Sólo existe algo más íntimo que un hijo: una madre. Como sólo faltan unas semanas para celebrar el día en el que se les rinde homenaje, en belleza activa hemos decidido rendirles tributo. Por eso durante los próximos 30 días te animamos a que nos obsequies con tus relatos, como otras veces has hecho. El lema en esta ocasión es el momento más emotivo compartido con mamá. El premio: uno de los seis frascos de Acqua di Gioia que están en juego… ¿Te animas a participar? Descubre todos los detalles leyendo el resto de esta entrada.
Nos encantan vuestros relatos, no es la primera vez que os lo decimos, y por eso os animamos a que nos obsequiéis con vuestros textos. El reto en esta ocasión es que rememores un momento emotivo vivido con ella. Será tu mejor homenaje para tu madre. El premio que recibirán l@s autor@s de los 6 mejores textos será un frasco de una de las tres fragancias Acqua di Gioia de Giorgio Armani.
¿Qué te parece el reto? estamos deseando recibir tu texto. Lo puedes dejar como un comentario en esta misma entrada hasta el día 30 de abril. Publicaremos el nombre de los ganadores y sus respectivos textos el 3 de mayo, sólo dos días antes del día de la madre.
Como es habitual, los textos serán valorados por los miembros de un jurado formado por una persona del equipo de Giorgio Armani y las periodistas y directoras de belleza activa.
Una fragancia Acqua de Gioia para cada madre
La familia de las fragancias Acqua de Gioia ha aumentado este año con la nueva Eau Fraîche. Podemos decir que con ellas quedan cubiertos todos los perfiles…
Hasta ahora disponíamos de la clásica Acqua di Gioia Eau de Parfum, lanzada en 2010. Representa el equilibrio. Una alegre huida al Mediterráneo, entre la tierra y el mar, el renacer de los sentidos extraídos del mismísimo corazón de los elementos.
Después llegó Acqua di Gioia Essenza Intense Eau de Pafum. La podríamos definir como «la intensidad». Es una versión sofisticada y concentrada de la fagancia clásica, una explosión de sensualidad femenina.
Y hoy te descubrimos la novedad de 2013: Aqua di Gioia Eau Fraîche, que representa el frescor. Una nueva interpretación, elegante, tierna y fresca de Acqua di Gioia. Más suave y más transparente, la fragancia desvela una vibrante feminidad en perfecta armonía con la naturaleza. Evoca una serenidad sublime.
Los seis ganadores del concurso de relatos breves recibirán como premio un frasco de una de estas tres fragancias Giorgio Armani. Un verdadero lujo ¿verdad?
Pues ya sabes, saca punta a tu teclado y ¡adelante!
Sin duda alguna el momento más emotivo fue el día que una vez superadas las oposiciones y en la toma de posesión de la plaza en aquél Organismo tan importante para mi madre se puso sus mejores galas y además me ayudó a mi a vestirme para la ocasión, me acuerdo que me puso unas flores de nacar en el pelo para que me dieran suerte durante el acto y vaya si me la dieron, una vez terminado el acto ella se abrazó a mi tan fuerte para felicitarme por mi nueva vida que las flores se cayeron al suelo y hasta el Presidente de la Corporación cuando las recogió me dijo: esas flores la acompañarán toda la vida por su andadura en esta nueva etapa de su vida, y así ha sido, no hay un solo día en que no las lleve conmigo a la oficina, sobre todo porque me recuerdan muchísimo a mi madre y aquél bello momento ahora que ella ya no está conmigo, sus flores siempre serán mis flores.
Gracias por compartirlo Angeles, aunque éste no es el concurso de relatos de este verano.
Un beso!
Una madre es como el despertar de un gran sueño: en él todo es felicidad.
Me hubiera gustado presentarles a mi madre, pero ya es tarde.
Durante mi infancia era una mujer altíiisima (ni se imaginan lo que había que estirar el brazo para coger su mano y lo que me tocaba correr para seguir su ritmo) y extraordinariamente poderosa; podía curar un dolor con besos o colocar la luna sobre nuestra casa para su luz nos velase.
Gradualmente pareció encogerse hasta que tuvimos la misma altura !que cosas! .Su carácter también cambió: se volvió bastante pesadita, todo el día preguntando donde o con quien estábamos.
Y siguió la vida.
Un buen día, fui yo quien se convirtió en madre y ella descargó de mis hombros todo lo que los suyos pudieron asumir.
Y siguió la vida hasta convertirla en una anciana pequeñita con un aire conmovedor de desamparo que me hacia sentir enorme y poderosa. Tuve que convertirme en sus brazos, en sus piernas y finalmente en su cabeza.
Ahora que ya no me oye he de confesarles que no fue perfecta, ni muchísimo menos, pero fue la mejor madre que pude tener.
