Hoy te proponemos que participes en un fantástico concurso. Los cuatro ganadores tendrán como premio un frasco de la fragancia Cool Water Love the Ocean de Davidoff valorado en 80€. ¿Quieres participar? ¡Es fácil!
Seguro que cuando te sientas frente al mar tus pensamientos vuelan y muy a menudo esas reflexiones hablan de naturaleza, del poder del océano y de toda la vida que esconde, pero posiblemente también te viene a la mente la forma indiscriminada que estamos actuando sobre la naturaleza destruyéndola… Si quieres participar en este nuevo concurso de Belleza activa sólo tienes que dejar un comentario en esta entrada compartiendo las reflexiones sobre la naturaleza que te sugiere la observación del océano.
También te animamos a darle al «Me gusta» de nuestro Facebook y subir una fotografía del mar y etiquetarla con el hashtag #lovetheocean. También puedes subirla a Twitter o Instagram y utilizar los hashtag #lovetheocean y #bellezaactiva. Cada fotografía publicada bajo esta etiqueta se publicará en la web www.lovetheocean.com y ayudará a proteger 5.000 m3 de océano. A partir de todas las fotografías etiquetadas, que aparezcan en la página web, se seleccionará una foto ganadora que tendrá la oportunidad de embarcarse junto con National Geographic a un emocionante viaje.
Los cuatro comentarios ganadores recibirán un frasco de 200ml de la fragancia de Cool Water edición limitada Love the Ocean, valorada en 80 euros. Tienes tiempo para participar hasta el día 6 de agosto. El nombre de los ganadores lo publicaremos en una entrada el día 8 de agosto.
Apoya el océano con Davidoff Cool Water
Desde 2012, Davidoff Cool Water apoya activamente el programa Pristine Seas de National Geographic, cuyo objetivo es explorar y proteger el océano. A través de este programa, National Geographic ha dirigido cinco expediciones para explorar áreas remotas del océano en lugares como las islas Pitcairn y Nueva Caledonia.
El año pasado, Davidoff Cool Water apoyó una expedición a Gabón, donde National Geographic ha explorado el fondo del océano. Esta entidad está trabajando actualmente de manera muy estrecha junto con el gobierno de ese país y la National Park Agency, con el fin de establecer un área marina protegida.
En 2014, Davidoff apoyará una expedición de Pristine Seas a la costa sur de Mozambique, hogar de algunas de las poblaciones más prósperas de megafauna, como mantarrayas, dugongos o tiburones ballena. El jefe de la expedición, Paul Rose, liderará un grupo de científicos y realizadores de cine clave para explorar, sondear y registrar lo que esperan que sea uno de los arrecifes más fértiles del este de África.
Proteger el océano no es solo un asunto de exploración científica: nos concierne a todos. La mayoría de la gente diría rápidamente que le encanta el mar. Pero pocas personas son realmente conscientes del delicado equilibro que gobierna este frágil entorno. Para sensibilizar sobre este tema, Davidoff Cool Water ha lanzado una nueva edición de su famosa campaña internacional Love the Ocean.
Por cada frasco de Davidoff Cool Water que se venda, Davidoff ayudará a proteger 10.000 m2 de océano. Para destacar este renovado compromiso, las versiones masculina y femenina de Davidoff Cool Water y la nueva Davidoff Cool Water Night Dive se venderán en una edición limitada con una funda Love the Ocean.
Cada fotografía estará salvando 5.000 m3 del océano. Puedes conocer más detalles sobre esta increíble acción organizada por Davidoff entrando en la web www.lovetheocean.com. En ella podrás ver donde se desarrolla toda la acción. Además se está creando un muro con las fotografías colgadas, en la que también podrás ver tu foto.
Esperamos tus comentarios. ¡Mucha suerte!
Muy buenas , creo que hoy era el día en el que se publicaban los ganadores verdad ??? , esperaré con atención si es así , saludos.
Sí Christian, perdonad, se publicarán el lunes día 11. Besos!
El mar me produce una sensación enorme de paz y calma. Soy tan pequeñita cuando estoy en él que mis problemas también se vuelven pequeños. Me gusta ir pronto y sola, disfrutar de la brisa y escribir con el pie las cosas que me preocupan en la orilla. Cuando las olas se llevan mis palabras, me siento mejor y tengo más energía.
Gracias!
Gracias Carme GD!
Me encanta el mar, parece que el tiene siempre el control, es tranquilo y nada lo perturba y cuando quiere se agita y hace sentir su presencia, para recordarnos lo débiles que podemos ser ante tal poder. Y por las noches, con ese techo abarrotado de estrellas ¡qué belleza!
Cierto Manuela!
Yo me quedo embobada mirando el mar. Su inmensidad, nuestra insignificancia a su lado, la fuerza poderosa de sus aguas,…..difícil expresar.
Gracias Maria Rosa! Suerte!
Todos formamos parte del medio ambiente, donde encontramos lo que necesitamos para la vida: la comida, agua, un refugio donde vivir, lo necesario para formar y cuidar a nuestras familias.
Cierto Syc! Suerte!
Me sugiere… tu y yo somo uno.
Suerte Paqui!
Cuando veo el poder de regeneración de la naturaleza, la inmensidad de los océanos, el instinto innato de los animales, … pienso… ¿qué hemos hecho para merecerlo? El planeta es perfecto, lleno de diversidad en todo (paisajes, climas, estaciones, animales, sabores, olores, vegetación)
Me siento privilegiada por disfrutar de lo poquito que tengo y lo mucho que se me ofrece gratuitamente (la vida, poder dar vida a otro ser -mi hijo-, ver un arco iris, sentir los rayos de sol, contemplar una puesta de sol, una noche estrellada… Cuanto más admiro todo lo que me rodea, más insignificante me siento, y más agradecida
Tenemos una suerte inmensa Irene!
