En ocasiones los fines de semana son perfectos, y aquel lo fue. Un pequeño grupo de periodistas de belleza fuimos invitadas por Isabel Juncosa, responsable de comunicación del Patronat de Turisme de Girona, para asistir a la apertura de la temporada 2018 del Hotel Spa Terraza de Rosas. Pero la visita tenía una vinculación muy directa con nuestra especialidad profesional, y era la de descubrir el nuevo spa del hotel, el Spa Terraza ess by Mònica Traviesa.
Pero, empecemos por el principio… La prensa de belleza acostumbramos a viajar juntas con mucha frecuencia (¡antes mucho más que ahora, no nos vamos a engañar!). Pero lo que no es tan habitual es que lo hagamos acompañadas de nuestras parejas, y eso fue lo que sucedio hace solo unas semanas. Y eso fue un plus que hizo que la experiencia fuese aún mejor y más entrañable.
Poco a poco, los invitados fuimos llegando al hotel. El viaje hacía presagiar que deberíamos pasarnos el fin de semana bajo cubierto, porque no llovía ¡diluviaba! y el cielo ¡parecía el de Mordor! Pero finalmente no fue así, pudimos disfrutar de la hospitalidad del hotel y también de paseos por la impresionante bahía de Roses. ¡Pero no adelantemos acontecimientos!
Llegada al Hotel Spa Terraza
Tras instalarnos en nuestras respectivas habitaciones, por fin nos reunimos alrededor de una gran mesa donde nos invitaron a una fría copa de cava y unos snacks para ir preparando nuestras papilas gustativas para lo que sería un festín en Cocina d’en Norat, uno de los restaurantes del hotel. Y es que la gastronomía está en la esencia histórica del hotel. En 1935, Honorat Gotanegra Marcó, después de recorrer medio mundo para aprender la profesión de hotelero, volvió a Rosas lleno de experiencias para abrir su propio negocio: un hotel en la playa, a tocar del mar, en el que la gastronomía tenía un papel principal. El abuelo Honorat se esforzaba para ofrecer el mejor pollo con langosta, la especialidad de la casa entonces, y sorprender a los invitados con productos locales. La atmósfera familiar y un servicio atento, que se preocupó por los gustos de los clientes, convirtieron la visita al Hotel Terraza en una experiencia que pronto se quisiera repetir. Lejos de aquel hotel inaugurado en un momento ciertamente complicado, hoy el establecimiento se ha convertido en un moderno y acogedor hotel dirigido por la tercera generación de la familia Gotanegra. La atención al cliente siegue siendo, no obstante, la misma que cuando se fundó.
Cena en Cocina d’en Nonat y Ritual de buenas noches
Ya en el restaurante gastronómico Cocina d’en Norat, pudimos disfrutar de un menú de tapas magnífico, con una selección platos típicos ampurdaneses, con productos frescos y autóctonos, que son la riqueza de la cocina de mercado de hoy. Los vinos, también ampurdaneses, maridaban magníficamenre con los platos.
Finalizado el postre fuimos invitados a un Ritual de buenas noches, que nos ayudaría a bajar las revoluciones tras la cena y los vinos… El ambiente en el lugar donde hacía más de una hora habíamos disfrutado del coctel de bienvenida, se había transformado. Campanas, gongs y otros instrumentos… Allí estaba Edgar Tarres (creador de mindfulkit) ayudándonos a encontrarnos con nosotros mismos y haciendo que los sonidos armónicos que creaba entrasen en nuestra mente, creando un calmado ambiente de relax. También estaba allí el equipo del spa, encabezado por Mònica Traviesa. Sentados cómodamente en nuestros sillones y butacas, todos los huéspedes del hotel fuimos gratamente obsequiados con un masaje en hombros, brazos y cabeza. Para mi fue el primer contacto con Mònica, que me hizo sentir como si estuviese en manos de una persona que me daba amor, confianza y serenidad. Y eso solo con un pequeño masaje… ¡Sintonía total!
Casi sin darnos cuenta, ya estábamos en la cama y durmiendo relajadamente…
En sintonía con el mar
El despertador suena a las 8 de la mañana. Cualquier otro sábado del año no hubiese sonado, pero ese día la alarma del despertador me resultó especialmente ilusionante. Rápidamente me levanté, me duché y enfundé en una maya, me puse una camiseta térmica y sobre ella un plumón suave. Desde mi habitación, antes de salir, ya había comprobado que todo estaba preparado para nosotros en la playa… Allí nos esperaba una mesa con tés, infusiones y zumos naturales. Tras entrar en calor con una de las infusiones, nos ofrecen una alfombrilla y una manta. Y allí estaba de nuevo Edgar, con su semblante calmado, cálido y sonriente.