Gracias por compartirlo Marga!
El momento más emotivo que ha vivido con mi madre ha sido el nacimiento de mi segundo hijo.
El momento se acercaba y Juan no quería nacer, estaba a gusto en mi interior… así que un lunes por la mañana ingresé para provocar el parto.
Mi marido tenía que trabajar todo el día, así que mi madre se ofreció para acompañarme.
Yo estaba asustada, entrar en el hospital y no saber si el parto se va a iniciar normalmente, si va a ser muy largo… tenía el precedente de mi primer parto, también inducido, en el que las contracciones se habían descontrolado y no lo pasé demasiado bien.
Pero esta vez mi madre estaba a mi lado, para acompañarme cuando las contracciones empezaron a aparecer, directamente cada 2 minutos, primero más llevaderas, pero en seguida empecé a tener mucho dolor. Ella me daba ánimos y me cogía de la mano de vez en cuando, me decía que no estuviera nerviosa, que soy fuerte e iba a poder, que llorase si lo necesitaba… ella me dio la fuerza para vencer el miedo que sentía, y estuvo a mi lado hasta que entré en el paritorio.
Mi marido llegó y él me acompañó en el parto, pero estoy muy agradecida a mi madre por acompañarme en todo momento anterior, para mí ha sido lo más bonito que hemos compartido juntas.
Muy bonito Ana B! Un beso!
A veces es el tiempo el que se encarga de convertir un momento amargo en un punto de inflexión hacia la felicidad.
Otra noche de tantas en las que Él llegaba completamente ebrio, sacrificando el cariño de su familia por un puñado de euros con los que poder seguir bebiendo…la mano alzada para volver a acallar las súplicas de mi madre y detonar el llanto silencioso de sus seis hijos. Otra madrugada más preguntándonos qué habíamos hecho para merecer la condena de un padre que jamás lo fue y la pena de no ver feliz a nuestra madre.
Aquella vez, con más fuerza que nunca, se agolparon en mi cabeza las innumerables noches que habíamos pasado en vela, las amenazas, los golpes, los días en los que el dinero para comer se quedaba en la barra del bar, las lágrimas, la vergüenza, el muro que había levantado entre nosotros,… Una rabia titánica me hizo ponerme delante y jurarle que a mi madre jamás volvería a ponerle la mano encima.
La policía no tardaría en llegar alertada por una de mis hermanas.
Ahí empezaron a desvanecerse los grilletes con los que habíamos estado sometidos: entre los hermanos se estableció un estrecho vínculo, a mi madre se le devolvieron algunos años de los que había entregado estérilmente a ese matrimonio equivocado.
Desde entonces, aquel momento amargo del que nadie habla pero que todos recordamos se ha convertido en un escalón hacia un tiempo más feliz, ese en el que mi madre ha podido levantar la cabeza, tomar la palabra, tener alas.
Admiro más que nunca el coraje y la fuerza que ha tenido nuestra madre y entre los seis intentamos hacer sus días más agradables de lo que un día fueron. Merece eso y más.
Quiero permitirme, ya que nunca lo he hecho, decir a mi madre que la quiero.
P.D. Y por supuesto, a quien proceda, que no duden en ponerse en pie…
Qué duro y qué valiente Alayda. Gracias por compartirlo, ya que no es fácil y, en cambio, es absolutamente necesario para acabar con estas situaciones.
Un beso fuerte a ti y a tu madre.
Quiero compartir con vosotros unos momentos para mi inolvidables, llenos de amor, en unas circunstancias muy tristes. Siempre tendemos a buscar en nuestra memoria momentos compartidos en circunstancias normales, en situaciones favorables, alegres, divertidas.
Mi madre falleció el 17 de septiembre y quiero hacerla un homenaje a través de estas palabras. Mi momento elegido es el día que nos despedimos, el día que la sedaban, nos dijimos todo lo que nos queríamos, nos miramos y aún sabiendo yo, que no volvería a oir su voz, con la mirada, nos dimos todo el cariño y todo el amor que una madre y una hija se pueden dar. Mi alma se rompía en mil pedazos, y por más que me rebelara ante lo que iba a ocurrir, mis labios y mis manos, sólo podían acariciar y besar a la persona que más he querido en esta vida…. MI MADRE
Su fuerza, su espíritu me acompañan. Luchó todo lo que humanamente un cuerpo enfermo puede aguantar, sus órganos fueron muriéndose poco a poco, pero su mirada, sus ganas de vivir, me han enseñado que no podemos rendirnos, tenemos que luchar hasta el final.
Aceptando lo inevitable, de manera valiente, con miedo ante lo desconocido, pero con una fuerza, que sólo el amor de os demás nos puede dar.
