Coge cualquiera de tus cosméticos y lee la etiqueta. Puede que algunos nombres te resulten familiares, pero ¿sabes qué son? ¿Cómo afectan a tu piel y a tu salud? Al igual que está ocurriendo en el ámbito de la alimentación, donde cada vez nos preocupamos más por saber qué estamos ingiriendo exactamente, es importante poner atención en los ingredientes cosméticos que hay en los productos que utilizamos.
No se trata de volvernos unas expertas ni unas maniáticas de las etiquetas, pero ya sabes que dicen que la información es poder. Estar informadas sobre aquello que utilizamos en nuestro día a día nos da el poder de decidir cuánto y cómo queremos cuidarnos.
Y es que algunos ingredientes cosméticos, a pesar de estar permitidos por la legislación vigente, no son demasiado recomendables. De hecho, como explica Paola Gugliotta, fundadora de Sepai y máster en Dermocosmética, “la normativa europea fija una cantidad máxima en las fórmulas, pero sin tener en cuenta que hoy en día usamos muchos cosméticos a diario”.
Una cuestión de dosis
“La seguridad de las sustancias se evalúa considerando pequeñas concentraciones de un determinado ingrediente, pero no se tiene en cuenta que una persona puede usar cada día hasta 30 productos con ese mismo ingrediente y que lo hace de forma constante y consistente durante muchos años de su vida. Estamos hablando de una exposición a niveles de los que ya no se ha estudiado su seguridad”, explica Paola. Además, añade que “muchos de ellos son probados carcinógenos o disruptores hormonales en determinadas concentraciones y por eso la normativa europea fija una cantidad máxima en las fórmulas, pero sin tener en cuenta que hoy en día usamos muchos cosméticos, durante muchos años consecutivos y que, por otra parte, esas mismas sustancias están presentes en nuestra alimentación, con lo cual esas cantidades se multiplican”.
Otro problema añadido es que, cuando se descubre que un ingrediente es tóxico o peligroso, “el proceso burocrático por el que debe pasar antes de que se prohíba –al que en algunos casos hay que sumar las presiones de los lobbies– es muy largo y complicado y lo termina pagando el consumidor, que sigue expuesto a un ingrediente nocivo para su salud”.
Los 10 ingredientes cosméticos que debes vigilar
1. Triclosán y otros antibacterianos
Huye de los productos que te prometen eliminar todas las bacterias. Nuestro cuerpo está formado de una microbiota: un estudiado equilibrio de bacterias buenas y otras que llamamos patógenos, que han convivido desde la creación del hombre en sana armonía. Los productos que se usan en la cosmética con la finalidad de eliminar las bacterias, como el Triclosán, no son selectivos: destruyen todas las bacterias, dejando al cuerpo desprovisto de su línea de defensa natural principal. El Triclosán también tiene actividad de disrupción hormonal, debido a su contaminación en cloroformo y dioxinas.
- Lo encontrarás en la etiqueta como: Triclosan, Trichloro-2-hydroxydiphenyl ether, Irgasan Ch 3635, 5-Chloro-2-(2,4-dichlorophenoxy) phenol, Irgasan DP 300, CH-3565, Lexol 300, CH 3635, Ster-Zac, Chloro-2-(2,4-dichlorophenoxy)phenol, Trichloro-2’-hydroxydiphenyl ether, Cloxifenolum-.
2. Liberadores de formaldehidos
Este tipo de conservantes de la fórmula, con actividad principalmente antibactericida, son también perjudiciales. Aunque los formaldehídos llevan muchos años prohibidos en cosmética, siguen estando permitidas estas sustancias que son capaces de liberar pequeñas cantidades de formaldehídos. Una curiosidad: ¿sabías que la sacarina y todos los sustitutos del azúcar son capaces de liberar formaldehídos una vez en el cuerpo?
- Los encontrarás en la etiqueta como: DMDM hidantoína, Diazolidinilurea, Imidazolidinilurea, Quaternium-15.
3. Acrilamidas y poliacrilamidas
¿Has escuchado alguna vez que las patatas fritas son malas para la salud? Eso es porque durante el proceso de freír a altas temperaturas, se genera un químico muy tóxico para el organismo que se llama acrilamidas. Además, no son biodegradables y generan mucho impacto en el medio ambiente. Sus primas hermanas, las poliacrilamidas, también corren riesgo de descomponerse y convertirse en acrilamidas. Ambas están presentes en la cosmética.
- Las encontrarás en la etiqueta como: Polyquaternium-7,-10,-15, Polyacrylamide, Acrylamide.
4. Etoxilados
Pueden provenir de sustancias usadas para limpiar y crear espuma, o de aquellas que se usan para unir las fases agua y aceite de una crema. A los emulsionantes etoxilados les sucede como a los tensioactivos etoxilados: están contaminados por las sustancias cancerígenas generadas por la reacción del óxido de etileno y el 1-4 Dioxano. Eso sí, es importante NO confundir estos ingredientes con otra familia de glicoles –butilenglicol, propilenglicol, etc.–, que son totalmente seguros para la salud.
- Los encontrarás en la etiqueta como: PEG (polietilenglicol), PPG (polipropilenglicol), Polisorbato- (20, 30, 80…), Sodium Laureth Sulfate y todos los ingredientes que terminan en -eth (por ejemplo, Ceteareth-X, Laureth-X, Laureth-X, Steareth-X).
5. Ingredientes que forman nitrosaminas
Muchos de ellos se utilizan para regular el pH de la fórmula y pueden reaccionar -en el momento de fabricación de la fórmula o ya dentro del envase- al mezclarse con otros ingredientes. Así es como generan nitrosaminas, sustancias cancerígenas incluidas en la Propuesta 65, una iniciativa del estado de California creada en 1985 que comunica las sustancias que podrían causar cáncer, defectos de nacimiento u otros daños reproductivos.
