Uno de los grandes problemas de los productos cosméticos es qué hacer con sus envases. De hecho, se calcula que los envases de todo tipo representan una cuarta parte del peso total de los desechos domésticos, con un coste estimado en 300€ por persona al año. La cifra es tan alta que los gobiernos europeos han establecido algunas medidas con el objetivo de, en el año 2012, rebajar el número de embalajes domésticos hasta cinco kilos por año y habitante.
En su afán por ser más respetuosos con el planeta y contribuir a este fin, algunas marcas se han decidido por las recargas, es decir, eliminar el clásico frasco de plástico rígido y presentar el contenido en un envase más ecológico para «rellenar» la botella que ya tenemos o usar directamente el producto de la recarga.
Es el caso de Ducray, que presenta un eco-envase para su Champú Equilibrante. De gran tamaño (400 ml), casi medio litro, en forma de sleeve (el nombre de esta especie de bolsa con dispensador) y elaborado en PET (polietileno tereftalato), un termoplástico reciclable, el envase es más ecológico que el convencional, ya que utiliza un 75% menos de plástico. Y más económico. De hecho, Ducray ha escogido este champú para lanzar este nuevo eco-diseño por ser el más vendido y, por tanto, el más utilizado de la marca. El Champú Equilibrante Tratante de uso frecuente en envase recargable (400 ml) cuesta 11,60 €, mientras que la eco-recarga cuesta 10 € (en farmacias y parafarmacias).
También Sanex tiene en el mercado un producto similar, Sanex Zero, que además de disponer de una botella de 600 ml (1,99 €) y 750 ml (2,19 €), tiene una recarga, eco-pack, de 500 ml (1,65 €) que reduce en un 73% el plástico de un envase de gel de ducha normal (en este caso, como veis no sale más barato al comprarlo, aunque sí resultará más barato su reciclaje). El gel de baño es también más ecológico, ya que está elaborado sin colorantes, phthalatos (estabilizantes de la fragancia), parabenos y phenoxyethanol (conservantes químicos que se usan para evitar la contaminación bacteriana) para reducir el impacto de estas sustancias químicas sobre la piel y el medio ambiente. El ácido láctico que contiene el gel ya previene de forma natural la contaminación bacteriana y respeta el equilibrio del pH natural de la piel. El producto dispone de la Etiqueta Ecológica Europea (www.eco-label.com).
Estoy de acuerdo con Nuria, todas las marcas deberían de seguir la iniciativa.
Me parece muy buena la iniciativa de Ducray. A ver si otras marcas siguen el ejemplo!