Un cáncer en las vías biliares la dieron 11 meses para aceptar lo inevitable, pero esos días que compartimos, llenan mis recuerdos de amor hacia ella.
Gracias por compartirlo con nosotr@s Maria Angeles. Son momentos muy duros pero, a la vez, son imprescindibles.
Un beso!
Sería difícil escoger una anécdota emotiva que uno haya vivido con su madre, puesto que con la familia, afortunadamente, se viven un sin número de historias de este tipo y muchas de ellas merecerían ser contadas; sin embargo en honor a las bases del concurso, me inclinaré por ésta, ocurrida hace poco más de quince años.
-Mamá, he decidido dejar la carrera de Derecho, siento que me gusta estudiarla, pero el día de mañana no me veo trabajando en un despacho, pienso que no me iría bien.
-¿Y qué vas a hacer?
-Estudiar otra cosa, empezar de nuevo y tratar de conseguir algún trabajo, para mantenerme yo mismo.
-Es tu opción elegir el camino que más te convenga, me parece muy bien tu plan, salvo por un detalle: no dejes la carrera que ya iniciaste, un momento de duda lo tiene cualquiera, en cualquier ámbito de la vida, te pido que sigas con lo que ya has empezado y además de eso, harás lo que te plazca, pero en conjunto no en substitución, ese es mi consejo.
En ese instante no me sentía bien, vacilaba y estaba confundido, pero no obstante decidí hacerle caso, no porque estuviera verdaderamente convencido de sus palabras, sino por la confianza que nuestros progenitores nos inspiran… y aquí estoy, varios años después de aquel episodio, escribiendo este relato una hora antes de entrar a clases en la Universidad donde soy profesor de Derecho.
Ya ves, tu madre te dio un gran consejo. Qué suerte que li hiciste caso… Un beso Juan Herminio y muchas gracias por compartir tu historia!
Siempre tuve muy presente en la vida lo importante que era para mi la compañía de mi madre y es que ella era un ser especial, compartíamos juntas muchas cosas, pero, por encima de todo, era además de una madre mi mejor amiga y es que cuando yo tenia una preocupación, un problema, algo que me angustiaba, siempre estaba ahí, dándome todo su apoyo incondicional sin esperar nada a cambio y, tengo que confesar que el momento más emotivo para mi fué cuando tras varios intentos infructuosos de lograr ser madre a través de la fecundación in vitro y, en el último de los mismos, casi se me va la vida en ello, ella se volcó en mi de una forma especial que me hizo sentir lo importante que era para ella que yo fuera su hija, no quería perderme, y fué entonces cuando comprendí que mis deseos de ser madre para vivir lo que ella tan amorosamente me había dado a mi y así yo volcar en otro ser humano no era comparable al sentimiento que yo sentía por ella y que tampoco yo quería perderla para siempre, y, bueno, al cabo de unos años ella enfermó y ahora que no está ya conmigo es cuando recuerdo aquellos hermosos instantes en los que con su infinito amor supo consolarme y hacerme entender que en la vida no era tan importante llegar a convertirme en madre sino sentirme como una hija especial.
Gracias por compartir este sentimiento tan íntimo con nosotras Angeles. Un beso muy fuerte!
He compartido muchos momentos emotivos con mi madre, los que siempre hacen saltar la lagrimita son aquellos en los que hubo sufrimiento de por medio, pero hay muchos más, recordaré siempre el día en que llegué a casa y ,sin motivo aparente, un enorme bizcocho estaba esperándome en la cocina. Tenía mi nombre escrito con merengue, mi madre esperaba sentada en la mesa. Yo me quedé ojiplático y ella me dijo, vamos a celebrar tus buenas notas, y yo, que no era muy buen estudiante repliqué, «pero mamá, si los exámenes son la semana que viene» y ella me dijo «ya lo sé hijo, pero te conozco bien y sé que tenes la capacidad de aprobarlo todo». Llevaba todo el mundo con historia suspensa, pero la confianza que mi madre tenía en mí, el querer darle una satisfacción o la energía que me dio el bizcocho hicieron que ese año aprobase todas las asignaturas en junio. El día que nos dieron las notas se las entergué muy orgulloso cuando entré en casa y a ella le brillaban los ojos de alegría 🙂
Tu madre es una mujer sabia Simón! Felicidades y gracias por compartirlo con nosotr@s!
