El y su amigo se quedaron con mi grupo con la idea de ligar con las «extranjeritas». Y de hecho, su amigo le echó tejos a mi amiga y quedaron para el día siguiente. Su amigo le lió a él para que se apuntara a la salida (sobre todo para así tener el coche) y mi amiga también me pidió a mi que la acompañara. Conmigo se podía poco comunicar, porque sabía poquísimo español, pero pasamos varios días de «sujetavelas» a nuestros amigos (dedicados a sus flirteos), así que íbamos siempre cargando con un enorme diccionario y ese era el testigo del nacimiento del nuestro amor… No sabría decir en qué momento cambiaron las cosas, cuando dejamos de hacer el papel de carabinas y nos convertimos en los tortolitos, solo puedo decir que contra todas las reglas, a pesar de las distancias y de proverbialmente corta vida de los amores veraniegos, el nuestro va a cumplir ya casi 40 años, que no es poco para un amor de verano.

    1. Àngels dice:

      Gracias por compartirlo Odaklesam! Es un gran amor de verano!

  39. ana maria moreno dice:

    mi primer verano de amor se remonta hace ya 31 años, yo tenia 17 y el 22.
    cada dia yo iba a buscar leche, a una granja cerca de donde yo vivia, yo iba andando y él pasaba con su bicicleta, haciendose el chulito.
    asi fue pasando el verano, sin cruzar palabra, solo miradas y sonrisas, que hacian que yo me pusiera colorada,
    cuando acabo el verano, un dia en una sala de fiesta, se atrevio a pedirme bailar, y yo, la verdad estaba deseandolo.
    han pasado 31 años y todavia hay esa complicidad que cada verano , hace que seamos felices

    1. Àngels dice:

      Felicidades Ana Maria!

  40. Bea dice:

    Cada día por la mañana coincidíamos en el metro para ir a trabajar, él moreno, alto, muy guapo y con ojos almentrados. Siempre llevaba traje y se bajaba en la parada de metro de Joanic, yo me bajaba una parada de metro más tarde.
    Estaba buenísimo y yo me empecé a obsesionar con él, para mi era el chico más guapo del mundo así que una mañana decidí que de aquel día no pasaba y yo tenía que conocerlo.
    Así que ese día me bajé con él en la misma parada del metro y le cogí de la mano y le dije:
    – Oye, mira que te veo cada día en el metro y te encuentro tan guapo……… que me gustaría conocerte, ¿te puedo dar mi teléfono?
    Y atención a lo que él me contestó:
    – Ah sí? pues yo es la primera vez que te veo a ti………….. pero también eres muy guapa.
    Y me puso su mano para que le escribiera mi número de teléfono.
    Al día siguiente me llamó y quedamos.
    Y mi gozo en un pozo, porque ya para empezar del traje que llevaba cada mañana para ir a trabajar nada, iba vestido con tejanos una camiseta y un cordón negro atado en el cuello……. vamos hecho un pingo.
    Empezamos mal…… y luego cuando lo conocí un poco más efectivamente no teníamos nada en común. Eso sí, como bueno sí que estaba me lié con él (ojo, que yo soy de las antiguas y cuando digo nos liamos quiere decir que nos besamos apasionadamente y prou)
    Y ahí se acabó todo…….. a partir de ese día me daba mucha verguenza coincidir con él en el metro y así que retrasé la hora de salir para no verlo.
    De esto han pasado como 12 años y hace poco lo vi, en el metro como no, y estaba calvo y gordo !!!!! yo sigo estando monísima jejejeje.
    Bueno este es mi relato, ya se que no se corresponde mucho con el amor verdadero, pero a mi me apetecía mucho compartirlo con todas vosotras 😛
    Besitos,
    Bea

    1. Àngels dice:

      Tienes razón, no es exactamente una historia de amor, pero me he reido mucho!
      Gracias por compartir tu historia Bea.
      Un beso fuerte!

  41. sonia dice:

    Yo en breve subo el mio!! Me encanta la iniciativa y tendré en cuenta el horario infantil!!

    Besos

    1. Elisabet dice:

      Gracias, Sonia!!!

  42. angeles dice:

    No voy a participar porque soy muy poco ocurrente para hacer un relato.

    1. Elisabet dice:

      No te preocupes, Ángeles, sin embargo todo es ponerse… tal vez si te pones… De todas formas muchísimas gracias por tu comentario y por seguir, día a día, nuestro blog!!

  43. SilSCS dice:

    Él era y es el hijo de la mejor amiga de mi madre y somos de la misma ciudad. Aún recuerdo cuando éramos pequeños y no nos soportábamos. Se dedicaba a hacerme «rabiar» y a tirarme del pelo, reírse de mí… ¡Así que le tenía una manía que vamos!
    Pero desde que soy pequeñita veraneamos en el mismo lugar: Suances. Y tenemos el mismo grupillo de amigos.
    Así que ese verano tenía pinta de ser igual al resto. Sin embargo, yo tenía 15 años y él 17 y, claro, estábamos con el pavo subido.
    Empezamos a tontear y a ver que, detrás de aquel chava bromista y «picajoso» y detrás de esta niña «enfadona» había un par de eprsonas que tenían mucho en común.
    Nos besamos y estuvimos los 15 días de verano liados. Nos escribíamos cartas y nos las dábamos al despedirnos para estar presentes también cuando cada uno estaba en su casa.
    Volvimos a Valladolid después de las vacaciones y seguimos liados. Sin embargo, al poco yo le dejé y confieso que le hice mucho daño. Mea culpa pero es que ¡en ese momento no quería nada más!
    Seguimos llevándonos bien y en el verano en el que yo tenía 18 (justo antes de ir a la Universidad) y él 20 volvió a surgir la chispa. Estuvimos otra vez juntos y, cuando me fui a la Universidad a Madrid él quiso continuar pero me dio miedo seguir en la distancia y le dije que no.

    La verdad es que ahora me pongo a pensar en qué habría pasado si hubiéramos decidido seguir pero el caso es que ese mismo noviembre yo empecé con un chico (con el que he estado bastantes años) y él en diciembre con una chica.

    Él sigue con ella y yo me caso al año que viene. Ah, y por supuesto, él está invitado 🙂

    1. Elisabet dice:

      Bonita historia de encuentros, desencuentros y nuevos encuentros!!! Felicidades por tu enlace!!! Un beso 😉

  44. Mincita dice:

    Ya han pasado muchos veranos desde aquel que fue el nuestro. Creo que 15, éramos dos chiquillos. El olor de su piel ya se me ha olvidado y el sonido de su voz se ha perdido en el tiempo.
    No lo quise buscar, ni decírselo. Nuestras vidas eran muy diferentes. No podía darme más de lo que ya me había dado, era mejor así.
    Aquel verano me dejó tocada el resto de mi vida, aquellos acontecimientos que vivimos cambiaron mi mundo de derecho a al revés.
    El destino quiso ponernos de frente de nuevo. Un día trabajando, como otro cliente le pedí la tarjeta para pagar y su nombre y apellidos me hicieron temblar. A su lado su esposa y sus dos hijos con su misma mirada.
    Después de mirar el justificante me preguntó que si nos conocíamos y yo le dije, me parece que no.

    Era mejor dejarlo así. El amor de verano se caracteriza por eso, ese amor inolvidable

    1. Elisabet dice:

      Cosas de los amores de verano… Muchas gracias por compartirlo, Mincita!!! Un gran beso.

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