Para mi el Océano son noches de amor inacabables, amores salados de verano y yo lo explico con un relato que escribí una vez…
Espero que os guste.
Hoy extraño esa sal que se instalaba en mi cuerpo las noches de verano de un Agosto afortunado,
la suavidad de mi piel se mecía insistente con la tuya, ese cruce de miradas placenteras,
el calor, el sudor que nos correspondía.
Y esa risita maligna que provocaban tus gestos aislados, los que me hacían no poder dejar de quererte.
Moreno de piel de Nube, corazón acompasado, tus latidos se mezclaban con mi alma del color del Océano.
Hoy extraño no haberte sabido comprender cuando me decías que el amor era libre como las gaviotas,
que tu corazón te quemaba por dentro y mis dedos querían escribir la palabra pasión por todas las calles por donde pasábamos.
Y los sitios más oscuros se llenaban con tu luz.
Moreno de piel de Nube, corazón acompasado, tus latidos se mezclaban con mi alma del color del Océano.
Abigail López (LaNiñaMariposa)
JemapelleMidori.
Suerte Abigail!
La observación del oceano me sugiere grandiosidad y la reflexión de que algo asíl no surgió por casualidad.
Gracias Jesús!
hablamos de mar o de oceano?
a mi izquierda mirando hacia africa tenemos (para mi) el mejor mar del mundo el mediterraneo desde cataluña hasta malaga y parte de cadiz dejando en medio las islas baleares.
a mi derecha tenemos el mejor oceano del mundo(para mi)el atlantico, desde cadiz hasta huelva lindando con portugal y bañando nuestras islas canarias.
en definitiva lo que quieras mar o oceano lo tenemos en españa.
kilometros de playa de las mejores del mundo.
benidorm,torrevieja,la manga del mar menor,cabo de gata torremolinos,marbella,fuengirola,benalmadena,nerja,tarifa,zahara de los atunes,barbate,conil,rota,el puerto de santamaria,sanlucar de barrameda,matalascañas,mazagon,isla antilla,cartaya,el portil,punta umbria y larguisimo etcetera de playas y costas.
y para el norte tenemos el mar cantabrico,unos paisajes a pie de playa como he dicho antes lo mejor del mundo.
esto es españa y aqui hay que morir un pais rodeado de playas que no le damos el nivel que tiene( yo si).
y ahora a ver si me regalais el perfume.
José Joaquín, lo reconozco: me has hecho reír y eso es un punto a tu favor! Suerte!
Me encanta ver amanecer en la playa, ver como va saliendo poco a poco entre el infinito mar, dejar la mente en blanco aunque a veces es complicado y disfrutar de ese momento.
Suerte Natalia!
La verdad que me sugiere paz, tranquilidad, libertad, y una profunda sensación de inmensidad y calma
Gracias Quique! Suerte!
Me encanta el mar, lástima que lo tengo lejos, pero cuando puedo me gusta hacer una escapadita. Es una fuerza implacable, atrayente y llena de vida. Me atrae su inmensidad, me gusta sentarme a pensar en ese silencio que no es silencio, porque siempre va acompañado de ese murmullo que te envuelve y te transporta.
Gracias Maialen! Suerte!
Cuando me siento mirando al mar, como estoy ahora mismo, solo puedo pensar en su inmensidad, en su poderío. En todo lo que nos da con su extraordinaria belleza y lo poco que los seres humanos cuidamos de ello.
Podría estar horas y horas mirando al mar sin cansarme porqué nuestro amor platónico nunca tendrá fin, porqué es capaz de hacer que me olvide de mis problemas, que por unos momentos pueda fingir ser una persona totalmente diferente para convertirnos en un mismo ser.
Muchísimas gracias por tu reflexión, Sara!!!!
Cuando era niña un día,caminando con mis padres por un pueblecito marinero con sus calles empedradas y su olor a brea,cuerda y sa,l vi un cubo para la playa en una tienda de souvenirs de esas que rompen la armonía de las calles empinadas con lanchas y tienen colchonetas,flotadores y chanclas colgando de la puerta. Era un cubo transparente y supliqué a mis padres que me lo compraran porque quería llenarlo de agua del mar.
Recuerdo que esa misma tarde fuimos a la playa y yo corrí enseguida a la orilla a llenarlo de agua,pero para mi tristeza, el agua que poblaba aquel bonito cubo no era del azul intenso que tenía el agua de la playa;aquel agua era turbia y casi igual al agua dulce que salía del grifo.
Disgustada fui a preguntarle a mi padre porqué el agua del mar tenía ese color tan bonito y él me respondió que era porque el cielo se reflejaba en ella. Yo,sorprendida, miré el cubo y le pregunté porque mi agua no era azul si el cielo también se estaba reflejando. Y mi padre, seguramente sin conocer la respuesta exacta a mi pregunta, me dijo que tal vez al mar no le gustaba estar prisionero y que por eso cuando lo encerrábamos en un cubo perdía su color.
Ese día, contemplando el agua del cubo supe que toda mi vida estaría unida inexorablemente al mar. Todo, cada momento crucial de mi existencia, sería como una prolongación de ese mar que yo intentaba retener en un cubo.
Los años fueron pasando y apenas hay un solo día que no vaya yo a verter mis pensamientos en sus aguas. Cada mañana me gusta salir casi a la amanecida a pasear por su orilla y muchas veces, cuando toca la vuelta a casa y estoy cansada y sin saber como afrontar todo lo que en estos tiempos tan acuciantes me rodea, camino por la orilla y me empapo de serenidad.
