En verano, la piel sufre más que nunca: el sol, el cloro, la sal y el sudor alteran su equilibrio natural, y mantenerla hidratada se convierte en una necesidad diaria. Pero aunque aplicamos cremas y lociones, muchas veces no lo hacemos de forma eficaz. La clave no está solo en elegir un buen producto, sino en cómo, cuándo y dónde lo aplicamos. Para ayudarte a lucir una piel suave, luminosa y saludable todo julio (y más allá), repasamos los errores más comunes en la hidratación corporal en verano… y cómo evitarlos.
No se trata de aplicar crema por rutina, sino de entender cuándo y cómo hacerlo para que realmente funcione. Tu piel necesita un extra de cariño en verano, y la hidratación es el gesto más sencillo, eficaz y sensorial que puedes regalarle cada día. ¡Y tu cuerpo lo va a notar!
Hidratación corporal en verano: lo que hacemos mal sin darnos cuenta
Aplicar crema corporal parece un gesto simple, pero en realidad muchas veces lo hacemos mal sin saberlo. La prisa, el calor o el desconocimiento nos llevan a cometer pequeños errores que impiden que la hidratación funcione como debería. Y lo peor es que, aunque uses buenos productos, si los aplicas mal… tu piel sigue reseca, áspera o apagada. La buena noticia es que tienen solución, y te los contamos uno por uno.
1. Aplicar la crema cuando la piel ya está seca
Este es uno de los fallos más frecuentes. Para que el producto se absorba mejor, aplica la hidratante justo después de la ducha, con la piel aún ligeramente húmeda. Esto ayuda a sellar la humedad y multiplica el efecto del producto.
La solución: no esperes a secarte del todo. Ten la crema a mano y aprovecha ese momento post-ducha para hidratarte en profundidad.
2. Usar la misma textura todo el año
Tu piel no necesita lo mismo en enero que en julio. En verano, las fórmulas densas pueden resultar pesadas y provocar sudoración o sensación pegajosa.
La solución: elige productos ligeros, en gel, loción o aceite seco, que se absorban rápido y refresquen. Apuesta por texturas más frescas que te inviten a repetir su uso a diario.
3. Olvidarte de zonas clave (que luego se resecan)
¿Te hidratas solo piernas y brazos? Error. El escote, los hombros, los codos, las rodillas o los empeines también necesitan cuidados, sobre todo si han estado expuestos al sol.
La solución: reparte el producto con mimo, de pies a cuello. No olvides zonas como los talones (muy castigados con sandalias) o el dorso de las manos, que envejecen rápido.
4. No exfoliar la piel (y esperar que la crema haga milagros)
Si no eliminas las células muertas, los productos hidratantes no penetran bien y la piel se ve apagada y rugosa.
La solución: exfolia tu cuerpo una o dos veces por semana con un exfoliante suave o un guante de crin. Así mejorarás la textura de la piel y potenciarás la hidratación posterior.
5. Aplicar poca cantidad… o demasiada
Ni escatimar, ni pasarte. Si aplicas muy poca cantidad, no es suficiente para nutrir la piel. Pero si te pasas, puede que la piel no lo absorba y acabes con una sensación pegajosa.
La solución: usa la cantidad adecuada según la zona y el producto. Un truco: extiende la crema primero en las manos y luego repártela por zonas amplias con movimientos circulares.
6. Pensar que con una vez al día basta (cuando no siempre es así)
En días de playa, piscina o calor extremo, una sola aplicación no es suficiente. La piel pierde más agua y necesita reposición extra.
La solución: hidrata por la mañana y, si lo necesitas, también por la noche. Si usas aftersun, no lo consideres una hidratante: combínalo con tu producto habitual o con un sérum corporal.
7. No beber suficiente agua
Sí, hablamos de hidratación corporal externa, pero lo que haces por dentro también cuenta. Si tu cuerpo está deshidratado, tu piel lo refleja: se vuelve áspera, sin luz y menos elástica.
La solución: bebe al menos 1,5-2 litros de agua al día, aumenta el consumo de frutas ricas en agua (como sandía, melón o pepino) y ayuda a tu piel desde dentro.
Estos son los 5 últimos productos que nos han llegado a la redacción
- Creme de Corps, de Kiehl’s. Tratamiento corporal hidratante y nutriente altamente enriquecido para todo tipo de pieles incluso las muy secas. Deja la piel suave, tersa y bellamente hidratada. Su precio: 36€/250ml. Versión rellenable: 79€/1000ml.
- Loción Corporal Hidratante, de SaluVital. Con un 93,33% de ingredientes naturales, su principal activo es la Manteca de Karité, un lípido vegetal de propiedades suavizantes para la piel seca. Gracias a su contenido en vitaminas A y E, es una rica fuente de antioxidantes, por lo que protege las células de la piel de los radicales libres que provocan envejecimiento prematuro. Su precio: 24,50€/120ml.
- Urban Nude, de Sepai. Una leche corporal sedosa y de acción calmante que aporta un extra de nutrición. Con extractos de trigo y cebada que protegen la piel de las agresiones medioambientales. Es, además, la perfecta crema base para practicar el mixing. Escoge cualquiera de los boosters corporales de Sepai y personalízala según tus objetivos. Su precio: 58€/100ml.
- Tractopon© Urea 10, de Vectem. Loción corporal que combina un 10% de urea enriquecida con prebióticos, ofreciendo un verdadero equilibrio para la piel. Combina urea enriquecida con prebióticos, una solución única que actúa directamente sobre el microbioma cutáneo. Esto refuerza la barrera natural de la piel y ayuda a mantenerla en condiciones óptimas. Su precio: 18,99€/300ml.
- Mousse de Soleil Boost, de Vitry. Mousse corporal hidratante con color, cremosa y ligera, que proporciona un acabado bronceado natural para lucir una piel radiante durante todo el año, sin esfuerzo y sin necesidad de exponerse al sol. Con un 96% de ingredientes de origen natural, no posee agentes autobronceadores. Su precio: 24,35€/120ml.