De origen asiático, el turbante es desde hace muchos siglos un tocado lucido por hombres y mujeres de diferentes culturas. En el caso de las mujeres africanas, según la tradición, lucen el turbante como un medio de protección contra la intemperie y los espíritus sobrenaturales. Dejando a un lado su simbolismo, y fijándonos únicamente en su función estética, el turbante es una pieza que ha conquistado la alfombra roja, pero que sobre todo será útil este verano en su versión más casual.
El éxito del turbante
Grace Kelly fue uno de los iconos que se atrevió a plantarse el turbante, en un momento en que éste se alzó como una pieza glamourosa, sobre todo después de la Segunda Guerra Mundial en Occidente. Al recoger todo el cabello, se potencia la expresividad de la cara sin adornos, y en especial de la mirada.
No es de extrañar que el éxito llegará a la gran pantalla de la mano de estrellas como Sofía Loren o Audrey Hepburn, actrices que también incidían sobre las tendencias de moda y se alzaban como ‘las influencers’. A la intérprete de Desayuno con diamantes, la toalla a modo de turbante se convierte en el complemento perfecto para cantar ‘Moon River’. En España, Sara Montiel se atrevió, como Adriana Ugarte para viajar a los años sesenta en el protectorado de Marruecos en Tiempo entre costuras.
También hemos visto actrices que se atreven en la actualidad como la poderosa Sarah Jessica Parker, que marca tendencia fuera y dentro de Sex and the City.
La apuesta de firmas como Schiaparelli o Marine Serre por este complemento confirma que el turbante está arrasando este 2022, pero sobre todo que Jessica Chastain y Cynthia Erivo lo lucieran en la Met Gala de este año. ¡Y cómo lo lucieron! Obtuvieron el ‘sí quiero’ de la crítica del mundo fashion.
¿De qué nos sirve el turbante?
Si nos salimos de la esfera glamourosa, el turbante triunfa en la vida cotidiana en forma de toalla enrollada en la cabeza, para secar el cabello y dejar que un cosmético capilar haga su efecto.
Pero, el turbante nos sirve sobre todo en verano para recogernos la melena y liberarnos del calor que da el pelo en contacto con la piel. Y más, teniendo en cuenta las altas temperaturas de estos días.
Y en la playa este sencillo método es ideal, porque protege el cabello de la radiación solar directa, que provoca la deshidratación capilar y facilita la rotura.
Pero es que en la playa hay que sumar la acción del salitre del mar, la arena y las rachas de viento, un combinado que hace que la melena sufra mucho. Si mantenemos la melena tapada con un turbante podemos conseguir además que los cosméticos capilares nutran en profundidad la fibra, convirtiendo la playa en un buen lugar para cuidar el pelo y prevenir que sufra.
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Yo siempre pongo pañuelo en la playa pero los turbantes me encantan.
¡Son muy favorecedores!