Conocer cómo funciona nuestro cuerpo y cuáles son sus necesidades es clave para vivir en armonía con él y para sentirnos mucho mejor por dentro y por fuera, y este autoconocimiento no puede obviar, en el caso de las mujeres, el ciclo menstrual. Durante siglos, la regla ha sido un tema tabú, un silencio impuesto que nos ha condenado a ‘rechazar’ esta fase: por los ‘problemas logísticos’ que supone (sobre todo antes, lugar para cambiarse, no manchar…), porque no te encuentras del todo bien, porque estás más sensible, porque te ves más fea… Ha sido complicado amar el ciclo menstrual, después de vivir durante tanto tiempo aprendiendo a odiar/silenciar esta parte de nuestra naturaleza.
Por suerte, hemos tirado abajo muchas murallas en este aspecto, y queremos continuar en este camino de conocimiento del ciclo menstrual con un tema fundamental. ¿Qué le pasa a la piel durante la fase menstrual? ¿Y cuándo estamos ovulando? ¿Por qué nos salen granitos? ¿Tú notas más sequedad? Resolvemos las dudas en esta entrada.
Las fases menstruales y las hormonas
El ciclo menstrual tiene una duración que oscila entre 21 y 35 días, y presenta cuatro fases hormonales. La fluctuación de las hormonas se puede manifestar en la piel de diferentes formas.
Fase menstrual
Con una duración de 3 a 7 días, esta fase se caracteriza por el desprendimiento del revestimiento interno del útero a través de la vagina (dando lugar al sangrado). En este período el bajo nivel de las hormonas puede dar lugar a sensibilidad, brotes y sequedad.
Fase folicular
Se trata del período posterior a la menstruación y que llega hasta la ovulación. Incrementan los niveles de estrógenos, una hormona producida por los ovarios que fomenta el engrosamiento del endometrio y el desarrollo de los folículos del óvulo. Los estrógenos estaban en su punto más bajo en la etapa anterior, la menstrual. En este momento son máximos los niveles de la hormona foliculoestimulante FSH, que fomenta la producción de óvulos por parte de los ovarios. ¿Cómo lo nota la piel? El incremento de estrógenos y de esta hormona pueden provocar brotes, desencadenándose de un incremento de sebo.
Fase de ovulación
La liberación del óvulo del ovario y su descenso por la trompa de Falopio dura entre 24 y 48 horas y se caracteriza por unos niveles máximos de hormonas. La LH, una hormona producida por la hipófisis, que ayuda a desencadenar la ovulación, alcanza su máximo esplendor en esta etapa. La sequedad, el enrojecimiento y la sensibilidad son algunos de los efectos de la fase en la salud cutánea.
Fase lútea
Tras la ovulación, llega la fase lútea que se extiende hasta el comienzo del siguiente ciclo menstrual. En este plazo, los estrógenos empiezan a bajar, mientras que los niveles de progesterona suben y llegan a su nivel máximo. Pero… ¿qué es la progesterona? Una hormona producida por los ovarios y el cuerpo lúteo (fruto de la liberación del óvulo). Su función es acondicionar el endometrio para la implantación de un óvulo fecundado. ¿Cómo lo nota la piel? El incremento de progesterona provoca que la producción de sebo baje, fomentando el enrojecimiento, la sensibilidad y la sequedad.
Problemas cutáneos durante el ciclo
Ya hemos visto que durante el ciclo menstrual se producen fluctuaciones en la producción de hormonas y que las variaciones en los niveles de sebo pueden afectar directamente a la salud de nuestra piel.
Por ejemplo, la caída de la producción de sebo y las fluctuaciones hormonales suelen causar mucha sequedad en la piel, revertible con cremas hidratantes con glicerina o ricas en ácido hialurónico. La poca generación de sebo también coincide con una mayor sensibilidad. En este caso, es importante apostar por limpiadores que sean suaves y descartar el uso de exfoliantes fuertes, que puedan irritar más el cutis.
Con el sebo por el suelo, las fluctuaciones hormonales y una mayor producción de colágeno, la tez puede adoptar un tono irregular. Para lograr una apariencia homogénea, recomendamos un sérum con vitamina C o niacinamida. Un sérum así también será muy interesante para combatir el gran problema cutáneo del ciclo menstrual para muchas mujeres: el acné hormonal. Limpiar la piel con ácido salicílico o glicólico es una buena opción para tratar la zona. En algunos casos, hablamos de brote de acné en una fase menstrual.
¿Qué hacemos?
Conócete. Conoce cómo se manifiesta tu piel en cada fase menstrual: estúdiala y analiza qué necesita y decide de acuerdo a sus necesidades. No todas las pieles son iguales. La piel sensible te pedirá un limpiador suave y la grasa uno con ácido salicílico o glicólico.
Mantén una rutina de cuidado facial diaria. ¿Verdad que comes todos los días varias veces? Pues aprende a cuidar tu piel, todos los días, porque también lo necesita. Es importante que esté protegida de la radiación solar con un FPS de 50, y que garantices su correcta higiene e hidratación.
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