Hace sólo unas cuantas horas he llegado de un viaje de dos días a Estepona (Málaga). La experiencia ha sido absolutamente relajante, placentera y me ha descubierto sensaciones extraordinarias. ¿Por qué? pues porque he pasado esos dos días siendo objeto de los cuidados del personal de Selenza Thalasso & Spa.
Del confort de las habitaciones y la excelencia de la comida no voy a hablar en este post porque quiero centrarme en los tratamientos de belleza y bienestar, que para eso nos llamamos Belleza Activa, sin embargo aún recuerdo y saboreo en mi memoria un sorprendente y delicioso hojaldre de pulpo y foie, el bacalao con risotto, el postre del último día, y… ¡bueno, que he dicho que no iba a hablar de comida!
Durante la visita de la zona de Thalasso & Spa, Javier Hernández, el director del hotel, nos explicó que Selenza dispone de un programa de absoluta locura: «Un mar de sensaciones». Se trata, nos explica, del primer programa «todo incluido» en tratamientos de belleza, salud y relax. Por ejemplo tres días con cuatro noches para dos personas cuesta 900 € con todo incluido: alojamiento, pensión completa y total acceso a todas las instalaciones y tratamientos del Thalasso Spa, con y sin terapeuta, a excepción de las inyecciones de botox y la depilación láser.
Una vez finalizó el tour por las instalaciones, una de las terapeutas nos entrevistó a cada uno de los periodistas que visitamos el centro, con el objetivo de ofrecernos los tratamientos más adecuados. A mi me propuso un shiatsu acuático llamado Watsu (Selenza es el único centro en España certificado oficailmente para impartir sesiones de esta disciplina), su tratamiento estrella La Siesta (en toda Europa sólo se hay dos piscinas para realizar ese tratamiento, uno en París y otro en Selenza) y por último uno facial a base de células madre vida, con el propósito de devolver a mi piel la lozanía de los veinte años.
El Watsu
Este tratamiento es como volver a nacer. Sinceramente me sentí totalmente transportada a una isla en forma de sirena. Jesús, el responsable de terapias del centro, se enfunda su gorro de piscina y me explica que tengo que relajarme, cerrar los ojos y dejarme llevar. Me dice que cuando me sienta preparada me reuna con él en el centro de la piscina de agua de mar y cuando finalice el tratamiento me dejará junto a la pared de ésta. Entre esos dos puntos se desarrolla un baile maravilloso y totalmente personalizado en el que yo, flotando y con la ayuda de Jesús, me iba desplazando por la piscina. Estiramientos, suaves contorsiones… y yo teletransportada a un lugar lejano… Repentinamente me siento en posición fetal sintiendo el corazón, tranquilo y acompasado, de Jesús. En otro momento unas ligeras presiones a lo largo de mis brazos resiguen meridianos energéticos… y sigo danzando en el agua… yo como una sirena y Jesús guiando con suavidad cada uno de mis movientos. Cuando me doy cuenta vuelvo a estar junto a la pared y Jesús, como quedamos antes de empezar, me coge de las manos y las presiona suavemente. Esa es la señal de que poco a poco puedo abrir los ojos. Lo hago y veo que él, ya en el centro de la piscina y con las manos juntas a la altura de su pecho, realiza una pequeña reverencia con la cabeza en forma de despedida. Habían pasado más de 40 minutos que me habían parecido cinco.
La siesta
Se eres de las personas que necesita un Kit Kat, si vas derrapando por todas partes y sientes que siempre estás por todo el mundo y tu no te dedicas ni un solo instante, tu tratamiento es La Siesta. No se trata de meterse en una camita o en una hamaca pijama puesto y a dormir, ni hablar. El programa La Siesta te transporta a un mundo de sensaciones en el que se tienen en cuenta todos los sentidos. Empieza con una envoltura metamorfosis de algas y 20 minutos de cama de flotación tibia con el que se activa la circulación, alarga los músculos y mejora el aspecto de la piel. Aquí ya te duermes, pues la sensación es sumamente agradable.
Continúa con una relajante sesión de 20 minutos en la bañera multisensorial que da nombre al tratamiento, La Siesta. Su aspecto es futurista y te la miras con un poco de recelo… «¿cómo me voy a relajar ahí dentro?» te preguntas. Pues sencillamente porque combina los efectos del agua de mar, la cromoterapia, la musicoterapia y la aromaterapia. Resultado: ¡¡¡¿de nuevo en el limbo!!!! Pero si eso no fuese suficiente, el tratamiento finaliza con un masaje a 4 manos con aceite de almendras que dura 40 minutos. Durante el masaje continúan los efectos de la aromaterapia para no perder el hilo conductor del tratamiento y me veo envuelta en aromas de Cedro, Naranja Dulce y Ylang-Ylang.
Como puedo me levanto de la camilla, me enfundo en el albornoz y me envían ¡a descansar! mientras me invitan a una infusión.
Objetivo, rejuvenecer mi rostro
Con el cuerpo y la mente relajados, sólo hace falta cuidar de mi rostro, aunque te aseguro que después de tanto tratamiento antiestrés mi rostro ya se ve diferente que cuando llegué al Selenza. Me recomiendan un tratamiento a base de células madre vivas de Cellcosmet & Cellmen. Laura, la esteticista, limpia y tonifica mi rostro. Me aplica un peeling con un pincel y, mientras actúa durante cinco minutos, corta vendas a la medida de mi rostro, que intruduce en una solución que posee células madre vivas. Transcurridos esos cinco minutos, Laura frota las pequeñas partículas del peeling sobre mi rostro, porque resulta imprescindible que mi piel esté totalmente limpia de células muertas para que el producto actúe en profundidad. Tras el peeling tonifica de nuevo mi rostro y me aplica, con sumo cuidado, cada una de las vendas empapadas. Aplica una mascarilla concentrada sobre las vendas y, durante el tiempo de exposición, Laura me realiza un masaje en las manos. Bueno, tengo que reconocer que sólo recuerdo el masaje en una de mis manos porque, de nuevo, me vuelvo a dormir…
Cuando me despierto, Laura está quitándome las vendas del rostro, me aplica una crema y me dice que el tratamiento ha finalizado. Tras un pucherito de pena me levanto, le doy las gracias y ella unas muestras para que las utilice en los siguientes días, aunque me dice que la acción de las céluls madre vivas durará todo un mes.
No sé si ya tienes tu destino de Semana Santa, si no es así te animo a que visites Selenza Thalasso & Spa. Si lo deseas puedes alojarte allí, o visitar y disfrutar de sus instalaciones como externo.
Muchas gracias a todo el personal y a Mercedes Soriano, la fantástica Account Executive de Edelman para Selenza.