Piernas más largas, más esbeltas y más estilosas, sí. Pero los zapatos de tacón también causan problemas en los pies, las rodillas y la espalda, por lo que deberíamos reservarlos sólo para ocasiones especiales. O, directamente, no llevarlos. Te lo contamos.
«Andar sobre tacones altos desplaza el cuerpo hacia delante y obliga a los dedos y al antepié a soportar todo el peso, provocando dolor y daño en estas extremidades», afirma Flor María Trujillo, fisioterapeuta y experta en el cuidado de la mujer (fisioterapia obstétrica). Y explica: «Cuando alguien calza unos tacones, lo que está provocando es que se cambien todas las posiciones articulares del pie: el tobillo queda más flexionado, la rodilla y la cadera también se flexionan y se incrementan las curvaturas en la espalda, lo que genera dolores a nivel lumbar y cambios artrósicos en la rodilla irreversibles, tanto en el pie como en otras partes del cuerpo».
Lo cierto es que todas sabemos que no andamos igual con o sin tacón. Pero el tma no sólo es una cuestión de gustos: también somos conscientes de que en algunos trabajos se requiere una imagen de mujer alzada sobre unos stilettos. Pero el tamaño aquí sí importa: usar tacones excesivamente altos afecta al equilibrio y la estabilidad, ya que «la musculatura de las partes laterales del pie y de la pierna tienen que estar trabajando de forma constante para poder equilibrarse», explica Trujillo, y el bamboleo que se produce al caminar repercute en las rodillas,la cadera y la espalda.
¿Qué podemos hacer para evitarlo? La fisioterapeuta recomienda que el tacón tenga entre 2,5 y 4 centímetros, cosa que facilita el despegue del pie del suelo. Además, la forma también es fundamental: «Aconsejo desechar aquellos calzados que tienen la punta muy estrecha, porque favorecen que los dedos vayan encogidos, provocando problemas en los dedos y el antepié». Trujillo se refiere concretamente a los dedos en martillo y los juanetes que, en muchas ocasiones, requieren de intervención quirúrgica.
También podemos rebelarnos, como hizo Julia Roberts en la alfombra roja del Festival de Cine de Cannes el pasado mes de mayo, como denuncia por el código de vestimenta del certamen que insta a las actrices a usar zapatos de tacón. Sin llegar a andar descalzas como la novia de América, podemos optar por zapatos adaptados a nuestros pies en lugar de ajustar nuestros pies al dictado no ya de la moda, sino de las exigencias sociales.
* Flor María Trujillo es Diplomada en Fisioterapia, C.O Osteopático y experta en el cuidado por y para la mujer, la fisioterapia obstétrica, y propietaria de la clínica FT Trujillo.
Hey chicas! Por ahí leí que los tacones no afectan los riñones, que solo es un mito, ¿es esto cierto? De ser así, me aguanto el dolor de espalda, pero los riñones dejenlos quieticos
Hola Angel! Depende de lo que uno entienda por «riñones», porque ir con tacones puede doler justo a esta altura.
Yo no puedo pasar sin mis tacones, me hacen sentirme «poderosa». Antes muerta que sencilla!! jajajaja, un beso chicas!
Eres de las mías!!!! 😉
Yo en este sentido voy por el libro porque sólo utilizo tacones en algún evento especial, pero reconozco que soy alta y lo tengo más fácil.
Eso es tener mucha suerte!!!
Son mi debilidad !!!! aunque también reconozoco que antes los usaba más altoque ahora.
Besitos
Yo aún no he bajado de los tacones, M. Ángeles… 🙁