Y recuerdo también que desde muy jovencita me «impuse» la costumbre de navegar por todos los mares que pudiese conocer. En cada viaje, incluso en los viajes de estudios en los que era casi una niña, me he buscado la forma de navegar. Normalmente en la mayoría de los puertos hay algún barco que hace circuitos por la zona y yo me he subido a los de todas las ciudades que he podido visitar, tanto en España como fuera. Y siempre hago lo mismo, intento tocar ese agua que en cada sitio tiene un olor y un color pero que en el fondo es siempre lo mismo, la mejor medicina para el alma.
También acostumbro a guardar muestras en botellas. Toda mi vida he querido embotellar los recuerdos para así abrirlos cuando quisiera y revivir el momento,pero como eso aún no es posible me conformo con llenar la casa de botellas llena de agua turbia que habla de una puesta de sol en Grecia, de un paseo por la playa en Malta, de mil aventuras en Francia y de un sinfín de recuerdos que dan luz a mi vida.
Y ya para finalizar quería decir que en realidad participo aquí para ganar un frasco de Davidoff para mi hijo, que es tan aficionado al mar como yo y que sabe tanto, tanto del tema que a veces me deja sin palabras. Por él y porque este mar que dio principio a la vida quiero ganar el perfume. Muchas gracias y suerte a todos.
Muchísimas gracias pro tu historia, María!!! Suerte también para ti!!!
El mar!!!!!!!!!! Cómo resumir lo que me inspira en solo unas palabras. El mar lo inspira todo y a la vez…nada, solo él me hace sentir libre.
Para mí el mar es algo así como la vida, un conjunto de instantes y recuerdos que puedo dividir en estaciones.
Si me siento frente al mar en invierno y cierro los ojos, dejándome envolver por ese rugido gris que tiene aquí en el norte pienso en esas cosas tristes que a veces nos pone la vida, en esos momentos difíciles que en realidad nos son tan necesarios para darnos cuenta de lo mucho que nos quieren los que nos rodean,y, ¿por qué no? Para saber quien no es cómo creíamos y no ha sabido estar a la altura. Pero también me recuerda ese intenso olor a salitre que pintaba las tardes de mi niñez con mis abuelos, pescando en el puerto y haciendo reír a esa persona que tanto me marcó con las preguntas inocentes de la infancia. Y no puedo evitarlo, lágrimas tan saladas como ese mar que me acompaña resbalan por mi mejilla al pensar que sus cenizas yacen ahora en las aguas de ese puerto en el que su vida se fue deslizando. Por un instante incluso me parece sentir su caricia en mis húmedas mejillas aunque sé que ha sido ese viento salino que me acompaña, no pudo ser él…
Tras el invierno llega la primavera y con ella las mañanas caminando a la orilla del mar. Ahora ya no es tan gris ni ruge a mi alrededor, ahora anuncia que los días largos están al llegar y me hacen esperar siempre lo mejor. Es lo que yo llamo «Asomos de primavera», esos días que empiezan a crecer y que nos llenan de ilusión, que nos ayudan a dejar atrás las nostalgias del invierno, aunque siga sintiendo a mis abuelos en el fondo de este frío mar.
Y tras la primavera llega el verano…y mi alma vuelve a renacer. Pienso que fue en la orilla de este mar donde se me declaró mi marido, que mis mejores veranos han sido a la orilla de esta inmensa fuente de recuerdos. Si cierro los ojos oigo risas, chapoteos y grititos al sentir como las gotas frías nos salpican…y me siento feliz. La playa huele a familias, a cremas solares, a tapitas, a tinto de verano y a felicidad. A veces me gusta contemplar a las familias comer y me imagino a la madre unas horas antes, toda ajetreada en la cocina preparando ensaladilla rusa, tortilla, empanado filetes y diciéndole al marido que eche un ojo a los niños que llevan un rato sospechosamente silenciosos, justo como hago yo antes de venir a compartir este pequeño espacio lleno de vidas.
Pero el verano también habla de baños a la puesta de sol, de paseos por la orilla para sentir como la espuma lame nuestros pies bronceados y paz, como siempre paz.
Después de un largo e intenso día de playa me gusta pasear por el malecón y ver como se va quedando vacía, y con los ojos cerrados ruego para que todo el mundo deje recogido el lugar. Hace años, en un acuario en Galicia vimos el esqueleto de una ballena que había muerto por injerir bolsas de plástico y al lado estaba el montón de bolsas que habían sacado de su estómago. Ese día algo en mí cambio y a veces he llegado a hacer como en Verano azul y me he puesto a recoger desperdicios cuando la playa está vacía porque la marea sube y no podemos esperar a que llegue el servicio de limpieza. Como decía Perales;Quizás para mañana sea tarde…»
Y cuando el verano se va llega el otoño y con el las playas tranquilas, solo con algunas personas que aprovechan esos últimos rayos que apenas broncean pero calientan el alma para pasar el invierno. Llegan los días que en lugar de comer melón en la orilla comemos castañas, que en lugar de jugar a las palas o a hacer castillos dibujamos un corazón en la arena o echamos carreras sin morirnos de calor. Y los días se vuelven cortos y frío pero el mar sigue en su sitio, majestuoso, y tras las vacaciones estivales vuelve a rugir fuerte, preparándose para otro invierno lleno de nostalgia que de nuevo nos abrirá las puertas a días de sol y risas, que nos trarerá mis queridos «Asomos de primavera». Y de nuevo sentiré la caricia de mi abuelo, o del viento…pero de nuevo sentiré una caricia en mi mejilla.
Gracias por tu fantástico relato Gemma!!!
