El roscón de Reyes ha sido la última gran tentación de las celebraciones navideñas. Los turrones, los polvorones, los bombones o las deliciosas neulas se han instaurado en nuestras mesas durante días y solo hemos podido optar por la rendición. No teníamos hambre, pero estaban allí y acompañaban cualquier conversación, bingo o karaoke familiar. Los dulces no son los culpables, solo son el colofón de unas celebraciones que se alzan como odas del comer y comer. Y estos atracones no acaban de sentarnos bien, el cuerpo nos pide un respiro, recuperar las rutinas, volver a introducir la verdura y la fruta en nuestra vida, comer lo necesario y apostar por una operación detox.
Los excesos de las fiestas navideñas
La Navidad es la era de los excesos. Comemos y bebemos de más, porque todo está buenísimo, porque un día es un día, porque estamos de celebración… Son un montón las excusas que nos ganan la batalla cuando queremos comer el bombón que ya ni nos apetece pero que está encima de la mesa. Y alto, no vamos a culpabilizarnos, porque no nos podemos sentir mal por comer. ¡Nada más faltaría!
Pero sí que es verdad, que estos atracones no nos acaban de sentar bien. Seguro que alguien de vuestra familia o amigos os ha comentado que estaba llenísimo, que no podía comer más, que algo le había sentado bien… Y es que en esta inercia de comer por comer no estamos escuchando a nuestro cuerpo y sus necesidades y el organismo se revuelve contra esta ignorancia.
Por eso, ahora, que las fiestas navideñas han pasado, es el momento de recuperar las rutinas de alimentación. Volver a desayunar como lo hacemos de forma habitual y realizar las comidas y cenas saludables, de forma equilibrada, para dotarnos de energía y sentirnos en puro bienestar.
Alimentarnos bien
Comer bien. Ni apostar por retos inalcanzables, ni dietas milagro ni intentar convertirnos en súper deportistas de la noche a la mañana. Aquí tenemos una serie de consejos para reducir la retención de líquidos y establecer rutinas de comida que sean saludables.
Comer entre tres a cinco veces al día. Los nutricionistas no recomiendan saltarnos comidas.
Dos litros de agua al día, por favor. Es fundamental beber dos litros de agua al día, así que facilítate el reto, llevándote al trabajo una botella y en casa, bébetela fresquita si te gusta más o con unas rodajas de limón.
Apuesta por comidas ligeras con cocciones también ligeras, en el horno, en la plancha o al vapor. No es lo mismo comer una ración de salmón a la plancha o al horno que hacerla rebozada o bañarla en mayonesa para que nos parezca menos ‘soso’. Y es que con unas buenas hierbas podemos darle mucho sabor a las comidas y prescindir de otros complementos calóricos.
Cada día disfruta de las frutas y verduras. La OMS recomienda 5 piezas de frutas al día. ¿Demasiado? ¿Imposible de cumplir? No te rindas, encuentra frutas de temporada e incorpóralas a tu dieta, de la manera más atractiva y fácil de digerir. Por ejemplo, apuesta por la manzana, es diurética, aporta fibra y su piel ayuda a evitar el aumento de peso.
Depura el organismo y elimina los líquidos, con verduras e infusiones. Las cremas ligeras o las sopas de verduras son bienvenidas en este reto. Los espárragos, el calabacín, las alcachofas o el brócoli son ideales para conseguir la depuración del organismo. Mejorar la digestión, eliminar los líquidos y depurar el organismo es fácil con los tés, como el verde, la cola de caballo, el boldo o la menta.
Abajo la sal y el azúcar. Prescinde de la sal, y conseguirás deshincharte; condimentar con hierbas aromáticas será una buena alternativa para tus alimentos, así como sacar de tu día a día las comidas preparadas. El azúcar es otro ingrediente que mejor evitar, tanto en el café, como en los alimentos ultraprocesados, la bollería o las bebidas azucaradas.
Incorpora el deporte a tu vida
¿Te has vuelto a prometer que irás al gimnasio y sabes que no lo harás? Es importante que te propongas retos que realmente quieras cumplir y de verdad que se puede disfrutar del deporte, pero a tu manera. Escoge la práctica que te sea menos aburrida y pon a prueba tus habilidades. Además, puedes lograr grandes resultados con pequeños gestos en tu rutina, por ejemplo subiendo siempre escaleras o volviendo del trabajo a casa. Es importante que queramos combatir el sedentarismo todos los días.