Después de dos semanas de peinados para bodas, primero para novias y después para invitadas, concluimos la tríada con un post sobre maquillaje para bodas. Tras escoger el estilismo y el peinado, decidimos el ‘make up’ que nos acompañará en el evento especial. Sumérgete en esta oportunidad para coger grandes ideas.
El saber escoger
Conocer las tendencias en maquillaje de boda nos dará las claves para decidir con más conocimiento nuestra elección en esta materia. Para la novia, escoger el maquillaje es una de las grandes decisiones en torno a su estilo, pero para las invitadas también es una ocasión especial.
En la búsqueda de la singularidad no debemos caer en el exceso, a riesgo de parecer que vamos disfrazadas. Con un estilismo atrevido y radiante, un make up basado en el menos es más será una muy buena opción.
El maquillaje debe ir en sintonía con el estilo y los volúmenes del diseño escogido para la ocasión. Es importante crear sinergias y que la apuesta trendy y beauty hablen un mismo idioma.
También es esencial ir con un maquillaje cómodo, teniendo en cuenta las altas temperaturas con las que afrontamos las ceremonias estivales. Ya sabemos que son eventos que se alargan muchas horas como para sentirnos incómodas.
Y sobre todo el mejor maquillaje para ti es aquel que mejor representa tu personalidad. A pesar del impacto de ciertas tendencias, por muy estilosas que sean, aquello que no va contigo nunca será una buena opción.
Preparar la piel
Para que la piel luzca radiante es fundamental una buena preparación con productos de calidad que saquen lo mejor de la belleza natural y atenúen los signos de cansancio y la apariencia apagada del cutis. Una limpieza profunda hecha el día anterior en casa con un exfoliante o un tratamiento profesional en un salón será ideal para liberar el cutis de los puntos negros.
Con una piel limpia en profundidad, los tratamientos cosméticos penetran más y se mejora su eficacia. Además, es fundamental para lograr un efecto uniforme. También hay tratamientos profesionales especialmente formulados para afrontar nuestras necesidades cutáneas, y por ejemplo, bloquear la apariencia apagada y fomentar la luminosidad.
El mismo día de la boda, podemos añadir a nuestra rutina habitual un producto flash, que proporcione un fabuloso efecto buena cara. ¡Ya verás el efecto que consigues para el gran día!
Las claves del maquillaje
Tez radiante y pómulos dulces
Pedimos un cutis uniforme, de la mano de cosméticos que aporten cobertura y luminosidad. En un día tan especial la cara luce una apariencia mimada con un maquillaje natural (que se fusiona con el tono de la piel). Es importante, como siempre, acertar con el maquillaje fluido más adecuado para nosotras, para evitar el efecto máscara. Sobre todo si la boda es de día apuesta por un maquillaje con SPF, ideal para conseguir un resultado uniforme (que disimule las imperfecciones) y que cree un escudo entre la radiación solar y tú.
Para lograr unos pómulos dulces, puedes apostar por los coloretes en crema y muy luminosos en tonos naturales, como rosados y melocotones. Estos son ideales para las pieles más frías, mientras que las más cálidas brillarán con la gama ocre, coral y bronce. Para las que adoran sentirse bronceadas y lo están, los polvos de sol serán un gran aliado, como señala la maquilladora Kyrana Gallego. La experta Alicia Herráiz va más allá y hace su apuesta perfecta: cereza con melocotón, para unas mejillas sonrojadas con un aspecto.
El poder de la mirada
Las cejas ligeramente pobladas, marcadas y definidas son las más aclamadas, por lo que el microblanding y la micropigmentación tienen muchas seguidoras. Teñir las cejas de un color parecido al natural es otra opción a tener muy en cuenta para un día especial. Y es que, aunque a veces no seamos conscientes, unas cejas bien trabajadas son unas aliadas perfectas para sacar la mayor belleza de las facciones. Eso sí su diseño tiene que estar adaptado a los volúmenes faciales.
Las pestañas son siempre las grandes protagonistas de la mirada. Como indica Miriam Burgos, las extensiones de pestañas pueden ser una técnica muy favorecedora y compatible con un resultado natural, si se realiza después de un estudio previo de la mirada. El volumen, el espesor y la longitud dependerán de las necesidades de cada mirada. Esta opción, así como el tinte de pestañas, permite liberarnos del rímel y de la posibilidad que se corra en una jornada donde las emociones estarán muy presentes.
Las sombras irisadas con destellos en tonos dorados y cálidos son ideales para lograr una mirada sofisticada y acompañan los estilismos con elegancia. Si queremos dar el protagonismo a los delineadores, las sombras transparentes serán bienvenidas, pero estos también pueden pasar a un segundo plano en algunos rostros, que quieran abrazar pigmentos más intensos.
El color de la sonrisa
Los nude y los tonos naturales como corales, rosas o empolvados con texturas cremosas para lograr una sonrisa natural pero carnosa son los grandes aplaudidos entre los labiales, sobre todo en la apuesta beauty de las novias. El mejor aspecto se logrará con un efecto glossy, que potencie el volumen y con el que la sonrisa luzca en todo su esplendor. Las novias e invitadas más arriesgadas confiaran en el clásico rojo, que nunca defrauda.
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