Hola buenas , puse mi comentario, pero no sé porque sigue pendiente de ser aceptado. Lo vuelvo a enviar por si acaso, un saludo. El mar para mí es sin duda una de las obras más bellas de la naturaleza. Su inmensidad, su color, su frescor, su bravura, su calma y tanta vida inmersa en sus aguas. Desde que nací siempre he vivido en la costa, el mar es parte de mí y yo parte de él. Podría decir que es mi mejor amigo, no podría vivir sin él. Es un retiro donde abandonar tus preocupaciones, para así sumergirte en la tranquilidad absoluta. La magía de escuchar las olas romper , otras veces silencioso e inmóvil, su espuma, su bruma, las gaviotas planeando sobre él… Es lo más simple y a la vez lo más placentero del mundo. Testigo de paseos románticos, de solitarios pescadores, de niños que juegan en su arena… El mar te da todo y no pide nada a cambio, tan sólo podemos agradecérselo cuidando y respetando el medio y así poder disfrutar de él infinitamente.
Hola Alba, no sé qué debe haber pasado, pero no tenemos ningún comentario tuyo pendiente. El último es del mes de mayo. Muchas gracias por enviarlo de nuevo, en ocasiones la técnica falla… Un beso y gracias por seguirnos!!! 😉
Yo me considero un «hombre de mar» al amar MI bahía de Cádiz, que igualmente tan bien expresó y quiso en sus poemas Rafael Alberti, paisano Portuense y gran poeta. Más claro, «agua» escribió lo siguiente:
«Hombres de mar,
eterno buscador que nunca encuentra,
en el horizonte azulado del cielo y mar
eternas despedidas, regresar quizás,
partes siempre mirando el horizonte
pero con la mente, en lo que dejas atrás.
La tierra no es más que un momento,
una noche que recordar,
entre el cielo y el mar puedes volar,
eterna oscilación de lo que fue y lo que vendrá.
Hombres de mar,
sin lazos que te aten, pero al mar no dejarás,
hermosa trinidad que da paz; cielo, hombre y mar,
hermosa pero muchas veces sufrida,
porque el hombre es para la tierra
y tú conquistas el mar.»
Recomiendo «Marinero en Tierra» para que los amantes del mar y de los océanos puedan continuar leyendo otros grandes poemas de Rafael Alberti y puedan sentir como si pudiesen ellos mismos oler el salitre del mar.
Muchas gracias, Alejandro, por acercarnos al gran Rafael Alberti a nuestro pequeño blog. Un beso.
El mar para mí es sin duda una de las obras más bellas de la naturaleza. Su inmensidad, su color, su frescor, su bravura, su calma y tanta vida inmersa en sus aguas. Desde que nací siempre he vivido en la costa, el mar es parte de mí y yo parte de él. Podría decir que es mi mejor amigo, no podría vivir sin él. Es un retiro donde abandonar tus preocupaciones, para así sumergirte en la tranquilidad absoluta. La magía de escuchar las olas romper , otras veces silencioso e inmóvil, su espuma, su bruma, las gaviotas planeando sobre él… Es lo más simple y a la vez lo más placentero del mundo. Testigo de paseos románticos, de solitarios pescadores, de niños que juegan en su arena… El mar te da todo y no pide nada a cambio, tan sólo podemos agradecérselo cuidando y respetando el medio y así poder disfrutar de él infinitamente.
Muchísimas gracias por tu comentario, Alba!!
El mar hace que te sientas libre, con solo olerlo soy feliz, me encanta disfrutar de él ya sea mirándolo, nadando, paseando por la orilla, dando un paseo en barco… Es algo fascinante y no somos conscientes de que debemos cuidarlo para que siempre sea tan espectacular y sigan habiendo tantas especies marinas en el.
A veces he visto imágenes y el océano no parece que sea un océano parece un vertedero ya que todo el mundo tira cosas al mar y no piensa en lo que esta causando, una pena.
Tienes razón, Vanessa, es una verdadera pena!! Un beso y mil gracias por tu reflexión.
El océano me produce unos sentimientos opuestos, por un lado siento una atracción inmensa: me inspira libertad, tranquilidad, grandeza, poder, y a la vez un sentimiento de melancolía y desazón: esa tranquilidad que produce hace que sienta nostalgia y recuerde momentos bonitos de mi vida que me hacen derramar alguna lágrima. Es una inmensidad totalmente desierta pero llena de vida al mismo tiempo, tan imponente, pacífico como una suave brisa pero en ocasiones traicionero, un gran poder al que hay que tener mucho respeto.
Muchísimas gracias por compartir con todos tus sentimientos frente al mar. Un beso Nuria!!
Debemos promover la protección de los océanos porque la preservación de la biodiversidad de los océanos es crucial para nuestra vida, sin embargo, su destrucción es mucho más rápida que la velocidad con que son protegidos. No debemos considerarlos, en ningún caso, indemnes a los impactos de las actividades humanas que se desarrollan en ellos. Debemos salvarlos de la depredación que el mismo hombre está llevando a cabo ya que presentan una grave declinación de calidad. Solo si incrementamos su protección ayudaremos al ambiente marino y al ecosistema a sobrevivir de estas inmensas amenazas. Creo que también se debería incrementar la investigación científica marina y encontrar la manera de explotar y aprovechar racionalmente los inmensos recursos que nos ofrece este 70% de espacio acuático de la superficie terrestre, estableciendo medidas que permitan que el ambiente marino sea más resistente.
Ojalá quienes te tengan que oír te oigan… Muchas gracias por tu reflexión, José Manuel!!
