La primavera la sangre altera, dice el refrán sobre todo pensando en el aumento del deseo sexual en esta época. Más felices, sí que estamos en primavera. O no. Como habremos comprobado esta Semana Santa, que los días sean más largos, haga calorcito y veamos cada vez más cerca el verano nos alegra el espíritu. Sin embargo, en medio de esta fuente de vitalidad y dicha, es muy probable que te sientas apática y cansada. La responsable de estos síntomas puede ser la astenia primaveral: vamos a descubrir sus causas y sobre todo cómo podemos combatirla.
Astenia primaveral: las claves
¿Qué es?
Empecemos por el principio: la astenia primaveral no es una enfermedad. Según la RAE, astenia es la falta o decaimiento de fuerzas caracterizado por apatía, fatiga física o ausencia de iniciativa. El doctor Joaquín Domínguez de Hospital Capilar la presenta como «un trastorno adaptativo a los cambios y horas de luz, de temperatura y presión atmosférica que induce cambios en el estado anímico de las personas».
A priori, la primavera nos trae una gran dosis de felicidad: tras las frías condiciones climáticas del invierno, llega el buen tiempo, que nos invita a disfrutar del aire libre. Nos nutrimos de más vitamina D y ver a los campos vestidos de colores nos alegra de una forma bastante genuina. ¿Y cómo puede ser que entre tanta felicidad aterrice la apatía?
Porque estas nuevas circunstancias alteran la regulación de los ritmos circadianos mediante un cambio en la secreción de determinadas hormonas (endorfinas, cortisol, melatonina, etc.). Y a su vez las alteraciones hormonales tienen un impacto en los ritmos biológicos. El organismo está adaptándose a las nuevas condiciones ambientales marcadas por la luminosidad y que requieren, como hemos dicho, más consumo de energía.
¿Y cómo se manifiesta?
La falta de energía, la irritabilidad, las alteraciones de sueño, la pérdida de apetito y de motivación son algunos de los principales síntomas de la astenia primaveral. La tristeza y un tono vital bajo también se dan cita entre toda la sintomatología que va asociada a la astenia primaveral y que puede sobrevivir durante semanas, llenando de hastío y cansancio las pequeñas y sencillas acciones del día a día.
El estrés y la frustración de no haber cumplido con las expectativas indicadas a principios de año también pueden robarnos la vitalidad y la alegría. Sin hablar de las enfermedades que «florecen» en este época del año con mucha fuerza, como las alergias que nos producen una gran fatiga y extenuación.
Frenando la astenia primaveral
Si estos síntomas persisten más de unos 15 o 20 días, entonces tendríamos que acudir a un profesional. De momento, el Dr. Miguel Martín Almendros, médico de atención primaria, nos recuerda las claves para sentirnos bien: un buen descanso, una alimentación sana y equilibrada y realizar actividades físicas que nos motives y nos llenen de energía.
Verduras y frutas, las reinas de la dieta
Bienvenidos sean los cereales, las verduras y las frutas a nuestra alimentación, con buenos desayunos y cenas más bien ligeras. Ya sabes que tenemos que despachar las grasas y los azúcares refinados, porque no son unos buenos compañeros.
Un buen descanso
Ya sabes que garantizar un buen descanso es fundamental para sentirnos bien. Durante las horas de descanso, nuestras células se regeneran y las funciones se restauran. Si no dormimos entre 7 y 9 horas de forma habitual podemos sufrir problemas en el sistema nervioso, endrocrino e inmunológico. Y en consecuencia podemos experimentar cambios de humor, ansiedad o mayor tendencia a la depresión. Si los trastornos de sueño se sostienen en el tiempo, se pueden derivar importantes problemas para nuestra salud. Es importante acudir a un profesional para obtener el mejor diagnóstico.
Deporte a diario
Ya sabemos que es muy importante realizar deporte a diario para mantenernos activos y liberar energía de una forma muy saludable. Existe un sinfín de modalidades deportivas que nos permiten activar nuestro organismo y fortalecer la musculatura, así que no vale decir que no nos gusta el deporte. Con la llegada de la primavera, se presentan grandes temazos, con mucha vitalidad y que nos advierten que el verano está a muy pocos metros… y ante ellos parece que el esqueleto se mueve solo.
Así que una forma de hacer deporte y pasarlo bien es bailando. Te proponemos dejarte llevar por el zumba, una práctica que nos permite mejorar la condición física, la flexibilidad y la coordinación, a la vez que nos proporciona un gran bienestar.
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