Si eres de las que disfruta de la playa en agosto, estás a tiempo de hacer algo muy importante: preparar tu piel para el sol. Porque, aunque siempre hablamos de protección durante la exposición, hay un paso previo que muchas veces olvidamos y que puede marcar la diferencia entre un bronceado bonito y duradero… o una piel apagada, irritada o manchada.
Las especialistas de Clínicas Médico Estéticas María Padilla y Enea Clínica nos recuerdan que una exposición solar responsable empieza días o incluso semanas antes del primer día de playa, con cuidados específicos que fortalecen la piel desde dentro y desde fuera. Aquí tienes todo lo que debes saber para llegar a tus vacaciones con la piel lista para disfrutar del sol (sin pagar las consecuencias después).
Todo lo que puedes hacer para preparar la piel antes del sol
Si todavía no has comenzado tus vacaciones, estás en el mejor momento para empezar a preparar tu piel. No se trata solo de aplicar crema solar cuando llegas a la playa: una piel bien cuidada antes de exponerse al sol será más resistente, se bronceará mejor y sufrirá menos daños. ¿La clave? Hidratar, proteger, nutrir y reforzar tanto por fuera como desde dentro. Estos son los gestos que marcan la diferencia antes de tu primer baño de sol
1. Exfolia con suavidad (pero con antelación)
Uno de los primeros pasos para que la piel reciba bien el sol es eliminar las células muertas. Esto favorece un bronceado más uniforme y evita la descamación. En Clínicas María Padilla recomiendan realizar un peeling suave de tipo médico o enzimático entre 10 y 15 días antes de la exposición solar prolongada.
“Así eliminarás impurezas y células muertas sin comprometer la función barrera de la piel”, aconsejan desde el centro.
Evita realizarlo justo antes de irte de vacaciones para no sensibilizar la piel.
2. Refuerza la hidratación desde el interior y el exterior
Una piel deshidratada es una piel más vulnerable al sol. Por eso, además de beber más agua, es importante reforzar la hidratación con cosmética adecuada: sérums con ácido hialurónico, pantenol o tratamientos en cabina con hidratación profunda.
“Un tratamiento de hidratación profunda previo al verano garantiza que tu piel esté preparada para el sol y minimiza la descamación posterior”, explican desde Clínicas María Padilla.
3. Introduce antioxidantes en tu rutina (tópicos y orales)
Los radicales libres que genera la radiación solar están directamente implicados en el envejecimiento de la piel, las manchas y la pérdida de firmeza. La mejor defensa es aplicar antioxidantes por vía tópica (como vitamina C, niacinamida o ácido ferúlico) y también por vía oral.
“Aplica un sérum antioxidante por la mañana, antes del fotoprotector. Así reforzarás la defensa natural de tu piel contra los efectos del sol”, recomiendan desde María Padilla.
Por otro lado, la doctora Iris González, de Enea Clínica, explica que los suplementos orales también juegan un papel clave:
“Están diseñados para ayudar a proteger la piel desde dentro, aumentando la resistencia a la radiación UV. Suelen contener antioxidantes como vitaminas C y E, así como extractos de plantas como el té verde”, añade.
4. No subestimes la dieta: lo que comes también protege
La alimentación es otro escudo invisible que fortalece la piel desde el interior. Alimentos como frutas rojas, cítricos, zanahorias, verduras de hoja verde o pescado azul aportan antioxidantes como el licopeno, el zinc, la vitamina C y el selenio.
“Cuida tu piel desde el plato: aumenta el consumo de alimentos con alto poder antioxidante para ayudar a tu piel a mantenerse firme, luminosa y protegida frente al daño solar”, recomiendan desde María Padilla.
5. Apóyate en la nutricosmética solar (pero no olvides la crema)
Si vas a exponerte al sol de forma prolongada o tu piel es especialmente sensible, los suplementos de protección solar oral son una ayuda extra. Eso sí: nunca sustituyen al protector solar tópico, sino que lo complementan.
“Es importante destacar que no deben sustituir a los protectores solares tópicos tradicionales”, aclara la doctora Iris González.
Estos suplementos ayudan a reducir la inflamación cutánea y prevenir el daño celular, y son especialmente recomendables para deportistas, personas que trabajan al aire libre o pieles muy reactivas.
6. Y cuando llegue el día… protección 360°
La piel bien preparada necesita un buen aliado en la exposición solar: un fotoprotector tópico de amplio espectro, con ingredientes reparadores y antioxidantes. En Clínicas María Padilla recuerdan que la elección del SPF debe adaptarse al fototipo y al estado de la piel, y que la aplicación debe repetirse cada dos horas.
“Prevenir los efectos nocivos del sol no solo implica protegerse durante la exposición, sino también preparar la piel con antelación. La educación en fotoprotección es parte de nuestro compromiso como centro de medicina estética responsable”, afirma María Padilla.
Aún estás a tiempo de proteger tu piel como se merece
Agosto está a la vuelta de la esquina y todavía puedes empezar hoy mismo con gestos que marcarán la diferencia. Preparar la piel con exfoliación, hidratación, antioxidantes y nutricosmética no es una moda: es el primer paso para broncearte de forma saludable, prevenir manchas y cuidar tu piel a largo plazo. Porque una piel cuidada antes del sol… es una piel que disfrutará más del verano (y lo notará menos en septiembre).