En el mundo no hay ciudad donde los hombres vengan al mar por cien mil puntos cardinales y se les meta por la cama, por la calle y por el alma, ni que los haga tan abiertos como el horizonte tan atrevidos como el oceáno o tanto como la marea.De la mar marina, divina y remota como una gaviota llegó hasta mi barca la última botella de un náufrago errante, un testamento de un pobre emigrante, de mi mente no se van recuerdos entrañables de noches frente al mar cantando carnavales, de la mar marina llegó hasta mi barca y seguía la carta llorando triste y suspirando al alba recuerdos de melancolía.
Y por más que yo converso con el mar, no sabré nunca si es la cuna de la libertad o si es su tumba. Pero mira si es tan marinera y bonita que ni por más golfo que sea tu mar la acorralan todos los siglos con un temporal. Y es verdad eso que dicen que las caracolas suenan como las sirenas de la libertad, yo quisiera volver a la mar, a mi vida, que un marinero en tierra no hace nada, mi corazón es mi patrón y donde no hay patrón no manda nunca marinero y donde hay gobiernos manda menos, en ese tema si que hay malas corrientes, que el pobre que lo intente antes de embarcar se despida y que dé por perdida la batalla en ese charco, a menos que su barco sea más «golfo» todavía.
Sueña, sueña mirando al mar, porque la vida es como la fuerte ola que rompe su cresta salinada contra la dura roca y esparce así al mundo la suave brisa que trae el mar grisáceo que da paso al invierno, así es el oceáno, así es el mar, así soy yo.
Mil gracias por tu bella reflexión, Christian!
relajación total, siento como si mi cuerpo rejuveneciese oyendo el romper de las olas e inhalando el olor a salitre.
Malos pensamientos y momentos se hacen pequeños viendo el mar-
Cierto Angélica!!! Muchas gracias por tu reflexión!
El mar me da paz y tranquilidad. Lo disfruto en verano bañándome en él y en invierno paseando por la orilla del mar. Me relaja y me hace evadirme de los problemas y preocupaciones cotidianas.
El sonido de las olas y la brisa del mar hacen que me sosiegue y cuando miro hacia el horizonte y veo la enormidad del océano me siento pequeño.
Disfruto de las puestas de sol y de los amaneceres junto al mar cada vez que puedo, pues es una experiencia muy relajante y la belleza de colores es espectacular.
Muchísimas gracias por tu comentario, Jordi!! Un beso.
A mi me relaja, pero al mismo tiempo me carga de energía positiva. Me siento bien en el mar.Me gusta de todas formas, embravecido me gusta mirar las dimensiones de las olas, y si está en calma me relaja un montón.La brisa, el oler a mar,es como si pudieras tocar el aire, no se si me explico….
Perfectamente, Patricia, te explicas perfectamente!!!! 😉
El océano te aporta todo lo que el hombre te quita. Esa libertad, armonía, mezcla heterogénea de especies, sin fronteras artificiales. Lástima que también nos estemos cargando ese hábitat que no nos pertenece.
Gracias por tu reflexión, José Manuel!!
Soy del sur tengo el mar muy presente en mi vida, no tengo que esperar al verano puesto que lo tengo al lado, cuando quiero evadirme nada mas que tengo que pasear por el paseo maritimo de Cadiz, en invierno me gusta mas, es mas relajado y mas romantico, me invita al relax y a la reflexion, las buenas desiciones que he tomado en mi vida ha sido sentandome y contemplando el mar,
Disfruta del mar, es mágico!!
Me transmite paz, calma, sensación de infinito.
Gracias Simón!
Siempre que puedo escaparme a algún lugar con mar u océano me maravillo de lo hermoso que es, lo bien que fluye todo sin intervención humana y la de manjares que esconde 😉
Gracias por tu reflexión, César!
Mirar al océano me transporta a mi niñez, al calor del hogar, la protección familiar, la felicidad, la inocencia 🙂
Gracias Margarita!!!
Lo que mas me relaja en pasarme las horas mirando el mar, sentada en el muro del paseo marítimo, dejando a mi menta volar y divagar.
Buen ejercicio, sin duda!!
Esta vez no voy a participar.
Mmmmmmm, creo que si lo meditas un poquito, algo te saldría, pero tu misma!!! Un beso enorme!!!!!
Eso me huele a vacaciones, disculpen mi tono poco poético, es que es lo que necesito, salir del trabajo, de la ciudad, reconciliarme con el mundo. Otro sitio mejor que mas cerca de la naturaleza, mirando el océano, no se me ocurre.
No será muy poético, pero es lo que a ti te sugiere!! Mil gracias!!!
El océano es capaz de calmar hasta a la persona mas nerviosa, estresada o preocupadiza. Lo digo por experiencia propia. Hay momentos en la vida en los que me siento muy al limite, harta de las situaciones, y hace un tiempo decidí que cuando me siento así que la mejor manera de solucionarlo es acercarme a una playa solitaria y sentarme en la arena a mirar el horizonte infinito. Al cabo de unos minutos, mi mente se queda en blanco, relajada, absorta… sin problemas. El océano tiene ese gran poder, es casi mágico. Escuchando el rugido de las olas, uno se siente bien consigo mismo y con el mundo, y cuando llega el momento de volver a casa, entonces ya vuelve uno de otra forma, con paz, sereno: El océano ha hecho su magia.
Muchísimas gracias Rocío!!! Un beso!!
Estos años junto a ti han dado para mucho en mi vida, me han demostrado que en el amor todo vale, han girado el rumbo de mi corazón, de este iceberg del que tan sólo soy capaz de controlar una pequeña parte,
que asoma en la superficie, mientras que otra gran parte, oculta al mundo, gigante en sus dimensiones, te ama con locura, se entrega a ti en silencio cada noche y amanece contigo cada madrugada.
