Un mal día lo tiene cualquiera. Un día intenso, un día cansado… Puede ser incluso que, en lugar de un día, sea una semana. Pero cuando lo que tendría que ser una excepción se convierte en la norma, hay que tomar medidas. El bienestar emocional es tan importante como el físico, y muy a menudo queda relegado en las rutinas diarias. En una sociedad llena de exigencias, es fácil caer en la trampa del estrés constante, algo que afecta no solo a tu mente, sino también a tu cuerpo y tu piel.
Si te sientes identificada, hay distintas herramientas que puedes utilizar para mejorar la situación. Una de ellas es la cosmética, una gran aliada para reconectar contigo misma, brindándote momentos de autocuidado y relajación. Precisamente, la cosmética puede ayudarte a despertar tu sensorialidad, una vía directa al momento presente y un escape efectivo a la ‘rueda del estrés’. También te ayudará a reducir el cortisol, la hormona del estrés, que además se vincula directamente con el envejecimiento prematuro.
Encontrarte bien, por dentro y por fuera, no es algo que pueda esperar. Ponte manos a la obra, con estos consejos.
Cosmética para reducir el estrés
Como te decía, la cosmética puede ser un complemento perfecto para tus rutinas de relajación: a través de sus aromas y activos, puede ayudarte a desconectar y reducir la tensión. Por este motivo, hoy en día muchas marcas ofrecen productos que no solo cuidan la piel, sino que también ayudan a crear momentos de calma y bienestar emocional.
Bienestar emocional a través de la aromaterapia
El olfato está directamente conectado con el sistema límbico, la parte del cerebro que regula las emociones. Por eso, los aromas tienen un poder increíble para influir en tu estado de ánimo. Algunos de los más efectivos para la relajación son:
- Lavanda: conocida por sus propiedades calmantes, ayuda a reducir la ansiedad y promueve el sueño.
- Manzanilla: alivia el estrés y reduce la irritabilidad.
- Ylang-ylang: este aroma dulce y floral es perfecto para equilibrar las emociones y promover una sensación de bienestar.
- Sándalo: proporciona un efecto de calma mental, ideal para aliviar la tensión.
- Bergamota: ayuda a reducir la ansiedad y mejora el estado de ánimo.
Puedes incorporar estos aromas a través de productos cosméticos como aceites esenciales, cremas corporales o velas aromáticas, transformando tu rutina de cuidado en un ritual relajante.
Ingredientes activos que no pueden faltar
Además de los aromas, existen ciertos ingredientes activos en los productos de cuidado de la piel que pueden tener un efecto calmante no solo para la piel, sino también para tu mente:
- Magnesio: ayuda a combatir la fatiga muscular y reduce el estrés
- Aceite de rosa mosqueta: además de regenerar la piel, es ideal para calmar y suavizar el cutis, proporcionando una sensación de confort.
- Ácido hialurónico: mantener la piel hidratada y saludable puede mejorar tu sensación general de bienestar, evitando la incomodidad de la piel seca o tirante.
- Extractos de té verde o manzanilla: estos ingredientes no solo son antioxidantes, sino que también calman la piel irritada o inflamada.
- Aceite de almendras: hidrata y suaviza la piel, proporcionando una sensación de confort.
- Aloe vera: calma irritaciones y tiene propiedades antiinflamatorias.
- Manteca de karité: nutre la piel en profundidad y crea una barrera protectora.
Consejos básicos (que deberías seguir a rajatabla)
Aunque no voy a descubrirte nada nuevo, nunca está de más recordarte esos hábitos que te ayudarán a mantenerte lejos de la rueda del estrés y disfrutar de tu día a día:
- Planifícate: organiza tus tareas de forma realista, dejando tiempo para imprevistos y, sobre todo, agendando también tu tiempo de descanso.
- Establece límites: aprende a decir que no y a delegar tareas si es necesario.
- Cuida tu alimentación: opta por una dieta equilibrada y rica en nutrientes.
- Haz ejercicio regularmente: la actividad física es una excelente aliada para combatir el estrés. Hay muchas opciones entre las que escoger: encuentra una que te motive y divierta.
- Duerme tus horas: un descanso reparador es fundamental para recargar energías.
- Practica técnicas de relajación: la meditación, el yoga y la respiración profunda son buenas opciones, aunque hay más: mandalas, puzzles, ganchillo…
Puedes empezar a relajarte ya mismo y siempre que lo necesites, con este sencillo vídeo: