El cabello es una de las partes más visibles de nuestro cuerpo y uno de los signos de belleza al que damos mayor importancia. Evidencia mejor que otros órganos nuestras carencias y necesidades, tanto físicas como mentales. Igual que la piel, el cabello muestra los signos del cansancio, el estrés, la ansiedad y, como no, del sol, la deshidratación y el uso continuado de tintes y productos químicos.
Pero, exactamente, ¿cómo es un cabello?
Te lo contamos.
El cabello, aunque inerte, es una estructura que podríamos denominar viva compuesta por proteínas (la más abundante, la queratina), agua, grasa (lípidos) y oligoelementos.
El pelo se divide en dos partes, el tallo piloso y la raíz. El tallo es la parte de la superficie y puede llegar a medir más de un metro de largo. En su interior, está compuesto por tres capas: médula, cortex y cutícula, visto desde el interior hacia el exterior. La cutícula está formada por células córneas no pigmentadas puestas como tejas o escamas, con un borde libre que mira hacia la punta del cabello. La cutícula es la responsable del brillo y de que los cabellos resbalen unos sobre otros. El cortex está constituido de células queratinizadas con pigmentos de melanina y representa el 90% del peso total del cabello. Por su parte, la médula se constituye de células sin núcleo.
La raíz es la parte fija del cabello y está clavada en el folículo piloso de forma oblicua. Además de las tres partes que hemos visto, tiene unas fundas epiteliales externas e internas y una membrana vítrea. Anexo a la raíz hay glándulas sebáceas y un músculo erector, encargado de, literalmente, ‘poner los pelos de punta’. Al final de la raíz se encuentra el bulbo piloso, una zona con muchos vasos sanguíneos y nervios y donde existe una gran complejidad y actividad metabólica.
Sabes que…
- las personas tenemos entre 85.000 y 140.000 cabellos
- el cabello está constituido por una proteína, la queratina
- el color del cabello lo determina la melanina, el mismo pigmento que da color a la piel y los ojos
- las canas aparecen cuando en la raíz del cabello deja de producirse melanina
- los egipcios mezclaban hojas de añil y alheña para dar al cabello negro un tono rojizo o azulado
- los romanos las preferían rubias y, en tiempos de Julio César, las romanas se aplicaban esencias vegetales y permanecían horas al sol para aclarar su melena
¿Cómo lo cuido?
No requiere los mismos cuidados un cabello largo que uno corto. El cabello largo es más vulnerable a los daños. Por ejemplo, las puntas de una melena sobre los hombros pueden tener perfectamente dos años, y en este tiempo han sufrido más de 300 lavados, unos 15.000 cepillados, más de 400 días de radiación de rayos ultravioletas, 2 vacaciones de verano en la playa o la piscina y, en algunos casos, unos diez tratamientos de color (según datos de Pantene). Así, pues, hay que buscar el mejor tratamiento a cada tipo de cabello y a su estado actual.
Tal como explica el Dr. Daniel Candelas Prieto, especialista en dermatología, la clave del cuidado del cabello está en “conocer cuál es la estructura de nuestro cabello, es decir, saber cómo es desde el cuero cabelludo hasta la punta, y por lo tanto saber cómo cuidarla”. Según explica este especialista a través de Pantene, más del 50% de los autodiagnósticos capilares que se realizan las mujeres son equivocados. La mayoría cree saber qué productos debe utilizar pero, si no son los correctos, se produce insatisfacción y frustración. Y a menudo se escogen los producto teniendo en cuenta qué look queremos y no qué cabello tenemos.
Para el doctor Candelas “es fundamental distinguir la verdad de la mentira de los productos”, refiriéndose claramente a las recientes modas en cuidado capilar equino. Para contrarrestar esto asegura que es necesaria la “información y asesoramiento profesional siempre”. En cuanto a cuál es la clave de un cabello saludable, Candelas lo tiene claro: “identificar la estructura del cabello y cuidar el pelo como cuidamos la piel. Conociéndola y siguiendo una rutina adaptada a ella, porque la estructura del cabello es clave”.
