Hoy es el Día Mundial contra el Cáncer de Mama, una enfermedad que afecta en España a una de cada ocho mujeres , con una tasa de incidencia de 132 casos cada 100.000 habitantes, según el Grupo GEICAM de Investigación en Cáncer de Mama. Es el tumor más común en territorio nacional y entre las mujeres españolas. La franja de edad más afectada es la comprendida entre los 45 y los 65 años y en el tratamiento es fundamental el pronóstico precoz. En el primer estadio la supervivencia cinco años después supera el 98%; en el cuarto, desciende hasta el 24%.
Sin pretender ser un espacio de divulgación de información médica, en Belleza activa queremos aportar nuestro granito de arena en esta jornada de conmemoración y de reivindicación, para que se incremente la inversión en la investigación de esta enfermedad incurable. Hoy planteamos una serie de claves para que las pacientes de tratamientos oncológicos se sientan mejor en su estilo de vida.
Comer bien durante el cáncer de mama
La Dra. Elena Soria, nutricionista de la Clínica Menorca, recuerda la importancia de mantener una dieta equilibrada y sana, también en los momentos en los que hacemos frente a una enfermedad como el cáncer. Y es que «los alimentos pueden prevenir y hasta curar el deterioro celular» señala y por ello, indica que «son necesarios todos los nutrientes». ¿Cómo debemos alimentarnos si estamos en un tratamiento contra el cáncer?
- Apostar mucho por las verduras, porque suponen el grupo de alimentos más importantes para la dieta.
- Son grandes aliados de una buena dieta los pescados azules, ricos en omega3, y las proteínas de alto valor biológico.
- Combinar alimentos ricos en vitamina D y Vitamina C, cúrcuma…).
- Cambia los aperitivos que sean grasas saturadas por alternativas saludables, como las almendras y verduras u hortalizas (consume tiras de zanahoría como snack).
- Salva los ingredientes de la cocción a temperatura alta (¡no a los fritos!) y en la conservación mejor en recipientes de cristal y de propileno.
- En la sección de los alimentos a evitar están los dulces (que promueven las células malignas o neoplásicas), los hidratos carbonos y las grasas.
- Mejor apostar por el calcio, a través de otros productos que no sean los lácteos (por su alto poder proteico).
Por último, cabe señalar que la dieta líquida favorece la mayor destrucción de células malignas, por eso en las 24 horas previas al tratamiento no sería aconsejable ingerir alimentos sólidos, solo agua, infusiones o caldos de verduras.
El cuidado de la piel durante los tratamientos oncológicos
Aunque a veces no seamos conscientes, la piel es el órgano más grande que tenemos, así que requiere de muchísimos cuidados para garantizar su mejor estado. Estos mimos son especialmente importantes cuando estamos en un tratamiento oncológico. Eucerin indica que estos derivan en algunos problemas cutáneos como las irritaciones por quimioterapia, la dermatitis por radioterapia, los cuidados requeridos tras una mastectomía o la curación de los tatuajes terapéuticos. Los cosméticos más indicados para estas necesidades son los que presentan una acción regeneradora, cicatrizante y protectora para la piel, y que proporcionen alivio y calma a la superficie cutánea dañada.
Lo fundamental de sentirnos bien
Los tratamientos oncológicos y los efectos que conllevan pueden dejar huella en la autoestima de las personas que padecen cáncer. Sentirse bien con uno mismo, atractivo y a gusto tiene un impacto mucho mayor de lo que puede parecer a simple vista y nos proporciona las fuerzas necesarias para enfrentar situaciones complejas como esta. En el caso de las mujeres, está comprobado que el maquillaje puede actuar de herramienta terapéutica para empoderar a las pacientes y recuperar la autoestima.
En este reto de proporcionar un aliado en el estado emocional de las pacientes, aterrizó hace más de 25 años el el programa Ponte guapa, te sentirás mejor de la Fundación Stanpa. Más de 21.000 voluntarios han acompañado a un 1.400.000 pacientes oncológicas a este beneficioso proceso.
Uno de los efectos más claros de los tratamientos oncológicos es la pérdida de vello en las cejas. Para recuperarlo se puede apostar por la micropigmentación, un maquillaje permanente que se realiza con un dermógrafo, que deposita pigmentos en la dermis y en la epidermis. Otra opción es el microblanding, que ofrece un maquillaje semipermanente muy natural que consiste en colocar pigmentos con una pequeña pluma de metal (el tabori) en unos microcortes en la piel que se realizan. Además, logra crear mayor volumen en las cejas.
Afortunadamente ahora el índice de curación es muy alto.
Cuando el pronóstico es precoz sí que presenta una alta supervivencia 🙂