La aparición de la temida calvicie es una de las mayores preocupaciones que tienen los hombres en relación a su imagen. Y si bien el injerto capilar no es nada nuevo, la realidad es que hace tan solo unos años eran pocos los que se planteaban esta cirugía y, en tal caso, lo hacían envueltos en un halo de secretismo y negación. Ahora todo ha cambiado y ya no hace falta viajar a Turquía para volver a presumir de pelazo. Las clínicas especializadas proliferan por todo el país y son muchos los famosos que retransmiten el proceso a través de sus redes.
Se acabó el tabú, pero todavía hay muchas dudas en relación a este tema. Vamos a intentar resolverlas, de la mano de los expertos.
La caída androgénica, la más común y prematura
“La alopecia androgénica, también conocida como alopecia androgenética o calvicie común, es la patología capilar más frecuente entre hombres (afecta a 1 de cada 6) y también altera la salud capilar de muchas mujeres. Las principales causas responden a factores genéticos y hormonales. Este tipo de alopecia se suele manifestar en los hombres a partir de los 20 o 25 años y se identifica porque los folículos pilosos de la zona frontal, superior y coronilla son más sensibles a la acción de los andrógenos (hormonas masculinas). Estas hormonas más que una caída masiva, lo que provocan es una miniaturización de los folículos (afinamiento del cabello o pérdida de densidad capilar) y si no se trata a tiempo, esta alteración puede provocar su invisibilización”, explican los expertos del Instituto Médico Ricart (IMR).
Por su parte, el doctor Francisco Pilo, de la clínica Hospital Capilar, avisa de que “en muchos casos, las alopecias masculinas comienzan en la adolescencia con el despertar hormonal, promovidas, fundamentalmente, por causas genéticas”. Algunos síntomas de esta alopecia comienzan con la aparición de dolor, picor o escozor en el cuero cabelludo o al percibir cambios en la naturaleza del cabello, así como al perder una gran cantidad de pelo mediante el cepillado o el lavado.
“La alopecia androgénica es crónica y progresiva, pero si se diagnostica de forma temprana se puede frenar a tiempo. Los tratamientos de regeneración capilar ofrecen resultados muy satisfactorios si se realizan en fases iniciales de la patología ya que permiten recuperar la densidad capilar. Para los casos de alopecia más severa, la solución es el trasplante capilar realizado con las técnicas menos invasivas que no alteran la calidad de vida de nuestros pacientes, quienes recuperarán su cabello de forma permanente”, añaden desde IMR.
Injerto capilar: así son las distintas fases del proceso
Como indican desde Hospital Capilar, “España se sitúa como uno de los países que sufre en mayor proporción diversos problemas de alopecia, estimándose que, aproximadamente, el 50% de la población la padece”. Este alarmante dato explica el auge de los trasplantes capilares.
Esta intervención cuenta con diversas fases y cada una de ellas requiere de una serie de cuidados y atenciones específicas. “El injerto capilar es una cirugía menor y poco invasiva que se realiza con anestesia local, sin dejar marcas en el cuero cabelludo. No obstante, requiere de unas consideraciones previas que, de llevarse a cabo correctamente y de forma individualizada, harán que se minimicen los riesgos y se facilite la implantación de unidades foliculares en la zona receptora”, destaca el doctor Francisco Pilo.
Preoperatorio
Durante el proceso preoperatorio, se recomienda:
- Dejar de consumir alcohol o tabaco en los diez días previos aproximadamente a la intervención, ya que la nicotina interfiere en el proceso de cicatrización y podrá provocar infecciones. Por su parte, el alcohol es anticoagulante y podrá conllevar un mayor sangrado durante la cirugía. Además, se debe prescindir de la teína o la cafeína, así como de la comida picante o el jengibre.
- Si se consumen determinados fármacos como el Minoxidil, se deberá suspender su ingesta unos 10 días antes de la intervención. Otros como el Finasteride o el Dutasteride se pueden seguir consumiendo con normalidad. Generalmente, medicamentos o fármacos con aspirina, antiinflamatorios o vitamina E o B deberán suprimirse. Si se toman anticoagulantes, antiagregantes o antidepresivos, se tendrá que consultar con un especialista que determine si es necesaria su suspensión, dado que son fármacos que pueden dificultar la coagulación de la sangre.