He vivido ciento y un momentos emotivos con mi madre, pues cada gesto que tiene con los demás hace que la adore aún más, pero recuerdo con mucho cariño uno que ocurrió hace ya muchos años. La primera noche que dormí en casa del que por aquel entonces era mi novio, yo le hebía dicho que volvía de un viaje el día 18 de marzo, pero iba a llegar muy tarde y no me daba tiempo a ir al pueblo, así que dormiría en el piso de estudiantes y el día del Padre llegaría a casa a comer. Ella me llamó ese día a primera hora para preguntarme a qué hora me pasaba a recoger y mis amigas contestaron que no había llegado todavía, porque no se dieron cuenta de mi plan 🙂 Cuando llegué a casa de mis padres, comimos, cenamos, todos se fueron a la cama, y mi madre y yo nos quedamos viendo la tele como solíamos hacer, eran nuestros momentos de confidencias. Ella aprovechó para contarme lo que había ocurrido y al ver mi cara de disgusto acarició suavemente mi rodilla, me dio un beso y me dijo que tuviese cuidado y fuese muy felíz, yo le di un abrazo muy fuerte y no necesitamos hablar más 🙂
Las madres son muy listas! Tanto que, aunque te pillen, saben darle la vuelta a las cosas y decirte lo que necesitas! Gracias Momentos!
No había flores suficientes en la tienda para obsequiarla; no era capricho… Toda la ternura desprendida de sus lúdicas palabras y sus historias inventadas; valían mucho más. Pensativos nos ausentamos de la floristería -¡Podíamos comprarle caramelos!- dije. En mis sueños le ofrecía un quiosco gigante conteniendo chuches. -¡Un momento!… porqué no le llevamos deliciosos pasteles y tartas papá… Son preciosos – Si, pero… no tan bonitos como sus cuentos ¿verdad hijo? -¡sus palabras son más dulces! Me convenció –
¿Vamos al centro comercial? venden ese vestido azul, recuerdas papá… -Sí, el marinero.
– Triscara con él por las aguas. A mamá le encanta el mar.
-No crees que se encontraría demasiado elegante para navegar y… no estaría tan cómoda como cuando soltáis los dos la cometa de colores… -¡Entonces ríe a carcajadas papá!- le murmuré. Se concentró de nuevo.
Caminábamos en silencio, sin rumbo; mis ojos de niño volaban como alegres pájaros. Seguí el mismo itinerario de su mirada silenciosa, aunque la mía ebria de ardor alumbraba cometas imaginarias
-Sabes papá, grité de pronto ¡ya tengo el regalo! Mis cromos, cuatro canicas azules, el lapicero rojo… El mordisqueado no, el nuevo. A mamá le encanta jugar con ellos-
Gracias Clamanda, es muy bonito!
La muerte, tal vez sea el momento emotivo por excelencia: suele ser familiar tuyo. Cercano o lejano, pero familiar. Amigo de buenos, excelentes momentos. Y acudir a un camposanto, no únicamente en el hecho propio del entierro que, en sí, no deja de ser algo ceremonioso. Algo perteneciente a la educación humana. A su tradición. Por eso, acudir una tarde sin más a visitar a quien un día te dio amor, comprensión y conocimiento, es algo muy especial. Algo que se siente, se vive desde el interior. Que sale de él. Que jamás duda de él.
Así, al lado de mi madre, tengo acudido en diversas ocasiones (el número no cuenta. Lo que cuenta es el sentimiento de cuando vas) a visitar la tumba de mi abuelo materno. Una vez allí, hablamos de rezos, callamos de hechos. Tal vez sean esos momentos que tengo vivido en toda mi vida junto a mi madre en los que las palabras son estúpidas por propia propiedad. Por propia ridiculez. Y, nunca las miradas dicen tanto. Y, nunca el camino de vuelta es tan agrio. Agrio como el olor que desprende todo aquello. Huele a descanso. A descanso eterno. El que uno no desea, en la vida, para su madre. Para mi madre, María Barreiro.
Como P.D.:
Una buena madre sabe cuando la madurez de los hijos ha llegado. Sabe estar sin incomodar. Sabe manifestarse sin interrumpir. Sabe acercarse sin atosigar… Sabe que, un día, ella también tuvo hijos. Los hijos del presente que no olvidan, ni por asomo, el mejor de los pasados. Gracias, mamá.
Tienes mucha razón Marco. Gracias por compartirlo.
El verano pasado le detectaron a mi madre un bulto en el pecho. Estaba destrozada, bueno , todos en casa. Cuando llegó la operación para extraérselo, en la habitación, dias antes, estuvimos muy sinceras, compenetradas. Nos dijimos cuanto nos queríamos y parece una tontería,pero si nos paramos a pensar ¡qué trabajo nos cuesta decir cuanto queremos a nuestros padres¡. Hubo confidencias de ambas y bueno, al final todo fue una falsa alarma, era benigno. Desde entonces estamos más unidas. Yo era un poco trasto y casi no iba a visitarla. Ahora es bien distinto.
Mamá te dedico estas palabras que me salen del mismísimo alma:
Eres la persona que has escuchado mis primeros llantos, me has dado mi primer beso, has sufrido cuando me he puesto enferma, has disfrutado de mis éxitos y me has enseñado a superar los fracasos. Todo lo has hecho sin pedir nada a cambio, y cuando alguien me pregunte que quién ha hecho tanto por mí, solo podré decir, gracias madre.
