Hace solo unos días hablábamos de los efectos estéticos y también físicos del conocido efecto cuello de texto, producido por el uso y abuso de los teléfonos móviles. Hoy, para completar aquella información, te ofrecemos 3 ejercicios de yoga facial para combatir el cuello de texto… ¡Toma nota!
Ejercicios de yoga facial
Ojos y vista
- Eleva la mirada llevándola tan arriba como te sea posible, como si quisieras llevar los ojos hacia el cráneo.
- Al notar la tensión en el párpado superior cuenta 5 segundos, relaja las cejas despacio y abre los ojos. Repite el ejercicio cinco veces.
- Cierra los ojos llevando las pestañas hacia abajo, manteniendo la tensión.
- Eleva las cejas tanto como nos sea posible, con intención de elevar también los extremos externos.
- Coloca los bordes inferiores de las manos sobre los globos oculares, presionamos ligeramente y abrimos las manos en abanico de dentro a fuera suavemente. Repetir unas cuantas veces.
- Cierra los ojos suavemente y da un ligero masaje con las yemas de los dedos a los globos oculares a través de los párpados superiores e inferiores. Repítelo seis u ocho veces en sentido de las agujas del reloj y otras tantas en sentido contrario.
Cuello
Este ejercicio fortalece los músculos flexores de la cabeza, que van desde la mandíbula al hueso hioides (por encima de la nuez).
- Coloca los talones de las manos bajo el mentón abarcando también la mandíbula, envolviendo todo el óvalo de la cara. Con la cabeza levantada, intenta inclinar la cabeza hacia delante, mientras las manos oponen resistencia impidiendo que la cabeza baje. Mantener 7 segundos, y repetir tres o cuatro veces.
- Coloca las manos entrelazadas en la nuca (nunca sobre las cervicales); presionar hacia delante oponiendo resistencia con la cabeza, mantener la presión 7 segundos y relajar. Repetir 4-5 veces. Con este ejercicio tonificamos y relajamos los músculos posteriores del cuello (principalmente los extensores cervicales), cuya acción es llevar el cuello hacia atrás.
- Coloca las manos cruzadas detrás de la cabeza inclinada envolviendo la nuca (sobre el hueso occipital, nunca sobre las vértebras). La cabeza inclinada hacia delante e intenta elevar la cabeza, mientras las manos oponen resistencia impidiendo que esta se eleve. Mantén 7 segundos la tensión y relaja lentamente, y ves llevando la barbilla hacia el pecho, manteniendo durante unos 10 o 15 segundos de forma estática, sin rebotes. La tensión adecuada al estirar debe llegar hasta la parte alta de la espalda, donde sentimos el estiramiento pero sin forzar. Repetir dos o tres veces.
- Coloca la mano sobre la clavícula, sujetando los músculos que se encuentran por encima de ella. Eleva la barbilla, estirando toda la musculatura anterior, y una vez estirados los músculos, desplazar despacio la mandíbula hacia delante y volver a la posición inicial. Repetir el ejercicio de 10 a 15 veces.
Papada
Coloca el puño debajo del mentón, colocar la lengua en el paladar y presionarla con fuerza contra el paladar con la lengua hacia arriba. Repetir 20 veces y mantener 10 segundos la última vez. Puede practicarse en cualquier momento, ya que es prácticamente «invisible» desde el exterior. Coloca los puños de ambas manos bajo el mentón e intenta abrir la boca, mientras los puños oponen resistencia.
Información facilitada por Sanis Natura
Será una buena ayuda porque cada vez utilizamos más el móvil.
Gloria
Pues sí, Gloria, tendríamos que plantearnos utilizarlo menos 🙂
Seguro que con constancia se nota mejoría.
Pues sí, Ángeles, la constancia es la clave para que muchos tratamientos acaben de ofrecer los mejores resultados 🙂
Muy interesante, tomo nota. Besitos
Nos alegramos que te haya interesado 😉