Nos pasamos la mayor parte del día frente a una pantalla. En muchos trabajos, el ordenador y el móvil son indispensables. Pero también abusamos de ellos en nuestro tiempo libre; y de la Tablet, de la tele… A la luz que irradian todos estos dispositivos se la conoce como luz azul.
Hace tiempo que los expertos vienen alertando de los efectos negativos de esta sobreexposición a la luz azul para los ojos. Sin embargo, distintos estudios también han comprobado su repercusión sobre la piel… y no te va a gustar.
¿Qué es exactamente la luz azul?
En el blog de Skeyndor lo explican estupendamente. La luz azul o luz visible de alta energía (HEVis) tiene origen natural –el sol– o artificial –móviles, portátiles, lámparas, fluorescentes y luces LED–. Se trata de las longitudes de onda que nuestros ojos perciben desde el color violeta al verde-azul. Además, al tratarse de una luz de alta energía, consigue penetrar en la hipodermis, la capa más profunda de la piel.
Así pues, debemos ser conscientes de que estamos expuestos a este tipo de luz prácticamente todo el tiempo, tanto cuando nos encontramos al aire libre como en espacios cerrados que precisan de luz artificial. Y no solo eso: el uso cada vez mayor que hacemos de los dispositivos electrónicos está agravando sus efectos nocivos.
¿Cómo afecta a nuestra piel?
La sobreexposición a la luz azul contribuye al envejecimiento prematuro de la piel. Aumenta la generación de radicales libres, lo que favorece la aparición de arrugas y la pérdida de firmeza. También debilita la barrera cutánea y provoca la aparición de manchas. Deshidrata el rostro y le deja un aspecto apagado.
Además, es interesante que sepas que la luz azul tiene un efecto directo sobre la conciliación del sueño. Así, se ha demostrado que disminuye la producción de melatonina, que es la hormona que le indica al cuerpo que ya es hora de dormir. ¿El resultado? Nos cuesta más dormir y lo hacemos peor. Como sabes, la falta de descanso también tiene consecuencias en nuestra salud y en nuestra piel.
Algunos aliados contra la luz azul
La primera recomendación que vamos a hacerte –y que nosotras también nos tenemos que aplicar, ¡aunque cueste!– es reducir en la medida de lo posible el uso de los dispositivos digitales. Y, por supuesto, aquí van algunas propuestas cosméticas para ayudarte a prevenir y combatir los efectos de la luz azul.
Crema Protectora SPF50+ Blue Light Technology, de Skeyndor. Crema facial de tacto no graso y acabado seco, especialmente indicada para pieles sensibles al sol, gracias a su factor de protección muy alto, SPF 50+. La tecnología exclusiva Blue Light Technology logra una protección más amplia del espectro solar, al bloquear directamente los rayos de luz azul. Su textura ligera es de muy fácil aplicación y resistente al agua, y además proporciona un ligero toque de color.
Diamond Cocoon Ultimate Shield, de Natura Bissé. Este escudo protector en bruma forma un film invisible y transpirable sobre la piel para evitar la adhesión de partículas contaminantes. A su vez, combate el daño por radicales libres generados por polución, gases y luz azul, y previene las manchas oscuras. Tras la exposición a la luz azul, reduce hasta en un 57% los radicales libres y mejora hasta en un 92% la calidad de la piel. Su precio: 98€/75ml.
Crema Diaria Prebiótica ‘Essential Reload’, de Lendan. Exquisita emulsión fundente no grasa que refuerza sistema de defensa natural de la piel. Cuenta con un sistema de protección de la luz azul, que repara y protege la piel de los daños diarios. Así, consigue aumentar el umbral de tolerancia y combatir el inflammaging, el envejecimiento de la piel de origen inflamatorio producido por el debilitamiento del sistema inmunitario.
City Protect, de Matis. Proporciona protección contra todo tipo de contaminación lumínica: rayos UVA/UVB, infrarrojos y luz azul. Además, contiene extracto de arándano, que contribuye a prevenir el envejecimiento de la piel. Aplicado después de la crema de día y antes del maquillaje, crea un velo imperceptible y fresco para hacer frente a los agentes externos que atacan la piel a diario. Su precio: 50€/30ml.
Age Protect, de Uriage. Esta nueva gama protege de la luz azul y la contaminación, actuando simultáneamente sobre los signos de la edad para corregir las arrugas y la falta de firmeza y luminosidad. Está formada por siete referencias, entre las que destacamos el Sérum intensivo multi-acción para todo tipo de pieles. Doblemente concentrado, trabaja sobre las capas más internas de la piel e incrementa la efectividad de las cremas, aportando firmeza y luminosidad a la piel.
Oxygen Urban Bio Shield, de Montibello. Un sérum simbiótico que actúa en la llamada «cuarta capa» de la piel, ofreciendo una protección frente a la polución de los entornos urbanos. Su biofórmula combina compuestos PRE y PRObióticos que favorecen la diversidad y el equilibrio de la flor cutánea, desplegando sobre ella un escudo bioprotector. Su precio: 41,50€/30ml.
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Me gustaría probar la de Uriage
Besitos
¡Buena elección!
No sabía yo esos efectos tan nefastos pero tampoco sé si creerme mucho que las cremitas sirvan para reparlas.
Bueno, seguro que mal no nos harán 😉 ¡Un abrazo, Ángeles!
Qué interesante, voy a tener que comprarme una de estas cremas, aunque tengo dudas sobre cual elegir!
Cualquiera de ellas te dará muy buenos resultados. Aunque, por ejemplo la de Skeyndor, que tiene SPF50+, está más pensada para el verano. ¡Un abrazo!
Superinteresante y a tener en cuenta. Muchas gracias.
Nos alegra que te haya gustado!
Muy interesante ,la verdad es que tiene que ser muy perjudicial ,yo tengo que tener sobredosis ,ja,ja.Gracias por los tips.
Yo diría que sobredosis tenemos todos!!! Un abrazo!