Gracias a ti Mincita! Un beso a las dos!
Mi madre es una Gioia, trabajadora de su tareas, ha cosido para fábricas de costura en casa, nos ha ciudado a los 3 hijos, y ahora disfruta con sus nietos, quedó viuda joven, pero sabes que es lo que más me gusta de mi madre, cuando se rié porque no lo hace a menudo, en cierta ocasión invité a mi madre a una excursión que ibamos a Oporto y Lisboa, y fuimos en esos buses rojos tipo londinenses un circuito por la ciudad; mi madre quedó tan sorprendida que la vi tan FELIZ s me quedó en la retina y que deciros cuando fuimos a una bodega , nos pusieron comida, bebida,brindis.Me quedo con esos momentos de ella , también en Covadonga, porque yo a ELLA, sólo le he visto trabajar y trabajar+Y+Y+Y+.Por eso digo es muy importante REIR con los tuyos.
Gracias mamá porque por tener unos padres como vosotros ya valdría la pena haber vivido.
Tienes razón Sara, reir es importantísimo! Gracias por compartirlo con nosotros!
Fui una adolescente «complicada» bajo mi propio punto de vista, eso de ser introvertida me hizo caer con depresión por la mayor parte de mi juventud. Sentía mucha soledad y existía un muro invisible entre mi mamá y yo, hasta que un día decidí conversar con ella. Mi mamá fue exigente conmigo en muchos ámbitos y eso me hizo sentir que no me quería, que hubiese querido tener una hija más idónea. Lloré mucho y ella también, porque no entendía como yo sentía eso, y que al contrario, se sentía orgullosa de mí. Fue un momento de complicidad y donde entendí que ella había hecho lo que creía para mí. Creo que ese momento ha sido el más significativo en nuestra relación, como el primer martillazo para derribar el gran muro de Berlín, con ello dejé todos esos sentimientos que no me hacían valorar la vida y gracias a mí mamá encontré a mi mejor amiga: ella, y junto con eso la felicidad de contar la una con la otra, de discutir de vez en cuando, pero solucionarlo pronto y compartir momentos, complicidades, dolores y sueños. Me apoyó en mi adolescencia, en la universidad cuando me fui de la casa, me recibió cuando volví, y me volvió a apoyar cuando me fui a hacer la práctica de mi carrera (hasta me decoró la pieza donde pasaría esos 3 largos meses lejos). Ella sabe que no podría haber tenido una mejor mamá que ella y que me siento orgullosa de su fortaleza. Ahora me encamino a ser una adulta, con casi 25 años y lo que he logrado ha sido gracias a todos esos momentos educándome y regalándome lo mejor de sí. No es extraño que mi má sea profesora, sin duda alguna Dios sentía que yo tenía mucho que aprender en esta vida y me dejó a cargo de la mejor. Gracias!
PD: Es precioso ver la universalidad del amor de mi madre, en ellas está la prueba de la existencia de lo más Divino de este mundo. Gracias por esta oportunidad. Un abrazo y bendiciones.
Gracias por compartirlo Karin!
Hola chicas!. Llevo más de 10 años lejos de mi madre; ya saben, por eso de emigrar, crear tu propio destino, el amor, etc, etc. Y fue eso lo que me trajo a las hermosas tierras gallegas de mis suegros, en las que vivo y las que han visto nacer a mis dos hijas. Pero, mi madre, está a miles de kilómetros de aquí……… En el 2008 nació mi primer hija, y lo pase fatal lejos de ella; es que ser madre primeriza y no tener la ayuda de la mía, ni su experiencia, hizo que lo lleve muy mal. Ella vivió mi embarazo por internet y teléfono, sentía todo su cariño y ganas de estar conmigo, pero no era lo mismo que tenerla a mi lado. En el 2011 quede embarazada de mi segunda princesa….y parecía que iba a ser igual….Esperaba a mi niña para finales del 2011 o principios del 2012 y un día, a mediados de diciembre, mi marido me dijo que venía a almorzar a casa; no era usual que viniera a la hora del almuerzo, pero, me alegre de que un día pudiera venir, me dijo que lo más probable que le daría el tiempo para él ir a recoger a nuestra niña mayor a la escuelita. Pues bien, yo tenía la mesa lista, el almuerzo preparado, pero a las 13.55 me llamó para decirme que no llegaría para recoger a la niña y que demoraría………os digo una cosa…..nunca hagáis enfadar a una mujer embarazada a la hora del almuerzo!!!!!!!!! Casi me lo como con patatas, tenía hambre, y estaba enfadada. A las 14.20 aún no había llegado!!!, lo llame al móvil y me dijo que estaba a menos de 5 minutos. Y por fiiiiiinnn llego!!, abrió la puerta y me dijo que tenía una sorpresa para mí detrás de la puerta de la entrada. Yo pensaba, ¡está borracho!, no ve mi cara de hambre y enfado, pero si lo mato delante de la niña la voy a traumar!!!. Así que, con cara de pocos amigos, abro la puerta, esperando encontrarme alguna caja de bombones en el rellano o algo por el estilo, y cuando abro la puerta………¡¡¡¡¡¡era mi madre que me dice ¡hola!!!!!………..no entendía nada……¡pero que diablos era aquello! ¡un espejismo provocado por la falta de comida!. Cuando baje la mirada y vi la maleta al lado de ella, y miro a mi marido que me sonríe…..recién ahí caí en la cuenta…….¡¡era mi madre!! había venido para estar conmigo en el parto de mi segunda niña!!!.
Al final me contaron lo que paso, mi marido no quería que yo pasara con la segunda lo que pase con mi primer hija, así que, sin que yo me enterará y con la complicidad de el resto de la familia, compro el billete de avión para mi madre y me lo ocultaron todo el tiempo para darme la sorpresa. Y el motivo del retraso a la hora del almuerzo, fue que el avión se retraso.
Fue genial tener a mi madre la recta final del embarazo, en el parto y el primer mes de Catalina, que llego al mundo el 3 de enero del 2012. Tener su experiencia, su amor, su ayuda, su apoyo…..en fin…..¡tenerla a ella! sin duda fue de los momentos más emotivos que he vivido con mi madre y como madre.
Seguro que fue un momento precioso Bettina! Gracias por compartirlo con nosotr@s!
Gracias a vosotras por darnos la oportunidad de hacerle un pequeño homenaje a nuestras madres 😉
Al contrario que muchas de vosotras, los momentos realmente emotivos con mi madre no son excesivos porque, a pesar de ser una familia muy unida, hay que dejar claro dos cosas: que mi madre es una leona, de esas que defiende a sus cachorras y a su señor esposo en medio de cualquier selva o marea, pero su sentido del humor, como siempre le decimos, se quedó en el asiento del tren que iba a Tocamesaspalmas. Vamos, que es más seca que una pasa sin pepitas. Y dos, que yo siempre era, al contrario que mi hermana, la que se ganaba collejas de mi madre día sí día también, aunque a mi padre se le cayera la baba con mis fechorías. Me sé de memoria su potencia de sopapo incluso con viento en contra.
Dicho esto, reconociendo que mi madre es la mejor que me pudo tocar en suerte y que, por mucho que me molestase, siempre acababa teniendo razón cuando me aconsejaba sobre los errores que cometí y aún cometo, puedo contaros dos momentos que me llegaron al alma:
El primero fue hace unos años cuando nació mi primera sobrina: ver a mi madre con esa niña en brazos cayéndole las lágrimas me hizo ver su parte de madre más auténtica, más escondida detrás de sus «no toques ahí, recoge eso, menudas horas de llegar son estas»… esa era mi madre, la que nos miró y lloró de alegría cuando nos tuvo por primera vez en sus brazos, la que se alegró cuando al nacer yo le dijeron «lo siento, es una niña», aunque hubieran comprado toda mi ropa en color azul. Ver cómo abrazaba a aquel angelito de 3 kilos y cómo lo dejó en mis brazos para cuidar de mi hermana recién salida de quirófano, eso no se olvida.
La segunda fue cuando yo estaba a punto de emprender mi aventura de «chica independiente»: otra ciudad, otro trabajo, otra vida. Juró que no iba a perdonármelo. Pero días antes de irme, de repente, me dijo: «si vas a vivir sola tendrás que saber como hacer un plato de caliente». Nos pusimos el delantal y comenzó a enseñarme una y mil recetas heredadas de mi abuela. Ahora, años después, hacemos «concurso» de platos para la familia, no importa quién gane, cada una de esas comidas se convierte en otro momento entrañable.
Gracias por darnos la oportunidad de rendirles este pequeño tributo a nuestras madres.
Gracias a ti por compartir con nosotr@s tus vivencias con tu madre, Ana M.! El cariño no sólo se demuestra con besos, y de eso las madres saben (sabemos) mucho.
Uff!! Seria difícil escoger solo uno,han sido tantos! Son tantos!! Quizá lo que mas recuerdo con cariño son esas tardes de verano cuando volvíamos de la playa..y nos acostábamos juntas a descansar mientras jugábamos a hacernos cosquillas hasta caer rendidas de cansancio,donde compartíamos tiernas confidencias y secretillos varios..mientras papa nos miraba embelesado con su picara sonrisa.
