Se calcula que el 30% de la población tiene una cicatriz en alguna parte del cuerpo, la marca visible de que en esa zona ha habido una herida que se ha curado.
Sin embargo, en verano las cicatrices suponen un problema si no se tienen los cuidados necesarios. Además de picores y molestias por el calor, muchas personas sufren un problema estético y psicológico por su causa. Para rematar la faena, las cicatrices y el sol no se llevan bien.