El eyeliner es un tip clásico de makeup que explotaron con pura elegancia Brigitte Bardot y Sofía Loren y que ha sobrevivido en el tiempo en forma más o menos atrevida. Sin embargo, no todas optamos por el eyeliner, o bien porque que los dos rabillos salgan idénticos es una tarea complicada o bien porque pensamos que no nos sienta bien. Si te ocurre lo primero, la solución es práctica: intentarlo a menudo para que cada vez el resultado sea lo más acertado posible. Para lo segundo, te presentamos este vídeo. Como ocurre con el maquillaje o los peinados, no existen una norma beauty que sea ideal para todas, depende de las formas y de los colores que se hayan en nuestro rostro. Por eso, antes de descartar para siempre el eyeliner, te presentamos este vídeo de Maybelline, que presenta tres tipologías de eyeliner, dependiendo de las dimensiones y la forma de nuestros ojos.
- Para los ojos caídos o redondos, se recomienda un eyeliner a mitad de la línea de los ojos con rabillo corto.
- Para los ojos pequeños o juntos, la propuesta es la contraria: ganar con el eyeliner dimensión horizontal. Por eso, empieza desde el lagrimal y extiende el trazo con un rabillo largo, y lograrás otorgar mayor grandeza a la mirada.
- Para los ojos almendrados, la mejor opción es un trazo fino a ras de las pestañas.