Eramos tan cómplices en esos momentos.Ha sido siempre así incluso ahora ya años mas tarde nos recreamos de vez en cuando haciendo esas chiquilladas que tan bien nos sientan y nos devuelven la alegría de la infancia!!
Que preciosos recuerdos, Sonia!!! Disfrútalos!!!!
por suerte he tenido muchos momentos emotivos y muy bonitos con mi madre y espero seguir teniéndolos durante muchos años pero quizás uno de los más emotivos fue cuando hace unos años la llamaron del médico para que volviera a hacerse una prueba porque había algo raro y lógicamente tanto ella como nosotros nos preocupamos mucho y ella aunque intentaba disimular no las tenía todas consigo. Cuando por fin tuvimos los resultados definitivos y vimos que todo había sido falsa alarma era justo la semana del día de la madre y mi hermana y yo decidimos regalarle algo especial, que pudiera llevar siempre con ella y aunque nuestra economía era precaria ya que aún éramos estudiantes le regalamos una medalla de esas de oro con la dedicatoria de que la queríamos mucho y la fecha. Cuando se la dimos no pudo evitar ponerse a llorar y todos nos emocionamos porque después de los días que habíamos pasado de preocupación se desahogó y se emocionó al mismo tiempo porque aunque siempre le recordamos lo mucho que la queremos tiene la medalla para no olvidarse nunca y de que siempre podrá contar con nosotros igual que nosotros siempre la tenemos cuando nos hace falta.
Muchas gracias Susana!!! Cierto, las madres siempre están cuando se les necesita!!
pues yo la verdad que he vivido y sigo viviendo esperiencias con ellas pero lo que mas escanta desde pequeña es hacer pestiños con azucar ummmm que ricos haber si heredo su mano pero va ser que no,ella cocina mejor que yo jjjj,besos mami y feliz dia de la madre
Es que las madres tienen una mano en la cocina… Y sobre todo una gran paciencia!!!! Unn beso!!!
Tengo mil recuerdos de momentos especiales con mi madre pero voy a contar el más reciente. Hace unos días hemos terminado entre las dos mi traje de flamenca. Hacía muchos años que no tenía uno y este año nos hemos armado de valor las dos y nos hemos puesto a coser y sin tener mucha idea me ha hecho un traje precioso, el más bonito de todos los que va a haber en la Feria de Sevilla. A lo mejor no es perfecto pero para mí es el más especial, hecho con cariño. Yo la he ayudado en todo lo que he podido y gracias a esto, hemos compartido momentos alegres y confidencias, nos hemos superado a nosotras mismas.
No sé si será el traje más bonito, pero seguro que tu serás muy feliz!
Besitos blogueros Cristina!
Habrán habido miles, me quiero quedar con el último día en que noté que me reconocía como su hija. Ya su cabeza no le permitía hacer que su cuerpo respondiera. La intenté convencer de que bajábamos a la pelu para que le cortaran el pelo y la dejaran guapa. Me costó mucho hacerla salir, andar y ya allí, noté que no entendía nada, se negaba, se salía por la puerta. Entonces me senté yo en el sillón y me la puse en mis piernas. ahí es como conectamos, se lo tomó como un juego, como cuando era pequeña.
Sí fue como entre risas de dejó hacer por la peluquera, que además fue cariñosísima con ella.
Gracias por compartirlo Maite.
Un beso muy fuerte!
Yo no podria contar solo uno porque son muchisimo mi madre ha ejercido de padre y madre no por que no tenga padre si no porque nunca ejercio como tal . Por eso a mi madre no se donde ponerla es gracias a ella que fuimos al cole tuvimos regalos reyes, fuimos al medico, y un largo etc. Bueno creo que todas las madres estan hecha de una pasta especial. Besos
Cierto Karmela, son únicas!
Besos!!!
Recuerdo muchísimos momentos, son muchos años…, pero me quedo con uno en especial, os puede parecer algo sin importancia, pero para nosotras fue muy especial.
Durante toda la vida en común con mi madre, hasta que me casé y me fui de casa, ella no faltó una sola noche en mi habitación, me daba un beso y me ponía un poquito de manteca de cacao en los labios de una cajita que yo siempre tenía en la mesilla de noche.
Hace unos años, ella estuvo ingresada en el hospital una larga temporada por un ACV del cual le han quedado graves secuelas. Una noche de las muchas que me quedé a cuidarla y hacerle compañía, instintivamente saqué de mi bolso una cajita con vaselina y se la puse en los labios. No se por qué lo hice, me salió simplemente. En ese momento nos quedamos mirando, ya que ella no podía hablar, se nos llenaron los ojos de lágrimas, nos abrazamos y desde ese momento las dos comprendimos que nuestros papeles habían cambiado y ahora me tocaba a mi el papel de cuidar y dar amor y a ella el de recibirlo.