Ese iceberg, por fin, se ha resquebrajado, se ha separado de una gran masa de hielo y avanza firme por el océano, por el océano intenso de tu mirada, para derretirse ahí, donde siempre quiso estar, donde realmente no está anclado a nada.
Avanza feliz disfrutando de cada detalle, conociendo un mundo totalmente distinto al que estaba acostumbrado, maravillándose por la vida tan increíble y apasionada que se había perdido durante años,
una vida que por fin conoce y disfruta cada día, en el camino que le lleva a ser del océano para siempre.
Ese océano eres tú, tan profundo en cada gesto, en cada mirada, en cada pensamiento,y ahí querría estar siempre, anclada al azul intenso de tus ojos.
Ese azul que recuerdo y recordaré cada día de mi vida. Quiero soñar siempre con ese océano azul, quiero dejarme mecer por sus suaves olas, necesito dejarme amar en la distancia, mirar al cielo y a las estrellas
que nos unen allá donde te encuentres.
Y ahí permaneceré cada noche, junto a ti, donde siempre debí estar…
…para el resto de mi vida.
Muchísimas gracias por compartir tus reflexiones, Begoña!!!
El océano es el entorno ideal para desconectar y relajarse. Sentada a su orilla con los ojos cerrados, el viento que soplando en mi cara, el sol calentando mi espalda, los pies descalzos sobre la arena, el suave sonido de las olas… todo esto hace que me sienta en paz conmigo misma y librea mis pensamientos.
Muchas gracias por compartirlo, Athenea1980!
Vivo en un pueblo del litoral catalán próximo a Barcelona, un pueblo entrañable,pequeñito y bonito, con calidad en sus gentes..
Me gusta el mar, me gusta pasear por su orilla…despacito y mirando el agua..
Vivo sensaciones de paz, tranquilidad, a veces hasta de soledad deseada…..es como andar sola y no ver a nadie más……..una gran sensación de libertad…
Otras veces caminar por el paseo de la playa, con ropa deportiva 40 minutos y sigo observando el mar..es otro gran placer del que puedo disfrutar..
Me gusta ese azul…..ese mar tan bonito…esas aguas claras, que a veces no disfrutamos lo suficiente, viajando muy lejos de nuestro país, aunque yo lo he hecho también…pienso que belleza tener esto delante de donde vivo. Salir a mis terrazas y ver el azul infinito ..es un privilegio que no todos tenemos..debemos valorarlo y disfrutarlo..
No creo que me adaptara a vivir en un sitio donde no tuviera el mar cerca..me costaría muchisimo..
Mis vacaciones en Agosto siempre suelen ser unos días a la casa que tenemos en la Costa Brava, allí puedo seguir disfrutando de el mar con aguas mucho más cristalinas con ese entorno tan bello propio de esa zona..y otros 10 días a algún destino preferentemente que tenga mar…
Muchas gracias por compartir tus pequeños grandes placeres… Un beso.
El océano… relaja mi alma… mejora mi mundo.
Escueto pero redondo…
Pienso que si algún día los alienígenas invaden la tierra será por envidia… Cuando se asomen a la ventana del espacio y den con la Tierra, un planeta azul, grande y fuerte con un océano de aire interminable, e inmensos océanos, pensarán en los afortunados que somos los terrícolas, pero a la vez les invadirá una profunda tristeza cuando comprueben que estamos degradando la vida en la tierra y en particular en los océanos hasta el punto de que especies y ecosistemas están al borde del colapso. Es hora de cambiar la historia, de pensar en quienes heredaran esta tierra, nuestra maravilla azul, si todos ponemos nuestro granito de arena, no contaminando la tierra, el mar o el aire, podremos soñar con un mundo mejor.
Alucinaría el pobre extraterrestre… Un beso Carolina!!
me relaja y me hace soñar el azul me da tranquilidad
Y a mi… Muchas gracias Ascen!!!
Para concurso reflexiones sobre la naturaleza y el océano
La ola
He visto una tarde conversar una ola con el océano: , ella agotada de trotar sobre él comenzó a considerar su presencia y al no perderlo de vista observó que estaba aquí y allá, arriba y abajo, casi sin horizonte, gozando de su extraordinario poder.
La ola, angustiada, con sus cuerpo de espuma cabalgando sobre las aguas, le preguntó con melancolía a ese inmenso , movedizo y poderoso cuerpo de agua.
Señor océano, ¿Qué puedo hacer yo para parecerme a ti ? El océano, con amabilidad y respeto contestó
: «Serénate, pacifícate para luego trascender Y juro, que la sorprendente naturaleza confronta las realidades, porque su magia es divina. Y puedo decirles, amigos míos que he visto a la ola convertirse en Océano y reconciliarse con la naturaleza.
Liliana Savoia
Mucha gracias por tu comentario, Liliana! Un saludo.
Fantástica iniciativa!!!
Reflexiones:
Una de las bellezas del mundo son los océanos pero el hombre se está encargando de contaminarlo y destruirlo poco a poco. Los océanos son inmensos pero no infinitos, sino actuamos rápido con acciones ecológicas en beneficio del planeta vamos camino al peor escenario posible, todo depende de nosotros.
Cada rincón de estas enormes masas de agua nos brindan todos sus recursos, nos dan oxigeno y no nos piden nada a cambio, por eso lo mínimo que tenemos que hacer es proteger y amar a nuestros océanos.
Por lo tanto los océanos son fuente de vida y sino cuidamos de ellos la vida en la Tierra corre peligro.
I LOVE THE OCEAN!!!! ♥
¡Muchísimas gracias, María Jesús!
