Ahora que el sol es ya omnipresente y acaricia nuestra piel por mucho que intentemos esconderla, es el momento de adaptar nuestra dieta para enfrentarnos a él protegidos. Algunos alimentos nos ayudan a broncearnos y protegernos mejor del sol. Te lo contamos.
¿Cómo puede ayudar la alimentación a proteger la piel del sol?
Todos sabemos que las zanahorias ayudan a broncearse. Y es cierto, las zanahorias contienen betacarotenos, unas sustancias precursoras de la vitamina A que ayudan a la formación de la melanina, el pigmento que nos proporciona el bronceado y que protege nuestra piel de la acción de los rayos del sol. Pero no son el único alimento ni el único activo que pueden ayudarnos en esta época a tener un color moreno y una piel protegida.
- Betacarotenos: se las denomina precursoras de la vitamina A, ya que se transforman en ésta en nuestro organismo. Es uno de los activos antioxidantes más importantes, por lo que protege del envejecimiento celular. Pero también ayuda a «colorear» la piel y la mantiene sana y luminosa.
- Alimentos con betacarotenos: Podemos identificar fácilmente qué alimentos contienen esta vitamina ya que les proporciona el color rojo, amarillo y naranja. Son ricos en ellos las zanahorias, tomates, pimientos, calabazas, pero también otros más verdes como las espinacas, berros, espárragos, acelgas, brécol, y el polen.
- Tirosina. Es un aminoácido no esencial que forma parte del sistema nervioso central y es necesario para el correcto funcionamiento del cerebro. Entre sus muchas funciones tiene la de estimular la producción de melanina.
- Alimentos con tirosina: Se encuentra en la carne (ternera, pollo pies de cerdo), el pescado ( salmón, merluza, rape, bacalao), la leche y el huevo, así como en las legumbres, semillas (algarroba, pipas de calabaza), frutos secos (altramuces, cacahuetes, almendras) cereales integrales y vegetales (espinacas, berros, perejil, acelgas, lechugas)
- Vitaminas del grupo B: se las denomina las vitaminas de la belleza, pero lo cierto es que las vitaminas del grupo B son indispensables para cualquier función del organismo, ya que son las encargadas de producir energía a través de los alimentos, intervienen en el crecimiento y la división celular, así como en la producción de hormonas y proteínas importantes, cuidan la salud del sistema cardiovascular, el sistema nervioso y la mente, y fortalecen el sistema inmunológico. Aunque son muy parecidas y suelen ir juntas, la que más incide en la salud de la piel es la B7 o Biotina (es tan importante para nuestra salud que su nombre proviene de la palabra bios, que significa vida). Su falta provoca caída del cabello o caspa, afecciones en la piel (dermatitis, deshidratación), fragilidad de las uñas, así como problemas nerviosos.
- Alimentos con vitaminas del grupo B: hígado (fresco o en paté), huevo, carnes y pescado (principalmente el azul), leche y derivados, así como cereales integrales, frutos secos, legumbres, semillas, setas, aguacate, manzanas, melones, sandías, frambuesas, etc.
- Vitamina C: el ácido ascórbico es sin duda la vitamina más conocida por todos. Es un potente antioxidante que ayuda a prevenir enfermedades importantes y que interviene en la protección y fijación de otras sustancias importantes para el metabolismo, como el hierro por ejemplo. También elimina sustancias nocivas, como contaminantes y metales pesados. En el caso de la salud de la piel, es imprescindible para la formación de colágeno, por lo que ayuda a la cicatrización, es antibacteriana, y y previene y mejora psoriasis, eczemas, etc.
- Alimentos con Vitamina C: las frutas cítricas son una buena fuente (naranja, limón, mandarina, pomelo…), pero hay otras frutas tanto o más ricas en esta vitamina, como el kiwi o las fresas. También la encontramos en los pimientos, la acerola, el brécol, la coliflor, la rúcula, las coles de Bruselas…
- Vitamina E: Junto con la A y la C, forman el grupo de vitaminas antioxidantes. Aunque se la considera la vitamina del corazón, también es importante para la piel, ya que la conserva en buenas condiciones, repara las heridas, es antiinflamatoria y protege la vitamina A.
- Alimentos con Vitamina E: la mayor fuente de vitamina E la encontramos en las grasas vegetales, como el aceite de oliva virgen extra; también en el de girasol y germen de trigo, así como en los almendras, avellanas y otros frutos secos y las semillas (sésamo, girasol…).
- Omega 7: el ácido palmitoléico u omega 7 es un ácido graso insaturado que contribuye a mantener los tejidos de la piel y las mucosas sanos, nutre, hidrata y protege la piel del daño de los rayos ultravioletas. Tiene una acción anti-melanogénesis, es decir que previene la aparición de manchas. Además, es antiinflamatorio, por lo que mejora eczemas, psoriasis y dermatitis atópica, así como antioxidante.
- Alimentos con omega 7: La mayor fuente de omega 7 es el espino amarillo, aunque también encontramos este ácido en la mantequilla, aguacate, curry, aceite de oliva, yema de huevo, quesos (parmesano, gouda, azul, etc.) y nueces de macadamia, entre otros.
- Polifenoles: son sustancias químicas que se encuentran en las plantas (hace años se calificaban como vitamina P). Se han identificado unos 8.000, pero los más conocidos son los flavonoides, y la acción más destacada es su capacidad antioxidante.
- Alimentos ricos en polifenoles: Prácticamente todos los alimentos de origen vegetal contienen diversos tipos de polifenoles, pero entre los que más nos interesan para la salud de la piel se encuentran las legumbres, las frutas y verduras de colores rojos, azules y morados, los cereales integrales, el cacao o el aceite de oliva.
- Zinc: es un mineral esencial para nuestra vida, ya que se encuentra en todas nuestras células. Mantiene la piel, el cabello y las uñas sanos, y su déficit provoca eczema, descamación, acné, psoriasis, moretones, envejecimiento prematuro, así como canas prematura o manchas blancas en las uñas. Es antioxidante y ayuda a la absorción y buen funcionamiento de las vitaminas A y . Es imprescindible para la formación de la queratina, la proteína del cabello y las uñas, preserva el colágeno, aumenta la elasticidad de la piel y un montón de cosas más.
- Alimentos ricos en zinc: Las fuentes más importantes de este mineral son las proteínas animales, especialmente el marisco, y el pescado y la carne en general. Entre los vegetales ricos en zinc destacan las nueces, semillas de calabaza y sésamo, el germen de trigo, los cereales integrales, las legumbres, el polen, así como plátanos, espinacas, pepino, apio, espárragos, borrajas, higos, patatas berenjenas, y el chocolate negro.
Ahora que ya conoces que sustancias contribuyen a la salud de tu piel y que alimentos las contienen, quizá te interese descubrir cómo organizar una Dieta para estimular el bronceado. En unos días te lo contamos.
Quizá también te interese leer
♥ Descubre qué alimentos son beneficiosos para la piel según la Academia Española de Dermatología