Hoy 16 de octubre es el Día Mundial de la Alimentación, una fecha que nos recuerda la necesidad de prestar atención a lo que ponemos en nuestros platos. Países de todo el mundo se unen para destacar la importancia de la alimentación en la salud, tanto en el bienestar físico como mental. Cada vez somos más conscientes de lo esencial que es saber lo que estamos comiendo, analizando etiquetas y descartando aquellos productos que no sean saludables.
Día Mundial de la Alimentación
El Día Mundial de la Alimentación se celebra en más de 150 países en todo el mundo, y conmemora la fundación de la FAO en 1945, y desde entonces, se utiliza como recordatorio para la reflexión sobre los problemas relacionados con la alimentación y la agricultura. Aunque la conmemoración es anual, cada año se enfoca desde una tema específico para destacar los desafíos y oportunidades y concienciar sobre cuestiones críticas.
El principal problema que tiene la humanidad es el hambre, que afecta a casi 690 millones de personas en el mundo, el 8,9% de la población mundial, esto supone que incrementa unos 10 millones por año. Unos datos muy preocupantes que indican la situación de verdadera emergencia que vive una parte de la población, mientras que el resto (con menor o mayor libertad) podemos seleccionar los alimentos que nos llevamos a la boca
La alimentación, la base de nuestra salud
Sin duda, y como hemos repetido mucho en Belleza activa, la alimentación es un pilar fundamental de nuestra salud. Nuestro cuerpo necesita una variedad de nutrientes, vitaminas y minerales para funcionar de manera óptima, de forma que seguir una dieta equilibrada y saludable es esencial para prevenir enfermedades y promover un bienestar general.
¿Cómo funcionan los alimentos en nuestro cuerpo?
Nos aporta nutrición y energía. Los carbohidratos, las proteínas y las grasas son fuentes esenciales de energía que deben incluirse en una dieta equilibrada. Nuestro cuerpo obtiene la energía necesaria de los nutrientes para realizar sus funciones.
Son claves en la prevención de enfermedades. Consumir frutas, verduras, granos enteros y proteínas magras puede reducir el riesgo de padecer enfermedades crónicas como la diabetes, la hipertensión y enfermedades cardíacas.
Fortalecen el sistema inmunológico. Los nutrientes en los alimentos fortalecen nuestro sistema inmunológico, y por tanto nuestra defensa ante infecciones y enfermedades.
Mantienen la salud ósea. Desde pequeños nos han insistido en la importancia de comer leche y yogures por sus dosis de calcio para mantener la salud de nuestros huesos. También es fundamental en este reto la Vitamina D, de esta forma podemos prevenir la osteoporosis y mantener huesos fuertes.
Controlar el peso. Seguir una dieta equilibrada y rica en fibra nos puede facilitar el equilibrio en nuestro organismo, evitando el exceso de alimentos precocinados y las grasas saturadas.
Alimentos y salud mental
Hace menos de una semana hablamos de la importancia de la salud mental, un tema que también tiene una estrecha relación con la alimentación. Los ejemplos más representativos son los Trastornos de Conducta Alimentaria (los TCA), pero también existe una conexión más invisible. Por ejemplo, cuando estamos en un momento de tristeza solemos prescindir de una dieta sana y equilibrada: nos han enseñado las películas que el bajón emocional se pasa con mucho azúcar y copas de alcohol. Los alimentos ultraprocesados son también acompañantes de esos momentos de alteración emocional.
Cuando estamos estresadas tampoco prestamos atención a nuestra alimentación, supliendo los productos saludables por aquellos que más rápido se hagan. Si contienen azúcar, también son «aliados» para enfrentar las tensiones, y esos atracones a veces se reflejan en nuestra salud mental.
Cada vez más investigaciones advierten que lo que comemos tiene un impacto directo en nuestra salud mental y bienestar emocional. Y es que nuestro cerebro necesita una amplia gama de nutrientes para funcionar correctamente. Los ácidos grasos omega-3, antioxidantes y vitaminas como la B12 son esenciales para la función cerebral y si no los incorporamos al organismo, podemos experimentar problemas de salud mental, como la depresión y la ansiía edad.
Aunque no seamos 100% consicente de la importancia, la comida afecta la liberación de neurotransmisores en el cerebro, que son responsables de regular nuestro estado de ánimo. Por eso, una dieta equilibrada tiene tanta importancia para sentirnos bien.
Como hemos visto, seguir una alimentación equilibrada y saludable es esencial no solo para mentener el cuerpo sano, sino también nuestra mente. Es importante que tomemos decisiones alimenticias más conscientes para promover un cambio positivo en nuestra salud.
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Estoy completamente de acuerdo, somos lo que comemos.
¡Qué importante es la alimentación! ¡Toda la razón Ángeles!