La salud de los océanos deberia de preocuparnos a todos, los gobiernos deben implementar leyes para exigir métodos de pesca que sean más eficientes e higiénicos, terminando con los desechos y la destrucción. Si no cumplimos esta meta, nuestros océanos continuarán debilitándose rápidamente, poniendo en riesgo todo lo que depende de ellos, inclusive a nosotros mismos. La vida comenzó en los océanos, y en estos momentos ellos la mantienen. Océanos sanos son fundamentales para nuestra salud y bienestar y por tanto es algo que nos interesa a todos y entre todos hay que cuidarlos.
Gracias por tu reflexión, Fuencisla!
Estoy muy concienciado con los problemas que conciernen al mar. Esta iniciativa me parece maravillosa. A mi el mar me aporta tranquilidad y relajación, y es una fuente de vida animal muy importante para la tierra, al cual estamos castigando en exceso. Yo siempre que voy a la playa saco la mochila con restos de basura, ya sea de la gente que va a la playa y lo deja ahí, como de la basura que llega a la orilla proveniente de barcos y de los ríos. Intento aportar mi granito de arena.
¡Un gran gesto Víctor!
mirarlo me da paz…
Lo comparto, Vero.
El mar y los océanos… entraña una naturaleza inaudita… Por lo que sé, desde tiempos inmemoriales se ha creído que el agua del mar y los océanos guarda estrecha relación con la curación de nuestro cuerpo, pero también del alma… Reflexionando en el tema me doy cuenta de la importancia del agua, ingrediente fundamental en la receta de la vida terrícola.
Cuando uno está frente al mar, nuestra mente se eleva y medita tan hondo como la profundidad del mar, te envuelve en una energía espiritual y te da el poder de abstraerte y reflexionar acerca de cualquier cosa, pues tiene la habilidad de hacer que nuestros pensamientos fluyan entre las olas.
Curiosamente la naturaleza de los mares y océanos… el agua en si misma, siempre la he visto asociada en el arte, las mancias, los ensueños y en multitud de ámbitos a las emociones, así que de algún modo entiendo que el agua entonces simboliza las emociones en toda su infinidad, representando nuestro mundo interior brotando o estancándose como el agua misma en el devenir de nuestra vida, lo cual me parece interesantísimo.
Pienso que el mar, es y seguirá siendo musa y modelo de artistas y fotógrafos, por la singularidad de su belleza y sublimidad. El océano es en este planeta, como un mundo dentro de otro, un mundo lleno de otro, con su selva y vegetación tan colorida y peculiar que parece haber sido diseñada por un loco y creativo paisajista, y por supuesto, la hermosura y excepcionalidad de sus criaturas marinas. Nunca he hecho esnórquel, pero creo que debe ser una experiencia fascinante poder sumergirte en los fondos marinos.
También hay que considerar los océanos y el mar si olvidar su parte más peligrosa e impredecible, pero precioso en calma, lo que más nos cautiva.
Yo creo que hay que comprender además, el papel tan importante que tiene el océano en la tierra, porque el océano limpia la atmósfera, y mucho del oxígeno que tenemos en la tierra proviene del plancton que hay en el mar, resulta increíble como el océano nos influye a los seres humanos, y sin embargo muchas veces los humanos no devolvemos con nuestros actos esa generosidad de la naturaleza marina, en ocasiones por ignorancia, sí, pero muchas veces por despreocupación, egoísmo e «inhumanidad» irónicamente.
Los mares y océanos son muy importantes en este planeta, ya que de estos surgen y evoluciona la vida, así no es de extrañar el amplio porcentaje de agua frente a tierra en este «globo azul».
Cuando pienso en el mar a pesar de lo misterioso y paradigmático de éste, siento que tiene mucho que ver con la tranquilidad, serenidad, la placidez y la apacibilidad.
Me ha gustado mucho saber que Davidoff Cool Water apoya activamente la merecida causa de proteger el océano y eso me ha animado a participar, y por otra parte a mi padre le apasiona todo lo relacionado con el mar y supongo que le gustaría mucho descubrir esta fragancia tan especial, así que éstas son las dos razones por las que yo me sumo a estas reflexiones para darle a los mares y a los océanos la importancia y el protagonismo que tienen. Un concurso genial para un proyecto increíble. Muchas gracias.
Mil gracias por tu reflexión, Rachel, nos ha parecido interesantísima.
Siempre me ha fascinado contemplar el mar, ver cómo cambian los colores del atardecer y el amanecer, una buena moraga bajo la luz de las estrellas en la mejor compañía 🙂
¡Añoranza de las moragas en las playas de Málaga!
Obviamente que la contemplación del océano es especial y siempre que lo observo desde la calma, cuando puedes estar a solas, sentada en una roca o a la orilla, sin más ruido que las olas… la sensación de paz y plenitud es maravillosa y sobre todo el poder pensar que igual que las olas van y vienen también lo harán nuestros problemas y que siempre hay que esperar que las cosas vayan a mejor.
Muchísimas gracias, Susana, por tu comentario… ¡Un beso!
Hola chicas,
A mi la observación del océano siempre me recuerda lo pequeños que somos. El océano es la parte más grande de nuestro mundo y bajo él hay cosas que no podemos ver pero que no debemos olvidar. El pueblo siempre es ciego y solo piensa en lo que ve.
Cuando me siento cada semana a observar el rompeolas de Barcelona siempre pienso en la inmensidad de lo que tengo delante. A mi me provoca paz, es uno de los mejores momentos de la semana. Bajo el agua me siento libre y tranquilo.
Creo que deberíamos cuidar un poco más el océano ya que, aunque no lo parezca, es una parte muy importante de nuestra existencia. Aplaudo la iniciativa de Davidoff y la vuestra por hacérnoslo saber.
