Practicar un deporte nos hace más atractivos. Las razones son varias, pero la más importante es que el ejercicio físico ayuda a mantener la salud que, como siempre decimos, es la base de la belleza. Pero, además, incluso ayuda a combatir el acné. Te lo contamos.
Que algunos deportistas son guapísimos lo sabemos tod@s. Pero que además practicar algún deporte nos haga más atractivos es algo poco conocido y muy importante. Tiene su lógica: practicar un deporte ayuda a mantener la salud que, nunca insistiremos lo bastante, es el primer puntal de la belleza. Y lo demuestran constantemente las nuevas investigaciones que se realizan sobre los efectos del ejercicio físico en las personas. Recientemente se ha descubierto que incluso puede ayudar a reducir el acné: un estudio desarrollado por la Universidad Eberhard-Karls (Tubinga, Alemania) concluye que el sudor contiene un antibiótico natural que ayuda a reducir el acné y a destruir bacterias alojadas en la piel y que las personas que practican un deporte mejoran su belleza estética.
Todos sabemos que el deporte estimula el proceso de sudoración que, aunque a veces nos parezca molesto, lo cierto es que un proceso natural absolutamente recomendable que hidrata y limpia la piel, ya que elimina las toxinas que la ahogan y facilita el desprendimiento de las células muertas y la suciedad depositadas en los poros.
Además, el deporte mejora el estado de ánimo: estimula la producción de endorfinas (la hormona de la felicidad), cosa que nos produce esa íntima sensación de satisfacción que sentimos después de realizar un ejercicio intenso y que se impone sobre el cansancio. Y es importantísimo: sentirse feliz nos hace sonreír y, por tanto, muchísimo más atractivos. Lo confirma un estudio de OCU-Salud, que señala que quienes dedican un mínimo de 2 horas semanales a hacer ejercicio mejoran su bienestar.
El deporte también ayuda a moldear el cuerpo y mantiene la proporcionalidad. Fortalece huesos y articulaciones, y ayuda al buen funcionamiento del sistema circulatorio y linfático. Recordemos que la circulación de retorno de ambos sistemas se activa caminando, y un mal funcionamiento provoca desde ojeras hasta varices.
Porque practicar un deporte no es sólo moverse, sino crear un hábito de vida, una rutina en la que todo es importante. Lo ratifica José Ignacio Marcet, Presidente de la Fundación Marcet, escuela española de fútbol presente en 25 países. Marcet atribuye el fenómeno a factores de tipo educativo y motivacional: “En las escuelas de fútbol tenemos una disciplina que hay que seguir: estar aseado, vestir limpio, mantener un buen aspecto, ducharse, evitar malos hábitos, estar bien alimentado o no trasnochar… es evidente que estas rutinas repercuten en mayor o menor medida en un buen aspecto físico”.
Por eso es importante «comprometerse» con el deporte. Tanto si se realiza un deporte de grupo como si se realiza ejercicio de forma individual, es imprescindible crear una rutina, un ritual: designar un tiempo, una hora concreta y un mínimo de 30 minutos de ejercicio activo, más el tiempo destinado al aseo posterior; un espacio, que puede ser un gimnasio, un centro deportivo, un parque o la calle; un equipamiento adecuado: ropa y zapatillas deportivas para correr, jugar a fútbol, andar, jugar a baloncesto, ir en bicicleta (puedes encontrar información y propuestas en la web de Zalando pinchando aquí https://www.zalando.es/reebok-online-shop/); incluso realizarlo con una compañía o una música que nos resulte agradable y nos estimule.
Aunque parezca increíble, tener en cuenta estos pequeños detalles para conformar una rutina deportiva es lo que afianza la práctica del deporte. A menudo nos resulta difícil comprometernos con nosotros mismos y, aunque sabemos que necesitamos realizar ejercicio para mantener la salud, acabamos abandonando (o ni siquiera empezamos). En cambio, al igual que sucede con los cuidados diarios de la piel, si establecemos una rutina, si hacemos un hueco en nuestra vida al deporte, si lo realizamos con un/a amiga@, si nos regalamos un equipo deportivo que nos guste, si lo convertimos en un momento para nosotr@s, si disfrutamos de la práctica del deporte por todos estos pequeños detalles y no nos lo tomamos como una obligación para tener un cuerpo estupendo, es mucho más fácil que se convierta en un hábito de vida.
Todos lo sabemos: el placer es mejor motor de cambio que el deber. ¡Y nos hace muchísimo más guapos!