El 25 de junio se conmemora el Día Mundial del Vitiligo, una enfermedad cutánea que afecta al 2% de la población y que no produce dolor ni es contagiosa, pero que puede afectar a la autoestima de quien la sufre.
El vitiligo se caracteriza por la aparición de «manchas» blancas sobre la piel que, en realidad, son áreas sin pigmento causadas por la destrucción de los melanocitos, las células encargadas de producir el pigmento que nos da color, la melanina. El por qué el sistema inmunitario destruye los melanocitos sigue siendo un misterio, aunque sí se sabe que esta enfermedad está ligada al sistema nervioso y a algunas enfermedades autoinmunes asociadas a la glándula tiroides, como el hipotiroidismo inmune, o a anemias y déficits, como la anemia perniciosa. Aunque el componente hereditario es muy importante, y puede observarse ya en la niñez, también es cierto que algunas personas relacionan su aparición con momentos de estrés.
El vitiligo no es contagioso ni causa dolor físico, aunque algunos afectados pueden sufrir soledad y aislamiento a causa tanto del rechazo por parte de su entorno familiar, social y laboral como por su propia falta de autoestima. Por ello es importante conocer que no existe un tratamiento efectivo en todos los casos. Es decir, no existe una cura, aunque sí hay tratamientos que consiguen mejorías, como la aplicación de fármacos por vía tópica y luz ultravioleta. También la ingesta de ginkgo biloba se ha mostrado eficaz para detener el avance de la enfermedad y/o disminuir las manchas. Entre los últimos tratamientos destacan la terapia celular, que consiste en la implantación de células epidérmicas del propio paciente. En todos los casos, la terapia debe ser personalizada a cada paciente y es imprescindible una prescripción médica por parte del dermatólog@.
Tal como explica en su página web la Academia Española de Dermatología y Venerología (AEDV), el vitiligo «es más frecuente en mujeres de cualquier raza por igual. Su aparición es mayor en pacientes de menos de 20 años y de más de 50. Según datos de la OMS (Organización Mundial de la Salud), alrededor de un 2-3% de la población mundial lo padece.
Las personas que padecen vitíligo deben protegerse más si cabe de los rayos solares. Están más expuestos a sufrir daños en la piel. Esta sería la principal consecuencia que acarrea la enfermedad, ya que no produce dolor y no es contagiosa. No obstante, psicológicamente en muchos casos se sufre la burla y discriminación».
Como curiosidad, saber que el Día Mundial del Vitiligo se celebra un 25 de junio como recordatorio de uno de sus afectados más famosos, el cantante Michael Jackson, que falleció en este día del año 2009.
* La fotografía de la modelo Winnie Harlow, afectada de vitiligo, ha sido obtenida de su página oficial de Facebook.
Lo del estress desde luego que si que lo favorece para que aparezca, cuando era pequeña una vecina paso por una etapa de su vida infernal, y desarrollo vitiligo, por fortuna le afecto solo en las extremidades y no en el rostro y si que nos contaba que ni le picaba ni le dolia, se que iba al dermatologo, pero no se si le puso tratamiento o no, por lo que veo ahora si que hay buenos tratamientos, me alegro por ellos.
besos
Muchas gracias por tu comentario, María Pilar!! Un beso y feliz semana!!
Yo tengo una prima que lo tiene, y es verdad que es un tema complicado. Por la experiencia que he visto en ella, es clave aceptarse uno mismo y para que los demás vean con normalidad las manchas en la piel. Y la información es muy importante, gracias chicas!
Gracias a ti por tu comentario y por la recomendación de aceptarnos a nosotros mismos, eso es fundamental siempre, no sólo para las personas con vitíligo.
Un beso!!!
Afortunadamente ni yo ni nadie de mi familia padecemos este problema.
¡Me alegro! Un beso fuerte, Ángeles!!!