Muchas gracias por tu comentario y por participar con tu reflexión.
Pues a mí lo que me sugiere el mar y la naturaleza es paz y tranquilidad, libertad y calma
¡A mi también, Quique!
A mi el mar me produce sentimiento de paz, de alegría, de serenidad y sobretodo de libertad absoluta. Da igual que sea paseando por la orilla, como nadando, como buceando, como navegando,como bañándome en alta mar. Me siento como fusionado con toda la inmensidad del mar y me siento absolutamente libre.
Pienso en que un día la vida comenzó en este lugar y siempre que estamos frente al mar nos quedamos callados y fijamente mirando, quizá porque sentimos esa nostalgia interna de nuestros antepasados.
Siento respeto por los océanos y todos sus seres que los habitan. Debemos cuidar nuestros océanos y preservarlos lo más limpio posible, evitando que se contaminen y transformen en masas de agua sin oxígeno, sin vida, como ya ocurre lamentablemente en muchas áreas del planeta.
También pienso en la basura que tiramos allí. Aunque no la veamos todo , todo se queda debajo del agua.
L O V E T H E O C E A N
Muchas gracias por tu reflexión, Álvaro.
Por fin llegaron las ansiadas vacaciones de verano y después de todo un año de rutina laboral, estrés, nervios, malas caras y prisas ¡estoy de vacaciones! 🙂
Conduzco de una tirada hasta llegar a mi destino vacacional, un pequeño pueblo de la costa blanca. Las casitas de esta localidad son pequeñas y pintadas de blanco, son las antiguas casas de los pescadores, ahora reformadas para dar cabida al turismo, pero un turismo muy tranquilo, porque aquí por increíble que parezca, en la playa apenas se ve gente, y estamos en pleno mes de julio.
Llego hasta el que será mi nuevo hogar durante unas semanas y dejo la maleta encima de la cama.
Estoy ansiosa por ir a la playa, lo necesito…… necesito sentir que el mar me devuelva la energía, que llevo perdida desde hace ya bastante tiempo, así que sin perder ni un minuto subo las persianas y descorro las cortinas y abro todas la ventanas, necesito que entre el sol, la vida y la alegría de nuevo a mi vida. La dulce brisa marina entra en la estancia y poco a poco respiro el olor a mar y empiezo a sentirme más calmada y tranquila.
Abro mi maleta y busco entre la ropa ordenada y limpia mi biquini, la toalla y las zapatillas de la playa. Dentro del neceser tengo mi crema de protección solar, la cojo y rápidamente me la aplico por todo el cuerpo y la cara, porque mi piel es muy clara y aunque sea ya por la tarde, los rayos del sol aún me dañan. 😉
Me pongo el biquini y un pareo a juego, cojo un sombrero de paja y la toalla y bajo a la playa.
La playa está a los pies de la casita de pescadores que he alquilado, aquí no hay arena, hay cantos rodados de color gris clarito y camino con cuidado hasta llegar casi a la orilla del mar.
Estiro mi toalla y me quito el pareo, la brisa del mar acaricia mi cara, deshago mi coleta y mi pelo rubio y ondulado siente la libertad y baila feliz con el aire.
Estoy contenta, a gusto y feliz de estar aquí frente al mar. Me siento en mi toalla y miro el mar, veo el lento va y ven de las olas frente a mi, observo la inmensidad del océano y me siento pequeña en el mundo, pero que a su vez formo parte de él, me siento integrada en la naturaleza y mis problemas y preocupaciones poco a poco van quedando a tras.
Me levanto y voy caminando lentamente hacia la orilla del mar y las olas parecen querer venir a buscarme para jugar con mis descalzos pies, dejo que el agua me acaricie y siento su frescura.
Empiezo a adentrarme poco a poco en el mar y este me va poseyendo suavemente como si me quisiera atraer hacia su interior y hacerme disfrutar de su vida.
Me sumergo en su interior y noto como toda su frescura y energía me recorren entera, siento que formo parte de su grandeza y su inmensidad, floto en el agua y mi respiración empieza a acompasarse suavemente con las olas del mar.
Siento que no tengo miedo a nada ni a nadie, en el mar me siento segura sé que nada me puede pasar, estoy protegida por esta masa colosal que inunda todo nuestro planeta.
Hay tanta vida en su interior, que pienso que es imposible que nada ni nadie pueda acabar con él.
Nado hacia el interior del mar y me dejo flotar boca arriba, mirando al cielo. El cielo es inmenso y azul, sólo unas pequeñas nubes lo adornan y el sol brilla amigablemente acariciando mi piel y dándome calor.
Me dejo acunar por las olas y me abandono por unos instantes. Intento no pensar en nada ni en nadie, sólo estamos yo, el mar, el aire y el sol. No existe nada más.
Disfruto del sonido del mar, estoy tranquila y me siento en paz conmigo misma. Estoy integrada en su inmensidad y confío plenamente en él. Sé que el mar me puede sanar y su energía me ayudará a encontrarme poco a poco mejor.
Conozco el mar y se que él me equilibra y restablece mi energía interior, sólo tengo que dejarme llevar en sus brazos, es tan fácil olvidarse de todo aquí que casi pienso que es imposible morir.
Es así, en el mar me siento inmortal y capaz de todo, me siento tranquila y en paz con el mundo y conmigo misma, me siento segura y feliz y más que nunca inmune a todo mal.
Muchísimas gracias por tu reflexión, Bea. ¡Un beso!
Este año mas que nunca disfrutaré del Atlántico, nuestro gran océano que nos comunica con América. Y es que me marcho a Alemania, a terminar la carrera, allí lo echaré de menos.
¡Pues aprovéchalo mucho, Carlos!