Y aún así, cuánto las necesitamos aún, verdad Carmen?
Un beso!
Ahora mismo el recuerdo mas hermoso que tengo de mi madre (ya que no está conmigo) es…que despues de estar a su lado inseparablemente día y noche durante los 7 años largos de su enfermedad de Alzheimer y sin reconocerme, un día me miro fijamente dijo mi nombre junto con una frase » Rosa cuanto me alegro de estar contigo,te quiero mucho hija».La abráze y lloré durante mucho rato. Este fue el MEJOR RECUERDO, EL MEJOR REGALO, LO MAS HERMOSO. Una enfermedad que asesina la mente y borra todo rastro de recuerdo no pudo con EL AMOR de UNA MADRE.Ese es uno de los RECUERDOS MAS MARAVILLOSOS de mi vida
Es realmente precioso Rosa.
Un beso y gracias por compartirlo.
Es difícil quedarme con un solo momento vivido con mi madre, porque por fortuna he vivido bastantes con ella y espero aún vivir todavía más. Nos llevamos 37 años, yo en la actualidad tenga esa edad y ella 74 y vivimos un momento muy emotivo cuando aprobé una plaza de funcionaria hace 7 años, ya que fue un auténtico reto personal para mí y cuando llegué a casa y les dije que había aprobado, se fundió en un emotivo abrazo conmigo, empezamos las dos a llorar como magdalenas y se alegró mucho por mí porque sabía lo que «me lo había currado» y contagió la emoción a mi padre y mi hermana que en ese momento también estaban en casa. A los pocos días, me preparó una cena sorpresa para celebrarlo y me gustó mucho que tuviera ese detalle. Al ser la pequeña de la familia, ya que mis hermanos actualmente tienen 51 y 50 años respectivamente, siempre he sido un poco su ojito derecho y su niña del alma y yo la llamó cariñosamente » mi enanilla» porque es un poco bajita…jejeje. La adoro y deseo celebrar muchos Día de la Madre con ella y vivir momentos inolvidables tanto para ella como para mí.
Disfrútala Gemma!
Si tuviese que elegir el mejor momento vivido con mi madre, no podría… Han sido tantos y todos tan buenos. Ella es la que siempre ha estado y sigue estando ahí. Ella ha sido la guía del camino y la luz del corazón. Ella es el cariño, la educación, la protección y los consejos. Ella es el espejo en el que mirarme y la profesora a la que enseñar. Si en el mundo tengo que elegir a una persona, me quedo, sin duda, con el amor infinito y eterno de mamá.
Muchas gracias, Carmen, por tu texto. Un beso.
Mamita, siempre recordaré cuando mi hijo me dijo «Te quiero mami» y tú estabas delante. Me dí cuenta que nunca te lo había dicho, aunque los sintiera muchas veces. Desde aquí te mando todos los TE QUIERO MAMI que nunca te dije.
Es cierto, muchas veces no expresamos ese «te quiero» a nuestros padres…
Ya desde antes de nacer sentí lo especial que era para mi madre, porque no hay nada más grande que el amor de una madre. Lo dan todo de manera incondicional tan sólo deseando vernos crecer y ser felices. En mi caso, mi madre ha sido todo en mi vida, mi mayor y unico apoyo familiar e incluso podría decir que hoy día es mi más fiel amiga. Le debo quien soy y lo que sé en la vida. He vivido momentos bellos y momentos muy tristes, y siempre ha estado ahí esperándome con los brazos abiertos y una sonrisa. Madres, te conocen como la palma de su mano, siempre saben decirte las palabras adecuadas, en los momentos de duda, ellas te recordarán quien eres y lo mucho que vales.
Entre todos los momentos que he compartido con ella, para mí el más bello y emotivo, fue el día a su vez más triste en mi corazón: el día que me independicé. Ella como siempre tan sentimental, me hizo una fiesta para celebrar mi vuelo 🙂 Recuerdo que sus palabras ese día me hicieron crecer un poquito más y quererla más aún. Me dijo entre lágrimas: «Espero que comprendas lo que te quiero, porque todo lo que he hecho en mi vida ha sido por ti. Perdonáme si a veces me he equivocado. Sólo deseo que seas muy feliz en esta nueva etapa, que consigas lo que te propongas porque te lo mereces. Nunca olvides quien eres. Y sobretodo pase lo que pase no olvides que siempre tendrás una madre que te quiere».
Mama te quiero.
Muchas gracias, Alba!!
Aunque sólo puedo decir maravillas de mi querida madre a la que adoro y cuido al máximo no voy a participar porque lo de los relatos no se me da bien.
Sólo es cuestión de dejarte llevar por el sentimiento. Seguro que te sorprenderás!!! De todas formas si no te sientes a gusto escribiendo… otra vez será!!