Aprovechar las vacaciones de verano para darse un «retoque» estético es una opción cada día más frecuente, pero no todas las intervenciones quirúrgicas están aconsejadas en esta época del año.
El calor dificulta la recuperación post-operatoria y la reducción de inflamaciones, cicatrices y morados, y hay algunas intervenciones que precisan del uso de fajas o vendajes compresores. Sin embargo, las nuevas técnicas quirúrgicas mínimamente invasivas permiten hacer cada vez más operaciones estéticas. «Estamos haciendo unas seis u ocho operaciones a la semana durante el verano, especialmente rejuvenecimiento facial mediante cirugía no invasiva», explica el Dr. Javier de Benito, cirujano plástico director del Instituto Javier de Benito (USP Instituto Universitario Dexeus de Barcelona). «Con esta nueva técnica sin cicatriz, sin morados y sin hinchazón, ya que lleva sólo una incisión de un centímetro en el cuero cabelludo -añade-, puede uno estar bañándose al cabo de diez días. Hay que pensar que al día siguiente de la operación ya se está lavando con jabón las cicatrices y el pelo».
Además del rejuvenecimiento facial (el actual lifting), pueden realizarse sin problemas intervenciones quirúrgicas como un aumento de mama; una nariz (rinoplastia); unas orejas (otoplastia); correcciones de arrugas (patas de gallo) o boca; elevamiento de cejas; la eliminación de las bolsas de los párpados (blefaroplastia); así como implantes faciales (mentón, pómulos) o corporales (glúteos, gemelos). Pero, ¿es recomendable, por ejemplo, tener la cabeza bajo el agua al poco tiempo de realizarse una rinoplastia o una otoplastia? «Recomendamos que no se vaya a bucear a 30 metros de profundidad porque puede sangrar –explica De Benito-, pero se puede bañar sin problemas».
Siguen estando desaconsejadas intervenciones mayores como una liposucción (eliminación de la grasa en muslos, caderas, glúteos, etc.) o una abdominoplastia (eliminación de la grasa y estiramiento del abdomen), ya que tienen un post-operatorio largo que requiere cuidados para favorecer la desinflamación de los tejidos y se recomienda no mojar la zona antes de una semana. «En general, se desaconseja todo lo que produce edema o hinchazón» explica el cirujano. Sin embargo, lo cierto es que hay muchas personas que se realizan estas intervenciones justo en esta época del año, ya que no disponen de tiempo para realizarlo en otra época. «Hay gente que sólo tiene un mes de vacaciones y lo tiene que amortizar, y si hay que hacer una abdominoplastia, pues la hace ahora «, señala De Benito. «Los pacientes que ahora se operan dicen ‘es cuando tengo tiempo porque no puedo dejar el trabajo, o los hijos están de campamento’. Por suerte, hoy las casas tienen en su mayoría aire acondicionado y se puede estar fresco, los protectores solares protegen bien y evitan las manchas, y las recuperaciones son más rápidas porque las técnicas quirúrgicas son menos agresivas y casi no hay cicatriz«.