Ya lo decía Fiódor Dostoievski: La belleza salvará al mundo. Pero no te dejes engañar ni creas en la aparente frivolidad de la frase que aparece en El idiota del gran novelista ruso. Hoy, más de 150 años después de su publicación, queremos llevarla a la situación actual, buscando rasgos de belleza en el año más horrible que ha vivido la humanidad.
Las primeras noticias del coronavirus llegaban a nuestras vidas en enero de 2020, un año que parecía que iba a ser redondo y que a todos emocionaba… En pocas semanas la enfermedad se convirtió en pandemia y se llevó por delante a personas de todo el mundo, sin tener en cuenta su edad ni condición. Sin duda, una tragedia difícilmente asimilable. Algunas de las personas que la sufrieron en sus inicios aún están padeciendo sus consecuencias, si tener demasiado claro cuándo y cómo van a mejorar.
Pero es precisamente cuando el dolor es mayor, cuando surge lo mejor de la condición humana, la belleza…
Gestos de belleza
Hemos visto la belleza en la labor titánica que llevan a cabo, nuestros sanitarios y el resto de personal que trabajan al servicio de la salud: médicos, enfermeras, limpiadoras, camilleros, auxiliares… Todos ellos, en primera fila, han puesto en riesgo su vida y en muchas ocasiones la de los suyos para luchar contra el COVID-19. Les han ayudado a luchar y salir adelante o, en el peor de los casos, les han dado la mano en sus últimos momentos…
También la hemos visto en los otros trabajadores esenciales: empleados de supermercados, farmacéuticos… En los restauradores que, con sus negocios cerrados y al pie de la quiebra, han estado al frente de comedores sociales para alimentar a los colectivos más desfavorecidos.
Las asociaciones vecinales y personas individuales también han tenido gestos de indudable belleza al ofrecer a quién lo necesitase, la ayuda que precisaba sin esperar ni desear nada a cambio: han hecho la compra, han cocinado, han hecho compañía y han ayudado tanto como han podido a personas a quienes ni conocían.
La belleza también ha sido renunciar a ver a nuestros mayores por su propio bien. Estamos viviendo las fiestas Navideñas más extrañas de nuestra vida, pero renunciar a ver a nuestros mayores es un gesto de verdadero amor y belleza.
¿Alguien se atrevería a decir que la belleza es frívola?
La belleza de un frasquito diminuto
Si algo hemos descubierto en este año que –por fortuna– dejamos atrás, es la fragilidad humana. Nadie está a salvo de nada. Seas rico o pobre, seas deportista o sedentario, tengas una salud de roble o algunos achaques, tengas 15 o 95 años…
Pero la luz está al final del túnel y, ahora, la belleza está en un frasquito pequeño, diminuto, que nos ayudará a recuperar, con algo de paciencia, nuestras vidas. Y es que jamás habíamos visto tanta belleza en el material de laboratorio y, sobre todo en el trabajo sin descanso de los científicos ha permitido que en poquísimos meses, dispongamos de diferentes vacunas para hacerle frente al bicho.
Hoy, la belleza está en ser responsables, utilizando la mascarilla de forma adecuada, manteniendo la distancia social y lavándonos las manos. En estos momentos lo más importante es que nos podamos vacunar y, por fin, conseguir la ansiada inmunidad frente al maldito virus.
La belleza, ahora, está en un frasco diminuto y en una jeringuilla. ¿No te parece bella a ti también?
Todo el equipo de Belleza activa te desea un 2021 lleno de salud, prosperidad y belleza… porque ¡La belleza salvará el mundo!
¡Muchas gracias al equipo de Belleza Activa y Feliz Año!
Un beso
Un beso enoooorme de todo el equipo, Gaetane!!!
Deseo a todo el equipo de Belleza Activa un muy feliz año nuevo 2021 lleno de salud, esperanza y mucha belleza…😘🍾🥂🥳💕
Muchísimas gracias, Cinta!! Un beso enorme y gracias por leernos! Feliz 2021 y ¡Salud!
Lo mismo os deseo para todas, sobre todo salud y suerte¡¡¡¡
También para ti, Ángeles!!! Salud y suerte!!
Feliz año nuevo, chicas! Salud!! 🥂🍾
Muchas gracias Marisa, igualmente!! Un gran beso!!