Alimenta tu melena
Para tener un cabello sano lo más importante es una buena alimentación. Es imprescindible alimentar el cabello desde el interior con una dieta equilibrada que incluya frutas y verduras, así como proteínas y grasas. El cabello está compuesto básicamente de proteínas (compuestas a su vez de aminoácidos), lípidos (grasa) y agua, por lo que para mantenerlo sano no hay que olvidar en la dieta las carnes, pescado y otras fuentes clásicas de proteínas (lácteos, huevos, legumbres), así como las grasas (aceites, frutos secos, etc.).
En algunos casos puede ser necesario tomar un complemento nutricional, pero siempre es mejor consultar con el especialista, en este caso el dermatólogo, cuál es el mejor tratamiento.
Mantenerlo limpio y sano es, como hemos visto, cuestión de saber escoger los productos más adecuados a nuestro tipo de cabello. Por ello, lo más indicado es identificar qué tipo de cabello tenemos y cómo debemos tratarlo.
¿Cuál es tu tipo?
- Normal. Es sano, brillante, con cuerpo, fácil de manejar, el que tod@s querríamos
- Graso. Le sobra sebo y suele tener un aspecto lacio y engrasado
- Seco. Le falta hidratación y se ve sin brillo, tiene un tacto áspero, puntas abiertas y puede volverse quebradizo
- Débil o dañado. Es un cabello seco, fino y quebradizo, no tiene cuerpo y presenta aspecto desvitalizado, sin brillo
Indicar los cuidados que debemos dedicar a cada tipo de cabello haría este artículo interminable. Pero como sabemos que el cabello es uno de los temas que más nos interesan a tod@s, hemos decidido dedicarle un artículo cada lunes durante las próximas semanas. Si quieres, puedes coleccionarlos.
- Lo nunca explicado sobre la caída del cabello, su historia
- Así es un cabello
- Cabello normal
- Cabello graso
- Cabello seco
- Cabello débil o dañado
- Cepillos y peines, cuál necesitamos y cómo usarlos
Pueden ayudarte
♦ Color Freeze Crema Termo-protectora Bonacure de Schwarzkopf. Bálsamo sin aclarado que protege el cabello coloreado de los daños térmicos provocados por secadores, tenacillas y/o planchas, para todo tipo de cabello teñido. 13,95. En peluquerías
♦ Serum Reparador Puntas Abiertas de Pantene. Suero que repara y protege las puntas abiertas y dañadas, sella la cutícula, para cabellos normales y gruesos. 5,49 €
♦ Karité Concentrado Nutrición Intensa de René Furterer. Tratamiento de cuidado diario para cabello largo que nutre y reestructura al instante las melenas dañadas, con activos nutritivos, protectores y reestructurantes (aceite de Karité, cimentrio, fosfolípidos, aceite de ricino y vitamina E), para cabello seco, muy seco y dañado, se aplica sobre el cabello seco o escurrido, no aclarar. 100 ml 18,70 €. En farmacias y parafarmacias
♦ Shower Gel Body & Hair Men de Jean Louis David. Dos en uno con pro-vitamina B5 que hidrata, tonifica y nutre la piel y el cabello, se aconseja masajear el gel sobre el cuero cabelludo y dejar actuar unos minutos para que penetren sus activos, contiene también extracto de guaraná (tonificante, energizante) y mentol (refrescante, tonificante), para hombre. 250 ml 12 €
♦ Shampoo Gold Oil Essence de Montibel•lo. Champú con extractos naturales de ámbar y aceite de argán que nutren, hidratan, reparan y protegen el cabello del envejecimiento, sin parabenes, para todo tipo de cabello. 250 ml 10,90 €. En peluquerías
♦ Como Nuevo de Lush. Champú sólido que revitaliza el cuero cabelludo gracias a los aceites esenciales y las infusiones que contiene, como la de romero y ortigas, que aportan brillo y tonifican. 55 g 7,60 €
♦ Shine Crafter Wax Iconic Shine Collection de Sebastian Professional. Crema de brillo para modelar el cabello con extracto de cristales de cuarzo que aporta resplandor, para todo tipo de cabello. 50 ml 20,60 €. En peluquerías