- Si se padecen determinadas enfermedades cardiovasculares, problemas de presión arterial, diabetes, alergias o trastornos de cicatrización, también se deberá consultar siempre con un médico, ya que es posible que dos pacientes que posean una situación capilar similar requieran de indicaciones distintas en función de la enfermedad que padezca.
- En el caso de tener canas, será necesario teñirlas antes de la cirugía, ya que éstas dificultarán el proceso de extracción e implante, al ser imperceptibles a nivel microscópico. Sin embargo, se aconseja prescindir de los tintes para el cabello hasta, aproximadamente, dos meses después de realizarse el injerto capilar.
- También es importante que el paciente no corte o rasure en general el cabello, porque, al hacerlo, impedirá que el cirujano le vea con su peinado habitual e intuya los clareos o zonas de necesidad, tanto en la región donante como receptora.
Cirugía
La cirugía conlleva una duración de entre seis y ocho horas y se trata de un procedimiento que no requiere hospitalización, por lo que los pacientes podrán marcharse a casa tras someterse a la misma, evitando la radiación solar y no practicando deportes de alta intensidad durante el primer mes. “No obstante, a los 15 días se puede volver a caminar o hacer ejercicios poco intensos, así como retomar las relaciones sexuales. Al pasar el mes, se podrá hacer ejercicio intenso, con precaución con los golpes”, detalla el doctor Pilo.
- Técnica FUE: la técnica FUE (Folicular Unit Extraction) es la más avanzada de las técnicas en el injerto capilar debido a que se realiza extrayendo las unidades foliculares una a una de la zona donante. Tras su extracción y estudio, se realizan las incisiones con bisturí convencional o de Zafiro donde, posteriormente, se implantan los folículos en el área afectada por la calvicie. El injerto capilar FUE no deja cicatrices visibles y ofrece resultados naturales.
- Técnica FUE DHI: se basa en la misma metodología que la técnica FUE estándar, pero con variaciones en el instrumental. Esto permite realizar el trasplante capilar sin necesidad de rapar la cabeza del paciente por completo. Para ello únicamente se rapa la zona donante, la cual pasará desapercibida con el propio largo del pelo. Poder realizar un implante capilar sin rapar con DHI depende de la opinión del equipo médico en líneas de obtener los mejores resultados. La técnica FUE DHI también se emplea en un trasplante capilar con rasurado ya que facilita la implantación de los folículos.
Postoperatorio
- Tras la intervención, será necesario que el paciente duerma incorporado a 45º y que evite tocarse o rascarse la cabeza, así como la utilización de gorras, cascos o sombreros durante los primeros días. Además, en este periodo, “se tendrá que pautar con el especialista la medicación indicada que merme la aparición de posibles efectos secundarios”, puntualizan desde Hospital Capilar.
- En cuanto a los lavados, el cabello deberá tratarse con cuidados específicos y, pasados los diez primeros días, se podrá tocar presionando suavemente la yema de los dedos para facilitar el desprendimiento de las costras de la zona receptora. Tras 30 días, podrá reanudar su rutina normal de lavado. Además, se recomienda prescindir de la práctica deportiva al menos durante los quince días posteriores a la cirugía, ya que podría aumentarse el riesgo de infecciones como resultado del exceso de sudoración.
- Por último, entre dos semanas y mes y medio tras la intervención, sucederá el efecto Shock Loss, un proceso que ocurre a causa del trauma que sufre el cuero cabelludo durante el injerto, en el que el pelo se cae, pero la raíz del folículo se mantiene intacta; por lo que el cabello volverá a crecer una vez que transcurra esta fase.
Contar con el acompañamiento de un buen equipo profesional en todas las fases del proceso es fundamental para obtener un buen resultado, de la forma más cómoda y llevadera posible. Así que, si estás pensando en realizarte un injerto capilar, infórmate y ponte en las mejores manos.