Estábamos invitados a disfrutar de un Ritual Respira el Mar, una sesión de mindfulness en la playa, frente al hotel, con sonidos de la naturaleza, guiada por Edgar. La experiencia indescriptible. Con anterioridad ya había asistido a una sesión de mindfulness, pero realizada en la playa, a primera línea de mar, con el único sonido de las suaves olas y la voz del profesor de mindfullness y meditación guiándonos, fue otra cosa…
Conociendo el Spa Terraza ess by Mònica Traviesa
Tras el ritual y el desayuno, fuimos convocadas a conocer el Spa. Mientras, nuestras parejas alargaban el café, conociéndose y charlando de mil cosas. Agradable ver cómo, un grupo de hombres que solo tenían en común ser pareja de periodistas de belleza, pueden sentirse como si fuesen amigos de toda la vida.
Nosotras a trabajar, ¡a descubrir el Spa Terraza ess by Mònica Traviesa!.
Y allí estaba la directora del Spa, explicándonos con pasión –y un punto de los nervios propios de quien presenta su proyecto personal– que éste es un spa holístico de autor, inspirado en el arte, la tradición y el vanguardismo de proximidad. «Vibro con el amor desde el corazón, el amor por uno mismo, el amor por la tierra… –nos explica– Mi pasión es cuidar tu esencia, fomentar tu evolución y equilibrar tus emociones«. Y sinceramente sentí todo eso, no solo la noche anterior, sino también aquella tarde, cuando me mimó durante mi sesión de quinesiología.
La carta de tratamientos del Spa es amplio, muy amplio, pero todos ellos comienzan con un test de quinesiología para determinar los productos naturales y ecológicos perfectos para cada persona.
El spa está en la última planta del hotel, con unas fantásticas vistas panorámicas de la Bahía de Roses. El espacio de tratamientos está formado por cinco cabinas, una de ellas especial para parejas y dos de hidroterapia clásica de balneario.
La zona de aguas, con unas impresionantes vistas al mar, piscina climatizada y jacuzzi exterior. En días de mal tiempo o en invierno este espacio se puede cubrir con una cúpula de vidrio para poder disfrutar de los rayos de sol, la luz natural y las vistas . En la zona interior: hammam, sauna Finlandesa, ducha bitérmica y aromática. Dos zonas de relax, una exterior y otra interior, ambas con vistas al mar.
Tras ese primer contacto con el Spa, un agradable paseo por la playa, para disfrutar del sol. Después, comida en el restaurante Bim’s, también del hotel, y mi tratamiento, que en esta ocasión fue de quinesiología, un tratamiento extremadamente personal que me devolvió la tranquilidad. En Mònica, a quien no conocía, encontré a una amiga que me oyó y equilibró mi mente. Sensaciones a flor de piel, alguna lágrima y paz. Mucha paz…
A primera hora de la tarde, el hotel ofrecía también una salida al mar de dos horas en kayac, desde su Beach Club, para conocer la Bahía desde el agua, pero no se pudo llevar a cabo, porque el viento lo hacía poco recomendable.
Ya por la noche, llega el momento de la cena, de nuevo en el restaurante gatronómico del hotel.¡Una experiencia deliciosa! Para bajar un poco la cena, sesión de baile ¡y a dormir!. En la habitación, una última sorpresa y una muestra de una atención que fue constante durante todo el fin de semana: una pinda impregnada en mis esencias: menta y mirra, según el test de quinesiología.
Por la mañana, tras el desayuno, un último paseo por la playa y de vuelta a casa, con un ánimo más relajado y tranquilo, tras un fin de semana perfecto entre amigos y acogidos por la gran familia Bocanegra, que más allá de profesionalidad, siente amor por el Hotel Spa Terraza, fundado hace ya 83 años.
¡Gracias a todos sus profesionales, y gracias también Isabel, por esa magnífica convocatoria!
También te puede interesar
Que estupendo y que suerte poder asistir invitada a un lugar así.
Cierto, Ángeles, una gran suerte esta profesión, aunque en ocasiones vamos como pollo sin cabeza!!! 😉
Me apunto!Que paz y qué gozada,Elisabet!Genial para ir de finde.💜💛
Puedes estar absolutamente segura, Marisa!! Ese fin de semana llego en el momento que más necesitaba cuidados extra!!! Un gran beso y me alegra que te haya gustado!!
Que maravilla, eso lo necesito yaaa. Besitos
Una verdadera maravilla, tienes razón!!!
Sería genial disfrutar de este hotel aunque solo fuera un fin de semana.
No es prohibitivo, ¡se puede ir! 😉