- Los encontrarás en la etiqueta como: trietanolamina y cocamida DEA / MEA (y todos los ingredientes que terminan en “DEA” o “MEA”). En esta lista aparecen de nuevo las aminas quaternarias, que las encuentras como : Polyquaternium 10-15, etc.
6. Determinados conservantes
Destinados a estabilizar la fórmula, hay conservantes y equilibradores del pH que son demostrados disruptores hormonales. Es decir, que pueden afectar al sistema hormonal y dañar su correcto funcionamiento.
- Los encontrarás en la etiqueta como: propilparapeno, isopropilparapeno, butilparabeno, isobutilparabeno, BHA, BHT, triclosán o imidazolidinil urea.
7. Isotiazolinonas
Muy presentes en cremas y lociones, estos conservantes son responsables de un aumento importante de los casos de reacciones alérgicas, eccemas y mayor sensibilidad. Algunos de ellos están prohibidos, pero otros son todavía de uso común, ya que su riesgo potencial aún no ha sido evaluado.
- Los encontrarás en la etiqueta como: Methylisothiazolinone (MIT), Methylchloroisothiazolinone (CMIT), y aquellas palabras que terminan en «isotiazolinona».
8. Alérgenos
No sólo producen irritación y alergias cutáneas, también plantean riesgos de toxicidad para la fauna acuática. El fenoxietanol, por ejemplo, está clasificado por EWG (Environmental Working Group) como «peligro moderado» para la salud, por su capacidad para causar alergias y por su toxicidad para el sistema inmunológico.
- Los encontrarás en la etiqueta como: Phenoxyethanol, Cinnamal, Citral, Coumarin, Eugenol, Farnesol, Geraniol, Limonene, y Linalool, entre otros.
9. Siliconas y polímeros
Se incorporan a las fórmulas cosméticas porque mejoran el aspecto de la piel y el cabello, y aportan un plus sensorial, además de ser ingredientes muy económicos. Pero todas las siliconas y polímeros son compuestos sintéticos, obtenidos de fuentes no renovables y no biodegradables.
- Las encontrarás en la etiqueta como: Dimethicone, Amodimethicone, Acrylates crosspolymer, Cyclopentasiloxane (D5), o Cyclotetrasiloxane (D4). Estas dos últimas han sido catalogadas por la UE como tóxicas, persistentes y bioacumulativas en el medio marino. La D4, además, está catalogada como disruptor endocrino y posible tóxico para la reproducción humana.
10. Fragancias y perfumes
Son ingredientes “misteriosos”, puesto que la industria del perfume no está obligada a revelar la lista de ingredientes que hay detrás de cada perfume. El ingrediente más controvertido que puede estar escondido detrás de la palabra “Parfum” son los Ftalatos. “En los Laboratorios Sepai seguimos reglas muy estrictas para la selección de las fragancias adecuadas para nuestras formulaciones: elegimos las fragancias bajas o no alergénicas, ya sea producidas naturalmente o de origen sintético, y nos aseguramos de que la fragancia elegida esté libre de cualquier sustancia controvertida, para garantizar que el perfume que se incluye en su producto sea el más seguro para su piel”, explica Paola.
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Muy buena entrada pero realmente es harto difícil para el consumidor estar mirando toda la letra pequeña y más con la edad, que cada vez necesitamos no ya las gafas sino la lupa, porque vaya tela con lo minúscula que ponen la información jajaja. A ver si los responsables de nuestra salud se ponen a hacer limpieza en cuestión de alimentación, cosméticos y demás…nos va en ello la salud. Gracias
¡Toda la razón! Pero yo estoy convencida de que cuánto más nos interesemos los consumidores por estos temas, más se pondrán las pilas las casas cosméticas. De todas formas, utilizando marcas de confianza no tiene que haber ningún problema 🙂
Una información increíble y de mucha utilidad..Felicidades por el reportaje….👏👏👌😉😙
Nos alegra mucho que te sea de ayuda 🙂 ¡Un abrazo, Cristina!
Tomo buena nota, lo imprimo y sí me fijaré.
Siempre tan aplicada, ¡nos encanta! Pero recuerda que se trata más de una cuestión de dosis (si se repiten en muchos productos) que de los ingredientes en sí. ¡Muchos besos!
Con vosotras ya casi ni tengo que ir al dermatólogo!
Muchas gracias por los consejos, que siempre van genial.
Un abrazo!!!
Nos encanta que nuestras lectoras estén bien informadas!
hola, muchas gracias por tanta informacion pero eso me trastorna mucho y me agobia, no te lo tomes a mal pero eso de anotar esta lista e ir mirando los ingredientes antes de comprar algo se me hace muy tedioso, hasta ahora voy confiando en los productos de farmacia y por vuestras recomendaciones que se que son de fiar y dudo mucho que este mirando todos los ingredientes y se lo dejo a las cosmetologas y a las que saben mas de quimica, gracias por tanta informacion y te deseo muy feliz semana
Hola María! Antes de nada, muchísimas gracias por tu comentario. Por supuesto que no tienes que agobiarte con este tema, ni dedicarte a mirar todos los ingrientes de cada producto que vayas a comprar o a ponerte. El único propósito de esta entrada (y de todas las demás) es proporcionarte toda la información posible que pueda ser de tu interés y que la tengas a mano si algún día la necesitas. Haces muy bien en seguir el consejo de los profesionales en cosmética (¡que para eso están!), pero si encima tú sabes un poquito de qué va el tema, mejor que mejor ¿no crees? ¡Un abrazo enorme!